sábado, 21 de junio de 2025

La corrupción, un mal endémico.

 

Publicado en el diario La Opinión de Málaga el día 25 de junio de 2025:

https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/06/25/corrupcion-mal-endemico-119027996.html

Publicado en el diario digital Aquí Madrid el día 25 de junio de 2025:


Palacio Ducal de Lerma, Siglo XVII. Hoy parador de turismo.
(Foto tomada en 2016)

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"Para no morir ahorcado, el mayor ladrón de España se vistió de colorado"

(Sobre el Duque de Lerma)

 

Esta frase sobre el famoso Duque de Lerma, D. Francisco de Sandoval y Rojas, muestra la habilidad para refugiarse entre los poderes facticos del momento, en este caso la Iglesia, con su vestimenta de Cardenal, y así evitar el castigo de la justicia en tiempos de Felipe III, de quien era valido el susodicho duque. Al parecer, el “noble” se hizo inmensamente rico a costa de saber manejar la corrupción, el tráfico de influencias y la venta de cargos públicos. Dado su poder se permitió el mayor ejercicio de especulación inmobiliaria conocido en esos tiempos consiguiendo un pelotazo de primera magnitud. En 1601, con la aquiescencia del rey, trasladó a Valladolid la corte desde Madrid, donde Felipe II la había llevado 40 años antes. Solo fueron 5 años, desde 1601 a 1606, pero muy productivos económicamente para el duque. La ciudad pasó de 40.000 a 70.000 habitantes, o sea creció un 75%. Previo al traslado compró terrenos a bajo precio en Valladolid para venderlos al séquito, acompañantes y miembros de la gobernanza, a precios exorbitantes. Al cabo de 5 años volvió a la misma práctica, comprando a bajo precio los terrenos en Madrid, donde se volvió a trasladar la capital del imperio. Eso creó un tremendo malestar que, junto a otros detalles, le llevó a su procesamiento en 1624, si bien, como cardenal, contó con la protección eclesiástica. Moría en Valladolid en 1625.

En el país de la picaresca

Esta historia digna de conocer, la traigo a colación a modo de ejemplo de cómo nos las gastamos en este país, inventor de la novela picaresca de la que tantos ejemplos tenemos. Somos cultivadores de la cultura de la pillería y el nepotismo, donde el enchufe es una garantía para conseguir un bien remunerado trabajo de poco hacer y mucho ganar. Recordemos el asunto de las cesantía del siglo XIX, donde al cambiar el gobierno conllevaba el cese de sus propios funcionarios, que pasaban al paro, por lo que vivirían, en parte, de lo trincado en el ejercicio de su activad cesante.

Hay refranes, o dichos, donde la sabiduría popular deja contundentes sentencias: “No me des dinero ponme donde haya”, “el que a buen árbol se arrima buena sombra le cobija”, “dime con quién andas y te diré quién eres”, “quien no tiene padrino no se bautiza”, “poderoso caballero es don dinero” o “tener enchufe”. Todos ellos nos demuestran cómo nuestra sociedad ha sido, a la vez, practicante y tolerante con el nepotismo y la corrupción. Esto no se da solo en el mundo de la política donde es un escándalo, también en el mundo empresarial y en el pueblo llano, esquivos a pagar impuestos recurriendo a artificios para torear al fisco… o pidiendo favores para familiares o amigos. Con esto no justifico estas prácticas, al contrario, estoy denunciándolas como un problema endémico arraigado en nuestra cultura social, ya que son atentados a la justicia en cualquier sociedad igualitaria y democrática.

La corrupción del inmediato pretérito

Está claro que todo ser humano no es, per se y de entrada, un ser bondadoso, sino que puede estar movido por la codicia, donde la tentación acaba doblegando su moral y ética hasta llevarlo al delito. Y en ello estamos y estuvimos siempre, tal como lo demuestra nuestra historia. Dejando el siglo XIX y entrando en el XX, el Borbón Alfonso XIII, no fue precisamente un dechado de virtudes, más bien de oscuros intereses y corrupción, como nos revelan sus negocios mineros en el protectorado del Rif, hasta su exilio y la llegada de la II República.

De la dictadura franquista aún perduran grandes capitales fraguados en aquella etapa, donde se premiaba la lealtad con la vista gorda en el ejercicio del estraperlo, que se toleraba en ausencia de escándalos. De especial dimensión corrupta fueron los casos MATESA, SOFICO y otros, que dejaron repugnante huella en mi joven generación. Refiere Miguel Ángel del Arco Blanco, catedrático de Historia contemporánea de la universidad de Granada, en su trabajo La corrupción en el franquismo: El fenómeno del gran estraperlo (2018), que: «la corrupción fue algo estructural dentro de la dictadura, justificándose no sólo por los intereses individuales que satisfizo, sino también porque fue un elemento esencial dentro de los mecanismos que consolidaron y dieron estabilidad al “Nuevo Estado” surgido de la guerra civil». Por otro lado, el nepotismo era evidente y se potenciaba como forma de premiar a los suyos, por no mencionar las empresas del INI y los chanchullos de sus gestores. Toda dictadura ejerce un férreo control de prensa y censura la libertad de expresión.

También en la democracia

Pero con la democracia no desapareció la práctica de la corrupción, ni mucho menos. Todos los gobiernos habidos hasta ahora andan salpicados de ella… Felipe González, José María Aznar, M. Rajoy y ahora, con el bochornoso y repugnante caso de Koldo, Ábalos y Cerdán, puede acabar muy mal Sánchez, el tiempo lo dirá. Del Emérito, tan en boca de todos, mejor no hablo, ya se sabe. Parece que solo Zapatero se libraría de ella. No enumero los diferentes casos de corrupción habidos en los últimos 50 años, pues cualquier interesado puede darse un garbeo por Internet y los encontrará a mansalva. Parece que el PP se llevaría la palma, seguido del PSOE y, prácticamente, todos aquellos que tocaron poder, ya que este es la tentación máxima para cualquier corrupto, si cuenta con un corruptor que le acompañe en beneficio mutuo. Casi nadie puede tirar la primera piedra y menos dar lecciones de ética y moralidad, aunque quieran engañarnos.

Cuando, en la confrontación política, se tiran a la cabeza casos de corrupción los unos a los otros, nos están demostrando que todos, en mayor o menor medida, andan en el fango. Sabemos que, como práctica habitual, es tremendamente complicado eliminarla, pues solo es punible cuando aflora. Pero si consiguen mantenerla oculta y sin pruebas que la confirmen, no pasa nada, ya que no existente aquello que no se conoce.

Qué hacer ante un mal endémico

Los ciudadanos, si no se consigue erradicarla, que sería lo deseable, queremos, al menos, actuaciones contundentes del partido que detecte corrupción en sus filas, cosa que siempre se hace a regañadientes, porque primero se niega y luego, ante la evidencia, se establecen estrategias de afrontamiento lo menos lesivas posibles para el partido en cuestión, incluso con el recurrente “y tú más”. Lo malo es que se echan encima y a muerte, los otros, los que tienen mucho que callar porque andan salpicados hasta la médula desde un pretérito y/o presente, donde el hedor es sus sedes es insoportable. Esas cínicas y cainitas actuaciones solo nos muestran la calaña de quienes dicen defender los intereses de la ciudadanía, cuando lo que hacen es guardar su culo, atrapándonos con su discurso emocional y manipulador con extrañas alianzas entre poderes fácticos, con práctica cuasi mafiosa… Recuérdese: “el que pueda hacer, que haga”, que suena a consigna de presunto contubernio a galope del insulto y la deslealtad institucional.  

Por tanto, ante el aluvión de mala praxis política que venimos sufriendo, donde la tendenciosa manipulación y el cultivo del odio son evidentes, solo cabe el sosiego de una reflexión sensata y racional para no dejarse llevar por intereses espurios. La guerra entre ellos tiene varios frentes y muchos agentes o soldadesca. Solo hay que ver la tele, oír la radio, leer la prensa y redes sociales, incluso escuchar los debates de barra de bar para deducir juiciosamente la verdad entre líneas.

La política es imprescindible para gobernar un país, la democracia para controlarla y el sentido común para no cagarla a la hora de analizar la verdad de los hechos, porque nos intentarán alienar defendiendo lo indefendible. Usted, yo y los demás, deberíamos ejercer la libertad de pensamiento y el espíritu crítico, sin sesgos confirmatorios que nos desvíen de la verdad, caiga quien caiga. A la mayoría de ellos solo les interesa llegar al poder para ejercerlo en beneficio de sus ideas y de los suyos. Ojalá encontremos a políticos vocacionales defensores de ejercer la gobernanza en beneficio de toda la sociedad y no de unos pocos. Mas, en este mundo, en algunos casos gobernado por sociópatas, oteamos un tenebroso futuro ausente de democracia y camino de la plutocracia.

 

 

 

sábado, 14 de junio de 2025

Zanjar las heridas del pasado

 


Opinión | Tribuna

Por: Antonio Porras Cabrera

Publicado en el diario La Opinión de Málaga el día 14 JUN 2025 7:00

https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/06/14/zanjar-heridas-pasado-118604819.html

Es lamentable que, tras casi 90 años, sigamos teniendo fosas comunes con cadáveres de aquellos fusilamientos, sobre todo de los republicanos...

José Reyes Benítez

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El pasado 3 de junio, el diario Córdoba, publicó un artículo firmado por David Jurado, titulado: «Finaliza la exhumación de tres fosas en Encinas Reales con el hallazgo de 11 cuerpos de represaliados de la Guerra Civil». Ponía de manifiesto la lucha de un conjunto de familiares de represaliados en la contienda, naturales de las localidades de Rute, Cuevas de San Marcos y Encinas Reales, movilizados en torno a Araceli Vinuesa. Araceli aludía, en la entrevista, a las piedras encontradas en el camino, reseñando que todo el empeño nació de «la voluntad de los familiares por encontrar a los suyos, por cerrar un dolor que lleva abierto 89 años». Inmediatamente me vinieron a la memoria los hechos acaecidos en mi pueblo, Cuevas de San Marcos, ya que algunos de los restos, como he dicho, pertenecen a paisanos fusilados en las tapias del cementerio de Encinas Reales.

Exhumación de José Reyes

El recuerdo me surgió porque recientemente hablé del asunto con mi amiga Aurora Ariza, cuyo abuelo, José Reyes Benítez, fue uno de los fusilados y sepultados en esas fosas. Su crimen fue ser concejal socialista del ayuntamiento de la localidad. Indudablemente será una excelente noticia para ella y para todos los familiares de los represaliados, cuyos restos yacen en una zanja, donde se les condenó al olvido y a la ignominia, por ser defensores de unos ideales diferentes a los de los sublevados seguidores de Franco y sus adláteres o camaradas.

Me comentó Aurora cómo habían vivido en su familia aquella trágica historia y cómo, desde hacía tiempo, lucharon por encontrar y dar honrosa sepultura a su abuelo. Ellos solo pretenden recuperar sus restos, sacarlos del olvido tras ser asesinado en la tapia del vecino cementerio y llevarlos a su pueblo. Allí su familia y amigos le podrán devolver la honra que le arrebataron sus asesinos. Es su vieja aspiración y la de su entorno familiar, que pretende salvaguardar sus restos y darles un merecido trato humano por una familia que, como tantas otras, de uno u otro bando, sufrieron el desgarro de perder a seres queridos en la contienda.

Memoria sin sombra

Luego, busqué en mi biblioteca personal un libro publicado por José Terrón Arjona, titulado ‘Memoria sin sombra’, que venía a evocar los hechos acaecidos en aquellos amargos y terribles tiempos de 1936. Es un rico y excelente testimonio de un joven que vivió en su pubertad aquella desgracia de muerte y desolación que se dio en el pueblo tras su conquista por las huestes de Queipo de Llano, propagador del terror en Andalucía. El testimonio de José Terrón tiene un valor singular dado que habitaba junto al cuartel de la Guardia Civil, por lo que presenció y escuchó demasiadas cosas para un púber que despertaba a la vida. José había nacido en 1925, por tanto tenía 11 años.

En mi pueblo, por suerte, no hubo ejecuciones sumarias o asesinatos por parte de los republicanos, ya que la corporación municipal se opuso rotundamente a ello, incluso encerrando en la cárcel a las presumibles víctimas que no se habían marchado fuera de la localidad, para no dejarlos expuestos a las milicias. Luego, el propio alcalde, Francisco Pérez Sánchez, a pesar de ello, murió en la cárcel en Málaga. No ocurrió lo mismo en el caso contrario, pues fueron asesinados, hasta el final de la guerra, 55 vecinos de la localidad. No obstante, sí fueron ejecutados algunos paisanos, curas o frailes, en otras localidades donde ejercían su labor religiosa, como el ya beato Fray Crispín en Antequera o el presbítero D. Antonio Benítez Arias asesinado en Castro del Río, Córdoba, en julio de 1936.

Pero volviendo al caso que nos ocupa, el plan de exhumación de las fosas se acompaña con una determinación de ADN de los familiares, para cotejarlo con las víctimas e identificarlas. De esta forma se podrán entregar los restos a sus descendientes una vez asegurado el parentesco. Por suerte hoy tenemos ese recurso tan determinante para evitar errores de identificación.

Tras noventa años hay que vaciar las fosas

Es lamentable que, tras casi 90 años, sigamos teniendo fosas comunes con cadáveres de aquellos fusilamientos, sobre todo de los republicanos, pues a los del bando franquista, por lo general, se les sacó y honró durante la dictadura. Ya es hora de cerrar esa herida que sigue supurando. Ya es hora de zanjar aquel conflicto, que no será superado mientras no sean honrados los muertos que permanecen en el olvido de una fosa común, secuestrados a la memoria de sus familiares. Si sus restos permanecen en las cunetas, en las zanjas y fosas, olvidados, su recuerdo seguirá gritando hasta hacerse oír en su derecho a ser entregados a sus familiares y descansar en paz y con el amor de su gente; a ser tratados como el resto de ancestros, con sus flores y velas en el día de los difuntos, con su lápida recordatoria en su sepulcro y con una oración por su eterno descanso ante su tumba.

Pero, persiste gente inhumana que les niega el pan y la sal, que prefieren no remover la tierra, oponiéndose por activa o por pasiva, por miedo a reavivar la confrontación, cuando solo se persigue la justicia y la reparación de la memoria. Tal vez sea por evitar remover la culpabilidad en sus propias conciencias. Esa falta de compasión, de sensibilidad y humanismo deja mucho que desear, sobre todo, si son creyentes los que se oponen a las exhumaciones y a dar sepultura, cristiana o no, a esos restos, donde reciban el cariño de sus descendientes. Mientras, la Iglesia, ya ha elevado a los altares, como beatos, a sus llamados mártires de la religión.

Se acabó el «estás conmigo o estás contra mí»

Hoy, con la polarización de la política, por desgracia, no se lleva ser moderado, o lo que es lo mismo, ecuánime, contenido, sensato, juicioso y otros calificativos donde impere la prudencia y el buen juicio. Existe la tendencia, sobre todo en política, a ponerte en una tesitura crucial: «Estás conmigo o estás contra mí». Quien dice esto solo pretende coartar tu libertad… «o asumes mi pensamiento o serás mi enemigo». Luego predicarán por ahí que defienden la libertad de la gente. Es esa tendencia a volver al pasado, a aquellos tiempos de desencuentro premonitorios de una contienda civil que, esperemos, nunca vuelva, visto todo lo que sucedió.

Tenemos un pasado conflictivo, que persiste enquistado en determinados medios e ideologías, en la mente de amplios sectores de nuestra sociedad. Tal vez porque no hemos aprovechado estos años de democracia para desarrollarla y formar a la sociedad en el ejercicio y cultivo de la misma, mientras los añorantes del viejo régimen pregonan su ideario y ponen palos en las ruedas del progreso democrático. Por ello es bueno zanjar el problema, sí, zanjar…

Hay que zanjar en el tema de las zanjas

La palabra zanjar, según el diccionario de la RAE tiene dos acepciones, una: «Echar zanjas o abrirlas para fabricar un edificio o para otro fin» y la otra alude a: «Remover todas las dificultades e inconvenientes que puedan impedir el arreglo y terminación de un asunto o negocio». Ambas son válidas y aplicables al problema. La primera porque se abrieron zanjas con el fin de sepultar en el abandono histórico a los represaliados, dejándolas de testimonio a modo de escarmiento y desprecio. La segunda porque ya hace tiempo, desde la misma transición, se debería haber zanjado el problema definitivamente dando un trato de justicia y reparación a los afectados, a pesar de las dificultades e inconvenientes que pusieron los herederos ideológicos del franquismo, que, en parte, persisten en la actualidad.

Pero, volviendo al tema, es necesario zanjar este asunto de una vez por todas. Aquí entra la otra acepción de la RAE. ¿Cómo hacerlo, cómo zanjar para siempre el agravio y la ignominia perpetrados? Indudablemente, la herida producida por la historia está infectada y para que cierre definitivamente, para zanjar el asunto, se ha de limpiar y cerrar. Abrir las zanjas, sacar los cuerpos, entregarlos a sus familiares y volver a cubrir la zanja con tierra una vez sacados los restos humanos que la pueblan.

Espero que en noviembre de este año, el día de los difuntos, pueda ponerle una vela de recuerdo a Pepe Reyes, en el cementerio de mi pueblo, como representante de todos los caídos.

 



sábado, 7 de junio de 2025

Tengo una mala noticia

 

Opinión | Tribuna

Por: Antonio Porras Cabrera

Publicado en el diario La Opinión de Málaga el día 07 JUN 2025 7:00

https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/06/07/mala-noticia-118333560.html

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Las cosas se presentan complicadas, difíciles de entender. Se observa una discrepancia entre lo manifiesto y lo latente, lo que se nos presenta y lo que existe de verdad

La ministra de Sanidad, Mónica García y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. / Kike Rincón - Europa Press

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Tengo una mala noticia. Nada fue un error… o tal vez sí, todo es un error. No hablo de la canción de Coti, claro, hablo de la realidad que nos embarga. La mala noticia se va conformando y confirmando en este movido tiempo de la política. Los medios de comunicación andan en la contienda siguiendo el show de la política.

Las cosas se presentan complicadas, difíciles de entender. Se observa una discrepancia entre lo manifiesto y lo latente, lo que se nos presenta y lo que existe de verdad. Lo que se cuece en la perola a fuego lento sigue tapado, bullendo en el fogón y oculto, mientras observamos el crepitar de la fritura que se nos ofrece. Leire Díaz, Feijóo, Ayuso, MAR, Koldo, Ábalos, Aldama… Vaya vodevil, el del miércoles con la aparición ante las cámaras de Leire Diez para dar su discurso y, por sorpresa, Aldama nervioso, irritado y amenazante, clamando a Feijóo que hiciera lo que fuera para echar a Sánchez. Extraña alianza de Aldama con Alberto Núñez que viene a enturbiar más el río, como denunciaba en mi artículo del pasado sábado. Demasiadas heces, de variopinta procedencia, se nos ofrecen para distracción del pueblo… ¡pan y circo! Mientras me pregunto: ¿Qué habrá en el pendrive de la señora Leire para que Aldama asaltara la sala de conferencias con tanta vehemencia?

Estrategias perversas

Estamos en momentos complejos. Con investigaciones prospectivas poco ortodoxas, con procesamientos cogidos con papel de fumar, con sospechas más que fundadas sobre mala praxis en variados campos del poder, y con mucho, mucho ruido. Ruido de ventanas y nidos de manzanas que se acaban por pudrir… y hay tanto ruido que al final vendrá el final, como decía Sabina. Esta ruptura cada vez se parece más a un fracaso matrimonial, o de la política democrática y del respeto que conlleva, que aboca al divorcio insultante y peleón con el riesgo que representa. Tal vez ese sea el problema, que hemos perdido los papeles del contrato y se pasan las líneas rojas desde hace tiempo sin respeto al espíritu democrático y sin coste alguno. En todo caso, en una sociedad como la nuestra, a través de la historia, el poder siempre estuvo en la derecha y no pararan hasta retomarlo, incluso con artes cuestionables. Ya se sabe: “el que pueda hacer, que haga”.

¿Resistirá la Constitución el envite de este galimatías político? Se han vertido tantos juicios paralelos interesados que, cuando la ley establezca y determine responsabilidades y emita fallos y veredictos, habrá quien los cuestiones, como ya se ha hecho con el propio Tribunal Constitucional, calificado de cáncer de la democracia por prebostes hombres de la política de quita y Pons. No sé qué dirán cuando se dé por buena la ley de amnistía, tan denostada por la derecha y un importante colectivo de la interesada judicatura que se manifestó antes, incluso, de su aprobación. Por cierto, la ONU considera que “La amnistía tiene como finalidad crear condiciones propicias para alcanzar acuerdos de paz o bien favorecer la reconciliación nacional”, lo que nos permite considerarla una estrategia adecuada para resolver el problema catalán.

Los bajos y viejos fondos de las cloacas

Pero la mala noticia no va solo por ahí, sino por los bajos fondos, por las llamadas cloacas, que, aunque siempre existieron, nunca lo hicieron con tanto descaro y poder. Es lógico, los recursos que la tecnología y el conocimiento ponen a disposición de los investigadores de corte tramposo, por no decir mafioso, son cada vez más eficientes.

Hoy estamos vendidos, con la telefonía, los WhatsApp, las grabaciones y escuchas, con los medios disponibles cualquiera de nosotros puede ser totalmente controlado hasta el más mínimo detalle. Tenemos el enemigo en casa, en el móvil, en el ordenador, en las Alexas y Siris, en el mercado, en las redes sociales, en las tarjetas de crédito, en toda la parafernalia que se ha montado para que, en este mundo feliz, entreguemos la libertad a cambio de seguridad y paz mental.

La lucha que se establece en la política es por ocupar la plaza de Gran Hermano en el futuro orden mundial, que va más allá de la política para centrarse en el dominio social. Eso es lo que realmente se está cociendo en los fogones, y no esa fritanga de incidencias y anécdotas que nos ofrece la salsa rosa en la tele y en determinados medios de comunicación, donde se da la batalla, por no decir la guerra, sabedores de que vencerá quien gane el relato, aunque, en realidad, sea el peor.

El papel de algunos medios de comunicación

Por ello, cada vez juegan con mayor descaro los afines medios a ideologías y credos, dejando a un lado la profesionalidad y función social, basada en el derecho de la ciudadanía a ser informada correctamente. Ese debería ser su objeto y no el tomar partido. Esa desviación nos muestra dónde están sus intereses económicos que, al fin y al cabo, es lo que defienden. Por suerte aún quedan algunos medios en los que confiar. Pero el mundo de la comunicación se ha complicado mucho, se está produciendo un proceso de deconstrucción y confirmación de nuevas formas, vías y estilos, donde la amoralidad y la falta de ética profesional es manifiesta, sobre todo en los pseudomedios creados exprofeso. Los clásicos medios con rodaje y experiencia, están siendo agredidos y cuestionados por otros advenedizos que cuentan con la credibilidad que le otorga la ignorancia y el desapego a la verdad.

La verdadera mala noticia es que, en los nuevos tiempos, las cosas cambiarán hasta niveles insospechados. Andamos ensayando para ver cómo se establece la hoja de ruta definitiva hacia un mundo dominado por la nanotecnología, la gestión del big data (macrodatos), la inteligencia artificial y la robótica en manos de sus dueños. Sobra la gente inteligente y crítica, salvo que esté al servicio del sistema, y faltan los sumisos y serviles para hacer caminar el mundo por la vía predeterminada para mayor gloria del señor feudal. Porque hacia eso vamos, hacia una nueva etapa feudal, donde el señor será el dominador de la tecnología, de los medios y del poder económico que todo lo puede. Al él se le deberá rendir pleitesía en un mercado libre, a la vez que ser sumisos con las leyes del sistema, porque sabrá de nosotros más que nosotros mismos y nos manipulará. Si quieres vivir sométete al nuevo orden, así quedarás protegido y conformarás la gran familia desde el insignificante papel que tengas asignado.

Aún podemos neutralizar el pesimismo

Bueno, tampoco debemos ser pesimistas. Pero dado lo visto no se observa demasiado entusiasmo en el pueblo para ser crítico y tomar conciencia de una realidad que nos amenaza. El ser humano es un ser pensante y debería ser libre para ello, para desarrollar la inteligencia como elemento evolutivo de la humanidad. Revelarse contra estos “patrañosos” que nos quieren colonizar la mente con sus manipulaciones y estrategias medidas es un buen camino.

En todo caso, ya estamos viendo como el acceso a determinados datos privados se utilizan para objetivos espurios. Lo cierto es que se adivina una conjura para acceder al poder burlando la democracia, demonizando al contrincante, por parte de los que se ofrecen como alternativa limpia, obviando el olor a podrido que emiten esos postulantes salvadores. Es sorprendente, por no decir indignante, escuchar a Feijóo acusar de capo a Sánchez y al gobierno de mafioso, con lo que le cuelga al PP en la espalda. Indudablemente debe saber bastante de eso, si no por haberlo practicado, al menos por aprendizaje vicario con sus amistades.

No debemos dejarnos arrastrar

A nosotros, a los ciudadanos, nos queda la paciente labor de discernir, si es que sabemos hacerlo, desde la frialdad que se requiere, para no dejarnos llevar e implicar en una guerra de intereses, que no está clara sean compatible con los nuestros. Hay demasiadas dudas, demasiados interrogantes sobre actuaciones que deberían ser ejemplares y no lo parecen, ya sea del mundo de las fuerzas del orden público, de la judicatura, de la política, de los poderes fácticos, económicos e ideológicos y de credo religioso. Se complica el análisis porque no se sabe muy bien a quien se ha de dar crédito. Deberíamos exigir una competencia leal entre los partidos, de razonamientos inteligibles y lógicos, con solución a nuestros problemas reales. Pero tengo malas noticias…



sábado, 31 de mayo de 2025

Bajan las aguas revueltas

 

Opinión | Tribuna

Por: Antonio Porras Cabrera

Publicado en el diario La Opinión de Málaga el día 31 MAY 2025 7:00

https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/05/31/bajan-aguas-revueltas-118047308.html

Parece que existen demasiados políticos infames que contaminan, emponzoñan y profanan la sagrada democracia con malas artes. Han perdido el norte…

El primer ministro de Israel, Binyamín Netanyahu. / RONEN ZVULUN (EFE)

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Bajan las aguas revueltas. Van sucias y flotan en ellas demasiadas heces, casquería y sustancias putrefactas que hacen irrespirable el bosque que habitamos. Siempre arrastraron repugnantes miserias humanas bajo la aparente limpieza de la superficie que nos fueron vendiendo. Antes, supuestamente, las aguas bajaban tranquilas, con una superficie limpia aunque debajo se depositaran las inmundicias. Los humanos somos así…

Pero ahora vienen agitadas y, por ello, turbias al removerse todo el sedimento. Además se han vertido demasiados productos tóxicos en el río de la vida, que va a dar a la mar, que es el morir, como diría Jorge Manrique. Allá irán, también, sus señorías derechos a se acabar y consumir, sin distinción de grandes caudales económicos, medianos y más chicos, porque, ya se sabe, al llegar son iguales los pobres y los ricos.

El odio rompedor de convivencia

En todo caso, parece que prefieren que su reino sea de este mundo. Sostienen principios y valores enfocados al litigio permanente en lugar de a la concordia, pues lo importante es obtener el poder. Fango y miseria trae el río y, desde cada orilla, remueven las aguas y siguen arrojando más fango, más heces, más tóxicos, con alevosa indignidad. Desde cada lado gritan para que el ciudadano vea la porquería que vierte el otro, pero intentan ocultar la propia. Es el baile del odio rompedor de convivencias, estigmatizador del contrincante, deshumanizador del adversario hasta hacerlo objetivo a destruir, incluso, físicamente, porque ya no es considerado contrincante sino enemigo. El insulto, la amenaza, la descalificación, la hipérbole como argumento irracional y la culpabilidad sin juicio previo son instrumentos de moda, sobre todo de una derecha frustrada por la propia Constitución que dicen defender… ganaron las elecciones como partido más votado, cosa que nadie niega, pero perdieron el gobierno por tener menos apoyos parlamentarios. Así son las cosas ajustadas al derecho constitucional.

Y aunque siempre fue así, ya se sabe lo de la paja y la viga en los ojos, ahora hay quien, entre la maleza, donde esconde sus verdaderos intereses, grita bulos y falacias señalando a los demás, a la espera de que, hartos de vivir a la orilla del río putrefacto, le aclamen como al mesías salvador de la patria y se entreguen, exhaustos y rendidos, a su abrazo del oso. Entonces, sin promesas ni programas de gobierno, tendrán las ‘manos limpias’ para hacer y deshacer a su antojo. Esa es la trampa, la desafección a la política y, por ende, a la democracia, dará paso a una dictadura de orden firme, con caprichosos líderes de motosierra y demagogia. El genial Forges, en una de sus viñetas humorísticas, decía: «No es lo mismo un estado de derecho que un estado de firmes».

Estamos revestidos de una capa impermeable al sufrimiento ajeno

Por eso estamos en un mundo donde se siembra el caos y los conflictos, donde se cultiva la indiferencia ante el dolor ajeno, donde se nos está revistiendo de una capa impermeable al sufrimiento del prójimo, donde todo parece una película dramática que ya estamos acostumbrados a visionar sin alterarnos. La gente de buena voluntad, de espíritu limpio y empático, sigue sufriendo al ver cada día, en los telediarios, como mueren decenas de inocentes en Gaza a manos de asesinos integristas que ostentan sus aviesas ideas supremacistas, amparados en su discurso del odio, sosteniendo ser el pueblo elegido por un dios que, de existir, debe ser cruel. Mientras, el delegado palestino llora en la ONU, públicamente, la tragedia de su pueblo.

Pero, volviendo al río, no olvidemos que en ambas orillas siempre supieron, y predicaron, que su función era mantenerlo limpio, facilitar la existencia de la ciudadanía creando un hábitat saludable y feliz, resolviendo los problemas, para conseguir que fluya agua limpia y cristalina que riegue la vida de sana convivencia, respeto y libertad. Todo fue relativamente bien, por un tiempo, hasta que apareció el ejercicio de la política canalla, esa que siempre se practica entre bastidores pero que se esconde y maquilla para disimularla. Entonces apareció la disociación de intereses, a nosotros nos interesan los problemas de la vivienda, de los precios, los salarios, las pensiones, el paro, etc., a ellos el poder y cómo acceder al mismo. Forman ruido para no hablar de lo nuestro, sino de sus estrategias para lograr su objetivo partidista.

La conjura hacia el poder

Contubernios, intrigas o conjuras suelen ser el deporte nacional de acoso y derribo… ya se sabe: «el que pueda hacer, que haga». Parece que existen demasiados políticos infames que contaminan, emponzoñan y profanan la sagrada democracia con malas artes. Han perdido el norte, yo diría que los cuatro puntos cardinales, menos el que orienta a sus objetivos de poder. El conflicto social de nuestra España se arrastra desde hace muchos años. Deberíamos leer los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós para conocer mejor sus raíces. Tómese con paciencia la lectura, a mí me llevó muchos meses, pero vale la pena para comprender nuestra historia e idiosincrasia.

Hoy, cuando el pueblo español es el mejor preparado de su historia a nivel académico, sigue presentando una actitud nada crítica y además gregaria, que le lleva a una sumisa subordinación al señor que más grita y muestra su habilidad para tergiversar y manipular las emociones y los estados de opinión. En las redes sociales (RR SS) damos el mismo crédito a un charlatán terraplanista, negacionista o conspiranoico, que a un erudito, lo que muestra claramente nuestra necedad y analfabetismo científico y filosófico.

En ese sentido, abducidos por discursos emocionales indefendibles, fundados en bulos, mentiras, posverdad y felonías, caemos en la tentación de entrar en el combate vehemente de los políticos a través de las RRSS, asumimos sus postulados y sus formas y, en muchos casos, gente civilizada insulta groseramente, no solo al político rival, sino a sus votantes, lo que deja en evidencia su falta de respeto por la libertad de los demás y por el ejercicio de la democracia, mientras reivindican para sí la moralidad y ética o el respeto a la Constitución cuando, en su esencia, la andan pisoteando.

El control de la cuarta revolución industrial

Este nuevo orden, que se fragua entre bastidores por aquellos que pretenden controlar una sociedad condicionada por la cuarta revolución industrial, la de la nanotecnología, la inteligencia artificial y la gestión de la Big Data, ya aflora con solvencia, es decir con credibilidad para muchos abducidos. La vida humana no importa, es el progreso tecnológico, el endiosamiento avalado por el dominio del poder lo que interesa. El asunto sigue su ruta imparable en un proceso perfectamente controlado desde esferas de poder aliadas en grupos de intereses compartidos, que pretenden la plutocracia en un sistema neoliberal o, por el contrario, el dictado de un presidencialismo tipo Putin o el propio sistema chino, donde la opinión de la ciudadanía pinta poco, al estar manipulada y teledirigida.

Lo peor es que nos sentamos delante de la tele a ver pasar nuestra vida y la de los demás, ya acostumbrados a visionar las desgracias y la muerte de los otros, sin empatía para pensar siquiera que podría ser la nuestra… ¡qué suerte que no lo sea! Desde nuestro espacio de confort nos sentimos seguros. Nos protege la pantalla y eso es una garantía. Lo otro son películas, malos rollos que ocurren en lugares apartados, en países lejanos. Niños destrozados, mayores muertos en la calle, casas, barrios, hospitales, escuelas destruidas por bombas y misiles, todo desolación y llanto de un pueblo que llora su desgracia, que sufre la crueldad de los dirigentes de otro pueblo, pagando en sus carnes los horrores cometidos por Hamás, que no son ellos, al igual que sus asesinos no son el pueblo israelita, aunque lo consientan, sino los dirigentes que ordenan las acciones genocidas.

La pérdida de fe en el ser humano

Y a uno se le rompe el corazón. Va perdiendo, poco a poco, la fe en el ser humano, que muestra su falaz conducta, traidora a los principios humanitarios que debieran cultivar para mejorar la vida de la especie humana y del entorno. Poco podemos hacer los de a pie, mucho podrían hacer los de arriba, cómplices silentes, si tuvieran la voluntad y la conciencia necesaria para comprender la realidad y sus consecuencias de cara al futuro de una sociedad en crisis, que puede acabar en una distopía que, hasta ahora, parecía irrealizable.



 

sábado, 24 de mayo de 2025

El silencio es complicidad

 

Opinión | Tribuna

Por: Antonio Porras Cabrera

Publicado en el diario La Opinión de Málaga el día 24 MAY 2025 7:01

https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/05/24/silencio-complicidad-117756257.html

Lo más cruel que podamos observar hoy en día, sea la visión de la destrucción de Gaza, la muerte de inocentes, el uso del hambre como arma de guerra


Vamos hacia la infelicidad como colectivo humano y la desesperanza ante un mañana muy gris. / Agencias. (Foto publicada en el diario La Opinión de Málaga con el artículo)

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¡Qué difícil es ser feliz cuando se tiene conciencia de la realidad imperante en el mundo! Sobre todo cuando se albergan sentimientos humanitarios, cuando en nuestra alma subyace la compasión, la empatía y la fraternidad como elementos de referencia en las relaciones humanas. Pero, sobre todo, cuando se tiene la convicción de que los seres humanos formamos un todo hermanado mediante la solidaridad, el respeto, la justicia, tolerancia y libertad, cuando se enmarca, o pretende enmarcar, ese sentir universal en un escenario construido para el encuentro y la convivencia en paz y armonía.

Lamentablemente estos principios, que conforman una bella teoría, no son los prevalentes hoy en día y, tal vez, no lo hayan sido a lo largo de la historia, a pesar de ser pregonados como elementos esenciales de nuestra teórica socialización. Su prédica ha sido como la voz que clama en el desierto, y me temo que seguirá siéndolo, por lo que no sé hasta qué punto este texto no será una diatriba que se diluya entre las arenas de ese desierto donde reina la nada.

El que calla otorga

Pero, a pesar de ello, no es ético callar ante la barbarie, porque el silencio muestra la pasiva complicidad con esos hechos. No podemos quedar indiferentes viendo las barbaridades que se dan en nuestro entorno. Este mundo está enfermo porque hay demasiadas almas preñadas de odio, que van pariendo el desencuentro y la violencia, la confrontación y la muerte; demasiadas almas enfermas y carcomidas por la sinrazón y el rencor, por la hostilidad, desprecio, indiferencia, acritud, agresividad y un amplio etc. de emociones y actitudes negativas.

Tal vez, lo más cruel que podamos observar hoy en día, sea la visión de la destrucción de Gaza, la muerte de inocentes, el uso del hambre como arma de guerra, la crueldad de un Estado israelita que siembra la muerte y el terror, contando con la indiferencia y/o aprobación de determinados países y ciudadanos faltos de escrúpulos morales, que defienden, egoístamente, lo suyo y sus ideas regadas por el odio. Asumo la frase de Juanma López Iturriaga, expresada en su red X, comentando lo ocurrido en el festival de Eurovisión y el voto a Israel: «Resulta difícil de creer que pueda existir un solo ser humano que a estas alturas justifique el genocidio que está perpetrando Israel en Gaza. Pero que lo hagan por llevar la contraria a la postura de sus rivales políticos resulta nauseabundo y de una inhumanidad extrema».

De ese resultado deduce Netanyahu el apoyo del pueblo europeo a su causa, a su conducta genocida y destructora del pueblo palestino a base de bombazos y misiles. Eso duele, porque no es lo mismo que des un voto a una canción, que se lo des a un genocida, para que luego se atreva a decir, según la agencia AFE, que: «El Ejército israelí es el más moral del mundo». ¡Manda huevos!, como diría Trillo, cuando las atrocidades del ejército israelí se evidencian por la televisión…

El hooligan gregario y dogmático

Cuesta pensar y aceptar que gente de orden y de credo religioso basado en los evangelios, sean capaces de tolerar, e incluso justificar, las acciones genocidas de Israel, con su conducta pasiva, obviando la compasión que predica el cristianismo. Pero no podemos olvidar que el ser humano, en muchos casos, tiende al gregarismo como forma de integrarse en el grupo, que, por otro lado, también le exige el ser gregario y, a veces, hooligan incondicional cuando el ideario político que profesan es dogmático. Ese dogmatismo, aceptado por el individuo, bloquea el debate ya que no existe predisposición a la escucha, sobre todo cuando se trata de sujetos de mediocre capacidad para el razonamiento crítico y la argumentación, pues todo ello se sacrifica en el altar de las ideas preconcebidas.

Dicho lo anterior y considerando que estamos en un mundo donde la mediocridad cabalga galopante, por las redes sociales, hacia un futuro de idiocia y dependencia de las tecnologías, que suplirán el valor y el conocimiento de nuestro propio cerebro expuesto a la manipulación desde esa idiocia sumisa, vamos hacia la infelicidad como colectivo humano y la desesperanza ante un mañana muy gris, por no decir negro, si es que hay un mañana.

La dicotomía de valores

Volviendo al tema, el ser humano guarda en su interior lo mejor y lo peor, conserva la semilla del lobo y el cordero, del odio y el amor, de la bondad y la maldad, de la paz y la violencia, la justicia solidaria y el egoísmo… La pregunta que hemos de hacernos ahora es: ¿Cuáles de esas actitudes y emociones estamos cultivando? Porque en función de lo que se cultive obtendremos uno u otro resultado; o dicho en sentido inverso, en función de lo que se quiera obtener cultivaremos una u otra actitud.

Es evidente que hay interés en deconstruir el sistema democrático para forjar otro plutocrático basado en el neoliberalismo, incluso en el “anarcoliberalismo” de un mercado insumiso a la norma. Para ello se han de dinamitar los valores democráticos, como el respeto a la diversidad y la pluralidad con base en un sentimiento humanitario propio de la democracia. La estrategia sería hacer que aparezca el lobo, cultivar el odio, la maldad, la violencia, el egoísmo, etc.

Ya hay mucha gente inoculada que vota al nuevo nazismo del siglo XXI. Solo les importa su doctrina, sin pensar demasiado en principios y valores humanos. Sus argumentos han dejado de ser humanitarios, para anclarse al dogma y la consigna, que transmiten como un virus que va afectando al alma, quebrantando el espíritu sensible y sensato que pueda garantizar la convivencia y desarrollo de una sociedad libre y pacífica.

La sumisión de las masas

Dirigir a las masas no es complicado si consigues ganar el relato, controlar o contar con los resortes adecuados para ello: medios de comunicación, poderes fácticos, recursos económicos, influencia sobre las fuerzas del orden y la judicatura, etc… todo bajo la batuta de un falaz discurso manipulador y dogmático, cargado de bulos y medias verdades, que despierte emociones y potencie un estado de opinión pública que beneficie al partido.

Hoy, ante el proceso de deshumanización que afecta a nuestra sociedad, que tanto presumió de ética, moral y demás principios y valores sociales de alta calidad humana, observamos la indiferente ante lo que ocurre en la franja de Gaza, arrasada por el gobierno genocida de Israel apoyado por sociópatas (Sociópata: persona que no demuestra discernimiento entre el bien y el mal e ignora los derechos y sentimientos de los demás), que pretenden construir un resort de recreo para los pudientes sobre la sangre y los cadáveres del pueblo palestino. Tampoco parece importar mucho que Putin masacre a la población de Ucrania, o que a lo largo del mundo surjan como setas los conflictos que siembran la muerte, la desolación y la miseria de los pueblos afectados, o que mueran miles de niños bajo las bombas o el hambre.

La ley del talión

El sionismo hace tiempo que se planteó la reconstrucción de un Estado basado en los territorios del Israel bíblico, y para ello ha de acabar con los ocupantes de su «Tierra prometida», cuando hace 2000 años de la diáspora; o sea arrebatársela a los palestinos que la habitan desde tiempo inmemorial, que han nacido y vivido allí. Ese es el proyecto del propio partido de Netanyahu, el Likud, que se enmarca en el sionismo revisionista.

Todo el mundo condena los actos terroristas de Hamas y apoya el derecho de Israel a defenderse. Pero una cosa es ejercer la legítima defensa y otra ejecutar un genocidio justificado en ese derecho. La ley del Talión, que defiende la tradición judía, establece: «ojo por ojo y diente por diente», definiendo la proporcionalidad de la respuesta. Pero Israel usa cualquier acto terrorista para justificar su aberrante y desproporcionada venganza, que no es más que una estrategia para limpiar su «tierra bíblica».

En resumen, la devastación de Gaza y, por extensión, Cisjordania, el infringir terror y sufrimiento, y la muerte de inocentes, rompiendo todos los esquemas de la conducta humana, acaban convirtiendo en terrorista al propio gobierno israelí comandado por Netanyahu. Lamentablemente el terrorismo genera terrorismo al sembrar el odio y rechazo entre las partes, y el terrorismo es condenable venga de donde venga, aunque siempre será producto de la voluntad de un ser humano mentalmente desequilibrado.



sábado, 17 de mayo de 2025

La ceremonia de la confusión


Opinión | Tribuna

Por: Antonio Porras Cabrera

Publicado en el diario La Opinión de Málaga el día 17 MAY 2025 7:00

https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/05/17/ceremonia-confusion-117478370.html

Tal vez ni el WhatsApp del altísimo resistiera un desnudo integral. Me gustaría, en justa reciprocidad, conocer los de Ayuso, su compañero de piso, la clínica Quirón, el propio Feijóo



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He de reconocer que me abruman tantos temas políticos que reclaman la atención. El ejercicio de la política sigue siendo, en muchos casos, torticero y ruin, de un proceder malévolo y partidista, donde lo importante es ostentar el poder para mayor beneficio y gloria del partido y de sus acólitos, dejando de lado lo esencial para el ciudadano. Lo primordial para muchos políticos es obtener el mayor rédito posible de la jugada y echar pelotas fuera, como ejemplo pongo la DANA.

El caos y la confusión es el marco ideal para sacar beneficio, tal vez por eso seguimos con el lamentable espectáculo de crearlos para cargarse lo existente e imponer otro marco, sin importar los medios a utilizar. Lo importante es que, una vez definidos los objetivos, se alcancen, «el que pueda hacer algo que lo haga», como decía y sigue diciendo el ínclito Aznar.

Por mucho que se diga, el país no va mal

Noto con amargor como se niega la mayor, obviando los buenos datos económicos del país y su progreso, mientras mantienen discursos cuyo objetivo es sembrar la confusión negando la evidencia, con la cantinela de que todo va mal, que esto es un caos, que España se hunde. Ante eso, solo hay que salir, darse una vuelta por la calle y ver la realidad. Lo malo es que existe quien da crédito a ese discurso tan negativo y sigue a lo suyo, con insidia y tenacidad, en esa tenebrosa disertación de la confusión. Algo se está fraguando soterradamente, tal vez sea un intento de subvertir el orden sin importar el precio a pagar respecto a la convivencia entre la ciudadanía. El ciudadano español sabe convivir si no se le envenena, pero si, como en el 1936, se cultiva el odio podremos acabar en una confrontación civil, aunque tengamos en el recuerdo aquella tragedia asesina que tanto hizo sufrir en la incivil contienda.

Hay demasiados intereses nacionales e internacionales en juego tras la tendencia que se observa en el mundo con la irrupción de las políticas trumpistas. Decía Noam Chomsky, el famoso lingüista, filósofo, politólogo, intelectual y activista estadounidense que: «La población general no sabe lo que está ocurriendo, y ni siquiera sabe que no lo sabe», lo cual es tremendamente desalentador, porque pone en tela de juicio el propio criterio del ciudadano de a pie.

El sentido común

En este contexto, intento diseccionar el proceso en que estamos y recurro al refranero español, cargado de sabiduría popular, para procurar, desde ese sentido común que parece haberse perdido, comprender lo que ocurre. Para ello me vienen a la mente varios refranes o dichos que comparto con el lector:

«Unos mean en lana y suena y otros en lata y no suena». Parece que así es, se nos distrae con temas de orden menor mientras los de orden mayor se evaden, en función de lo que interesa al ponente. Suena más los casos de un lado que los de otro.

«Difama que algo queda». Queda la pena de telediario, sobre todo si ese telediario o programa de radio, televisión o prensa, es partidista; además siembra la duda, la desconfianza y el desafecto, recurriendo, incluso, al insulto disfrazado de fruta.

«En el país de los ciegos el tuerto es el rey». Ya se sabe que la elección se hace por comparación entre dos o más elementos que se ofertan. Pueden competir en calidad, para ofrecer lo mejor, lo que implica tener un buen programa o, por el contrario, hacerlo a la baja para elegir el menos malo de los ofertados. En todo caso, si consigo descalificar al contrario me vendrá el voto automáticamente, como el menos malo, sin que tenga que comprometerme demasiado.

«Estás conmigo o está contra mí». Desconfía de quien plantea este dilema, pues solo pretende arrebatarte la libertad y someterte. La libertad está, precisamente, en la crítica y rechazo a ese planteamiento, defendiendo tu derecho a opinar libremente.

«De todo hay en la viña del Señor». Es una frase lapidaria. De todo hay en todas partes y nuestra obligación es saber distinguir entre lo bueno y lo malo, lo que nos interesa y lo que no… no dejarnos engañar y saber elegir lo adecuado por mucho que nos atosiguen. Para eso debemos tener un criterio propio sólido y razonable, resistente a bulos y mentiras.

No comprar «cualquier relato» sin someterlo a un análisis o control de calidad de forma sistemática, para descubrir qué se oculta detrás del mimo, controlando nuestro propio «sesgo de confirmación», que tiende a dar crédito a todo lo que reafirme nuestras ideas y rechaza cuanto las cuestionen.

Sería interesante acceder al WhatsApp de los políticos

A veces, es bueno pararse a pensar qué pasaría si la cosa fuera al revés, si el hecho denunciado se hubiera dado en el partido que, precisamente, acusa. Tal vez ni el WhatsApp del altísimo resistiera un desnudo integral. De hecho, dado que ya estamos conociendo los de Pedro Sánchez y lo suculentos que puedan ser, me gustaría, en justa reciprocidad, para poder elegir o discernir entre unos u otros, conocer los de la señora Ayuso, su compañero de piso, la clínica Quirón, el propio Feijóo, y todo el elenco de los políticos que se ofertan en el mercado del voto, desde la extrema izquierda a la extrema derecha del arco político. Seguro que serían mucho más sustanciosos los mantenidos entre los socialistas que desbancaron a Sánchez de la Secretaría General del PSOE allá por 2016 con Susana a la cabeza, o los que se circularon entre los miembros del PP cuando defenestraron a Casado, pasando en tiempo récord de alabarlo y aplaudirlo a rabiar a echarlo del Congreso de forma impresentable. Recuerdo su imagen abandonando su escaño, solo, como quien huye apestado, y salir tras él solamente tres de sus leales adeptos: Ana Beltrán, Pablo Montesinos y Antonio González Terol. El resto se agarraron fuertemente al sillón, diciendo digo donde días antes decían Diego.

Todos sabemos lo que se dice en una conversación privada en contraposición a una pública. Sería interesante que todos se desvistieran y nos mostraran sus interioridades para poder elegir. Si es solo uno el que queda desnudo no me sirve porque no hay simetría con los demás y siempre queda la duda de lo que dirán los otros. No nos darán sus móviles porque en la política, como en todo en la vida, hay demasiados rincones oscuros y la privacidad ha de ser un derecho respetable.

Y en esto fallece Pepe Mujica

Estando en esta disquisición, me llega la noticia de la muerte de Pepe Mujica, esa figura política y social de reconocimiento universal que nos abandona. No quiero dejar pasar este momento para decir algo sobre el entrañable Pepe Mujica, pues su biografía es un libro de historia de América latina, de los últimos tres cuarto de siglo. La lástima es que mucha gente desconoce el pasado, la historia que se dio tras la segunda contienda mundial y cómo se desarrolló la lucha por el poder en una guerra fría mantenida en el tiempo, donde el poderío norteamericano y su ideología capitalista se enfrentó al soviético y su ideología comunista.

En América Latina, las guerrillas populares y las dictaduras militares se enfrentaron en una lucha sin cuartel. El comandante Facundo, encarnado por Mujica, fue actor y víctima de tal situación. Superada aquella fase, Pepe Mujica, con su filosofía de vida sencilla, tras dolorosos avatares, nos mostró el rostro de la bonhomía y nos invitó a aceptar una concepción humanista de la existencia y de la política, en contraposición al consumismo exacerbado del enloquecido mundo del manipulador libre mercado. En todo caso, para reflexionar sobre aquel pasado, recomiendo la lectura del libro de otro gran uruguayo, Eduardo Galeano, titulado: Las venas abiertas de América Latina, publicado en 1971.

Por otro lado, Pepe Mujica se merece un texto mucho más amplio que este para hablar de su vida y obra, pero ya se habla y hablará más de él en estas fechas. Alguien le ha calificado de ‘papa laico’, lo malo es que no habrá conclave para elegir sustituto. El otro papa, el religioso, ya está elegido. En todo caso, el discurso de la bonhomía, como base de un credo humanitario, se debe imponer a la hipocresía interesada de los poderosos. La actitud y discurso de Mujica es una aportación a tener en cuenta.






jueves, 15 de mayo de 2025

Camino del campesino (Dodecasílabo)


Camino del campesino

(Dodecasílabo)

 

Caminito de otoño de mis quebrantos

entre cañaverales jaras y cantos.

Con mi paso inseguro voy caminado

mientras nubes burlonas me van mojando,

sendero de mis luchas y mis pesares

mendigando la vida por olivares.

 

Caminito de invierno de puro frío

con sus bordes de escarcha por el rocío.

Por veredas de barro voy transitando

y el helor de los vientos me va matando,

como faca de nácar rasga el ropaje

y va entrando en mis huesos como un salvaje.

 

Caminito precioso de primavera

con sus tonos de verdes en la ladera.

El color verde y rojo de tus trigales

es un lago con olas como los mares,

mientras los jaramagos con sus dorados

van vistiendo tus bordes por ambos lados.

 

Camino de verano de mis labores

que causas en mi cuerpo tantos dolores.

Canícula de julio polvo y sudores

que amenaza mi vida con sus calores,

ese sol de justicia perla mi frente,

y me quema la cara el aire caliente.

 

Esta es la dura vida del campesino

un otoño de barro forma su sino,

sufrimiento en invierno de helor y frío,

promesa en primavera y severo estío.

 

© Antonio Porras Cabrera

Málaga, 17 de marzo de 2023

La corrupción, un mal endémico.

  Publicado en el diario La Opinión de Málaga el día 25 de junio de 2025: https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/06/25/corrupcion-mal...