Sacado de Internet |
Ya
estamos en bankia rota y esto se sabía desde hace Rato, desde antes de perderse
la Esperanza de aquí te Aguirre aquí te Mato. Esto no lo arreglan ni en años
Marianos, ni rezando a Santamaría, ni yendo a Fátima… ¿pero tú que Arias? Tal
vez coger al Montoro por los cuernos, es más, es posible que anden justificando
el yo te lo Guindo. Comprendan este arrebato de similitudes entre mi verbo y
los nombres de políticos en el poder que solo pretende hacer un juego de
palabras, clarificador, lo más ajustado a la reflexión que planteo y darle algo
de humor a este maldito rollo que nos andan colocando. Perdonad que en mi
gallardía deje de ser un Gallardón reflejando tantas cosas que vienen a la
ocasión. Tal vez sea mi indignación…
Desde
hace unos días se andaba con la preocupación de la situación de Bankia, esa
institución financiera producto de una amalgama de cajas rotas, o al menos
agujereadas por la mano del político de turno y del gestor interesado en sus
intereses antes que en los de los demás. Si hay mucha mierda en distintas
entidades, no la vamos a limpiar juntándola en una sola gran mierda. Aquí se
junta la mierda de Bancaja, Caja Madrid y, luego, La Caja de Canarias,
Laietana, La Rioja, Ávila y Segovia. Un suculento grupo que anduvo intentando
remontar en este mundo donde las finanzas acaban jodiéndolo todo. Productos
tóxicos, bolsa inmobiliaria, deuda, impagos, morosidad y, sobre todo, mala
gestión y grandes sueldos, escandalosos sueldos, de los gestores de turno, sin
contar esas especie de primas de jubilación y otros artilugios inventados para
enriquecerse a costa de los accionistas e impositores, cuando no de los
currantes de base.
Tenía
la Doña Aguirre muchas ganas de poner a los suyos, los otros también y así les
fue. Uno llega a pensar si esto de los bancos no es una organización basada en
la filosofía mafiosa, donde un grupo organizado intenta expoliar a los que
tienen menos poder enriqueciéndose a costa de los demás. Y, claro, con estas
actuaciones políticas surge la duda, cuando no se confirma, sobre la honorabilidad
de los políticos, su honradez y su hipocresía falaz que nos vuelve a engañar,
ya que se presentan como servidores de la sociedad cuando, en el fondo, andan
sirviendo a la banca y su mundo especulativo. El caso más flagrante es la
imposición de un gobierno en Italia con un señor de probada sumisión a los
intereses de los grupos financieros, al igual que lo ocurrido en Grecia. En el
nuestro se trata de otra situación política esperpéntica. Un partido que
gobierna en la mayoría de las comunidades y ayuntamientos que han generado la
deuda, dice que no conocía la herencia del partido saliente… ¿Pero serán incompetentes
o nosotros imbéciles que nos lo creemos? Vaya gestores son, que no conocían ni
su propia administración… Es más, ese es
el fundamento para darnos gato por liebre. Con esa excusa andan al recorte, al
desmoronamiento de las conquistas sociales habidas a lo largo de tantos años y
a introducir y potenciar un modelo económico neoliberal que ha provocado la
crisis.
Se
ve en este caso. Una entidad financiera ruinosa recibirá, finalmente, más
millones que lo que ha representado el recorte en Educación y Sanidad. ¿Qué es,
pues, lo importante para esta gente que nos gobierna? ¿Por qué dicen que no hay
dinero para una cosa y aparece para otra? Lo suyo es afianzar su sistema
injusto y proteccionista de los mecanismos morbosos del mercado. Enriquecer al
posible inversor y sus bancos, haciendo más pobres a la clase currante, hasta
que la insaciabilidad del sistema financiero permita flujos económicos rentables;
que serán cuando los salarios estén por los suelos y los trabajadores en paro
vayan mendigando un puesto de trabajo aunque sea al mínimo salario. Entonces
aflorará el capital, sobre todo desde los paraísos fiscales, para invertir y
ganar más aún.
Pero,
volviendo al tema… ¿Quién paga el sueldo y la indemnización del sujeto director
que ha hecho la debacle y se va de rositas a su casa? Y, en todo caso, ¿es
justo que un sujeto, o sujetos, tome como suyo una imposición de dinero,
procedente del ciudadano normal, que se lo deja a modo de guarda, y hagan de su
capa un sayo especulando con lo que se le dejó en confianza a un bajo interés? ¿Por
qué no se le piden explicaciones y se le aplica la justicia por esa mala
gestión que ha empobrecido a tanta gente, haciéndole pagar por ello? Y en todo
caso, ¿Cómo consiguen algunos partidos que les votemos sabiendo como están
actuando y hacia dónde nos llevan? Hay que reconocer que son astutos, que su
gobierno bajo cuerda y entre bastidores sigue siendo efectivo y que su discurso
oficial es la antítesis de lo que realmente piensan hacer, como ya he
mencionado. Si el Estado está para velar por los intereses de la ciudadanía,
debería atar más corto a esta pandilla de especuladores y ladrones de guante
blanco que juegan con el dinero ajeno y, cuando las cosas van mal, andan con
amenazas sobre el hundimiento del sistema y sus nefastas consecuencias para la
sociedad. Otra vez la tan traída y llevada privatización de las ganancias y
socialización de las pérdidas.
De
todas formas no se entiende muy bien la política de fusión
fría cuando se ve la insolvencia de las distintas cajas y sus intereses, no
solo económicos, sino ideológicos. Recuerdo un comentario de un amigo, alto
miembro del clero, que me defendía la negativa a la fusión de Cajasur
(religiosa, mayoritariamente del obispado de Córdoba) con Unicaja, civil y muy
introducida en el mundo andaluz de las finanzas, argumentando que no le iba a
dar su caja a los “sociatas” de la Juta
de Andalucía, pues ellos dominaban Unicaja. Al final acabó en manos de la Kutxa
y descubierta su malversación de los fondos a base de apoyar iniciativas poco
claras de sus acólitos, sujetos y empresas afines a sus intereses. Eso sí, el
cura magnate, o tal vez habría que decir mangante, señor Castillejo, tuvo una
excelente jubilación que haría sonrojar al mismo Paul Marcinkus, el llamado
banquero de Dios.
Pido
amparo al gobierno que debería defender los intereses de la ciudadanía contra
esta panda de delincuentes de guantes blanco, aún sabiendo que si están donde
está no es para defenderme, sino para servir a quienes les pasan la pasta para
sus gastos electorales, para engordar las decrépitas arcas de sus partidos y
para chalanear sobre las decisiones que satisfagan su nepotismo. Es más, creo, como se ha demostrado en muchos
casos, que existen tramas precisas para cerrar el círculo del reparto mediante
la gestión de entidades financieras, el mundo político y el empresarial. De eso
en Valencia saben mucho, claro que se puede dar uno una vuelta por cualquier
lugar y en el momento que ahondes saldrá un flujo similar, aunque no fuera tan
espectacular. El arte de la política no ha de ser la falacia, y el engaño, sino la franqueza,
el compromiso y la implicación en el proyecto votado, liderando a todo un
pueblo que quiere ser soberano y ejercerlo.
Ya
no sé si estamos en un mundo de locos o de imbéciles, o las dos cosas… Tampoco
sé si es mejor hacerse el loco o el imbécil, o las dos cosas… Tal vez, lo mejor
sea que se espabile esta juventud que andan aletargando y que se está jugando
su futuro y el del planeta. Mi generación ya tuvo una lucha que no dio todo el
resultado apetecido. Ahora les toca a ellos, aunque desde la nuestra se les
pueda ayudar mostrando todo el apoyo…