Anoche soñé contigo
un sueño de fantasía
donde todo era locura
donde todo era alegría.
Paseabas en un carro
de fuego en la lejanía,
yo corría desesperado
galopando mi osadía,
buscando desalentado
fusionar nuestra energía.
Al fin me diste tu mano
que juntaste con la mía
y temblando de pasión
el corazón me latía
en un galope tendido
arrebatado a la vida.
Tus ojos dieron la llave
para entrar en la utopía,
y yo por el dulce camino
de tus labios me perdía,
y aquí se rompe la norma
y aquí se gana la vida,
y ya vas soltando lastre
encontrando una salida
para darle rienda suelta
a la libertad torcida.
Mis manos sobre tus manos,
tu boca sobre la mía
danzan locas de alegría.
Van pariendo una canción
van creando melodía
de encuentro y de rebeldía
para destrozar de un tajo
represiones de la vida.
Cabalgamos sobres nubes
en jaca de lozanía
al amparo de una brisa
que se muta en huracán,
donde todo se fusiona,
donde todo es realidad,
donde el deseo frustrado
va imponiendo su verdad.
¡Ay! que extrañas sensaciones.
¡Ay! mi juventud perdida.
¿Por qué no te encontré antes?
¿Por qué no danzamos juntos
un nuevo ritmo de vida?
Más los sueños, sueños son.
Su carga de fantasía
se arrincona en tu memoria
y te deja en soledad
como dueño de quimeras,
de ilusiones y espejismos
lejos de la realidad.
Y entonces solo te queda preguntarte:
Pero… ¿y si fuera verdad?
un sueño de fantasía
donde todo era locura
donde todo era alegría.
Paseabas en un carro
de fuego en la lejanía,
yo corría desesperado
galopando mi osadía,
buscando desalentado
fusionar nuestra energía.
Al fin me diste tu mano
que juntaste con la mía
y temblando de pasión
el corazón me latía
en un galope tendido
arrebatado a la vida.
Tus ojos dieron la llave
para entrar en la utopía,
y yo por el dulce camino
de tus labios me perdía,
y aquí se rompe la norma
y aquí se gana la vida,
y ya vas soltando lastre
encontrando una salida
para darle rienda suelta
a la libertad torcida.
Mis manos sobre tus manos,
tu boca sobre la mía
danzan locas de alegría.
Van pariendo una canción
van creando melodía
de encuentro y de rebeldía
para destrozar de un tajo
represiones de la vida.
Cabalgamos sobres nubes
en jaca de lozanía
al amparo de una brisa
que se muta en huracán,
donde todo se fusiona,
donde todo es realidad,
donde el deseo frustrado
va imponiendo su verdad.
¡Ay! que extrañas sensaciones.
¡Ay! mi juventud perdida.
¿Por qué no te encontré antes?
¿Por qué no danzamos juntos
un nuevo ritmo de vida?
Más los sueños, sueños son.
Su carga de fantasía
se arrincona en tu memoria
y te deja en soledad
como dueño de quimeras,
de ilusiones y espejismos
lejos de la realidad.
Y entonces solo te queda preguntarte:
Pero… ¿y si fuera verdad?
Antonio Porras (2008)