Una amiga me pidió que le explicara el viaje que
hemos hecho hace unos días, pues ella quería hacer uno parecido y le gustaría
conocer la ruta. Yo, siguiendo mis hábitos, voy a colgar un pequeño reportaje
de cómo ha ido la aventura.
Este año, al cumplir los 65, hemos decidido
lanzarnos a la aventura. En principio reinaba la duda sobre a dónde orientar el
vuelo. Definitivamente decidimos conocer la parte de Portugal que nos era
desconocida, pues si bien al sur habíamos viajado en diversas ocasiones, el norte
siempre quedó pare mejor ocasión. Yo, cuando viajamos solos o en compañía, pero
con vehículo propio, suelo organizar el viaje calculando las distancias, la
oferta turística del lugar y los tiempos aproximados para poder disfrutar,
dentro de lo posible, esa oferta turística de las zonas o ciudades que
visitamos. Por tanto, manos a la obra. Google Maps, cálculo de distancias,
tiempos de desplazamiento, oferta turística de la ciudad, monumentos, museos,
restaurantes, hostelería, etc. y a trabajar en la programación del viaje.
En este caso el propósito se estableció para visitar
puntos claves sin agobio, relajados y conduciendo sin agotarse. Málaga,
Badajoz, Coimbra, Oporto (tres días en Oporto para visitar la periferia, como
Braga y Guimaraes además de la ciudad); saltó a Vigo pasando por Viana do
Castelo; con parada en Riba de Ancora, pueblo de donde proceden parte de mis
ancestros, para salir por Valença do Minho hacia Tui, recalando dos días en
Vigo. Aquí se instaura la duda y acaba la planificación pues según las
circunstancias tomaríamos una u otra decisión para seguir el viaje. GPS a bordo
y bookimg para buscar hoteles garantizando el hospedaje en estas fechas tan movidas.
Procedamos:
Salida de Málaga, comida en ruta (en este caso en el
Culebrín próximo a Monesterio) descanso y hospedaje en Badajoz, Gran Hotel
Casino de Extremadura, con visita por la ciudad para conocer sus monumentos y
su gastronomía. Hacía algunos años que no pasábamos por allí y, como en cada
lugar de los visitados, se aprecia un cambio muy significativo con una gran
mejora urbana, calles más limpias y adornadas, mejor pavimento y limpieza de
fachadas, más cuidado en general de todos los espacios de oferta turística con
una mayor diversidad. Nosotros tenemos una costumbre sistemática, que consiste
en ir en primer lugar a la oficina de información turística, conseguir un plano
de la ciudad y dejarnos aconsejar por la persona que atiende ese servicio, con
lo que nos orienta sobre cuáles son los lugares más interesantes, para luego
administrarnos el tiempo y priorizar y organizar el recorrido.
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BADAJOZ:
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Puente de las Palmas |
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La Corchuela |
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Puente de las Palmas |
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Puerta de las Palmas |
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Ayuntamiento |
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Catedral |
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Plaza San José |
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Plaza Alta |
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Bar La Corchuela |
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Puente nuevo |
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Vista nocturna desde el río. |
Badajoz, que me pareció en otra ocasión una ciudad
anodina, tiene un casco antiguo digno de
ser visitado, con una zona amplia en oferta de bares, restaurantes y tapeo. Entramos
por la Puerta de las Palmas, tras cruzar el puente del mismo nombre, desde
donde disfrutamos una preciosa vista de la ciudad, sus murallas y la alcazaba,
con las torres retadoras de las iglesias, catedral y estructuras defensivas
civiles. Transitamos por el casco antiguo, la catedral que siempre suele estar
en lugares céntricos y de prestigio, Plaza de España, Ayuntamiento, Plaza Alta
de originales fachadas, Torre de Espantaperros, etc.
En la calle Meléndez Valdés, 12 podéis encontraros La Corchuela, tal vez el sitio más
emblemático de la ciudad en lo referente a tapeo. El dueño, junto con sus
hermanos, Andrés Jimenez, al que interesamos explicaciones sobre el lugar, nos comentó
un poco la historia del bar que se inicia en el siglo XIX, como tienda de
alimentación y expendedores de vino, además de posada, de la mano de su
bisabuelo Andrés. Sus paredes conforman una especie de museo con fotos antiguas
y crónicas sobre el establecimiento, poesía, utensilios antiguos y un sinfín de
detalles curiosos. Aparte de eso, sirven un excelente jamón, como no podía ser
menos en esa tierra de dehesas y cerdo ibérico. El nombre parece que viene de
la finca del susodicho bisabuelo a la que nombraban por ese mismo apelativo.
Corchuela debe venir de corcho, y es muy habitual la explotación del alcornoque
para la obtención de ese material en esa zona.
Aunque nos alojamos en el Gran Hotel Casino, creo
ahora que hubiera sido mejor opción elegir el Zurbarán que ya conocía, pues
está más céntrico y permite aprovechar más el poco tiempo del que se dispone
cuando pretendes solo pasar la noche y descansar, además de dar una ojeada a la
ciudad. No obstante, a la vuelta al hotel, las vistas nocturnas desde el puente
de la Universidad presentaban panorámicas muy interesantes de la ciudad
iluminada.
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COIMBRA:
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Panorámica desde la universidad |
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Universidad de Coimbra |
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Catedral nueva |
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Vista desde la Universidad |
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Catedral vieja |
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Calle Quebra Costas |
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Vista desde el río |
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Café Santa Cruz |
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Trajes típicos |
Capilla de San Miguel
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Interior de la catedral nueva |
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Interior de la catedral nueva |
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Santa Clara-a-velha |
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Interior Santa Clara-a-Nova |
Nuestra primera etapa en Portugal era Coímbra. Coímbra es una ciudad atravesada por el río
Mondego, de calles estrechas, patios, escaleras y arcos medievales. La ciudad
fue la cuna del nacimiento de seis reyes portugueses y de
la primera dinastía, así como de la primera Universidad de Portugal,
siendo esta una de las más antiguas de Europa. Está considerada Patrimonio
de la Humanidad por la UNESCO.
Nos alojamos en el TRYP Coímbra, algo alejado del
centro, por lo que tuvimos que usar el coche para visitarlo. Empezamos por
la Plaza de la República, cerca de la
Universidad a la que queríamos conocer, con la capilla de San Miguel y ¿cómo
no? la impresionante Biblioteca Joanina (recibe ese nombre por
haber sido erigida por el rey Juan V de Portugal en el siglo XVIII), una obra
de arte en todo su esplendor, con interesantes y numerosos volúmenes. Una biblioteca
preciosa y llena de joyas, un museo de la historia de los libros y de los
estudios. Barroca de diferentes colores, te retrotrae al siglo XVIII. Humberto
Eco se inspiró en esta biblioteca para su obra “En el nombre de la Rosa”, según
dicen. Está llena de murciélagos para que los incunables que guardan sean
protegidos de los insectos y bacterias que puedan dañarlos.
A su lado encontramos la capilla de San Miguel. Esta capilla posee un
estilo manuelino, más visible en sus grandes ventanales de la nave central y
arco crucero. El revestimiento de azulejos de la capilla es de alrededor de
1613, y el altar también. El órgano barroco que se encuentra en la capilla es
de 1737 y tiene cerca de 2000 tubos. ¡¡¡Es espectacular!!! Justo al lado
podemos visitar el rectorado con vista a la Sala dos Capelos. Los tunos de la
tuna, delante de la facultad de medicina, daban un concierto de los suyos
intentando recoger algún dinero y alegrando el ánimo de los transeúntes.
El casco antiguo es pendiente, empedrado en sus
calles estrechas, jalonado de lugares de ocio, comercio turístico y bares. La
calle Quebra Costas ofrece, incluso, lugares de concierto nocturno de jazz
aprovechando los espacios que otorgan pequeños rellanos, usando la pendiente
como grada. Por ella podemos salir a través del arco de Almedina a la calle
Ferreria Borges bajando a la plaza del Comercio y visitar la iglesia de
Santiago.
Pero antes de bajar por esa calle tan especial y
atrayente, deberíamos dar una vuelta por ese casco antiguo y visitar la Catedral Vieja, que nosotros no vimos por
dentro al estar cerrada, y la Catedral Nueva, una obra majestuosa justo
al lado de la universidad. En realidad, para los interesados, diré que era una
iglesia de los Jesuitas construida sobre otra anterior, cuya obra se extendió a
lo largo del siglo XVII, inaugurándose en 1698. Aunque, con la expulsión de los
Jesuitas por el marqués de Pombal en 1759 se asignó como catedral, trasladando
en 1772 la sede desde la vieja a esta que está prácticamente al lado.
Una vez en la calle Ferreira Borges podemos darnos
una vuelta por la plaza 8 de mayo, que está casi al lado, ver la iglesia de la Santa Cruz, el Ayuntamiento y el café Santa Cruz ubicado en una vieja
iglesia desprendida del propio monasterio de Santa Cruz. Su techo embovedado
presenta los nervios propios de las arcadas y su fachada de estilo neo-manuelino
es especialmente atrayente. Todos los días hay actuaciones de cantantes de fado
en el escenario que localizan en lo que fuera en su tiempo la zona del altar.
La iglesia de Santa Cruz data de la fundación del convento del mismo nombre
allá por el siglo XII, aunque a lo largo de los tiempos fue sometida a
innumerables actuaciones hasta la del rey Manuel I en el siglo XVI, que afectó
a la fachada y le incluyeron las torres campanario. Su interior no debe
obviarse, vale la pena una visita.
Al otro lado del río Mondego, encontramos el
monasterio de Santa Clara-a-Velha, construido y ampliado con
el apoyo de la reina Santa Isabel, que como muchos sabréis era hija del rey
Pedro III de Aragón y casó con el rey de Portugal Dionisio I (estamos hablando
del siglo XIII, claro). Este monasterio data de ese mismo siglo y del
siguiente. Dado que estaba sometido a inundaciones continuas del río, se
construyó otro nuevo más arriba, pero ya en el siglo XVII, Santa Clara-a-Nova. Es aconsejable la visita a
ambos lugares, aunque el viejo está muy deteriorado quedan importantes
testimonios de su majestuosidad. En el nuevo, si no recuerdo mal se conservan
los restos de la santa reina y tiene un espléndido claustro y un retablo
impresionante.
Dejamos aquí Coímbra y salimos para
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OPORTO:
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Avda. dos Aliados. Cámara Municipal |
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Iglesia de los Clérigos |
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Río Duero |
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Río Duero con el puente de Luis I |
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Vista de Oporto desde Vila Nova de Gaia |
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Librería Lello |
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Librería Lello |
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Café Majestic |
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Catedral |
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Iglesia de San Nicolau |
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Vista del puente de Luis I desde Vila Nova de Gaia |
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Torre de los Clérigos |
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Interior de la catedral |
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Catedral |
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Iglesia de los Carmelitas |
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Iglesia de los Carmelitas |
En Oporto habíamos alquilado un apartamento en la Rua da
Fábrica, prácticamente en el centro, para pasar allá tres días, con la
intención de visitar la ciudad y los alrededores. Nos tocó la china la noche
del domingo. Portugal ganó la final de la Eurocopa y Oporto era una fiesta
cargada de ruido, alegría, algarabía y mil manifestaciones más de júbilo. Pero
bueno, dejemos la anécdota y vayamos al grano. Además de visitar la ciudad
pretendíamos ir a Braga y Guimaraes.
Empecemos por
el principio:
Oporto es una ciudad cargada de sorpresas. Como casi todas
las de Portugal, para mí tienen un déficit de limpieza, algo abandonadas las
fachadas en algunos casos. Pero, sin embargo, está poblada de edificaciones
espectaculares propias de una urbe que fue y debe seguir siendo muy importante
en el país. Señorial, cuenta con un amplio patrimonio histórico, aunque durante
las últimas décadas ha sido sometida a una intensa modernización. Dicen que
esta ciudad tiene un cierto aire británico desde que se asentaron aquí los
comerciantes de vino ingleses. Dice el refrán popular que «Lisboa se divierte,
Coímbra canta, Braga reza y Oporto trabaja».
Su centro histórico fue
declarado Patrimonio de la Humanidad por
la Unesco en 1996. Son atractivos turístico-culturales la Torre
de los Clérigos (uno de sus principales símbolos), la Casa da
Música y la Fundación Serralves, dedicada al arte contemporáneo, y
que es el museo más visitado de Portugal. Deja boquiabierto la Librería Lello, que en virtud de su valor
histórico y artístico, ha sido reconocida como una de las más bellas del mundo
por diversas personalidades y entidades; para verla se han de pagar tres euros,
pero si compras algún libro te los descuentas del precio; eso sí, si fuera una
taza o recuerdo, que también se venden en la
misma librería, no se hace tal descuento, solo en libros. Otro ente y
edificio emblemático es el café Majestic, pero cuidado que te
colocan 4 euros por una caña, se paga el sitio.
Solemos usar, cuando estamos en ciudades grandes y
de amplia oferta monumental, el bus turístico. Ello permite dar un cumplido
paseo por la urbe y ver, aunque sea de pasada, sus calles, avenidas y grandes
edificaciones. Yo aconsejo usarlo aquí. Ello nos permitió ver la orilla del río
Duero, sus puentes (como el Luis I) y la zona de Vila Nova de Gaia con sus bodegas, además de
multitud de edificaciones modernas y antiguas de especial relevancia, como el
hospital de San Antonio, los Jardines del Palacio de Cristal o la orilla del
Atlántico en la desembocadura del río Duero y el cauce final.
Un paseo por la Avenida de los Aliados, con el
edificio de la Cámara de Comercio al fondo, bajando hacia la catedral y dar una
visual por esa zona desde donde se aprecia el otro lado del río. Vila Nova de
Gaia y sus bodegas, el puente Luis I, majestuoso y con la robustez propia de su
estructura metálica, el anacrónico tranvía desplazándose por sus obsoletas vías
con remembranza del pasado siglo, cercano a un helipuerto de donde despegan los
helicópteros para ofrecer una visual área de la ciudad. Un entorno que vale la
pena observar, conocer y pasear.
Antes de terminar el relato de nuestra visita a
Oporto, me permito remarcar algo más sobre la Torre de los Clérigos, monumento emblemático de
la ciudad como ya he dicho. Realizada en granito, su altura supera los
75 metros, los cuales se pueden ascender gracias a
la escalera interior de más de 240 peldaños. Nosotros no la subimos,
ese esfuerzo, aunque compense con las vistas impresionantes que comentan se
observan desde arriba, lo dejamos para mejor ocasión, dada la hora y el
cansancio acumulado. Tanto la iglesia como la torre son obra
de Nicolau Nasoni, uno de los máximos exponentes del arte
barroco en la ciudad portuguesa. Comenzó a construirse en 1754 y
se concluyó en 1763 a instancias de la Hermandad de los Clérigos
Pobres. Y uno se plantea que no deberían ser muy pobres cuando se permitieron
construir esta maravilla, en todo caso su pobreza vendría por dedicar tanta
pasta a sufragar esta monumental obra. Curiosamente, el lugar donde se
encuentra la Torre de los Clérigos recibe el nombre del "cerro de los
ahorcados" por ser éste el sitio donde se enterraba a los ajusticiados.
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BRAGA:
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Avenida de la Libertad en Braga |
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Catedral |
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Santuario del Bom Jesús do Monte |
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Santuario del Bom Jesús do Monte |
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Panorámica de Braga desde el santuario |
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Santuario del Bom Jesús do Monte |
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Iglesia de San Marcos |
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Iglesia dce la Santa Cruz |
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Interior de iglesia |
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Interior de iglesia |
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Fachada en calle Souto |
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Plaza Universidad |
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Arco de Porta Nova |
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Puerta de la catedra |
Al segundo día nos desplazamos a Braga. Con más de
180 000 habitantes, Braga es una de las ciudades económicamente más
dinámicas y pobladas de Portugal. Importante centro de comunicaciones, destaca
por su comercio y por el turismo que genera su casco histórico. Del mismo modo,
la ciudad cuenta con dos universidades (la Universidade Católica Portuguesa y
la Universidade do Minho) y con una decena de museos, y es considerada uno de
los centros culturales más importantes de todo Portugal.
Es rica en patrimonio artístico e histórico, donde
destaca su catedral y el santuario del Bom Jesús do Monte en las afueras. El
Santuario es un ejemplo notable de lugar de peregrinaje. Su característica
más prominente son sus escaleras monumentales barrocas, que salvan un
desnivel de 116 metros. El acceso a la basílica se realiza a través de estas escaleras,
pero para las personas con dificultad, o que no les apetezca hacer ese
ejercicio, hay un funicular que por dos euros te permite subir y bajar. Las
vistas desde ese lugar son espectaculares, con el valle y la ciudad al fondo
anclada en un entorno de diversas tonalidades de verdes acunando las
edificaciones diseminadas en el horizonte. Comimos allí y, como anécdota, os
cuento que estando en ello oímos a una señora decir a quien tuviera al otro
lado del teléfono: Yo estoy ahora en Braga… me volví a modo de acto reflejo y
la señora estaba vestida con camisa y pantalón. Al parecer, la semántica, el
subconsciente y la curiosidad juegan malas pasadas.
Pero volvamos a Braga. Dar una vuelta caminando por
sus calles, en especial la calle do Souto, es ir descubriendo sorpresas
continuadamente. La catedral, la Universidad do Minho, el arco da Porta Nova,
la capilla de Nuestra Señora de la Torre, la Iglesia de Santa Cruz, la del
Hospital o San Marcos, convento dos Congregados, teatro Circo de Braga, Palacio
de Raio… etc. Tiempo falta para ver tantas cosas. Tienen un tren turístico para
dar una vuelta por la ciudad si os apetece. Es una ciudad que no debe perderse
nadie que pase por aquellos lares.
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GUIMARAES:
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Plaza Toural |
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Plaza Toural |
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Iglesia en plaza de Toural |
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Vista a Calle San Antonio desde Toural |
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Interior de iglesia |
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Calle Santa María |
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Iglesia de San Miguel |
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Interior palacio Duques de Braganza |
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Palacio Duques de Braganza |
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Iglesia de la Misericordia |
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Largo de Misericordia |
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Iglesia en plaza Toural |
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Restaurador |
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Plaza Toural |
La ciudad histórica de Guimarães se encuentra asociada al nacimiento de la
identidad nacional portuguesa en el siglo XII. Constituye un ejemplo excepcionalmente
bien conservado de la evolución de una localidad medieval hacia una
ciudad moderna. La rica tipología edificada muestra el desarrollo de la
arquitectura portuguesa entre los siglos XV y XIX, con el uso continuo de
técnicas y materiales de construcción tradicionales. Su centro histórico fue
declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 2001.
Cabe resaltar la plaza Toural, su casco antiguo, el palacio de los duques de
Braganza,
el castillo, iglesia de San Pedro, de la Misericordia, convento de Santa Clara,
etc. Es muy interesante perderse por sus callejas y plazas con regusto al
pasado mientras disfrutas de los placeres de sus terrazas donde sirven un
excelente café, como en todo Portugal. En la calle San Antonio hay una
pastelería exquisita que nos cobró algo más de tres euros por tres pasteles
riquísimos y una botella de agua. Pensé que se había equivocado pero el señor
me confirmó el precio. Creo que se llamaba Ribela la confitería.
Dejamos de visitar Amarante, que era otro de los
objetivos, por falta de tiempo. Antes de seguir haré una pequeña observación
sobre las autopistas. Las hay de peaje en su mayoría, pero en algún caso
funcionan con imputación directa a una tarjeta que debes haber proporcionado
previamente, como lo hacen en el sur de Portugal, ejemplo la de Faro. Yo no la
di porque nunca supe donde había que hacerlo, por lo que deje de pagar unos 5
euros en peaje, si bien en las otras, de pago en control de peaje clásico,
puedes abonar el importe igual que en las de aquí, bien en efectivo o con tarjeta.
RUTA HACIA VIGO:
La ruta hacia Vigo pretendía
llevarnos por diversos lugares para aprovechar el día, llegando al anochecer a
la ciudad gallega. Empezamos por parada y visita a
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VIANA DO CASTELO:
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Plaza de la República |
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Callejeando |
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Iglesia de la Misericordia |
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Iglesia de la Misericordia |
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Vista del Monte y Santuario de Santa Luzia |
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Capilla de las Malheiras |
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Interior de la Iglesia Matriz |
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Plaza de la República |
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Rua da Bandeira |
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Panorámica desde Santa Luzia |
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Interior santuario de Santa Luzia |
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Santuario de Santa Luzia |
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Vista de Viana desde Santuario de Santa Luzia |
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Santuario de Santa Luzia |
Viana do
Castelo es una ciudad del norte de Portugal a orillas del río Limia.
En su casco antiguo descubrimos su pasado a través de sus monumentos, sobre
todo iglesias y obra civil. En el entorno de la Plaza de la República aparecen
los más importantes, como son: la fuente de la propia plaza, el antiguo
ayuntamiento, el edifico de la misericordia y su iglesia con sus interesantes
revestimientos de cerámica, la iglesia matriz, el museo de trajes, la casa de
los arcos, etc.
Pero el monumento por excelencia de
esta ciudad es el Santuario
de Santa Luzia, se ubica en la colina del mismo nombre, al norte de Viana
do Castelo. Se puede acceder en coche hasta el mismo santuario encontrando
aparcamiento gratuito en su explanada. Se considera que está inspirado en
la basílica del Sacré Coeur en París. El templo tiene planta en
forma de una cruz griega, con elementos de neo-romántica, neo-gótico y
bizantino, un gusto ecléctico y renovador que marcó la vuelta del siglo. El modelo fue importado de Francia, donde el aprendizaje del
arquitecto Ventura Terra.
En su cúpula hay
unas magníficas vistas de 360 grados sobre la región, considerada una de los
mejores del mundo. No obstante, no es necesario subir a ella para disfrutar de
las excelentes vistas de la ciudad, de la desembocadura del río Limia y de las
playas atlánticas. Agua, verde intenso de la flora, luz crepuscular y brisa,
cuando no aire más bronco, conforman una oferta de sensaciones difícilmente
igualable para adornar un impresionante edifico que parece estar pensado para
Juego de Tronos, mientras a los pies se rinde la ciudad como una alfombra
blanca. El interior, con un estilo modernista en su pintura, la bóveda y
vidrieras, no me pareció acorde con su estructura exterior, pues sorprende por
el contraste entre ambos medios.
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RIBA DE ANCORA:
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Cementerio deRiba de Ancora |
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Motivo pornamental |
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Dirección Riba de Ancora |
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Diseminado |
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Iglesia |
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delante de la iglesia |
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En el bar, tienda, mercado y de todo un poco |
Hablo de Riba de Ancora, no de
Praia de Ancora, por ser el pueblo de origen de algunos de mis antepasado. A
primeros del siglo XIX, debía ser sobre el año 1812 aproximadamente, dos
portugueses de esta localidad se afincaron en Cuevas de San Marcos y casaron
con dos mozas del lugar. Uno de ellos, José Perez Rodriguez, se casó con
Antonia Quevedo Melchor, dando origen a la familia apodada los Portugueses. Por
tanto, fue el hecho de que mi retatarabuelo fuera oriundo del lugar lo que me
llevó a visitarlo.
Es una freguesia portuguesa del concelho de Caminha,
con 8,57 km² de superficie y 778 habitantes (2001) que
sorprende por su entorno dibujado en verde, en el valle del río Ancora, con
casas diseminadas a lo largo de caminos empedrados y delimitados por muros de
piedra que demarcan las fincas. Sorprende la presencia de su iglesia con una
magnifica torre que domina el lugar y, curiosamente, un cementerio bien
adornado, con tumbas y mausoleos no esperables en un lugar tan apartado. Un solo bar y tienda de
ultramarinos, herramientas y utensilios en general, compone, en un solo
establecimiento, la oferta del comercio más significativo.
Finalmente, tras comer en Valença
do Minho, cruzamos la frontera hacia Tui, donde pasamos parte de esa tarde
visitando la ciudad. Pero ese otro relato del viaje por España lo dejo para
mejor ocasión. Aquí concluye nuestro periplo por tierras portuguesas a las que
no nos importaría retornar para acabar de ver y disfrutar de esos lugares del
norte tan diferentes del sur y del este, del Algarve y Alentejo portugués.
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Nos despedimos degustando estos platos. |
Nota final: Aparte de las fotos, os dejo marcados algunos hipervínculos para poder acceder a mayor información en aquellos puntos que he considerado de interés. Solo tenéis que cliquear en ellos que están señalados en color naranja.