Como la vida misma. |
Interesante año este que acaba. Ha sido el año de
los felones, es decir, repleto de felonías, de engaños. Políticos corruptos que
no se van y quieren hacernos comulgar con ruedas de molino, cosa bastante habitual
en esta España tan acostumbrada a comulgar con las ruedas que nos ofrecen nuestros
pastores. Mantenemos y sostenemos en el poder a gente que soterradamente da ánimo
a los delincuentes de su partido, gente de difícil credibilidad, que siembran
dudas sobre su honorabilidad, de sospechosa conducta, expertos en la hipocresía
de decir una cosa y hacer otra, con una alta dosis de cinismo, que no ven, o
hacen que no ven, lo que no les interesa y resaltan las nimiedades de lo que
les interesa. Intentos de injerencia en la justicia, jueces defenestrados, fiscales
desencantados, partidos enquistados, vileza en el debate político para romper
la cara al otro antes que presentar la propia cara donde se ve lo feo que es uno,
indiferencia ante los verdaderos problemas sociales, apoyo solapado a los grandes intereses internacionales
para fortalecer al poder de las finanzas y las multinacionales y entregar a sus
ciudadanos como mano de obra barata, sometimiento a los dictados externos, destrucción
del sistema establecido ejerciendo de verdaderos antisistema mientras acusan a
otros de ejercer esa actividad antisistémica cuando lo que estos intentan es preservar
el Estado del Bienestar que caracteriza a nuestros sistema político y democrático,
recortes hasta en la libertad de expresión (a ver si me meto en un lío con lo que estoy diciendo)… les hemos
votado nosotros en un gran engaño pues muchos de ellos sirven, o se venden, a
sus amos, en lugar de deberse al voto y al compromiso, y así más y más…
Hoy, por lo escuchado tras el Consejo de Ministros,
seguimos en las mismas… ¿Será el colofón del año felón? El presidente, en un
acto desacostumbrado antes las cámaras, ha dicho, entre otras lindezas: "Hemos dado la vuelta a la situación del país,
donde se percibía desconfianza encontramos seguridad, y ahora hay un proceso
continuado y creciente de recuperación de la cotización en Seguridad Social y creación
de puestos de trabajo”. Parece que ellos miran a otra España. Posiblemente
andan con sus falacias porque se aproximan las elecciones y sienten el aliento
de Podemos y el descontento de la ciudadanía en el cogote.
No dudo que hayan dado la vuelta al país, una y
varias veces, que hayan viajado por todos lados y que se les hayan pagado los
viajes, hasta para ver a sus amiguitas canarias; que ese viaje gratis, esa
vuelta, solo sirva para mirar en una sola dirección, aquella dónde se
encuentran sus amiguetes para ver como prosperan. ¿Dónde ve esa confianza y
seguridad? ¿De dónde saca la idea de salud y recuperación en la Seguridad
Social? ¿Dónde esconden esos puestos de trabajo y de qué calidad son? Una vez
más estamos en el preludio de otra gran mentira… miente quien engaña, pero
también miente quien no reconoce la verdad, una es mentira activa y la otra es
pasiva, pero mentiras ambas al fin y al cabo… puede que su realidad no sea la
nuestra, la de la ciudadanía, pues su objetivo tampoco lo es. Puede que el
modelo de justicia distributiva, de equilibrio social, de solidaridad dentro
del Estado, de compromiso con los derechos que proclama la propia Constitución
con la que tanto se les llena la boca, no sean sus verdaderos objetivos, sino
la creación de un sistema neoliberal dónde el mercado será un dios menor, que mande
en el mundo… y los sujetos, o ciudadanos
de a pie, tenga que rendir pleitesía mediante el sacrificio de su propia vida y
desarrollo personal para dedicar su tiempo y labor al enriquecimiento de unos
cuantos que son los que dirigen y dominan a ese dios menor que es el dinero.
El señor de los hilillos, esta vez, ve maromas donde
hay hilos y confunde la pujanza de la banca y de los grandes capitales con el beneficio
de los ciudadanos. Miles de millones para salvar la banca y un incremento de un
0,25 % para las pensiones y un 0,50% para la subida del Salario Mínimo
Interprofesional, o sea, se sube dicho salario en la increíble cantidad de 3,3
euros al mes. Pero ¡oh, albricias! el señor de la pensión mínima se podrá tomar
un café más al mes con ese euro y algo que le suben. Esto es consecuencia de una
ley que ya publicaron ellos hace tiempo, no sé por qué pretenden presentarlo
como algo nuevo y bueno, será porque, desde
un punto de vista general, la inflación no ha existido o ha sido negativa (deflación),
aunque habría que ver cuáles son los productos que han bajado, pues los que interesan al ciudadano
de a pie es la alimentación, la ropa y el calzado, la vivienda y los gastos
imprescindibles para subsistir, vaya a ser que los que cubren las necesidades
básicas estén más caros.
Por otro lado, ¿Usted sabe que el Gobierno ha pagado
a ACS 1350 millones de euros por el cierre del proyecto Castor, ese del
almacenamiento submarino del gas en las costas de Castellón, tras provocar 500
seísmos en su ejecución? Pues ya ve, a una empresa se le da cuatro veces más
que a la subida de pensiones. Yo, en este caso, defiendo que las pensiones inferiores
a la media, que se sitúa en torno a 1000 euros al mes, sean las que reciban un
incremento significativo, pues los productos básicos para la subsistencia nos cuestan
lo mismo a todos, y que las que superan esa media no sean revalorizadas si no
hay inflación.
La clase media se diezma, la clase baja, o pobre, se
incrementa hasta tal punto que ya se puede ser pobre de solemnidad teniendo un
trabajo, y la clase alta se lanza desaforadamente a una vida placentera, de lujo
y de riqueza; comparativamente se venden más coche de alta gama que nunca y se ha incrementado la fuga de
capitales a paraísos fiscales. A la par el poder de los Estados se diezma en
beneficio de los mercados, mientras se descapitaliza el patrimonio estatal, que
es de todos, y se privatiza en beneficio de las empresas, que tienden al
dominio de los medios de producción y al control del sistema económico y
productivo. La indecencia de nuestra clase política se ve cuando quieren engatusarnos.
Luego se quejan de que la gente, dentro de su
desencanto, pueda votar o apoyar a las ideas de Podemos, ese señor de la coleta
que dice cosas populistas a la manera del bueno de Pepe Mujica, presidente de
Uruguay, de Rafael Correa de Ecuador, incluso los de Venezuela y Bolivia, todos
ellos elegidos democráticamente en su país. Mi pregunta es: ¿El populismo es
bueno o malo? Populismo es cuando se defienden los intereses del pueblo, de la
ciudadanía, y ya se montó en ese concepto el propio PP (partido popular) puesto que los
conceptos populista y popular son sinónimos, pues provienen de la raíz latina “populus” (pueblo). Otra cosa es que
hayan intentado demonizar el populismo quienes son sus enemigos por mera
cuestión de intereses. El pueblo no
puede ser el enemigo del pueblo, salvo que esté manipulado, alienado, sometido
y atrapado ideológicamente por la pura falta de criterio propio. Aquí caben
todos los sistemas alienantes, tanto de contenido político como religioso.
Todos los “ismo” conllevan una considerable dosis de alienación al encorsetar
el pensamiento.
En fin, amigo lector, visto lo visto creo que le
pediré a los reyes (a los magos, claro, que de los otros no me fío al ser
meramente representativos y estar metidos en el ajo) que hagan algunas
modificaciones en nuestra sociedad.
Para empezar le pediría cinco cosillas:
- Me gustaría que hicieran un ERE en el mundo de los políticos, reduciendo diputados nacionales, autonómicos y provinciales, senadores, concejales y cargos de gestión en empresas públicas de difícil justificación.
- También le pido que cuando un sujeto se presente a las elecciones sea capaz de gestionar aquello que pretende y que no tenga que nombrar asesores que se llevan más pasta que él mismo. Por tanto, o se establecen previamente los puestos de asesores, para que la gente pueda votar en consecuencia, o no se nombra a ningún asesor. Usted los nombra, pero diga cuantos, antes de votarlo, para que tenga una idea de lo que me va a costar su incompetencia.
- No sé cuál de los reyes magos sería el más adecuado para pedirle que si un partido se presenta con un programa y se ve que no lo cumple, sea inmediatamente acusado de fraude electoral y se vuelvan a convocar elecciones con programas viables. No vale que me digan que la culpa es del otro (en este caso Zapatero) cuando han dicho en la campaña que esto lo arreglan ellos en cuatro días.
- También pediría que si se descubre una competencia desleal en el proceso electoral, como por ejemplo financiación ilegal o favores económicos de empresas interesadas, sean anuladas, por dopaje, esas elecciones y desposeído del título el partido ganador, como se ha hecho en el Tour de Francia.
- Por otro lado, por qué no pedir que si alguien roba al amparo de la confianza que le otorgó el pueblo, sea inmediatamente expulsado de su partido, de la vida pública y enviado a prisión a la par que devuelve toda la pasta que se llevó del erario público, mientras se le exige responsabilidad a quien le nombró en el cargo. En todo caso, su partido, de forma subsidiaria, debería asumir la devolución de lo estafado si no lo puede hacer el sujeto en cuestión.
En fin estamos en el país del cerdo ibérico, con lo
que no nos podemos quejar de nuestro
excelente chorizo ibérico, aunque también se conjuguen con el secreto ibérico
por lo que no nos enteramos de muchas cosas, evitando convertirse en presa
ibérica… eso sí, a nosotros que nos den morcilla, pero de calidad ibérica,
claro.
En todo caso, FELIZ y CRÍTICO año próximo y no nos
dejemos llevar por los manipuladores que siembran opinión tergiversada para beneficio
de sus amos. El panorama no es tal cómo se nos pinta, si no que se lo pregunten
a los que trabajan con contratos de pocas horas, con bajo sueldo y en precario…
y ya, de camino, a ver cómo se las arreglan para subsistir.