sábado, 5 de abril de 2025

La perversa distopía de la plutocracia

 

Opinión | Tribuna

Por: Antonio Porras Cabrera

Publicado en el diario La opinión de Málaga el 05 ABR 2025 7:01

https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/04/05/perversa-distopia-plutocracia-116058636.html

Las grandes fortunas, forjadas por gabinetes o empresas de inversión bursátil, están alimentadas por información privilegiada o intuición inversora


La independencia de Groenlandia bajo la sombra de Trump / Agencias

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Las bases de la convivencia, fundamentadas en el respeto a los derechos humanos, el estatus quo, las leyes internacionales y todo ello bajo una ideología humanista, solidaria y cooperante para imponer y conservar la concordia, no están de moda. El chantaje y la amenaza, la especulación y manipulación, cuando no el bulo y la mentira, junto a actitudes poco decorosas y faltas de respeto a las reglas, conforman un conglomerado amorfo que reina hoy en la política, tanto nacional como internacional. La llamada política canalla, sin escrúpulos y carente de ética, parece que anda marcando estilo, pues ya todo vale para conseguir los objetivos políticos del partido y sus miembros, que no del Estado. El contrincante no es considerado un respetable representante de los otros ciudadanos soberanos que lo votaron, sino un enemigo a batir al que se ha de eliminar, lo que ubica a la política en una situación de guerra y no en contienda parlamentaria, donde se debaten ideas y propuestas de solución de problemas buscando la mejor alternativa. Estamos en un sistemático “me opongo”.

El peligro de esta propuesta es que si el enemigo es el representante de tal partido, todos sus votantes son, por extensión, identificados como enemigos, lo que nos induce a una situación subliminal «guerracivilista», manifestada, inicialmente, mediante el insulto y la descalificación del contrario, sea de uno u otro partido, y la desestabilización en la convivencia social. No nos olvidemos de la frase imperativa: «El que pueda hacer, que haga».

El humanismo como valor básico

Retomando el tema, entiendo que toda sociedad ha de tener unas raíces que la sustenten, unos principios básicos compuestos por valores de tinte humanista, que le den sentido a la vida y a la convivencia, bajo un prisma común, donde se compartan objetivos de acuerdo a esos principios. Todo ello se ha de enmarcar en unas reglas del juego que, bajo el espíritu democrático, sean aceptadas y respetadas por todos los habitantes del país.

Pero últimamente, se está dinamitando y adulterando el sistema a nivel nacional e internacional, con la inseguridad y miedo que causa esa ruptura al ciudadano de a pie. El futuro se presenta como una distopía perversa a caballo de la plutocracia. El mañana avanza, desde el hoy, de la mano de los tecnócratas y los nuevos ricos, que allanan el camino hacia un porvenir donde el ser humano deje de ser humano, para dar paso al nuevo superhombre, cuando no a un Trimalción que se vanagloria de su riqueza en el mítico banquete. Un sujeto carente de empatía, frío, ególatra y calculador al que solo le ha de importar el poder y el dominio sobre los demás.

El control de los resortes económicos, así como de las materias y otros elementos necesarios para establecer el dominio sobre la futura sociedad, es el campo de batalla. Ahora vamos por las llamadas tierras raras, tan vitales para el desarrollo de las nuevas tecnologías, caiga quien caiga, muera quien muera. Al fin y al cabo qué más da, “si han de morir igual” antes o después, como decía la insigne y conocida baronesa.

La ceremonia de la confusión

El bochornoso espectáculo vivido en el Despacho Oval, recibiendo Trump a Volodímir Zelenski en una especie de encerrona, ha roto todos los protocolos de la diplomacia faltando al respeto al representante de un pueblo soberano. El Presidente, rodeado por sus acólitos, exhibía un matonismo de colegio, mientras sus acompañantes apostillan al jefe con su actitud amenazante y su personal aprobación.

Para muchos ciudadanos de EE. UU. y de otros lares, el Despacho Oval era un sagrado lugar donde se ejercía el poder norteamericano desde la diplomacia y el respeto, aunque ello fuera cuestionable, al menos se guardaban las formas. Ese espíritu está siendo pisoteado por modales impropios asumidos por un populismo supremacista. Es, cuando menos sorprendente, ver al presidente sentado en su trono junto a Elon Musk, con su hijo a horcajadas sobre sus hombros, dirigiéndose con total irreverencia al nuevo “Cesar”. También fue profanado el Capitolio, como espacio emblemático, cuando fue asaltado hace cuatro años por energúmenos seguidores de Trump, violando el sagrado lugar como casa de representación del pueblo. Estos dos actos, además de significar la denigración de la democracia, son premonitorios de lo que se avecina… de lo que ya anda por aquí.

Y es que las cosas están cambiando de la mano de los oligarcas que acceden al poder de forma políticamente irracional, confundiendo la gestión de un Estado con una empresa privada y las relaciones internacionales como las de un mercado gobernado desde un neoliberalismo fundamentado en el darwinismo social, donde el poder se impone al acuerdo sin consenso. Las técnicas de negociación han cambiado. Ahora prima la agresividad verbal, la descalificación y la amenaza como forma de sometimiento, incluso, del propio aliado.

La política ha de ser una vocación de servicio

Siempre se ha dicho que la política la han de hacer aquellos que la entienden como una vocación de servicio a la sociedad, desde una ideología, sea de uno u otro signo, enfocada al bien común. El proceso de deterioro político es incuestionable, la corrupción y el nepotismo es innegable, pues siempre fueron una constante en el ejercicio de la política; por lo que se ha de combatir como un problema estructural y crónico. También es irrebatible que se ha producido una gran desafección, a la que no son ajenos los políticos, que deberían ser máximos exponentes en la defensa de la política honesta y la democracia como forma de canalizar la soberanía popular. Ello hace que, en lugar de ejercer esa soberanía popular, o sea el derecho al voto, de forma responsable para neutralizar el desvío de la política como servicio, gran parte de la ciudadanía se entregue a cantos de sirena que prometen un nuevo orden mundial, pero no dejan claro a costa de qué, ni el costo social y político para la población soberana, o en qué consiste ese nuevo orden, que asoma con las orejas de lobo.

Estrategias para un futuro no lejano

Las estrategias que venimos observando, que se han de leer entre líneas, están enfocadas a un futuro nada lejano. Con la crisis climática, tras el deshielo, aflorarán nuevos territorios ricos en materias primas, como las referidas tierras raras, tan necesarias para el desarrollo de las nuevas tecnologías. China ya las tiene, pero también podría competir con Rusia por la extensión siberiana con quien limita y hay litigios territoriales no resueltos. Luego existen espacios poco definidos como Groenlandia, que siendo territorio danés, es susceptible de considerarse como zona a descolonizar, o la castigada Ucrania, pieza fácil dada la guerra y la necesaria negociación que se requiere para alcanzar la paz… a río revuelto ganancia de pescadores. Aquí, los EE. UU. están rompiendo la baraja y amenazan con anexionarse Groenlandia, incluso Canadá, para la mayor gloria y riqueza de Trump y los suyos, todo ello creando un conflicto, incluso, con sus aliados clásicos.

La bolsa es el juego de los pudientes

Para concluir, no podemos obviar las estrategias de enriquecimiento especulativo que se vienen observando. Hay que diferenciar entre economía productiva o real, que es la que produce bienes y servicios para el mercado, y la economía especulativa que hace referencia a operaciones comerciales que se practican con mercancías de valores, o bienes, esperando sacar provecho en el mercadeo de la bolsa, incluyendo las criptomonedas. La bolsa es un lugar de pura especulación y, si se consigue controlar sus movimientos, la ganancia está garantizada jugando con sus altibajos.

Las grandes fortunas, forjadas por gabinetes o empresas de inversión bursátil, están alimentadas por información privilegiada o intuición inversora basada en otros cálculos de trading algorítmico. Así, mientras que un trabajador puede morir en el tajo y no se hará rico jamás, un inversor desde su casa y sin despeinarse puede alcanzar la riqueza mediante el juego de la bolsa, pero la política económica no puede ser un juego especulativo basado en la injusticia. Decía Balzac que “detrás de toda gran fortuna siempre hay un crimen”, habrá que ver cómo se han generado las grandes fortunas y hacia donde nos llevan los oligarcas y su plutocracia…

Sobre los aranceles mejor hablamos otro día. La inestabilidad que crean puede llevar al caos económico con cuantiosas pérdidas en diferentes frentes. De momento la incompetencia de Trump y su irracional actuación están minando las bases del mercado global, escala la tensión y abre puertas al conflicto. Estamos en un proceso homeostático del sistema de imprevisibles consecuencias.

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miércoles, 2 de abril de 2025

Cuartetos de la esperanza

 

Fotopoema

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 Las nubes en el cielo se diluyen,

el viento las arrastra en un intento

de limpiar con su fuerza el firmamento

y ellas, sumisas, a los vientos huyen.

 

Un azul vigoroso te deslumbra

y aviva los colores de la mar

que invita por sus aguas a bogar

orientado por el sol que te alumbra.

 

Todo pasa, y en primavera la brisa

del barco volverá a inflarnos las velas 

para andar por la vida que tú anhelas

hasta el puerto en que anide tu sonrisa.

 

Tú no llores por sentirte recluido

pues el virus que muestra su maldad

no podrá despojar de libertad

a un pueblo que al cantar se siente unido.

 

© Antonio Porras Cabrera

Málaga, 21 marzo de 2020

(7º día de encierro)

 

 

 

lunes, 31 de marzo de 2025

11º día de encierro (25-marzo-2020)



En estos días, tras cinco años, estoy recordando aquel pretérito imperfecto que nos tocó vivir con la pandemia, que nos obligó a incomunicarnos y experimentar la soledad compartida con la familia nuclear. A mí me dio por escribir, sobre todo poesía, como forma de evadirme de aquella realidad amenazante, y expresar sobre una foto muchos de mis poemas a los que llamé fotopoemas, pues los versos iban apoyados por la imagen que también mandaba un mensaje complementario al sentido del propio poema. Este fue escrito el 25/03/2020 al cumplirse 11 días del encierro.

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Sigo pensando que en este encierro

lleno de pena y de sufrimiento

lo que me salva son tus recuerdos.

La remembranza de lo vivido

va mitigando mi enclaustramiento,

he ahí la clave de mi esperanza

que me permite seguir viviendo.

Son ilusiones para el mañana,

y en mi retiro sigo soñando,

desde mi casa, con el encuentro

entre tus brazos y con tus besos

que en la distancia solo son sueños.

© Antonio Porras Cabrera

Málaga. 25 de marzo de 2020

(11º día de encierro)

 

 

 

sábado, 29 de marzo de 2025

Lo de Rusia se veía venir

 

Opinión | Tribuna

Por: Antonio Porras Cabrera

Publicado en el diario La Opinión de Málaga el 29 MAR 2025 7:01

https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/03/29/rusia-veia-venir-putin-115810978.html


 Vladimir Putin, presidente de Rusia / -/Kremlin/dpa

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En agosto de 2017 viajamos en ruta turística a Rusia, visitando Moscú y San Petersburgo. Indudablemente fue un viaje maravilloso, donde descubrimos la singularidad y el colorido de un exótico país cargado de historia peculiar. El imperio zarista se fraguó bajo el sometimiento del pueblo a una estructura feudal que se mantuvo hasta más allá de la mitad del siglo XIX, cuando el zar Alejandro II inició reformas sustanciales en la educación, el gobierno, la judicatura y el ejército. En 1861 proclamó la emancipación de casi 20 millones de siervos, si bien se mantuvo la servidumbre de forma solapada en campos y aldeas.

La sociedad rusa mostraba dos clases bien diferenciadas, la nobleza y sus adláteres, rica y opulenta, dominando los resortes del imperio, y los siervos o pueblo llano, la plebe, que vivía en extrema pobreza, en hábitats insalubres y sus dosis de vodka. Sorprende observar los inmensos palacios, con su opulencia y magnificencia, que nos ofrece San Petersburgo, más de 260, mientras el pueblo vivía en sus isbas o casas típicas de campo hechas con madera. Dos extremos de una línea que acabó por romperse con la revolución de 1917 y la irrupción del comunismo.

Lo curioso es que lo que prometía ser la liberación del pueblo, acabó sometiéndolo a un nuevo zarismo de la mano de Stalin y su paranoia, una dictadura cruel dueña de bienes y voluntades según criterio del sanguinario dictador. El pueblo, secularmente obediente cuando no aterrado, y sumiso con el zar, siguió siéndolo con el nuevo poder, atrapado en una farsa nada democrática, donde el Partido y sus prebostes eran los amos dada la deriva que había tomado la ideología comunista, otrora prometedora de un futuro de progreso comunal. El Estado, en nombre del pueblo, centralizaba el dominio y propiedad de todos los medios y resortes de la industria, agricultura, bienes y servicios que empleaban a ese pueblo en su labor. Esta concentración del poder en el Partido sometió a la ciudadanía haciéndolos súbditos y no soberanos, como debería haber sido siguiendo los ideales del Marxismo. La mano de hierro de Stalin y, después, de los otros secretarios generales del Partido, fue determinante, hasta que colapsó el sistema a caballo de la corrupción, las grandes deudas y la disminución de las reservas de oro, entre los años 1989-92. En estas circunstancias ejercía el poder Mijaíl Gorbachov, que aportó los términos glásnost (liberalización, apertura, transparencia) y perestroika (reconstrucción o intento de convertir a la Unión Soviética en una economía de mercado, mediante aperturas económicas y el estrechamiento de relaciones con Occidente), se hicieron muy populares. En noviembre de 1989 se produjo la simbólica caída del Muro de Berlín a la que contribuyó decisivamente la política exterior del gobierno de Gorbachov.

Con este breve relato, que no deja de ser una leve pincelada inconclusa de un proceso complejo de intereses políticos y económicos, solo pretendo ubicar y contextualizar el tema para mejor comprender el tránsito de la historia. La reconversión de la extinta Unión Soviética, en una democracia parlamentaria, parecía que acabaría con la confrontación entre oriente y occidente y ello nos satisfizo, pensando en la distensión y en la homogeneización política de los dos grandes bloques. El abrazo y hermanamiento abrió las puertas al entendimiento y al intercambio entre dos sociedades antes enfrentadas. Después vendría Boris Yeltsin, presidente de la RSFS (República Socialista Federativa Soviética) de Rusia, subido en un tanque en pleno Moscú para neutralizar el golpe de Estado involucionista intentado por altos funcionarios del PCUS, del Gobierno y la KGB en 1991. Yeltsin se comprometió a transformar la economía socialista de Rusia en una economía de libre mercado mediante el cambio económico, la liberalización de los precios y los programas de privatización. En este proceso una buena parte de la riqueza nacional, patrimonio del Estado, cayó en manos de un pequeño grupo de oligarcas bajo el paraguas del poder, que buceaba en un océano de corrupción.

Con la caída en desgracia de Boris Yeltsin emerge como presidente la figura de Vladímir Putin, que era entonces primer ministro. Yeltsin se marchó con gran impopularidad entre la población rusa, mientras Putin es elevado a los altares como salvador de Rusia.

La historia de Putin es sobradamente conocida, su trayectoria en la KGB y sus manejos para mantenerse en el poder, desde la frialdad y falta de escrúpulos adquiridos en la agencia rusa, le han hecho solvente en el ejercicio de la tiranía presidencial que ejerce. El manejo y control de los medios de comunicación y la abducción que provoca en gran parte del pueblo ruso son bastante claros, donde demuestra su habilidad. Rompe con el pasado, eleva al poder a la clase religiosa otorgándoles prebendas, reconstruye la impresionante catedral de Cristo Salvador (Redentor) de Moscú, que había sido derruida en 1931 para dar lugar a la construcción del Palacio de los Sóviets y firma una alianza tácita con el clero ortodoxo para mutuo beneficio. Con este hábil proceder y con su discurso de recuperación del poderío imperial ruso, se gana al pueblo tradicionalmente religioso y, ahora, llevado por la ley del péndulo.

No describiré el viaje, que fue espectacular en todos los sentidos, tanto en una como otra ciudad y sus aledaños, o la visita al monasterio de la Trinidad de San Sergio. Pero resalto la amabilidad y exquisito trato del pueblo ruso para con los visitantes. Pero, dentro de mi preocupación por conocer el ambiente y la opinión de este respecto a occidente, sí que mantuve conversaciones interesantes, básicamente con la guía, sobre el asunto, contrastando opiniones respecto al tema, dado lo ocurrido el año 2014 con la invasión de Crimea y la guerra del Dombás.

También hablamos de la transición política de la URSS hacia la democracia y cómo se desarrolló y la vivió el ciudadano ruso. Una de ellas prefirió no hablar del tema pero su colega se explayó.

Para ella, y otros muchos ciudadanos, comentó que la perestroika de Gorbachov fue una traición al pueblo ruso desmantelando el patrimonio del Estado en beneficio de los grupos de oligarcas afines al poder. Pensaba que se entregó a occidente, renunciando a la esencia rusa en beneficio de sus enemigos en la guerra fría. Pero que, al menos, abrió las puertas a la democracia creando unas expectativas que luego no se cumplieron.

De Boris Yeltsin decía pestes. Si bien al principio pareció una promesa, pronto se vio que era un borracho que había hecho mucho mal a Rusia dando una imagen terrible. Era una vergüenza denigrante, según ella, con aquella exhibición, bajo los efectos del alcohol, tocando el trasero a la secretaria, o sus risotadas con Bill Clinton en la conferencia de prensa en Nueva York, en octubre de 1995, en la que parecía estar ebrio.

La joven se declaró admiradora de Putin, porque este había traído un nuevo liderazgo a Rusia, con su seriedad y prestigio. Había unido al pueblo y lo dirigía con mano firme. A mí me recordó la sumisión al nuevo Zar. El discurso de Putin mostraba el peligro de la expansión de la OTAN, que pretendía colocar en Ucrania sus misiles apuntando a Rusia y eso no se podía permitir, aunque fuera necesario ir a la guerra.

Entonces comprendí que ya se estaba creando en Rusia un estado de opinión afín al conflicto que se andaba vislumbrando y que se había iniciado en 2014 con la ocupación de Crimea y parte del Dombás por las fuerzas de la federación rusa.

He de reconocer que me preocupé y tuve miedo al valorar aquella posibilidad que ponía sobre la mesa la guía rusa, mientras en relajada amistad pasábamos la botella de vodka por el grupo para llenar el vaso, el «stopka» o chupito ruso, que nos proporcionaba una adecuada dosis, en aquel lago de los cisnes junto al Monasterio de Novodevitchiy, en una cálida noche del Moscú en pleno estío. Aquella joven albergaba en su interior la idea de Putin, borrar la imagen de la Rusia de Boris Yeltsin y llevarla al perdido imperio zarista en una nueva era. El caldo de cultivo de la guerra estaba fermentando. El pueblo ruso, una vez más, se disponía a dar su sangre por el zar. En esas estamos… ¿hasta dónde llegaremos? Creo que Putin, curtido en el KGB, es un viejo zorro que le da sopas con honda a un infantiloide Trump, que vive en su mundo y no da la talla como estadista.



 

viernes, 28 de marzo de 2025

La libertad de los pájaros

 


Hace 5 años, al cumplirse los 12 días del encierro por la COVID19, escribí este poema que hoy comparto con vosotros, lo monté sobre un amanecer captado desde mi terraza. Está escrito en verso alejandrino, o sea de 14 sílabas, con dos hemistiquios de siete sílabas y cesura o pausa medial. La rima es libre o blanca. Expresa mi sentir en el encierro al contemplar la vida de la calle desde mi ventana. Le llamé fotopoema porque conjuga el verso y la imagen.

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Desde mis ventanales hoy vi la libertad.

Los pájaros volaban jugando entre los cielos

con un fondo de rojo, de rojo terciopelo,

en una amanecida cargada de silencio.

 

Los pájaros son libres y yo sigo aquí preso

burlando al enemigo, sufriendo este destierro,

encerrado en la casa viviendo prisionero

del miedo y de la angustia que siento en mis adentros,

pero escapó mi mente buscando el firmamento

para volar con ellos en plena libertad

rompiendo así mi encierro para buscar consuelo.

 

Los pájaros no entienden de ciencia ni de cuentos

de virus que nos matan, de miedo y desespero,

los pájaros son libres cuando dejan el suelo

y surcan por los mares, las montañas y cielos,

como surca la brisa con caricias y versos,

danzando las bandadas en caprichosos vuelos.

 

Yo quisiera ser libre para volar con ellos

para bañar mi cuerpo de rojo terciopelo.

¡Quién fuera pajarillo para habitar el cielo!

 

© Antonio Porras Cabrera

Málaga, 25 de marzo de 2020

(12º día de encierro)

jueves, 27 de marzo de 2025

El bosque de Sierra Bermeja

 

(In memoriam del bosque quemado en Sierra Bermeja)

Nacimiento del Genal. Igualeja.


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El bosque en esencia conserva la vida

y gesta en su vientre la fauna y la flora

haciendo del monte tierra prometida.

 

Es ópera prima de la ecología

donde el ave anida, donde canta al alba

melodiosos trinos de celos y amores

que siembran romances con su sinfonía,

con su melodía de arrullo y cortejo

en gestos sublimes de amor y deseo.

  

Me encanta el follaje cuando en primavera

con mimo y caricia con la brisa juega,

y viste a las ramas, a la par que danza,

con sus suaves tonos de verde esperanza.

 

El follaje tiene el valor inmenso

de las sensaciones de amores y besos,

de sensibles almas que destilan versos

buscando aventuras donde el sentimiento

dé vida a la vida para no estar muerto.

 

Mas si el bosque arde con fuego de infierno

todos nos quemamos en nuestros adentros

porque somos hijos de ese bosque muerto.

 

© Antonio Porras Cabrera

Otoño 2021

 

martes, 25 de marzo de 2025

Yo nací llorando

 


En el 74 aniversario de mi nacimiento
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Yo nací, como todos nacen,

con llanto en mis ojos, llorando,

al ver, sin saberlo,

aquel mundo de dolor y espanto,

en un gélido invierno

de una noche cubierta de un oscuro manto.

 

La guerra dejaba sus huellas

y el llanto del pueblo que fue derrotado

gritaba su furia sobre los tejados.

Del cielo brotaban lágrimas de agua

que bañan las calles de miedo,

de recelo y pasmo.

 

El helor del frío

clavaba su espada en mi frágil piel

helándome el alma en aquella España

de heridas sangrantes de claveles rojos

de espinas de guerra

que cantó Machado.

 

Ese llanto y frío, ese miedo y pasmo

solo lo calmaron el calor de madre

en sus dulces brazos

junto a aquellos pechos

que me amamantaron de amor y esperanza

en un futuro incierto que evade el pasado.

 

© Antonio Porras Cabrera

Málaga, 4 de febrero de 2025


          

La perversa distopía de la plutocracia

  Opinión | Tribuna Por: Antonio Porras Cabrera Publicado en el diario La opinión de Málaga el 05 ABR 2025 7:01 https://www.laopiniond...