miércoles, 29 de septiembre de 2010

Es hora de aullar.


“Es hora de aullar, porque si nos dejamos llevar por los poderes que nos gobiernan, y no hacemos nada por contrarrestarlo, se puede decir que nos merecemos lo que tenemos”. (Saramago)

Hoy es el día de la duda para muchos, de la afirmación para otros, de la expectación, miedo, decisión o indecisión; de valorar las razones que justifican o no esta huelga, de ver su trascendencia posible y la repercusión en el mundo laboral y social de nuestro entorno inmediato, en la política de nuestro país. Me parece justo que cada cual tome su propia decisión sin dejarse llevar por influencias externas que le condicionen, pero seguirán dándose esos intentos de la patronal y de los sindicatos para que el ciudadano tome la opción que ellos consideran más acertada para los intereses que defienden.

El amigo Juan Torres, catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla, antes de Málaga, expone un decálogo de razones que la justifican, como son las siguientes:

1.La huelga es un derecho de los trabajadores y trabajadoras y su ejercicio ha sido siempre muy eficaz.
2.Los trabajadores, y no solo los banqueros y las patronales, tienen derecho también a presionar para defender sus intereses.
3.Hay que decir “Basta ya” a la continuada pérdida de derechos laborales y sociales para no llegar a una situación insostenible.
4.Es inmoral y totalmente rechazable que una crisis que han provocado los bancos, las grandes fortunas y los especuladores se financie ahora con recortes de derechos laborales, de pensiones, de gasto social e incluso bajando los impuestos que pagan los más ricos, renunciando a la más mínima justicia fiscal, sin darle prioridad a la lucha contra el fraude y con la vergüenza que supone que los banqueros y las grandes fortunas españolas prácticamente no paguen impuestos.
5.Los gobiernos europeos, incluido el español que presidió la Unión Europea durante un semestre, se han dejado vencer por la presión de los bancos y la patronal y no han sido capaces de hacer nada para evitar las causas que dieron lugar a la crisis financiera.
6.Se está diciendo a la gente que se toman medidas que son para resolver la crisis cuando en realidad no tienen nada que ver con eso sino que van a agravar sus consecuencias.
7.No es verdad que para crear más empleo y evitar el trabajo temporal tan abusivo de nuestra economía sea necesario reducir, como se hace con la reforma laboral aprobada, los derechos de los trabajadores.
8.Tampoco es verdad que para hacer frente ahora a la deuda y a la situación económica creada por la crisis financiera sean necesarias políticas de austeridad, sino todo lo contrario.
9.Hay que apoyar esta huelga porque la convocan los sindicatos y porque apoyar a los sindicatos ahora, justo cuando la derecha, la patronal y los poderes financieros quieren aprovechar la ocasión para quitárselos de en medio, es más necesario que nunca.
10.Las medidas que está tomando el gobierno, y las que van a tomar en los próximos meses no solo amenazan a la economía sino también a los derechos sociales y personales y a la democracia.

Son diez razones que comparto, además de algunas otras que podrían ser expuestas, pues siempre hay matices complementarios. No obstante, y siendo un momento tan especial, me gustaría hacer algunas observaciones al respecto. Pues dado que la huelga en un jubilado es difícil de efectuar, la alternativa es la defensa de los principios que la sustenta. De eso se trata y a eso vengo. Por tanto me manifiesto a favor de la huelga, mas no querría obviar algunas preocupaciones. Me preocupa:

1.Que la huelga sea un fracaso y no cambie nada en la política social y laboral respecto a lo ya establecido.
2.Que la huelga sea un éxito y le dé alas a la oposición descalificando al gobierno hasta hacerse ellos con el apoyo social que les aupe al poder. La huelga no es solo contra el gobierno, sino contra el sistema que se ha impuesto al gobierno y nos lo ha secuestrado haciendo que traicione los principios por los que se le votó.
3.Que el gobierno no saque conclusiones y la presión no ejerza efecto en sus decisiones.
4.Que los sindicatos crean que con la huelga ya se cubrió el expediente, justificando su indolencia pasada y volviendo a ella.
5.Que el mundo sindical siga admitiendo a gente impresentable que se libera para beneficio propio.
6.Que la ideología de la lucha sindical haya pasado a la historia y solo prime la acomodación amarillista.
7.Que los sindicatos sigan en su miopía, sin entender que la patronal se ha internacionalizado y que solo la internacionalización de la lucha sindical le podrá hacer frente.
8.Que, en este marco, no se comprenda que estamos inmersos en una comunidad europea que dirige la orquesta y que hemos de presionar sobre ella desde todos los frentes del mundo laboral de la U. E.
9.Que los medios al servicio de los intereses empresariales sigan denostando a políticos y sindicalistas para descalificarlos como gestores y llevar a manos privadas todo lo que sea gestión de la economía nacional e internacional, en plan salvador de la economía patria.
10.Que no se percaten de la necesidad de una refundación en lo político y social para hacer frente a los nuevos tiempos, con rearme ético de sus conductas, basado en la honradez, la transparencia y la fuerza de la razón, para ganar la voluntad del pueblo.

Ya lo he comentado en otras ocasiones. El nuevo orden mundial está programado por sus valedores neoconservadores y liberales. La vida de los seres humanos no importa, lo que vale es el progreso. El progreso, para ellos, es el dinero y la riqueza, la democracia adulterada que conlleva y el sometimiento a sus normas y leyes de libre mercado.

No tengo mucha fe a corto plazo, algo a medio y, tal vez, a largo plazo, si trabajamos para educar y formar a la gente en la línea del desarrollo personal, podrán gozar nuestros hijos o nietos de un mañana mejor y más justo. De lo contrario veo dos sociedades bien diferenciadas, la integrada por los provechosos al sistema, que gozarán del bienestar mientras sean aprovechables y los que no tendrán opción por no aportar nada a las altas tecnología que dominarán en el mundo.

Miedo me da el futuro, aunque yo ya no estaré. O hacemos caso a la reflexión de Saramago o ya sabemos lo que nos espera merecidamente. Termino con otra cita suya:
“Existen dos superpotencias en el mundo; una es Estados Unidos; otra, eres tú”.

Salud-dos

lunes, 27 de septiembre de 2010

Reflexión sobre la enfermedad y la vida

(Panorámica desde el balcón de la habitación)

Bueno, ya ando fuera del secuestro hospitalario. Me dejaron salir para volver a lo cotidiano. El proceso de reajuste será algo lento y andaré unos días más atontado de lo que normalmente ando, que ya es decir.

De todas formas, estos hechos sirven como punto de reflexión. El primero es que mi organismo anda con capacidad limitada para una vida normal. Ese cuerpo que soporta la existencia y el sustento de la mente pensante, empieza a flaquear. Si flaquea es que estamos en un periodo de decaimiento, en plan tobogán, que requiere rehacer estrategias vitales. Cuando se le empiezan a ver las orejas al lobo, aunque sea de lejos, es conveniente aprestarse a los avatares próximos. Somos viajeros que transitamos por esta carretera de la vida con fecha de caducidad, aunque no sepamos cual. Nuestro vehículo de transporte, ese cuerpo serrano, acaba afectado por el tiempo, y el uso, y necesita de una mejor conducción, mejor mantenimiento y más revisiones e ITVs. Habrá que reconducir la alimentación y las conductas hacia los hábitos sanos y saludables. Si bien hay gente que ya tiene superada esa asignatura, otros andamos a la zaga, con ella para septiembre.

Concluyendo, el reloj del cuerpo te va marcando el tiempo y solo puedes gestionarlo con la inteligencia de la dosificación energética que este soporta. Te avisa de que queda poco trecho para que pongas las cosas en orden, para poder tener una madurez psicológicamente madura, puesto que la madurez de cuerpo y mente no han de ir forzosamente unidas, para revisar tus objetivos vitales y valorar lo logrado y lo lograble, para reconducir tu actividad hacia aquello que te llene, pudiendo concluir este tramo en paz contigo y con los que te rodean, para buscar y cultivar esos amigos que la vida te puso por delante y esos otros que les queda por poner. Al fin y al cabo, estamos hablando del aviso para que uses ese tiempo final como bálsamo del pasado, para dar el retoque a la calidad de tu producto personal, para sacar el máximo provecho al bagaje que te fue dando la vida, sin dejar de seguir creciendo, para concluir y formalizar tu proyecto personal y dejar esa herencia al futuro. Tal vez por eso escribo.


El ímpetu de la juventud se va yendo y aflora la tranquilidad y bonanza de la madurez, la paciencia, que es una palabra compuesta por otras dos no menos valiosas: Paz y Ciencia… “La ciencia de encontrar la paz”; en ello andamos, a ello vamos y en ello está el objetivo. Tal vez haya otra palabra que pueda definir su resultado, otra a la que le tengo especial aprecio, como es la palabra Bonhomía: “Afabilidad, sencillez, bondad y honradez en el carácter y en el comportamiento”. Estar de vuelta de muchas cosas es importante para encontrarla.

Hay, eso es cierto, una juventud a la que se ha d e dar el relevo para que sea ella la responsable de sus hazañas y de sus hechos. Nosotros, podemos y debemos ser una fuente de ideas y experiencias que les alimente, pero ellos digerirán ese alimento y lo convertirán en la energía propia, diferente y singular que les definirá en su personal proyecto de vida. Si son inteligentes, nos darán más protagonismo a nosotros que a los monigotes de la TV, y sus inventos impresentables como modelos de conducta social, que merecen comentario aparate.


En esta vivencia he podido constatar, como en mis ingresos anteriores, esa situación de dependencia y entrega, de relación de agencia que se llama, donde uno deja en manos de los demás las decisiones sobre lo que más le afecta a su vida, como son las referentes a la salud. La sabiduría habla y uno, desde su ignorancia relativa y bajo el efecto de la enfermedad, se entrega. Siempre dije que en este mundo hay circunstancias y problemas. La salida de los problemas tiene relación con tu afrontamiento y resolución, las circunstancias, siendo también un problema, dependen más de las decisiones de otros a los que les compete. La enfermedad es un caso singular donde se conjugan ambos hechos.

Yo, como profesor de enfermeras, siempre dije que era interesante incluir en el plan docente, como prácticas de médicos y enfermeras, un ingreso anónimo en un hospital durante unos días. Tal vez eso ayudara a comprender mejor al enfermo, a su familia, las angustias y temores que le embargan… De esta forma se facilitaría la empatía como herramienta de afrontamiento y relación con el paciente y su entorno… No sé, puede que algún día se me tenga en consideración esa idea, que no es solo mía.

Uno agradece una sonrisa, un gesto cariñoso, una demostración de saber estar y conocimiento por parte de aquellos a los que les has de entregar esa capacidad de decisión sobre ti mismo. A veces hace más, para la tranquilidad del enfermo, una visita al cambio de turno, para mostrar el interés por su estado, por parte de la enfermera que te cuidará las próximas horas, que cualquier otra actuación terapéutica: “Buenas noches, hoy estaré yo pendiente de tu evolución, si necesitas algo ya sabes como contactar conmigo, aunque estaremos al tanto de cualquier incidencia”. ¡Qué bonito! Porque lo que más motiva al profesional es el trabajo bien hecho y el reconocimiento que por él reciba…
Hay una cuestión que llevo años planteando referente al saludo. Lo primero que debe hacer un sanitario al inicio del contacto con el enfermo es saludar... ¿Por qué? Hagamos un juego de palabras y veremos que el enfermo está falto de salud, necesitado de esa salud que le vamos a proporcionar... Saludar... Salud-dar... Abrir la puerta de la comunicación, entendiendo esta, como una herramienta terapéutica, donde se gestiona la relación de los profesionales con los pacientes. La llave es esa, saludar...

Yo he tenido la suerte de estar ingresado en un centro de primer orden, como es el Hospital Costa del Sol de Marbella. Público él. De la Junta de Andalucía. La afabilidad y amabilidad en el trato de todo el personal, salvando las diferencias de carácter propias, su profesionalidad y cuidados, han sido de alta valoración. La sonrisa de Eva se me clavó, y de todos y cada cual guardo un grato recuerdo dentro de la situación. Eso sí, mis venas tocadas por las altas dosis de antibiótico, mi hambre persistente de 5 días de ausencia alimentaria (ni agua ni pan), el dolor paliado diligentemente por los fármacos adecuados, son inolvidables; al igual que la hermosa y fantástica vista desde la ventana hacia el campo de golf y la sierra marbellí y el impacto de la primera bandeja con la dieta iniciando tolerancia. Me engañaron. Me dijeron que empezaría con manzanilla todo el día. Yo pensé en manzanilla de Sanlucar de Barrameda, esa de 15ª, fina y olorosa que se suele acompañar con jamón de la Sierra de Aracena, de Ronda o cualquier otro lugar de esta tierra, con su quesito manchego o similar… Pero no, era manzanilla de la sierra… del campo, para infusión. Mi gozo en un pozo. Aguantar estóicamente el rito y ritmo de la dieta… manzanilla, líquida, semiblanda, blanda…. Puffff!

(Mi primera dieta... Manzanilla de la sierra)

Bueno… ¿y si sacamos lo positivo? Perdí cinco kilos, que, dado mi volumen corporal, al alta no me preocupé, lo más mínimo, en buscar por ningún lado de la habitación o sus recoveco; ni hoja de reclamación puse por semejante extravío, jejeje. Pasé más tiempo con mi gente, disfruté de las vistas de esa sierra marbellí y sirvió como lugar de recogimiento en plan encuentro personal, para sacar conclusiones de la propia vida. Todo un lujo sin derrochar un céntimo, jejeje.. Perdonad que ahora me lo tome un poco a broma y vea esas otras cosas positivas en las partes negativas de la vida, pero de algo han de servir estas experiencias, no sería inteligente si no sacara el jugo y la esencia para aprender y crecer con ellas, para convertir el sufrimiento y la enfermedad en un valor positivo, o algo positivo…

El último día, vestido ya de calle, pedí mi cámara de fotos e hice una panorámica de la vista que he referido. La pongo como cabecera para que, desde la salud, disfrutéis de ella. La otra foto es el choque con la manzanilla…

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Saludos

Queridos amigos y amigas, espero disculpeis mi ausencia estos días, tanto en las entradas en mi blog, como en las respuestas a vuestros comentarios y en mis visitas a los vuestros. Un pequeño problema de salud me mantiene en el hospital por unos días. Espero estar pronto con todos vosotros.
Un saludo

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Es de justicia el recuerdo y la memoria

(Vista de Cuevas de San Marcos en los años 40)
Mi pueblo, como todos los pueblos, tiene un cementerio; en el cementerio hay una fosa; en la fosa 15 cadáveres y medio y sobre ella una lápida con sus quince nombres, su edad y el sentido homenaje de su familia, solo pone de su familia, no de los ciudadanos, vecinos o amigos. Pero sí habla de “Los que valientemente dieron sus vidas por la libertad y la justicia”… Craso error, pues no la dieron, se la arrebataron contra su voluntad de forma malévola, despiadada y cruel. Fue la contradicción entre el espíritu pío que proclamaban los ideales de la religión de los levantiscos y sus actos criminales.

Hasta ahora he escrito, dentro del apartado Memoria Histórica, cuatro entradas en este blog:
La semilla, La larga mano del caudillo, Quiero saber la verdad y Mi memoria histórica (las puedes cargar “cliqueando” sobre el nombre), además de otras entradas en que toco el tema de forma más indirecta. Mi pretensión nunca ha sido venganzas, levantar muertos contra vivos o muertos, ni crear confrontación, sino honrar a los deshonrados y mancillados, a los asesinados por la injusticia y buscar la verdad de la historia para que nuestros hijos sepan lo que pasó realmente, sin apasionamiento ni partidismos. La historia tiene siempre un tufillo a vencedor que, a veces, tira de espaldas, pero que no deja de ser una manipulación falaz para justificar las atrocidades.

En un poema, que publique hace algún tiempo, dejo mis intenciones sobradamente claras. Reflejo, parte del mismo, a modo de recordatorio y posicionamiento personal para que nadie se lleve a engaño, malinterprete o manipule mis intenciones:

No se pretende el conflicto
de nuevo entre las españas.
Se está buscando hoy día
que la memoria no caiga
en olvidos de la gente
que por España lucharan.

Que les sepulten con honra,
que reconozcan su talla,
que se curen la heridas
que la injusticia dejara.

Que la memoria que quede
sea la justa y la honrada
para que la historia diga
la verdad de esa batalla.

Por tanto, desde esta posición hablo y escribo. La distancia, incluso generacional, hace que uno no justifique los atropellos de ninguno de los bandos, pero, a la vez, es justo reclamar la verdad, pues la verdad contada por el vencedor los hizo santos a ellos y demonios a los vencidos, cuando podría ser más bien al revés, puesto que los que fueron traidores a su pueblo y su gobierno democrático fueron los vencedores. No entiendo los miedos ante esta realidad, no comprendo a quien quiere obviar la verdad, no comparto la intención de correr un tupido velo sobre el asunto, porque ello es secuestrar la verdad a nuestros hijos, a las generaciones venideras y evitar que, en su espíritu crítico, puedan sacar conclusiones para evitar de nuevo otra catástrofe similar. Necesitamos un grado de valentía para sanar el pasado.

Hoy quiero hacer un homenaje a aquella gente de mi pueblo que fue violentamente apartada de la vida por unos desalmados en nombre no sé de que Dios y de qué patria. Solo cabe pensar que su instinto animal, su crueldad y espíritu asesino se escondió, al igual que en otros muchos, tras las ideas o dogmas religiosos que hacen al sujeto más indigno aún por renunciar al propio criterio…

Según reza en la lápida, ese día fueron asesinados y enterrados en el campo (mi madre, con sus 90 años, dice que en las Colmenitas, si le he entendido bien):

Francisco Sensiales Roda (54 años)
Concepción Hidalgo Porras (33 años)
Emilio Carrasco Burgueño (16 años)
Antonio Venegas Roda (18 años)
Juan Manuel Artacho Quintana (31 años)
José Benítez Campos (39 años)
Antonio Ginés del pino (35 años)
Manuel Romero Avila (57 años)
Antonio Sensiales Cabrera (45 años)
José Cañete Ojeda (29 años)
Antonio Cañete Ojeda (27 años)
Cristobal Cañete Ojeda (36 años)
Juan Reina Ginés (18 años)
Juan Antonio Hinojosa Terrón (25 años)
Manuel García Ginés (53 años)

Hay algunos aspectos que vale la pena resaltar, como que Concepción, que estaba embarazada de tres meses, por eso hablo de 15 cadáveres y medio en el primer párrafo, fue a buscar a su marido huido, pensando que podría estar allí. Llevaba un salvoconducto con la intención de traerlo a casa, dado su estado de embarazo, pensando, tal vez, que ello ablandaría a los ejecutores. No estaba, pero a ella, en contra de sus previsiones, según algunos me contaron, la violaron y asesinaron con los otros. Otra cosa que llama poderosamente la atención es que tres hermanos fueran ejecutados en el mismo acto, lo que demuestra la maldad con la que obraron los asesinos.

Mi madre, a sus 90 años sigue sintiendo el miedo de aquellos días cuando cuenta los hechos. Escondida y angustiada por ese miedo a aquellos energúmenos, para no ser violada; mi abuelo, en la sede de cruz roja, acusado de socialista para fusilarlo y el marido de su prima, que era falangista, yendo a buscarlo; la madre de una chica novia de un fugado, que tuvo que aguantar el candil mientras violaban a su hija delante de ella, y un largo etc. de palizas, abusos, ofensas, humillaciones, amenazas… bendecidas por los “ministros” de un Dios irreconocible desde su propio evangelio.

No obstante hay, todavía, un velo oscuro que cubre esa parte de la historia del pueblo. Un velo que se ha de descorrer para que la gente diga la verdad de lo que vio y vivió, si aún está con vida. Para que se conozca esa verdad, porque los asesinos no fueron del pueblo, aunque tuvieran cómplices; vinieron de Lucena y se les llamó “Los caballistas lucentinos”. Tenían sus aliados allí, lógicamente, que fueron permisivos con sus actos y que sabían lo que iba a pasar y la crueldad de los hechos que se avecinaban, que les pasaron información y dieron apoyo y cobijo, pero esa es otra cuestión que merece capítulo aparte.

Las luces y las sombras de ese tiempo vale la pena conocerlas. Esa parte de la historia de Cuevas merece ser estudiada y contada sin acritud y con las verdades por delante. Digo verdades porque habrá que contrastar los relatos o verdades de cada cual o, al menos, plasmarlas para que luego se pueda conocer las distintas versiones. Los santos de la iglesia arrojados al río, las purgas y pelados al cero, los odios, las huidas, los ocultamientos, las violaciones, muertes, asesinatos y fusilamientos sumarísimos cuando entraron los rebeldes… Todo un ejercicio de memoria histórica que, si bien puede contar con la apatía y el miedo de quien los vivió, no podemos sustraerlo al conocimiento de nuestros hijos.

Pero hoy, tras 74 años de aquella tragedia e ignominia, solo quiero hablar de ese homenaje a los quince asesinados que fueron, definitivamente, llevados al cementerio con la llegada de la democracia, sin hacer ruido, y a los que continúan en las cunetas esperando digna sepultura y restablecer su honor y honra en justa reparación para ellos, su familia y la historia…

domingo, 12 de septiembre de 2010

Mi Memoria Histórica


Como ya comenté en mi anterior entrada sobre mis vacaciones, ha llegado el momento de volver a plantear las reflexiones y pensamientos que nos vienen caracterizando. Hoy empiezo con este, que deberá tener continuación en un homenaje a realizar el próximo día 15 en este mismo blog.

El controvertido asunto de la memoria histórica sigue demandando claridad. Durante muchos años se airearon las barbaridades de los republicanos, que no fueron pocas, se ensalzaron y exaltaron los mártires de la religión y del franquismo y demonizaron y denigraron a los otros, a los que siguieron leales al gobierno republicano establecido en un proceso democrático, a los que no eran traidores a su patria a su gente y a su pueblo. Extraños intereses de falsos patriotas que entendieron siempre que España era suya, porque eran dueños y propietarios de sus tierras, de sus bienes y controlaban la economía. El ciudadano no era soberano, sino súbdito de esa España sumisa, sometida al poder establecido durante siglos.

Pero se silenciaron, en una complicidad perversa e inmoral, los crímenes cometidos por los vencedores de la contienda armada. Como si el ganar una guerra diera la racional razón al vencedor y permitiera justificar todo mal por ser al servicio del bien. En todo caso, lo que demostraron es que la historia la tergiversa el vencedor y sus cronistas colaboradores. Cuando fueron destrozados por las armas los regímenes que apoyaron, con su maquinaria bélica, al franquismo, tuvieron la habilidad de sacar tajada del conflicto de la guerra fría y corrieron un “estúpido velo” sobre la historia reciente para poder ser admitidos o, al menos, tolerados en el nuevo orden mundial.¡Bravo! Fueron listos…

Y entonces dan el famoso salto a la democracia, cuando muere su caudillo, cuando se produce la conversión masiva del fascismo arraigado en los cuarenta años, a los principios democráticos… ¡Qué ironía, sin un solo tiro se pasan al bando contrario, al que vencieron, y enarbolan la llama y la bandera de la democracia! ¡Ay! si los judíos hubieran hecho lo mismo en tiempos de sus majestades los Reyes Católicos, que les querían llevar a la luz, no hubieran sido expulsados de su propia patria.

Pero claro eso no es posible. Una democracia de este tipo ha de estar contaminada por fuerza. No puede ser que sujetos ideológicamente defensores del fascismo se puedan convertir por arte de magia, por iluminación del Espíritu Santo, o por birlibirloque, de la noche a la mañana, en demócratas convencidos y maestros en el tema… ¿Quién me va a dar a mí lecciones de democracia? Decía alguno de ellos, como si viniera y se hubiera formado en la mejor escuela de esta ideología…

Visto esto, se han de tapar las miserias pasadas, los crímenes y aberraciones judiciales, los fusilamientos sumarísimos y todo el sistema de represión montado en la posguerra inmediata, que perduró durante muchos años para escarnio y escarmiento de los rojos… No es posible, cognitivamente, soportar, desde la visión del nuevo demócrata converso, la confrontación entre lo hecho y apoyado en el pasado y los principios que lo condenan y repudian desde la nueva “convicción política”. Por tanto, corramos, otra vez, el “estúpido velo”… ¿o era tupido velo? Al parecer, y según los santos cánones de la iglesia, no hay perdón sin confesión, para ello, según me explicaron a mí “in illo tempore”, era imprescindible: Examen de conciencia, dolor de los pecados, propósito de la enmienda, decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia. Esto quiere decir que había que hacer un reconocimiento manifiesto del pecado, de la culpa, entendiendo que era reprobable y condenable el hecho del pecado, en este caso crimen, cerrando el caso con un propósito de enmienda y cumpliendo el castigo o penitencia. Pero si ideológicamente te sientes cerca del criminal... o renuncias a esa proximidad, o justificas sus actos.

Entonces recurren a mil artimañas. La confrontación de nuevo. Dejad tranquilos los muertos… en las cunetas, claro. Los otros hicieron más, como si eso no se hubiera publicado hasta la saciedad en el antiguo régimen. La culpa es de los rojos que quisieron vender a España. El oro de Moscú… etc. No hablan de las bombas alemanas e italianas, de los miles muertos que dejaron en
Málaga esparcidos por las fosas comunes, de la iniquidad del bombardeo de los refugiados –hombres, mujeres, niños, ancianos - que huían hacia Almería por la carretera, sembrando el terror y la muerte. Del sublime Queipo de Llano y su amigo "carnicerito", Arias Navarro y su aterrador paso por Málaga. No, de eso no hablan. Es más, yo tampoco quiero hablar más de lo que requiere la crónica real de lo acontecido, con imparcialidad, sin ira ni espíritu de revancha, sino con el solo deseo de que no se sustraiga a nuestros hijos y a la historia la verdad de los hechos.

Guardar silencio, evitar que se abran investigaciones, enjuiciar a jueces por intentar ejercer como tales para aclarar esa etapa, boicotear la apertura de fosas comunes, minimizar los hechos, etc. en lugar de condenarlos con fuerza, convicción y rabia, es una forma de aceptarlos, asumirlos y justificarlos. La prueba del algodón de todo este inmenso grupo de hijos ideológicos del viejo régimen, pasa por esa condena del franquismo. Es más, el paso siguiente ha de ser reconocer que los españoles, desaparecidos y enterrados en las cunetas y fosas comunes, requieren de una reparación que les lleve a la exhumación y entierro con honra y honor, como corresponde a quien murió por sus ideas. Porque si ahora defienden la democracia deberán reinsertarse en los principios que fraguaron la república desde el sistema democrático, por los cuales dieron su vida la inmensa mayoría de los represaliados del régimen, que ahora serían sus “camaradas”. Claro, ellos lo tienen más difícil, porque los demás, aunque no sean todos, ya demostraron antes, en la transición y después de ella, que eran demócratas. Ellos tienen esa asignatura pendiente. Su aprobación pasa por esa prueba del algodón, que no engaña. Si no se les verá el plumero como quintacolumnistas, del viejo régimen, en el democracia.

Un pueblo democráticamente sano, respetuoso con los conciudadanos, libre de prejuicios y anclado en la justicia, solo puede existir si no se le engaña. Si sabe comprende y entender que en la diversidad está la riqueza y en su conjunción la convivencia pacífica y el progreso, será un pueblo maduro. Las heridas cerradas en falso hay que abrirlas, drenarle el pus y curarlas, para que cierren definitivamente y no quede debajo de la piel ningún absceso purulento que vaya contaminando el cuerpo. Creo que es nuestra obligación hacer esa tarea, sin hurgan demasiado en la herida para no dañar más tejidos, pero con la entereza y fuerza necesaria para sacar ese pus y volver a cerrarla definitivamente. Empecemos por las fosas, por reponer la dignidad al juez Garzón, por rendir homenaje a los muertos del bando perdedor, que son los de todos nosotros y por enterrar en la historia las atrocidades cometidas en la “guerra incivil”. Después nos damos la mano como amigos y conciudadanos libres y luchamos todos por la verdadera democracia, con salud y dignidad política y social.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Viaje a EE. UU. (VII y FIN) (Washington y Baltimore)


En esta última entrega, para no cansar mucho, fusiono las visitas a Washington y Baltimore, no solo por acortar el relato, sino por haber sido producto de una misma excursión. Ciertamente fueron visitas relámpago, pues visto lo visto cabría dedicarle a Washington varios días. Sus museos, calles y avenidas, junto a su monumentalidad, requieren una estancia sosegada y meditada, para priorizar lo más importante, en el convencimiento de que siempre faltará tiempo para conocer la ciudad en mayor profundidad.

Con este relato final, también cierro el ciclo dedicado a las vacaciones, que es una forma de tomar vacaciones en el propio blog o de compartirlas con los amigos que nos visitan. A partir de ahora volveré a tomar la dinámica habitual, tratando temas más en la línea sostenida hasta ahora.

EE. UU. es un país diverso, muy variado en muchos aspectos, tanto cultural como orográfico, arquitectónico o urbano. Es más un conglomerado de ideas, tendencias e interpretaciones de la vida, la espiritualidad, la religión y las ideologías (“excluyendo el comunismo”), que lo hace singular en el mundo. Allí cabe todo, pero respetando el orden establecido, el del sistema capitalista desde el liberalismo y la creencia en la capacidad reguladora del mercado. Lo curioso es que los distintos estados de USA gestionan sus impuestos de forma autónoma, hasta el extremo de no pagar impuestos el alcohol en Delawere y unas tasas tremendas en Pennsylvania. En Delawere compré vino español (Marquez de Riscal, reserva de 2004) a 18,99 dólares, precio, incluso, más bajo que aquí. Pensé qué dirían determinados partidos en España ante semejante hecho, que llevaría a la “España se rompe”… No entraré en términos políticos, pero sí en esa diversidad que lleva a ver el propio Washington cargado de fantasía e interpretado como el ombligo del mundo, como la ciudad desde la cual se creará el nuevo orden mundial, como la capital del mundo. Un interpretación interesante es la que hacen los
Illuminati de Adam Weishaupt con relación al Nuevo Orden Mundial, y seguidores de The cutting Edge (La Espada del Espíritu) describiendo su arquitectura como masónica, satánica y enfocada a la simbología que domina el mundo en ese nuevo orden. Lo cierto es que Washington es una ciudad planificada en su tiempo y seductora, cargada de historia reciente y digna de conocer.

Una primera impresión me acercó al Madrid de Carlos III. Edificios de mediana altura, grandes avenidas, espaciosidad, luminosidad, monumentalidad… Luego fui viendo su peculiaridad. Grandes zonas verdes, simbología del poder, monumentos e impresionantes memoriales a los presidentes y forjadores de los EE. UU. la Casa Blanca, superprotegida, con los gestores aislados de la calle y el control policial para que nadie se acerqué más de la cuenta, el gran obelisco retando al cielo como simbología de una nueva torre de babel, el Capitolio y sus alrededores como lugar de concentración de los poderes legislativos y judiciales. Luego un conglomerado
museístico impresionante, con una oferta muy amplia y variada, de gran calidad, de los que solo pudimos ver parte del Museo Nacional de Historia Natural.

Por la mañana nos acompañó el tiempo, pero por la tarde se desató una impresionante tormenta que nos condicionó toda la visita. Las calles eran ríos y el limpiaparabrisas tuvo que emplearse a fondo para dar algo de visión que permitiera a Richard circular por ellas. No obstante pudimos hacer algunas fotos nocturnas y descubrir una iglesia de arquitectura sorprendente y bellísima, como podréis ver en las fotos del Slide, de la que no llegué a saber el nombre. Corta visita. Ganas de volver con más y mejor tiempo.

Baltimore es otro mundo. Su bahía, el entorno arquitectónico y los muelles te llevan a otra dimensión, unos siglos atrás, en el caso del puerto, por ser importante lugar de comercio y tráfico de esclavos. Pertenece al Estado de Maryland y la bordea el río Patapsco que desemboca en la Bahía de Chesapeake. La visita tenía doble función, conocer la ciudad y comer con Jose, hijo e Frank y Eva. Fue poco el tiempo que estuvimos allí y solo pudimos dar una vuelta por los muelles, donde tienen un viejo submarino para visitar, un velero y algún que otro reclamo turístico; un importante centro comercial, donde nos deleitaron tres chicas negras con sus cánticos al ritmo de la fabricación de un excelente y rico chocolate y, por supuesto, su famoso acuario que es digno de ver, tanto por las especies que alberga como por las instalaciones y el espectáculo de los delfines. No es de extrañar el encontrar bares o restaurantes con comida de influencia típica española y latinoamericana, como por ejemplo La Tasca, con tapas clásicas nuestras.

La comida, en La Talara, fue amena no solo por la compañía, sino por el ambiente de contenido hispano del restaurante. Si bien los vinos tintos son más importación argentina o chilena que española. No es difícil encontrar hispanoparlantes en los EE. UU. como pudimos comprobar a lo largo de todo el viaje.

Me llamó la atención el edificio de la Power Plant (Constellation Energy Group), reconvertido en lugar de ocio con restaurantes, café, etc. y la original librería Barnes & Noble Booksellers. Su singular diseño, como puede verse en alguna fotografía, permite la sensación de aprovechamiento de una estructura antigua, de su reconversión. Algo bastante interesante, una fábrica de energía eléctrica, con sus chimeneas y fachada el ladrillo a la antigua usanza. Pues bien, me quedé sin ver el interior, pero gracias a Google Maps, y esas cosas de Internet, he acabado visitándolo virtualmente.

Hasta las próximas vacaciones…


domingo, 5 de septiembre de 2010

Viaje a EE. UU. (VI) (Cataratas Niágara)



En la visita a New York fue la obra del hombre la que me sorprendió e impresionó. En esta otra el arrebato lo produjo la obra de la naturaleza. Acostumbrado al sur de España, cálido y seco en su interior, deficitario de agua en muchas ocasiones, quedé prendado de aquel descomunal flujo acuático, que, atronando en ruido ensordecedor, te obnubila y transporta a otra dimensión.

El viaje, largo desde West Chester, unas 7 horas en coche, requirió de algunas paradas. Una en Hersheys, con su Chocolate World, una fábrica de chocolate de solera con exposición y proyecciones audiovisuales en plan tridimensional, con efectos especiales, donde no acabamos mojados gracias a los impermeables que nos entregaron, pero nos sometieron a las inclemencias del tiempo, frío, nieve, rafting, agua, viento… De no ser por querer sentir una aventura virtual, pensaría que es uno masoquista.

La llegada a Niágara fue ya entrada la tarde, casi en el ocaso y con gran cansancio a cuestas. Solo una vuelta para cenar algo y ver la ciudad iluminada y cargada de atracciones.

El día 9 amaneció nublado, con niebla y lluvia fina, tipo chirimiri vasco u orballo gallego, esa llovizna que va calando por venganza al desprecio que se le hace… Ello no impidió visitar las
cataratas, por el lado canadiense, en un barco que hacía el circuito por el río, provistos de impermeables, para evitar mojarse al acercarnos en demasía al choque estruendoso del agua en cascada con una superficie oleada, que cargaba la atmósfera de gotas de agua caladera. Buen paseo. Luego la visita a los túneles y demás atracciones.

Para conocer la bravura del río no desplazamos a los rápidos de Whirlpool, donde pudimos observarlos desde el teleférico, llamado del español, al haber sido construido por el ingeniero español Leonardo Torres Quevedo, inaugurado en 1916. Vista increíble. Un torrente de agua brava atacando al recodo para girar en un ángulo de unos 45 grados. Si hay caída, salvación imposible. Eso sí, había una excursión en una barco o lancha especial que se permitía retar al torrente y los recodos, como se puede ver en una de las fotos.

Por la noche teníamos reservada la cena en el restaurante de la torre Skylon. Con su comedor giratorio, nos permitimos una cena con unas vistas panorámicas del entorno indescriptibles. La puesta de sol acompañó y poco a poco se fueron iluminando las calles de la ciudad y las propias cataratas, hasta ofrecer otro espectáculo singular, que acabó en fuegos artificiales.

El día siguiente amaneció nítido y con una excelente visibilidad. Lástima que no fuera ayer. Pero en el paseo que nos dimos por la ciudad, antes de marcharnos, para visitar los jardines anejos a las cataratas, pudimos disfrutar de otra visión más limpia, propia de un día claro y soleado. En las fotos se pueden apreciar las diferencias. Jardines, agua, río, luz, verdor y frescura, en un contexto paradisiaco… En un ejemplo de alianza con la naturaleza, un sujeto, sentado al pie de un árbol, daba de comer a los pájaros que se posaban en sus manos, mientras una ardilla tomaba los frutos que le ofrecía y marchaba a ocultarlos cerca, en su despensa particular… Esa imagen quedó como colofón a la vista… ¿Cuál pudiera haber sido mejor que esta?

A la vuelta pasamos y paramos a visitar el parque de Watkins Glen,
Cornell University, la casa donde vivió Richard en Ithaca, y comimos, creo recordar, al pie de Cayuga Lake, uno de los lagos en forma de dedo, que presenta una visión desde el aire simulando los dedos de una mano, junto a los lagos vecinos.

Me sorprendió la frondosidad de los bosques y mi fantasía me llevó a estas tierras hace años, cuando los indios eran sus únicos habitantes y dueños organizados en la
confederación iroquesa de las tribus seneca, cayuga, oneida, onondaga y mohawk. La sensación de fusión con la naturaleza, del mundo animal en connivencia con ella, del equilibrio de un sistema ecológico donde el hombre ama la tierra y la santifica como madre y protectora, me arrebató el pensamiento. Mi fantasía me puede llevar a errar y dotarlos de un espíritu de fusión natural que igual no lo era, pero, en todo caso, me permito la licencia y pongo enlaces para quien quiera documentarse al respecto con mayor precisión. Por otro lado, la civilización ha cambiado todo, pero no ha respetado mucho, salvo excepciones. Me hubiera gustado conocer ese otro mundo del pasado, cuando el oso, el caballo, el búfalo, el alce… pastaban libremente, cuando la naturaleza y el hombre se fusionaban en un solo objetivo de supervivencia simbiótica. Pero los europeos no fuimos un ejemplo para ello, sino más bien al contrario, arrasamos, por lo general, con todo lo que se puso a nuestro paso y usurpamos la propiedad ajena sin escrúpulo alguno, hasta someterlo todo a nuestra voluntad y espíritu explotador y materialismo miope. Al menso le quedó el reconocimiento, por el Congreso de los EE. UU., de la llamada “Soberanía tribal” como independencia y respeto a su historia ancestral, y como descarga de la conciencia de los colonos que, con sus balas y agresión, los diezmaron hasta casi su aniquilación. Que Manitú sea benévolo con nosotros… A mí me castigó con una flebitis que me condicionó la vuelta y el resto del viaje, digo yo…aunque no crea en los dioses de la pradera.





Me embarga el estupor ante los hechos

  Opinión | TRIBUNA Antonio Porras Cabrera Profesor jubilado de la UMA Publicado en La Opinión de Málaga el 10 FEB 2024 7:00  ======...