Camino del campesino
(Dodecasílabo)
Caminito de
otoño de mis quebrantos
entre
cañaverales jaras y cantos.
Con mi paso
inseguro voy caminado
mientras
nubes burlonas me van mojando,
sendero de
mis luchas y mis pesares
mendigando
la vida por olivares.
Caminito de
invierno de puro frío
con sus
bordes de escarcha por el rocío.
Por veredas
de barro voy transitando
y el helor
de los vientos me va matando,
como faca
de nácar rasga el ropaje
y va
entrando en mis huesos como un salvaje.
Caminito
precioso de primavera
con sus
tonos de verdes en la ladera.
El color
verde y rojo de tus trigales
es un lago
con olas como los mares,
mientras
los jaramagos con sus dorados
van
vistiendo tus bordes por ambos lados.
Camino de
verano de mis labores
que causas
en mi cuerpo tantos dolores.
Canícula de
julio polvo y sudores
que amenaza
mi vida con sus calores,
ese sol de
justicia perla mi frente,
y me quema
la cara el aire caliente.
Esta es la
dura vida del campesino
un otoño de
barro forma su sino,
sufrimiento
en invierno de helor y frío,
promesa en
primavera y severo estío.
© Antonio Porras Cabrera
Málaga, 17 de marzo de 2023
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