Opinión
| Tribuna
Publicado
en el diario La Opinión de Málaga el día 07 JUN 2025 7:00
https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/06/07/mala-noticia-118333560.html
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Las cosas
se presentan complicadas, difíciles de entender. Se observa una discrepancia
entre lo manifiesto y lo latente, lo que se nos presenta y lo que existe de
verdad
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La ministra de Sanidad, Mónica García y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. / Kike Rincón - Europa Press |
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Tengo una mala noticia. Nada fue un
error… o tal vez sí, todo es un error. No hablo de la canción de Coti, claro,
hablo de la realidad que nos embarga. La mala noticia se va conformando y
confirmando en este movido tiempo de la política. Los medios de comunicación
andan en la contienda siguiendo el show de la política.
Las cosas se presentan complicadas,
difíciles de entender. Se observa una discrepancia entre lo manifiesto y lo
latente, lo que se nos presenta y lo que existe de verdad. Lo que se cuece en
la perola a fuego lento sigue tapado, bullendo en el fogón y oculto, mientras
observamos el crepitar de la fritura que se nos ofrece. Leire Díaz, Feijóo,
Ayuso, MAR, Koldo, Ábalos, Aldama… Vaya vodevil, el del miércoles con la
aparición ante las cámaras de Leire Diez para dar su discurso y, por sorpresa,
Aldama nervioso, irritado y amenazante, clamando a Feijóo que hiciera lo que
fuera para echar a Sánchez. Extraña alianza de Aldama con Alberto Núñez que
viene a enturbiar más el río, como denunciaba en mi artículo del pasado sábado.
Demasiadas heces, de variopinta procedencia, se nos ofrecen para distracción
del pueblo… ¡pan y circo! Mientras me pregunto: ¿Qué habrá en el pendrive de la
señora Leire para que Aldama asaltara la sala de conferencias con tanta
vehemencia?
Estrategias perversas
Estamos en momentos complejos. Con
investigaciones prospectivas poco ortodoxas, con procesamientos cogidos con
papel de fumar, con sospechas más que fundadas sobre mala praxis en variados campos
del poder, y con mucho, mucho ruido. Ruido de ventanas y nidos de manzanas que
se acaban por pudrir… y hay tanto ruido que al final vendrá el final, como
decía Sabina. Esta ruptura cada vez se parece más a un fracaso matrimonial, o
de la política democrática y del respeto que conlleva, que aboca al divorcio
insultante y peleón con el riesgo que representa. Tal vez ese sea el problema,
que hemos perdido los papeles del contrato y se pasan las líneas rojas desde
hace tiempo sin respeto al espíritu democrático y sin coste alguno. En todo
caso, en una sociedad como la nuestra, a través de la historia, el poder
siempre estuvo en la derecha y no pararan hasta retomarlo, incluso con artes
cuestionables. Ya se sabe: “el que pueda hacer, que haga”.
¿Resistirá la Constitución el
envite de este galimatías político? Se han vertido tantos juicios paralelos
interesados que, cuando la ley establezca y determine responsabilidades y emita
fallos y veredictos, habrá quien los cuestiones, como ya se ha hecho con el
propio Tribunal Constitucional, calificado de cáncer de la democracia por
prebostes hombres de la política de quita y Pons. No sé qué dirán cuando se dé
por buena la ley de amnistía, tan denostada por la derecha y un importante
colectivo de la interesada judicatura que se manifestó antes, incluso, de su
aprobación. Por cierto, la ONU considera que “La amnistía tiene como finalidad
crear condiciones propicias para alcanzar acuerdos de paz o bien favorecer la
reconciliación nacional”, lo que nos permite considerarla una estrategia
adecuada para resolver el problema catalán.
Los bajos y viejos fondos de las
cloacas
Pero la mala noticia no va solo por
ahí, sino por los bajos fondos, por las llamadas cloacas, que, aunque siempre
existieron, nunca lo hicieron con tanto descaro y poder. Es lógico, los
recursos que la tecnología y el conocimiento ponen a disposición de los
investigadores de corte tramposo, por no decir mafioso, son cada vez más
eficientes.
Hoy estamos vendidos, con la
telefonía, los WhatsApp, las grabaciones y escuchas, con los medios disponibles
cualquiera de nosotros puede ser totalmente controlado hasta el más mínimo
detalle. Tenemos el enemigo en casa, en el móvil, en el ordenador, en las
Alexas y Siris, en el mercado, en las redes sociales, en las tarjetas de
crédito, en toda la parafernalia que se ha montado para que, en este mundo
feliz, entreguemos la libertad a cambio de seguridad y paz mental.
La lucha que se establece en la
política es por ocupar la plaza de Gran Hermano en el futuro orden mundial, que
va más allá de la política para centrarse en el dominio social. Eso es lo que
realmente se está cociendo en los fogones, y no esa fritanga de incidencias y
anécdotas que nos ofrece la salsa rosa en la tele y en determinados medios de
comunicación, donde se da la batalla, por no decir la guerra, sabedores de que
vencerá quien gane el relato, aunque, en realidad, sea el peor.
El papel de algunos medios de
comunicación
Por ello, cada vez juegan con mayor
descaro los afines medios a ideologías y credos, dejando a un lado la
profesionalidad y función social, basada en el derecho de la ciudadanía a ser
informada correctamente. Ese debería ser su objeto y no el tomar partido. Esa
desviación nos muestra dónde están sus intereses económicos que, al fin y al cabo,
es lo que defienden. Por suerte aún quedan algunos medios en los que confiar.
Pero el mundo de la comunicación se ha complicado mucho, se está produciendo un
proceso de deconstrucción y confirmación de nuevas formas, vías y estilos,
donde la amoralidad y la falta de ética profesional es manifiesta, sobre todo
en los pseudomedios creados exprofeso. Los clásicos medios con rodaje y
experiencia, están siendo agredidos y cuestionados por otros advenedizos que
cuentan con la credibilidad que le otorga la ignorancia y el desapego a la
verdad.
La verdadera mala noticia es que,
en los nuevos tiempos, las cosas cambiarán hasta niveles insospechados. Andamos
ensayando para ver cómo se establece la hoja de ruta definitiva hacia un mundo
dominado por la nanotecnología, la gestión del big data (macrodatos), la
inteligencia artificial y la robótica en manos de sus dueños. Sobra la gente
inteligente y crítica, salvo que esté al servicio del sistema, y faltan los
sumisos y serviles para hacer caminar el mundo por la vía predeterminada para
mayor gloria del señor feudal. Porque hacia eso vamos, hacia una nueva etapa
feudal, donde el señor será el dominador de la tecnología, de los medios y del
poder económico que todo lo puede. Al él se le deberá rendir pleitesía en un
mercado libre, a la vez que ser sumisos con las leyes del sistema, porque sabrá
de nosotros más que nosotros mismos y nos manipulará. Si quieres vivir sométete
al nuevo orden, así quedarás protegido y conformarás la gran familia desde el
insignificante papel que tengas asignado.
Aún podemos neutralizar el
pesimismo
Bueno, tampoco debemos ser
pesimistas. Pero dado lo visto no se observa demasiado entusiasmo en el pueblo
para ser crítico y tomar conciencia de una realidad que nos amenaza. El ser
humano es un ser pensante y debería ser libre para ello, para desarrollar la
inteligencia como elemento evolutivo de la humanidad. Revelarse contra estos
“patrañosos” que nos quieren colonizar la mente con sus manipulaciones y
estrategias medidas es un buen camino.
En todo caso, ya estamos viendo
como el acceso a determinados datos privados se utilizan para objetivos
espurios. Lo cierto es que se adivina una conjura para acceder al poder
burlando la democracia, demonizando al contrincante, por parte de los que se
ofrecen como alternativa limpia, obviando el olor a podrido que emiten esos
postulantes salvadores. Es sorprendente, por no decir indignante, escuchar a
Feijóo acusar de capo a Sánchez y al gobierno de mafioso, con lo que le cuelga
al PP en la espalda. Indudablemente debe saber bastante de eso, si no por
haberlo practicado, al menos por aprendizaje vicario con sus amistades.
No debemos dejarnos arrastrar
A nosotros, a los ciudadanos, nos
queda la paciente labor de discernir, si es que sabemos hacerlo, desde la
frialdad que se requiere, para no dejarnos llevar e implicar en una guerra de
intereses, que no está clara sean compatible con los nuestros. Hay demasiadas
dudas, demasiados interrogantes sobre actuaciones que deberían ser ejemplares y
no lo parecen, ya sea del mundo de las fuerzas del orden público, de la
judicatura, de la política, de los poderes fácticos, económicos e ideológicos y
de credo religioso. Se complica el análisis porque no se sabe muy bien a quien
se ha de dar crédito. Deberíamos exigir una competencia leal entre los
partidos, de razonamientos inteligibles y lógicos, con solución a nuestros
problemas reales. Pero tengo malas noticias…
2 comentarios:
Volvamos a Quevedo ...y su poderoso caballero. Nunca
falla..
Muy buèn artículo Antonio es la dura realidad ,ojalá no sea demasiado tarde para que todos nos paremos a pensar con la cabeza y tomemos la decisión correcta .
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