Fase dos, resultado electoral y el momento.
La verdad es que el resultado de las
elecciones del pasado domingo nos trajo una sorpresa. Para mí fue algo
incomprensible que me rompió el esquema previsor que tenía. Las empresas
demoscópicas han fracasado rotundamente. Tanto en los estudios de campo hechos
durante la campaña electoral como en las encuestas a pie de urnas, se han
producido variaciones tan significativas que sorprenden. Lo curioso es que en
el caso de Ciudadanos y el PSOE se han ajustado bastante al resultado final,
pero respecto al PP no se esperaban ni ellos mismos esa subida hasta los 137
diputados. Otro asunto más flagrante es el de Podemos. No tiene lógica que en
todos los casos se les dieran resultados similares y al final se desviaran de
una forma tan impresionante. Ya hay gente que sostiene que ha habido pucherazo,
que han manipulado los datos y han subido los del PP y bajado los de Podemos. Y
digo yo: Si cada partido tiene las actas de las mesas electorales, incluido
Podemos, pueden contrastar esa información del propio ministerio, lo primero
que tienen que hacer es comprobar que los datos que tienen los partidos son
iguales a los que da el ministerio y se acabó la especulación y las dudas.
Sin entrar en esos asuntos,
podemos valorar los resultados oficiales. Para quien quiera mayor información
dejo este enlace con acceso a la página del Ministerio, donde podrá ver el
conjunto de esos datos: http://resultados2016.infoelecciones.es/99CO/DCO99999TO.htm?lang=es
Yo me he permitido hacer una
pequeña tabla con los resultados obtenidos por los cuatro grandes partidos a
nivel nacional, como son PP, PSOE, Podemos y Cs. Y os la ofrezco aquí, con los
datos de las elecciones del 20D y las del 26J. Podéis ver el número de votos
obtenido por cada partido en ambas elecciones, las variaciones habidas, el % de
esas diferencias, los escaños obtenidos, los que pierden y ganan, el % que
representan esas variaciones sobre lo que tenían el 20D y he añadido una variable
significativa, como es la relación entre el número de votos y escaños; es
decir, el número total de votos dividido por los escaños asignados, con lo que
tendremos una visión de cuantos votos le cuesta un escaño a cada partido.
Antes de entrar en el frío
análisis de las cifras, creo que no es malo hacer algunas consideraciones sobre
la cultura democrática de este pueblo nuestro, aunque en la entrada anterior ya
se tocara algo. No tenemos una cultura democrática sólida, pues nuestra historia
se encargó de bloquear las etapas y estados democráticos en nuestra administración
y gobierno. Por tanto, a la inmensa mayoría, no se nos educó en el verdadero
significado de la democracia participativa. Nos cuesta comprender que la visión
del otro es complementaria a la nuestra y tan digna de respeto como ella.
Parece como si entráramos en una guerra con el vecindario para ver quién gana
la batalla y deja en la cuneta al otro, lo que implicaría someterlo a nuestro
dictado.
Tenemos el amargo bagaje de la
reciente historia, donde se cultivó la moral de Amo y del Esclavo, del señor
que mandó como clase dominante (a modo de estadios feudales) y la del esclavo o
siervo, que renuncia a implicarse en las decisiones y deja en manos del señor
la toma de las mismas mediante un acto de fe, lo que implica que se le permite
todo y aceptamos sus explicaciones sin paliativos ante cualquier hecho
injustificable. Las reminiscencias del pasado inmediato influido por tantos
años de dictadura siguen presente. Se nos dijo que dejáramos la política para
los políticos, que los dirigentes ya sabían gobernar pensando en nuestros
intereses, pues ellos tenían mayor información y capacidad que nosotros para
tomar decisiones acertadas. Se nos anatemizaron las otras ideologías, nos
cargaron de prejuicios y se nos hizo patriotas a su forma: “España son sus territorios
no su gente”. ¿Con esta filosofía como se puede encajar la soberanía popular?
¿Pueden los hijos del franquismo entender que un país soberano es aquel que es
dueño de su destino, que elije y determina quien lo gobierna y qué políticas se
aplican para ello?
A pesar de haber evolucionado en
muchísimos casos, sigue esa idea y actitud troquelada en muchas mentes, como es
natural, no todos pueden evolucionar en la misma dirección y de la misma
manera, en todo caso, será en función de su capacidad crítica y de su
disposición a ello. Por desgracia hay demasiado pensamiento enquistado en el
pasado que no evolucionó hacia la concepción de una verdadera democracia. Tal
vez sea esa una de las circunstancias que justifica la adhesión inquebrantable
a un determinado partido del que nos hacemos gregarios. Adhesiones, actitudes,
conductas y sentimientos de pertenencia son la argamasa que nos instala en la
falta de criterio propio para obrar en libertad crítica llegando a votar a
corruptos, chorizos e indecentes políticos por el mero hecho de ser de nuestro
partido. Lo malo es que, al no tener conciencia política y social, hacemos que
los demás sufran las consecuencias. Es imprescindible, pues, una legislación
que corrija y evite estos sesgos mediante leyes claras y contundentes frente a
aquellos que atentan contra la propia ciudadanía mediante corrupción,
malversación o mal gobierno.
Pero vayamos con los datos:
Como podemos observar el PP ha
ganado 669.220 votos más, o sea, un
9.25% de incremento. Eso se traduce en 14 diputados, que son un 11.38%, o sea,
dos puntos más en la aplicación de la distribución de escaños. Cada escaño le
has costado o equivale a 57.709 votos.
Tal vez lo más escandaloso sea lo
de Podemos. Pierde 1.089.760 votos respecto al 20D sumando todos los grupos que
lo integran, o sea un -17.75% y se queda igual en número de escaños por efecto
de la ley D’Hondt. Pero ese -17.75% de pérdida de votos es muy significativo. A
Podemos le cuesta un diputado 71.123 votos. Pero el asunto también se cebó en
Ciudadanos. Perdió 390.759 votos, un -11.12%, lo que se tradujo en -8 diputados
que representan un -20% de lo que tenía. Cada diputado le costó 97.618 votos.
Más que a ningún otro. Habrá que ver la justicia de la Ley D’Hondt cuando se
aplica.
Hagamos un ejercicio. Ponderemos
el valor de los escaños en votos para estos cuatro partidos. Han obtenido entre
los cuatro 21.504.397 votos y 325 escaños. Si dividimos el número de votos por
el de escaños obtendremos: 66.167 votos por escaño que sería le valor medio en
votos del escaño. Vamos un poco más lejos; veamos cuantos escaños obtendría
cada partido con los votos que ha cosechado:
PP: 7.906.185/66.167=119; PSOE:
5.424.709/66.167=82; Podemos: 5.049.734/66.167=76; Ciudadanos:
3.123.769/66.167=47.
O sea que si aplicamos una
distribución equitativa de los votos, habría perdido con relación al resultado legal:
el PP -18 escaños (137-119), el PSOE -3 (85-82) y Podemos habría ganado 5
(71-76) y Ciudadanos ganaría también 15 (32-47). ¿Qué quiere decir esto? Que la
ley D’Hondt se ha de cambiar para que sea una distribución más justa. Hay otra
variable que no la considero, como es el valor en votos de cada escaño según la
provincia y su población.
Por otro lado se ha dado una
abstención mayor que el 20D, bajando la participación para estos partidos en
4.15%. Hipoteticemos: Si aplicamos esta corrección a todos ellos, entendiendo
que la abstención fuese homogénea entre los votantes de todos los partidos, nos
encontraríamos que las deviaciones se corrigen: El PP habría subido un 13.40%
(9.25+4.15); el PSOE también habría subido ligeramente en un 1.98%
(-2.17+4.15); Podemos habría perdido un -13.60% (-17.75+4.15) y Ciudadanos un
porcentaje inferior de votos en un -6.97% (-11.12+4.15). Pero el asunto de la
abstención, por lo que se ve, no es homogéneo.
Por tanto si, hipotéticamente, homogeneizamos
la abstención, permítaseme esa frivolidad, encontramos que:
- Ese espléndido resultado del PP, con ese 13.40% corregido, demuestra que sus votantes no se han abstenido, incluso se han movilizado los abstencionistas anteriores, a la par que se dieron trasvases importantes de votos desde Ciudadanos mediante el mensaje del voto útil. La clave para mí ha estado en conseguir el PP movilizar a sus descontentos que no le votaron el 20D, considerando que ya le habían castigado, mantener los votantes anteriores e incrementar con los de Ciudadanos.
- El PSOE se dejó votos por el camino, pero en menor cantidad que el índice de abstención, por lo que, a pesar de todo, no fue una situación catastrófica, solo se le descolgó un 2.17% en lugar del 4.15% de la abstención general.
- El mayor desastres se produce en Podemos, que pierde, en un sentido teórico, un 13.60% de sus votantes tras corregir las desviación de la abstención, aunque en realidad es un 17.75%. Eso es digno de estudio, pues parece que la alianza con IU y la mala gestión de la campaña y sus mensajes no cuajó. Como diría Errejón: 2+2 no suman 4 en este caso. Eso sí, por arte de birli birloque de la ley D`Hondt no pierden ningún diputado, manteniendo los 71 que sacaron el 20D.
- Ciudadanos, que bajó parte de sus votantes de forma alarmante, ha sido presa del voto útil, pues perdió un 11.12% (6.97% de sus votos, aplicando también la ponderación aritmética de la abstención general). El caso de este otro partido emergente nos hace pensar que la mayoría le vio como la marca blanca del PP para frenar la marcha de votos del descontento, dando la posibilidad de refugiarse en él para volver a su identidad primigenia en cuanto pasara la tormenta.
En Conclusión:
El flujo masivo de votos al PP en
estas circunstancias, con los escándalos de corrupción, el caso del ministro
Fernández Díaz y sus maniqueas conversaciones con De Alfonso y el cúmulo de
casos apuntados en su haber en los últimos tiempos, no han afectado a sus
votantes, es más, les han dado alas. Ya se vio cómo fueron ganando, en
situaciones anteriores, las elecciones municipales los alcaldes sospechosos de
corrupción sin importar a sus votantes esos hechos. Tal vez aquí se pueda
aplicar ese concepto que refería antes de la moral del Amo y del Esclavo, más o
menos como lo enunció Nietzsche. Esa fidelidad de la derecha tiene su
raigambre, bajo mi punto de vista, en el credo absolutista y su aceptación,
donde se conjuga el trono y el altar evocando el carlismo del siglo XIX y en la
aceptación de una estructura organizacional de corte más vertical. Hay peguntas
que las dejo el aire: ¿Hasta qué punto representa a la vieja y trasnochada
España? ¿Hasta qué punto influyó la ideología del viejo régimen? ¿Hasta qué
punto se manifestó de forma clara y precisa el neoliberalismo entre sus filas? Debe
ser producto de esa amalgama que se da en nuestra derecha, donde conviven
anacrónicos sujetos, con verdaderos demócratas al estilo derecha europea, junto
a herederos ideológicos del viejo régimen y una representación mayoritaria de
creyentes católicos, aunque los otros puedan votar a otros
partidos. La entrada en escena de algunos obispos anatemizando a Podemos y
alertando sobre la hecatombe que se produciría con ellos y sus adláteres, puede
haber tenido su efecto en el rebaño del Señor.
La hábil dicotomización de Rajoy entre PP y Podemos, dejó en la cuneta
de las opciones a los partidos más centrados. La lucha ya no se presenta entre
PP y PSOE como hasta ahora, sabedores de que ambos partidos son relativamente
parecidos, sino con otro mucho más agresivo con el sistema y, por ello, se
movilizan los electores del PP, pues el miedo al cambio radical entra en los
ánimos del electorado de derechas.
Por otro lado, existe una
filosofía que lo justifica todo, siempre y cuando ese mal se ejerza para
conseguir un bien. Maquiavelo, ya referido, decía que el fin justifica los
medios. Hay que evitar un mal peor y ahí cabe el perdón de los nuestros, de los
que velan por nosotros y nuestros intereses, volvamos, pues, la cara para no
ver, saber y oler las heces e inmundicias que provocan, y centrarse en las de
los demás para justificar que todos son iguales. La propia Cospedal en una
emisora tan de la Iglesia como la Cope, dejó claro que ellos son un reflejo de
la realidad social, pues esta sociedad es tan corrupta como los políticos. Es
decir, que de forma solapada ella acepta que quien vota a un corrupto lo hace
porque forma parte de ese colectivo de corruptos que pueblan nuestra sociedad. Ya
está, se acabó el cargo de conciencia, todos a votar que esto no tiene arreglo
y habría que cambiar la moral y ética de
la sociedad para que repercuta en los políticos, cosa harto difícil ahora mismo.
¿Qué hubieran dicho si el caso se diera en otro partido? Ya se vio con la
corrupción del PSOE en los últimos años de Felipe González, que no fue moco de
pavo tampoco con los Roldanes y demás actores de aquella detestable película,
cuando los electores le mandaron a regenerarse a la oposición durante dos
legislaturas. Eso es lo lógico, que ahora se hubiera mandado al PP a
regenerarse en la oposición, pero…
El caso del PSOE no deja de ser
bastante patético. Partiendo de una ideología de izquierdas, socialista, se
pasa a la socialdemocracia, que es un buen cambio en su momento, pero empieza a
traicionar principios y valores fundacionales que le hacen tambalear. El maestro
de la dialéctica, Felipe González, de verbo fácil, consigue modernizar a un partido
anacrónico ubicado en el exilio y da un formato europeísta al mismo. Obtiene el
beneplácito de la socialdemocracia europea y empieza a dejar en el margen
izquierdo a un importante colectivo de su ideología. No se puede negar en ningún
caso que la obra de González y el POSE de los años 80 fue un gran paso adelante
para nuestro país, modernizándolo y cambiando sus estructuras de comunicación, entrada
en la UE, sanidad, educación, etc. Sus iniciales objetivos de justicia social y
buen gobierno se van desmontando con sus casos de corrupción y el trabajo en
las cloacas del Estado. Acaba casi en la
derecha, haciendo políticas de derechas y defendiendo los grandes
intereses de los amos del sistema que parece le premiaron con el uso de las
puertas giratorias mediante un sillón en un muy buen consejo de administración,
al igual que a los demás servidores que se destacaron por el buen servicio dado
al mundo empresarial. La mala gestión inicial de la crisis también le pasa una
buena factura ubicándolos en la oposición en la selecciones de 2011. No sé si
el término casta, que acabará acuñando la gente de Podemos, se empieza a
fraguar en esos privilegios que se van auto-otorgando en el ejercicio de su
responsabilidad regidora y legisladora, tanto los unos como los otros. El PSOE,
pues, también pierde su credibilidad, en gran medida, debido a sus
corrupciones, que sirven a modo de comparación para justificar las de los
otros, sobre todo por los EREs de Andalucía, y su deriva ideológica, su
nepotismo institucional, etc. En estas circunstancias, allá por 2011, el PP y
el PSOE se tiran los trastos a la cabeza de tal forma que los dos salen malheridos,
pero dado que la izquierda siempre fue más crítica y peleona con sus
correligionarios, sale con más pupa el PSOE que la derecha, menos crítica con
los suyos y más tolerante con sus desvaríos, pues no rompen filas y siguen en
formación perfecta ante la confrontación para defender al PP. El PP pierde
menos voto que el PSOE ante los mismos hechos deshonrosos. ¿Es una cuestión de
cultura política diferencial en cada partido?
Pero situémonos para ver por
dónde y por qué surgen los nuevos partidos. Este barullo y “chanchulleo”, al
que me refería, que es relativamente tolerado en época de bonanza, salta por
los aires cuando viene la crisis. Mientras uno tiene pan en la mesa y sacia su
hambre no mira a la mesa de los demás para comer. Pero si no hay pan en mi
mesa, miro a la otra a ver si allí hay pan, porque tengo hambre y quiero comer.
Mas cuando veo que no hay en mi mesa ni migaja del mismo y en la de otros
existe abundancia de manjares y exquisiteces la ira me indigna, la injusticia
aflora y aparece el desencanto, la rebelión, el rechazo hacia aquellos que me
engañaron y, mientras se enriquecían juntos a sus amigos, yo iba perdiendo mis
cosas, mi casa, mi trabajo, mi paz interior, mi gente… y la angustia,
preocupación y desesperanza se apodera de mí. Estudié y no tengo salida, me
empeñé y no puedo pagar, el seguro del paro se acaba y no encuentro trabajo,
mis hijos me piden, mi gente quieren seguir con su nivel de vida y yo me siento
inútil e indefenso ante este caos que yo no he inventado… ¿lucho o me tiro por
la ventana, pues mañana me desahucian? Dramas, injusticias, dejación de
funciones y responsabilidades por parte de la administración, ricos más ricos, pobre más pobres… ¿Qué hago? Me iré
al comedor de Santo Domingo a ver si la caridad palia esta injusticia y el
hambre…
De golpe una luz se enciende y un
sinfín de gente va llenando plazas, gritan indignados. Son votantes de la
derecha, de la izquierda, del centro… son ciudadanos afectados por la crisis,
defraudados por sus políticos, que claman al cielo y al infierno una solución a
sus males, que rechazan las prebendas de aquellos a los que empiezan a llamar
clase. Busca un líder una organización, alguien que les guíe y articule para
esa lucha o reivindicación que les salve, que les redima de este desaguisado.
¿Dónde está el mesías, aunque sea un clavo ardiendo? Gritan que quieren cambiar
las cosas, hacen asambleas, y para
reafirmarse en su capacidad y darse ánimo entonan un “PODEMOS cambiar esto”.
Esa consigna dará nombre a su
partido, a su grupo de pertenencia, que intentará recoger las demandas y
fortalecerse con el desencanto colectivo. No hay una homogeneidad ideológica,
pues el descontento se da en diversos sectores de la sociedad y las ideologías.
Les une masivamente su rechazo a la gestión de la crisis, a la injusticia que
se observa, a los partidos que gobiernan. Entonces, Podemos, pregona su
transversalidad y le acusan de populismo incitándole a que se presente a las
elecciones que es como funciona esto. Lo hace y sorprende. Entra en el
parlamento Europeo. ¡Cuidado, cuidado! Que estos pueden ser peligrosos, pueden,
incluso, ser antisistema. Hay que hacerles la guerra, buscar trapos sucios,
descalificarlos, mostrar su peligro. Empieza la guerra sucia, la siembra de
dudas que es como funciona esto, la conspiración en no sé qué despachos, difama
que algo queda… La táctica consiste en machacarlos, al igual que ellos hacen: "Los subvenciona Venezuela, mirad el ejemplo... si no, mirad lo que ha ocurrido en Grecia que está en la ruina, bajaron las pensiones, se incrementó el paro, subió la deuda..." La guerra está servida y se buscan ejemplos que demuestran la inviabilidad de sus políticas. Al fondo la omnipresente y todopoderosa UE con el dedo amenazante de la Merkel... Miedo... miedo... miedo, terror a lo que pase.
Hay mucha gente descontenta con
el gobierno, desilusionada con los dos grandes partidos, que empiezan a rechazar
el bipartidismo. Pero si Podemos se presenta como transversal podrá llevarse
votos de la derecha y eso no lo puede consentir el mundo de las finanzas.
Entonces se apoya a un grupo relativamente nuevo para que recoja el descontento
de esa derecha evitando que ese voto vaya a la izquierda solapada, que es
Podemos, y se riegan las raíces de Ciudadanos, un partido sospechosamente
cercano al PP al que se le hace soltar el lastre de UPyD. Eso lo reconoce hasta
el presidente del BBVA que apoya este proyecto.
Ciudadanos es el Podemos de derechas, salvando diferencias, pero con el
mismo objetivo, recoger el voto descontento de ese lado, como ya he mencionado.
La gente, hastiada del bipartidismo,
ve con buenos ojos la entrada de aire fresco en la política y espera que se
acabe el despotismo de las mayorías absolutas. Muchos se vuelcan en apoyar a los
nuevos, bien para cambiar a los viejos o para darles una lección. Son la voz de
la conciencia social que deberá despertar del letargo y hacer considerar la
política de los antiguos a los que se le llama la clase por parte de Podemos.
Se entiende que una mayor representatividad
de la diversidad ideológica será un garante de control para que la apisonadora
no nos imponga trágalas. Rivera e Iglesias escenifican el encuentro de esas dos
ofertas nuevas, Ciudadanos y Podemos, dando la sensación de estar bastante de
acuerdo en muchas de las cosas que se plantean… Estamos en el programa de Jordi
Evole, juntos en un taxis, sentados en un bar, lejos aún del desencuentro poselectoral
del 20D.
El 20D da unos resultados que
ponen contra las cuerdas al gobierno marcado por la corrupción, pero en lugar
de llegar a un acuerdo de mínimos para cambiar las cosas, aparecen exigencias y
desacuerdos infranqueables, pues se priorizaron aspectos de segundo orden y no
se consiguió formar gobierno por la incompatibilidad entre Podemos y Ciudadanos, que tampoco tienen mucho interés en acercar posturas, aunque fuera de mínimos, de la mano del PSOE. Factores como el
reconocimiento o no del derecho a decidir y otros acaban bloqueando el proceso.
Sánchez es negado por la derecha y por la izquierda antes de que cante el gallo.
Elecciones a la vista tenemos, pues.
El ladino Mariano se sienta a
esperar en su puerta conocedor, supongo, de la historia de la izquierda y su
facilidad para perder oportunidades y enfrascarse en luchas intestinas a
navajazo limpio entre bastidores. Podemos empieza a vislumbrar la posibilidad de
dar el “sorpasso” por la izquierda al PSOE y eso le envalentona. Hace sus números
y se plantea la alianza con IU, aquella misma IU a la que ninguneó en las
elecciones anteriores, con la intención de sumar votos. Suponen que el votante
de ambas formaciones será fiel, pero se levantan voces más o menos en la
intimidad que niegan la mayor. Por otra parte, Iglesias da un golpe en la mesa,
destituye a Sergio Pascual, uno de los miembros más significativos de Madrid,
por sorpresa y de la noche a la mañana, sin contar con los demás, creándose una
crisis, que siembra otras en la periferia. Errejón queda tocado aunque no lo admita.
Las cosas no van bien, aunque parezca lo contrario. En la elaboración de las
listas saltan algunas chispas, como en Almería que se coloca con calzador al ExJEMAD
José Julio Rodríguez, pues IU no lo ve con buenos ojos, y se le descuelgan más
de 10.000 votos, que es el 20% de lo que habían obtenido antes, quedando fuera
del congreso otra vez, el cabeza de lista, por muy poco.
Ocurrieron muchas cosas antes y
en la campaña. La prepotencia y arrogancia de Iglesias; el vender la piel del
oso antes de cazarlo ofendía al PSOE; el no haber apoyado el gobierno del Sánchez
ni con la abstención en la minilegislatura anterior para echar a Rajoy y ahora,
que pensaba iba a sacar más votos que él, le tendía la mano, pero el PSOE no
olvidaba lo de las manos llenas de cal viva en las cortes y su no a la
investidura de Sánchez; la confluencia con IU bajo el paraguas de Anguita, joya
referente de un pasado ya guardado en el baúl de los recuerdos, descompuso a la
coalición comunista con los Llamazares renegando del acuerdo. Existía la
sospecha más o menos fundada de que el objetivo prioritario de Iglesias era
desbancar al PSOE en estas segundas elecciones de la mano de IU, antiguo sueño de
los comunistas de los años 90. El desencantó, bajo mi modesto punto de vista,
afloró, en gran medida, por la indefinición de Podemos. Primero dijeron que
eran transversales, luego los catalogaron de populistas, pasaron a
identificarse con el comunismo para llegar a proclamarse socialdemócratas. Tal
vez eso era echar demasiadas redes incompatibles a la vez. La red de la
transversalidad permitió que escaparan los de Ciudadanos, la comunista hizo
huir a los socialdemócratas, la socialdemócrata ahuyentó a los comunistas… Resultado: pérdida de más de
un millón de votos y adiós al sorpasso y puerta abierta a Rajoy, que fue el ganador
ante tantas abstención y, a la vez, acúmulo sumatorio de sus votos.
El PSOE, grogui en el
cuadrilátero, quedó vivo y pensativo. Hizo examen de conciencia y anda buscando
retirarse a los cuarteles de invierno para retomar fuerzas, si no se rajan
antes entre ellos las entrañas. Susana… ¡ay mi Susana!, juega y pierde, pero
pierde menos y se envalentona como artífice del fracaso del sorpasso. El reino
del sur se debilita y cada vez es más complicado
revertir la batalla de Las Navas de Tolosa y subir Despeñaperros. Eso se verá
más adelante. El problema es qué debe hacer este PSOE magullado por intrigas,
machacado por los costados a manos de Rajoy y de Iglesias, tambaleante y medio
grogui: aguantará, es fuerte porque se ha fornido en mil batallas y porque le
interesa al sistema mantenerlo vivo como pieza fundamental para su seguridad y
equilibrio. Su dilema es: Si cede ante Rajoy se lo comen por la izquierda y
perderá su identidad como alternativa, si lo veta y vamos a otras elecciones lo
rechazarán muchos ciudadanos hartos de votar… “Ni contigo ni sin ti tienen mis
males remedio, contigo porque me matas y sin ti porque me muero”. Tal vez, resulte
inteligente dejar y predicar que Rajoy tiene afines en la derecha española para
fraguar su gobierno, que suma sin ellos y que lo que ha de hacer es negociar con los
otros. Si no pudiera, ofrézcase un gobierno de coalición con acuerdos mínimos
presidido por un sujeto no afiliado a ninguno de los tres partidos de la
coalición, como el que yo sugiero, Angel Gabilondo, con reconocida capacidad de
diálogo y consenso, pero eso es poco viable también. En fin, no le arriendo las
ganancias a este PSOE lacerado y dolorido sin fuerzas para ser alternativa, aunque
sí para vender cara su abstención y que gobierne el otro… lo que ya se veía
venir y se ha comentado en tanto mentideros de la villa y corte.
En todo caso, dadas las
circunstancias y el rechazo social que produce la figura del Rajoy (la
valoración más baja según el CIS), al que difícilmente admitirían como
presidente en ningún país democrático, bajo mi humilde opinión, la pieza a batir
en estos pactos es él, en la línea que defiende Ciudadanos, aunque la voz de su
amo ya le esté clamando que desista de tanta intransigencia respecto a Mariano
y sus muchachos. Apoyar un presidente que ha mentido en el Congreso, que ha
mandado mensajes de aliento a un delincuente, que no se ha enterado de nada de
lo que ocurría a su alrededor con la corrupción, que ha estancado el problema
de Cataluña permitiendo que el agua se vaya pudriendo hasta acabar irrespirable
y que genera descontento en la mayoría de la ciudadanía por su misma forma de
ejercer la política, es un riesgo que no quieren correr ni Ciudadanos ni PSOE,
pero… al tiempo.
En fin, amigos el futuro es
incierto y esta entrada está resultando muy extensa. Quedan tantas cosas por
decir, por pensar y comentar que se necesitarían otros cuantos folios para
ello. Lo dejamos aquí y que cada cual saque sus conclusiones, como es natural,
yo, como siempre, solo expongo lo que pienso, que es mi derecho y, si me apuran,
mi obligación como ciudadano de a pie. Suerte, vista y a esperar lo que se
avecina.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario