El inocente ciudadano |
Una inocente reflexión
Hoy es 28 de diciembre, día de los inocentes. Hemos
de andar con cuidado para que no nos coloquen como noticia una mentira y la
traguemos como verdad. Pero a estas alturas, cuando a lo largo del año nuestro
gobierno, por no decir nuestros gobiernos, nos ha mentido hasta la saciedad,
cuando sus verdades apestan a mentira,
no cabe mayor inocentada. Esta sociedad es una sufrida idiota que soporta
trágalas indecentes de políticos obscenos que prometen una cosa y nos colocan
otra, que provocan fraude electoral cuando nos hacen votar el programa que nos
interesa, para hacer, luego, el que les interesa a ellos y a los suyos.
Hemos sufrido en la carne de nuestras mentes la
injusticia del trato a un Yerno, a un Matas, a los Gürtel y Bárcenas, al
entramado y pérfido complot de los ERES, los embrollos de espías, escuchas,
dimes y diretes, de contabilidades en B, de pagos en diferido, cobro de comisiones,
Jaguar aparecidos por arte de magia, desvío de recursos públicos, eliminación de
jueces molestos, etc… Hemos soportado las mentiras de un
presidente que en otro país ya estaría dimitido o cesado en un impeachment al
estilo americano, bien por mentir o, en su defecto, por no saber gobernar su
casa, lo que le descalifica para gobernar un país. Pues bien, todos ellos son
inocentes. ¿Les parece poca inocentada vivida a lo largo del año?
Pero hay más. Nuestra
economía se ha hundido, aunque ellos digan que estamos saliendo de la crisis
mientras seguimos cayendo en el abismo de la desigualdad social. El paro se ha
convertido en una lacra que afecto a las clases menos favorecidas. Se han perdido derechos laborales conquistados en lustros de lucha. Se ha
prohibido manifestarse bajo multa, se apalea a quien lo hace y se le
criminaliza, se ha ilegalizado por decreto la exhibición de la pobreza y la
súplica pública de la caridad cristiana, mientras los miembros del gobierno
acuden a misa y se acogen a la Virgen del Rocío buscando su amparan para
resolver los problemas de la crisis.
Por otro lado, mientras
rechazan el aborto, que es patrimonio de la propia madre y de su exclusiva y
dolorosa competencia, obvian el sufrimiento del pueblo, el hambre y la miseria;
permiten los desahucios y el incremente de los ciudadanos “sin techo”, bendicen
las guerras vendiendo armas al por mayor y siguen impasibles ante el hambre y
la pobreza del mundo, a la par que ellos, y los suyos, andan con inmensas
fortunas a buen recaudo en los paraísos fiscales, donde quedan ocultos sus
dineros por fronteras legales inexpugnables. ¿Qué vida es la que defienden, la
del nonato o la del ser vivo ya nacido? Si es la del ser vivo, la del nacido,
la del ser humano, ¿Dónde está su actitud de defensa a ultranza de la justicia,
de la igualdad, de la lucha contra la miseria, el hambre, la enfermedad y la
muerte? Pero no, la miseria sigue al otro lado de la valla, contenida por
cuchillas disuasorias y asesinas. El dinero fluye a su conveniencia, pero los
ciudadanos, las personas, no pueden hacerlo…
Por otro lado asistimos
al espectáculo de una iglesia plagada en su jerarquía de sujetos obtusos, por
no utilizar otro calificativo más elocuente, que siguen anclados en un
anacronismo de siglos sin entender cómo ha evolucionado la sociedad, cómo el
ser humano ha dejado de ser una bestia de carga para convertirse en un sujeto
pensante; pasar de súbdito sumiso y obediente, ante el pastor del rebaño, a
sujeto soberano, crítico y con capacidad de discernir libremente. No, señores,
el ser humano debe dejar de ser una herramienta de producción para convertirse
en un elemento de creación; debe transitar de instrumento a eje principal sobre
el que pivote la actividad humana para que desarrolle sus potencialidades y
consiga, con su aportación, la evolución de la sociedad hacia nuevos destinos.
Seguimos con obispos que quieren imponer sus ñoños criterios a los demás, que
no comprenden la diversidad, demonizando conductas que no les compete… la
homosexualidad, el aborto, el divorcio o el matrimonio homosexual civil al que
atribuye perturbación de la personalidad y violencia, según el señor obispo de
Segorbe-Castellón y otros, mientras son complacientes con su propia pederastia. A mí me
parece bien que a sus fieles, a quien quiera seguir sus sermones, panegíricos y
arengas, les digan lo que quieran. Que cada religión obre con arreglo a su
doctrina, pero en ningún caso que intenten imponer esos criterios al resto de
la sociedad, y menos de la mano de los Roucos y adláteres. Por ahí no debemos
pasar…
Pero hemos de ser
justos y reconocer que hay una tendencia, dentro de la Iglesia, que es
prometedora. La Iglesia Católica, en España, sea como fuere, sigue teniendo un
gran peso y no podemos obviar su influencia en un importante colectivo de la
sociedad. Por eso, a la par que se critica su intromisión en cuestiones
civiles, laicas, no propias de su competencia fuera de su privativo marco, hemos
de saludar con agrado y simpatía, al menos yo lo hago, las iniciativas del papa
Francisco, como humildemente se gusta llamar, que ha traído nuevos aires. La
Curia Vaticana tiembla y no sabemos muy bien que conspira y maquina para
mantener sus privilegios. Miedo debe darle a “Su Santidad” estos herederos de las
conductas de los Borgias. Queda en el aire las causas de la fuga por el foro,
del papa emérito, ya jubilosamenmte jubilado. Mas, suenan campanas de
renovación. Viejos deseos y enfoques reprimidos y demonizados por la
intransigencia anticuada de los conservadores del sistema y sus prebendas,
vuelven a tener brío, a despegar en las mentes de muchos creyentes, de la mano
del nuevo papa. En lontananza se vislumbra el renacimiento de la teología de la
liberación, aquella que muchos defendíamos en los años 60 y 70 y que los
conservadores de Roma ahogaron. Que interesante cuestión, pues muchos creyentes
solo andan en la dirección que les indica el pastor, y este pastor parece que
boga hacia nuevos horizontes de esperanza. Si es así podrá movilizar a su
rebaño hacia el encuentro y podremos compartir ideas y objetivos más humanos y
equitativos, sembrando más justicia social y promoviendo el encuentro respetuoso
entre las diferencias.
Por tanto, el propio
mundo es la mentira, la inocentada que nos gastan en el día a día aquellos que lo
controlan todo, incluido nuestro pensamiento. Hoy debería ser el día de la
verdad. Que la inocentada fuera contar una verdad, para que, al menos, ese día no
nos sintiéramos ninguneados. Yo lo estoy intentando a mi modo...
9 comentarios:
Horrible, Antonio. Y en Argentina, no te cuento....una vergüenza, un espanto. ·8, 40 gr de calor, 70% de humedad y sin electricidad, semanas....eso y todo lo demás....
En fin...
38 a 40 grados en la Capital Federal
Bueno, Antonio, suscribo lo que tan bien expones que no es si no la pura realidad.
Sin embargo, ésta es la realidad de todas las épocas y etapas de las personas y la sociedad a través del tiempo; no igual en la forma pero sí en el fondo.
Para no extenderme mucho, sabes que el arbolito desde pequeñito, un buen " rodrigón o tutor " en el cerebro y aprendizaje del niño desde que nace, educación, formación y por supuesto crianza adecuada . Y como los mandantes de la pirámide en donde no se caracterizan por su buen hacer y el humanismo, sino todo lo contrario, seguimos teniendo más de lo mismo. No creas que no me duele y deseo que poco a poco se solucione el "inocentazgo", pero verás como cuando se vayan acercando las elecciones,la pandilla de ambiciosos y desalmados políticos y adláteres, empiezan a poner en práctica la demagogia y algun acto que engatuse a la gran mayoría. Y vuelta a empezar...,¡ venga ya! que ya está bien, que los voten los sátrapas del averno, por favor no voten a nadie o en blanco, que todo lo que dicen y prometen es cuestionable, y si algo hacen es de cara a la galería y poder sequir manteniendo el pesebrismo de sus seguidores. Hay otros métodos y sistemas de hacer que esto funcione. De momento voy a seguir conociendome a mí mismo, ayudar a quien realmente lo necesite y acuda a mí. Es mucha la necesidad de vivir y nutrirse medianamente bien, hay mucho sufrimiento y dolor en un sector cada vez más ámplio de la sociedad, caen los más débiles e impotentes, y lo que me cabrea (por eso te digo que antes de echarse a la calle, a ver si encontramos piedras de molino), el pasotismo, la indiferencia ,desafachatez e incluso el regocijo campa en los que tienen que poner soluciones y remedios. Que los dioses sigan protegiendo y mitigando el dolor de los más débiles.
Un abrazo, amigo.
Comentarios así hacen falta que circulen por la red a ver si de una vez por todas abrimos los ojos y plantamos cara a esta pandilla de ladrones que manejan los hilos del poder.
Un abrazo amigo.
Buena inocentada, Antonio. Dices demasiadas verdades como para publicarlas en el dia de los inocentes. Con tu permiso colgaré esta cuchufleta EN MI FACEBOOK. Quien tenga oídos para oir, que oiga!
Myrian,no sabía que estabas en Argentina, pensé que andabas por tu casa de Israel. Bueno, tú puedes pasar del invierno el verano en unas horas de vuelo.
Lo otro, lo del tema de mi entrada, es otra cosa. Ya es más difícil de cambiar.
Un abrazo y felices fiestas
Modesto, gracias por tu amplio comentario. Ya se sabe, los deseos de la buena gente son mediatizados por los gobiernos y el poder fáctico, donde no hay esa buena gente.
Un abrazo afectuoso
Cierto, Esperanza. Lo malo es que aún abriendo los ojos, si no tenemos el poder y la fuerza de cambiar lo que hay, seguiremos como estamos más o menos. Pero si adquirimos y utilizamos la fuerza que da la razón junto conductas y actitudes enfocadas al cambio, puede que hagamos algo.
Mis deseos son que el próximo año se inicie la concienciación de la ciudadanía y obre en consecuencia.
Un abrazo
Gracias, Jaume. Será un placer la divulgación de esta inocente reflexión que os propongo.
Un saludo afectuoso desde el recuerdo de los viejos tiempos.
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