Espantosa imagen de Hiroshima |
Hoy se cumplen 68 años de la
masacre de Hiroshima. Ante estos hechos y todos los que se desprenden de las
guerras y la vileza del ser humano, acabamos con un sinfín de preguntas incontestables.
¿Hasta dónde es capaz el ser humano de llegar en su violencia? ¿Cómo puede
buscar argumentos que justifiquen estos actos y encima queden como héroes los
asesinos que los perpetran? ¿Dónde y quien dirige la conciencia del hombre? ¿Con
qué cara se invoca a Dios ante la guerra? ¿Cómo es posible que pueda vivir en
paz consigo mismo quien ha tomado parte en estas vilezas, bien dando la orden o
bien ejecutándola?
No, no es posible creer en la
bondad del ser humano cuando se observa su recurso a la guerra para dirimir
conflicto o desencuentros. La guerra, que siempre fue producto del ejercicio
del poder y la rapiña de un grupo sobre otro, responde a la codicia de estos
grupos. Desde los tiempos más pretéritos la confrontación fue por los bienes y
el poder, por el dominio de la zona y sus recursos, por la imposición y explotación de unos sobre
otros, por la obtención de un botín y el sometimiento del vencido. La paranoia,
la desconfianza, la locura de un líder trasladada al colectivo fue el motor…
Los actos heroicos de la historia están cargados de ejemplos. Los grandes y
despiadados guerreros fueron héroes, ejemplos de patriotismo según el resultado
de la contienda, pues la historia la escribe el vencedor. Su instinto asesino
se entendió como salvador, su conducta criminal como ejemplar.
Desde ese poder se ejerce el
dominio sobre el pueblo y se le fuerza a actuar y hacer de carne de cañón en el
conflicto, mientras sus verdaderos responsables y beneficiarios se esconden
tras la estructura dominante. Hoy, hace 68 años, fue masacrado un pueblo, la
ciudad de Hiroshima, después vendría Nagasaki. No sé si le tembló el pulso al
asesino de niños, mujeres, ancianos y gente indefensa, pero lo que quedó claro
es que la masacre indiscriminada pretendía la rendición de un señor que no fue
atacado… ¿Por qué no lanzaron la bomba sobre el palacio del emperador? ¿Por qué
eligieron a un mundo de inocentes ciudadanos? Ese es el juego… El poder respeta
al poder y busca su rendición pero no su exterminio, sino su sometimiento. El
emperador siguió siendo emperador en Japón y los muertos de Hiroshima y
Nagasaki siguieron siendo muertos e incrementándose… Como curiosidad diré que el
nombre del avión que soltó la bomba en Hiroshima, era el de la madre del
piloto, el coronel Paul Tibbets (Enola Gay) ¡¡¡Qué bonito ponerle el nombre de
la madre al bombardero que segará tantas vidas!!! Mientras el Enola Gay
se alejaba a toda velocidad de la ciudad, el Capitán Robert Lewis, copiloto del
bombardero, comentó: «Dios mío ¿Qué hemos hecho?».[ El
presidente de los EE. UU. era Harry Truman, a él le
correspondió dar la honrosa orden del bombardeo y amenazar con más si no se
aceptaban los términos de la Declaración de Potsdam.
Mientras tanto, el juego del miedo
sigue amenazando al mundo. Los arsenales nucleares desafían la paz, aunque digan
que la mantiene a través de ese miedo, de ese escarmiento visto en Hiroshima y
Nagasaki. El trauma social persiste. Pero, en el fondo, no tenemos ninguna
garantía de que un día cualquier loco que llegue al poder, cosa bastante
factible como se está viendo, pueda apretar
el botón porque piense que es necesario y patriótico ese acto en defensa de los
intereses de su grupo, olvidando que el gran grupo es la humanidad y debe ser
el elemento prioritario en toda decisión. El hombre es universal mientras que los
grupos de poder se han fraguado desde el dominio y la imposición por la fuerza…
Hoy, en este aniversario, canto un réquiem
por esas víctimas y condeno sin paliativos a quienes tomaron la decisión y la
ejecutaron, produciendo tanto dolor, tanta muerte y desespero, tanto sufrimiento
y destrucción mostrándonos hasta donde es capaz de llevar la vileza humana…
1 comentario:
Tiene aun mås sinsentido esas bombas porque Truman sabía que Japón estaba acabado. Se rendiría en dos semanas a mas tardar.
Ni Hiroshima ni Nag azaki tenían un solo soldado.
EE.UU. no ha pedido perdón aún por estos actos tan criminales y cobardes. La vergüenza y la vileza se extiende sobre ellos.
Un abrazo, Antonio.
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