Hoy me he enterado del estado de la nación. Yo no sabía
que la nación estaba en estado... Ahora entiendo tanta parida, por no decir
cagadas. Lo lamentable es que han querido convertir en circo, donde luchan
gladiadores dialécticos, el hemiciclo, donde reside la
soberanía popular según dicen, y distraernos de la verdadera realidad que nos
atenaza. No se trata de quien gana o pierde, eso ya se sabe, el que pierde es
el pueblo llano y quien gana son los que andan por el poder incluyendo sus adláteres,
los colegas de sus grupos y sus testaferros, los Bárcenas, Urdangarines y
compinches de EREs y serás. Hoy los medios de comunicación han hecho, salvo
honradas excepciones, un juego perverso resaltando las menudancias y obviando
lo profundo, jugando a la liga que enfrenta a los políticos y dejando en la
cuneta los verdaderos problemas.
En resumen, hemos vivido un
acto de patetismo político, donde lo que se jugaba era quien ganaba el combate
dialéctico, quien salía reforzado. Pero, ¿reforzado para qué? El pescado está
todo vendido, estamos donde estamos y nos gobierna quien nos gobierna. Europa
se ha convertido en una trampa tramada por la globalización impulsada por el
mundo del comercio y nosotros, infelices y cándidos, estamos atrapados en ella,
sin que considere el valor del ser humano, sino como elemento de explotación y
beneficio.
El taimado Rajoy no es de
fiar después de reconocer que no cumple lo que promete, pero la oposición no le
va a la zaga con Rubalcaba a la cabeza... Todo suena a teatralidad de una obra
que podríamos titular: Crónica de una desgracia anunciada. La de la gente de a
pie mientras se reparten los bienes del Estado privatizando nuestro común
patrimonio y vendiendo sus influencias.
El futuro no es nuestro tal como se están forjando las cosas. El futuro
es del dinero y de quien lo tenga, de la pasta gansa que cada vez es más escasa
entre la clase media y baja y más abundante entre los que especulan y bailan el
vals de la codicia y las finanzas. Cuánta razón tenía Thomas Jefferson cuando
hablaba del poder de la banca, o cuando decía: “Cuando alguien asume un cargo público debe
considerarse a sí mismo como propiedad pública”. Aquí se piensa que cuando se les elige es
para que se adueñen de lo público, que se les da carta blanca para que usen lo
público a su antojo…
Lo malo es que cada vez se produce un mayor divorcio entre la clase política y la ciudadanía, entre quienes tienen que defender los intereses de la colectividad y los afectados por la crisis. No, no vamos por buen camino. Nos han hacho unas vías para que circulen el tren sin desvío y sin retorno, solo frenará si descarrila y eso será una catástrofe, a no ser que cambiemos de conductores de una vez por todas y se reconduzca el itinerario.
Mientras tanto, estamos huérfanos... ¿Lo habéis notado?
Malos tiempos para
lírica....
6 comentarios:
No se qué decir Antonio, volver a afirmar, ya lo sabes, los huérfanitos hacen familia por la tierra, pero son minoría, siempre minoría. Bss.
Un año más, Antonio, el debate del estado de la nación se ha convertido en una partida de tenis entre el Gobierno y la oposición. Ambos querían quedar mejor que el otro; pero de soluciones para España ni una palabra,todo sigue igual.
Lo pero es que nada va a cambiar, nadie va a ir a la cárcel ni nadie va a reintegrar lo robado. Los años pasan y la casta política vive a sus anchas: es lo único que les importa. Estupendo artículo. Un abrazo
Vengo notando cada vez más, que los ¨estodos de la nación¨son decepcionates, sobre todo por la parte que gobierna. Es una guerra díalética sin ir al fondo de las cuestiones, respondiendo lo que se quiere,y/o como se quiere. Parece que lo importante es que no nos enteremos. La cuestión es salir del mal trago.
El incumplimiento de la promesas electores,ya no nos coge por sorpreza.
Nos vemos huérfanos porque nos llevan por donde no queremos.
Antonio, un abrazo.
Cierto, emejota. Los huérfanos siempre son minoría y acaban aislados.
Besoss
Juan, mi impresión es que la casta política siempre vivió como quiso engañando al personal, cuando no pasando de él. Ahora con el nivel de conocimientos que hay y el de información y discernimiento de la gente es más difícil engañar, pero siguen en sus trece.
Un abrazo
Amigo Prudencio, creo que cualquier ciudadano tiene una idea de cual es el Estado de la Nación, por lo que se espera de estos debates que le den solución a los problemas que ya sabemos, pero no que hagan juegos florales y esgrima de palabras para ver quien vence a quien. Cada vez están más lejos de la gente concienciada.
Un abrazo
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