Ejemplares de zanahoria morá |
Uno, como cuevacho, o sea, hijo de
Cuevas de San Marcos, no tiene por menos que sentirse dolido y triste por ver
que un producto tan propio como la zanahoria morá acaba siendo reivindicado en
exclusividad por un pueblo vecino como es Cuevas Bajas. Es bien cierto que el
cultivo de dicha zanahoria, en esa zona, es ancestral, de siglos. Pero no es
menos cierto que Cuevas de San Marcos tiene en su haber y su historia un no
menos amplio y consolidado sistema de producción de ese artículo, compitiendo
en calidad con este y otros lugares que presumen de su cultivo. Lo cierto es
que la calidad y su identidad están relacionadas con su color morado y,
habiendo visto gran cantidad del producto de diversa procedencia, acaba uno
entendiendo lo de la exclusividad de la zanahoria morá genuina de esta zona de
las cuevas de Belda. Solo se ha de dar una vuelta por internet, buscar imágenes
en Google y ver la diferencia de color y presentación que hay entre ellas.
Para conseguir un buen cultivo,
según tengo entendido por los agricultores de mi pueblo, se requiere, además de
una buena semilla, una tierra adecuada, esponjosa, que permita la expansión de
la raíz y su crecimiento en todas sus dimensiones, sin quedar ahogada.
Lógicamente necesita unos cuidados especiales, como es el clareo entre las
distintas plantas, la eliminación de la competencia de otros contendientes como
hierbas y demás que le arrebaten o mermen el acceso a los nutrientes, y un
adecuado sistema de regadío. También el abono natural es un elemento primordial
para conseguir unos buenos ejemplares. Todo esto lo refiero por lo que he oído,
pues aunque mi padre era hortelano y las cultivaba en la Aceña, no es mi
especialidad, más dedicado al mundo intelectual que al agrícola. No obstante,
tengo muy buenos amigos y familiares en Cuevas de San Marcos, que son expertos
hortelanos y maestros en este arte del cultivo de la zanahoria morá.
Pero hablemos de zanahorias. La
zanahoria, al igual que muchos productos de la huerta anteriores al
descubrimiento de América, inicia su cultivo en la zona de Oriente Medio, desde
Mesopotamia (actual Irak) a Afganistán, al menos las que aterrizaron aquí de
manos de los musulmanes. Se dice que son más de 3000 años los que avalan el
cultivo de la zanahoria en esos lugares y que con la llegada de los árabes a
Europa, desde el norte de África, se incorporan cultivos de esta índole a la
agricultura Española y Europea. Aunque la zanahoria, básicamente la de color
naranja, tiene en Holanda y los Países Bajos su mayor difusión, hay indicios
bastante fidedignos de que la morada, que nos ocupa, desembarcó en nuestra
tierra también de manos de los árabes. Por lo que he leído en esos mundos de
google buscando tratados que me aclararan las dudas, ya Ibn al-Awwam, agrónomo
andalusí que vivió a caballo de los siglos XII y XIII, describe tanto las
variedades rojas como amarillas, si bien se cree que se introdujo en Europa entre
los siglos VIII y X. Curiosamente, la zanahoria naranja apareció en el siglo
XVII en los Países Bajos. Se dice que los genetistas y botánicos consiguieron
ese color en homenaje a Guillermo de Orange, que luchó contra España en los
referidos Países Bajos buscando su independencia. Pero esto es otro tema.
Parece ser que las primeras
noticias que se tienen de la zanahoria morá por esta zona, datan,
aproximadamente, del siglo XIV, cuando se ubica el cultivo, por parte de los
habitantes musulmanes, en los aledaños de las Cuevas de Belda. Mirándolo
fríamente, sin chauvinismo barato, debieron de extenderse por las huertas
regadas por el río Genil en las Cuevas de San Marcos y Bajas, llamadas a la
sazón Altas y Bajas respectivamente, además de los Llanos a la falda del
Camorro donde se inserta la propia cueva Belda. Por tanto es un cultivo
compartido en la zona de las cuevas que no podría ser patrimonio singular de
ninguna de las partes. Es cierto que la zanahoria morada se cultiva en otros
muchos lugares de España, hay muchas evidencias de ello, pero el colorido y la
calidad que se ve en esta zona es singular. Morado intenso, con un corte
transversal donde se observa un círculo o corazón interior morado y una corona
circular, también morada, que forma el perímetro. En su corte longitudinal se
puede observar una cobertura morada, un cuerpo blanco y un eje central morado.
Ahora bien, dada la iniciativa
manifiesta de los cueveños (gentilicio de Cuevas Bajas) de mayor ímpetu y
oportunidad que la de los cuevachos (gentilicio de Cuevas de San Marcos), que
parecemos más alelados para el negocio que los cueveños, cabe felicitarles por
su ingenio y sumarse al festejo, sin bien, por hacer honor a la historia y la
verdad, Cuevas de San Marcos debería tomar partido en estas celebraciones con
su aportación singular. Tal vez, el mundo político local tome, en alguna
ocasión, iniciativas al respecto y busque un protagonismo cuevacho con este y
otros productos. Mientras tanto seguiremos disfrutando de esa exquisitez de
zanahoria que acompaña tan bien la mesa y el arte culinario de la zona.
No se olvide que la zanahoria, en
general, es un producto rico en componentes nutricionales, vitamínicos y
minerales que son requeridos por nuestro organismo. Son ricas en caroteno y su
pigmentación morada está causada por una sustancia hidrosoluble llamada
antocianina, altamente antioxidante y con efectos beneficiosos como
antitumoral, antidiabética y antiinflamatoria. Mejora la actividad coronaria,
la agudeza visual y el comportamiento cognitivo. La sabiduría popular la
considera muy buena para la vista, cicatrizante intestinal, diurética y
astringente. También para curar la afonía se hervían zanahorias, se exprimían
mezclándolas con agua y con miel (una especie de te de zanahoria). Eso sí, no
olvidemos que también sirve para acompañar un buen vino a modo de tapa, al
igual que variado condimento gastronómico.
Le propongo desde mi blog, a la
señora alcaldesa, uniendo esta a la fiesta de las Candelas, que convoquen un
concurso gastronómico exclusivo para desarrollar una cocina creativa a base de
este producto… ¿Se apunta señora Lourdes? Tal vez sea una forma de reivindicar
nuestro protagonismo con la zanahoria morá y completar los festejos del vecino
pueblo, además de redescubrir e inventar distintos platos para disfrutarlas.
-----------------------------------------------------
Os presento unas fotos de diversos
ejemplares cultivados y donados por Isidoro Romero Moreno y José Ángel Cabrera
Roda, que han tenido a bien obsequiarme con tan maravilloso producto. Brindamos
por su salud con una copa de buen vino fino y una tapa de tan rica zanahoria,
ahora que Isidoro anda luchando por su salud. Gracias a ambos.
Capricho genético |
Su interior en corte longitudinal y transversal |
Su diámetro |
Su longitud |
Corte transversal |
Corte longitudinal |
Su presencia al corte |
Su aderezo con ajo, pimienta, vinagre, aceite, sal... al gusto |
Buen ejemplar de raíz |
Y después una buena olla de habas |
12 comentarios:
Magnífico homenaje a un producto escaso, original y representativo de tu terruño, Antonio.
la verdad es que en el periódico del pasado domingo se anuncaba la fiesta de la cata de la zanahoria morada en Cuevas Bajas y no mencionaba siquiera Cuevas de San Marcos, lo cual dice mucho sobre la capacidad de gestión y promoción de los ayuntamientos. Eso explica que unos pueblos progresen y desarrollen más que otros.Me viene a la mente, quizás sea porque estamos ya en navidades,la parábola de Cristo sobre los denarios.Ésa en que un padre les entrega la misma cantidad(el mismo producto) a tres hijos y dos de ellos lo multiplican por diez o por cien y otro no le saca rédito alguno.Los primeros reciben premio y al otro lo maldice.Bueno, dirás qiue porqué me enrollo tant , pues ni yo mismo lo sé, sólo sé que son las siete de la mañana, que hace mucho frío en la calle y que algo tengo que escribir para no perder la costumbre. Un abrazo
Gracias Antonio por este articulo de estas zanahorias, para mi paladar grandes desconocidas, a pesar de que la ensaladas de zanahorias es uno de mis platos favoritos y muy buena compañía para cualquier otro producto.
Y que decirte la olla de habas, el plato favorito de mi madre.
Gracias por compartir estas delicias, que ademas son un paseo por mis recuerdos.
Besos.
Por dentro no está mal; pero por fuera tiene un aspecto terrible.
Un saludo.
Cuando tenía la suerte de comerlas me gustaban mucho. Hace tiempo que ni las veo ni las como. Espero cambiar el guión, y degustarla. Creo que aliñadas o en ensaldas se gustará más de ellas.
Desde luego, esto es todo un tratado por sorpresa de un producto tan cuevacho.
Gracias, Antonio, apuntado queda el degustar de las zonahorias morás.
Ya estoy buscando semillas par poder plantarlas.
Un saludo
Esa combinación de las zanahorias estas tan especiales de primer plato y la olla de habas después se ve y es, muy apetitosa.
Me gustaron mucho esas zanahorias que probé en Anlalucía, y que no conocía antes....
Besos
Todo lo que nos venga del Sr Antonio es una bendicion informativa,mas no se puede pedir por que seria pecado.
Reconozco que olvide su sabor por que la comi siendo muy niño y donde vivo no la hay,prometo comerla en mi proxima visita a Cuevas de San Marcos
si por esa epoca la hay.
? por que Cuevas Bajas la tiene como algo suyo ¿
Pintura, yo creo que Cuevas Bajas también las cultiva desde tiempos remotos y ha tenido la iniciativa de hacer ese encuentro y día de la zanahoria morá, mientras que Cuevas de San Marcos se ha dormido en los laureles por falta de iniciativa.
Un saludo
Gracias, Berrocal. Esas cosas gratifican el esfuerzo de escribir y buscar información para compartirla con los amigos.
Un abrazo
AGRADECERIA MUCHO SI PUEDEN DECIRME DONDE PUEDO COMPRAR SEMILLAS DE LA ZANAHORIA MORA PARA SEMBRAR EN MI HUERTO PARA CONSUMO PROPIO GRACIAS
Lamento decirte que no lo sé, pues en mi pueblo las semillas se las pasan de unos hortelanos a otros. Entra por Google a ver si encuentras algo.
No obstante, puedes llamar al ayuntamiento de Cuevas Bajas y a ver si allí te pueden decir algo sobre su comercialización. Creo que el teléfono es 952 72 75 01 - 02.
Un saludo
Publicar un comentario