Hoy, 21 de diciembre de 2012, según
la profecía maya, el mundo cambiará, se dará por terminado un ciclo y se
iniciará otro diferente. Yo no creo en estas cosas, pero cuando se desviste de
lo irracional, de los miedos y aprensiones que genera para la gente poco
avezada en dar labor a su intelecto, acaba uno reflexionando desde otra
dimensión sin fantasías. Es cierto, el mundo cambia cada día, pero hay momentos
históricos en que se produce un punto de inflexión, donde se cambia el rumbo de
las cosas y aparecen elementos nuevos que condicionan un futuro más
desvinculado del pasado. Los mayas podían haber puesto este punto de inflexión
en la caída del imperio romano, pero no estaban en ese mundo, también en el
descubrimiento de América que les afecto más de lleno, o en la revolución
francesa que condicionó el proceso evolutivo de nuestra sociedad a nivel
mundial, o en otros muchos momentos de trascendencia histórica. Pero no, lo
colocaron aquí. Yo, por darles la razón, me paro a reflexionar por qué es este
y no otro el momento que ellos definen como cambio de era, el instante para
eliminar una dinámica social y la aparición de otros valores que modifiquen
sustancialmente el conjunto y contexto social que nos condiciona.
Y tienen razón. Nunca antes en la
historia de la humanidad, han concurrido tantos elementos que puedan producir
ese cambio de forma tan sustancial. No es un planeta que se acerca a colisionar
con la tierra, ni un cometa, ni una catástrofe natural que nos haga desaparecer
de esta faz, sino un conjunto de variables de contenido social, político,
económico, tecnológico, del conocimiento y humano como os plantearé a lo largo de esta
reflexión.
Lo cierto, al menos para mí, es
que, en términos generales, esta era ha sido un fracaso. Cargada de guerras, de
destrucción, confrontaciones ideológicas intransigentes, integrismo religioso,
explotación del hombre por el hombre, desencuentro, etc. Por otro lado, la
codicia y la avaricia ha sido una constante como motor de un progreso material
que solo trajo consumismo exacerbado, agresión a la naturaleza y expolio de
recursos. No se ha conseguido crear una cultura del respeto y la tolerancia, de
las sinergias donde se sumen todas las potencialidades de los sujetos, sino que
se ha ido adoctrinando en la sumisión al poder, en lugar de a la libertad
responsable que es la que suma y fusiona el conocimiento y el crecimiento
personal y colectivo.
Las religiones han sido armas y
sostén de las ideologías y de los valores culturales de nuestras sociedades,
fraguando muchos de los principios imperantes, con su dogmatismo enquistado,
con sus credos a ultranza y la negación de otras verdades tan posibles como la propia,
han provocado confrontación y caos, guerras y agresiones, imposiciones y radicalismo. El dogma es el dogma y si
alguien lo critica es un hereje y hay que erradicarlo como enemigo de Dios…
¡Qué barbaridad! Desde los ebionistas, pasando por el arrianismo, los cátaros o
albigenses, el gnosticismo, el protestantismo, etc… hasta llegar a las más de
50 herejías contabilizadas por el catolicismo, sin considerar las de otras
religiones, que también fueron “casus belli”, todo el asunto de creencias ha
sido cuestión de confrontación. Hoy,
existen tendencias claras de tolerancia en muchos casos, pero siguen habiendo
integrismo, radicalismos y dogmatismos encapsulados que llevan hasta la
inmolación llevándose vidas ajenas por delante… ¡Qué horror! Para mí, la religión solo tiene sentido social
y estima si es respetuosa con las demás creencias. El problema, en muchos
casos, es que estas religiones forman una estructura social a semejanza de los
otros poderes terrenales y acaban cayendo en la misma dinámica a través del
ejercicio de la autoridad de sus líderes, con unas bases críticas, en muchos
casos, pero sumisas.
Volviendo al asunto, el momento es
de encrucijada y, dependiendo del camino que se tome, iremos a uno u otro
lugar, siendo dos los objetivos básicos, que definiría como humanismo y
materialismo, y que parecen incompatibles, si bien han de convivir de forma
inevitable. El clásico dilema entre el SER y el TENER con el que tanto se juega
para arrimar el ascua a la sardina de cada cual. Para unos, progreso, es tener
muchas cosas, pero para otros el progreso es ser un sujeto desarrollado y
realizado en la vida desde la concepción humanista. El sistema capitalista
entiende el progreso como material, pero el humanismo no lo ve de esa forma.
Pero vayamos por partes. Hablaba
antes de variables de diverso contenido que condicionan el momento y son causa
de un posible cambio. Me refería, entre otras, a las de contenido social, donde
incluyo la tendencia a garantizar los derechos humanos y otros recogidos en las
constituciones, como el derecho a la salud, a la educación, a la vivienda, el
de sufragio, y valores como la equidad,
la justicia distributiva, la solidaridad, etc. En este caso, a la vista de los derroteros que
está tomando el asunto, hemos de convenir que nos estamos alejando de esos
principios, salvo que demos un giro de 180 grados y volvamos a pensar desde esa
solidaridad y respeto al conjunto de los seres humanos.
Desde el punto de vista político ya
se han creado instituciones que, si bien en un principio parecían apropiadas
para el conjunto de la ciudadanía, nos han llevado a un campo de mero mercado
abierto y libre para los intereses del poder, como el caso de la U.E. Se
impusieron los intereses del mercado a los de los pueblos. En este sentido
también estamos bajo la sombra de otro ente militar de importancia que nos
tiene atrapados en el sistema, como es la OTAN y sus conflictos a los que hemos
de someternos. Mientras tanto el político y su prestigio se han ido al carajo,
o mejor dicho, ha perdido la credibilidad social, aunque ejercen el poder como
si nada hubiera pasado. Sus programas no se cumplen y traiciona al electorado
que les dio su confianza para que desarrollara estos programas. Al final se han
convertido en aliados de una de las partes, como son los intereses del
materialismo capitalista y financiero.
Si analizamos el aspecto
financiero, observamos que estamos sometidos a la especulación, a la ingeniería
financiera, al chantaje económico y un sinfín de variables que consolidan el
poder del dinero sobre cualquier otro. Han provocado una situación, con sus
hipotecas “surprime” , de crisis total y ahora salen reafirmados del conflicto,
con los Estados que los salvaron a los pies de los caballos, pues al especular
con las primas de riesgo y otros indicadores, han sometido a los gobiernos a la
deuda pública y han llevado al pueblo al paro, caminando hacia la indigencia.
No se están estableciendo políticas económicas que refuercen el poder del
Estado, sino que se está desmembrando este para que al final toda actividad
productiva esté en manos de las empresas y sus grupos de poder, incluido los
servicios públicos elementales y las empresas estratégicas que permiten el
funcionamiento de los otros servicios imprescindibles para el desarrollo, como
es el suministro de agua, luz, gas, etc. Hubo un momento donde cabía la
nacionalización de la banca quebrada, la desaparición de paraísos fiscales, el
control de la economía por los estados, pero ya pasó y ganaron ellos ese
proceso. Recuerdo una propuesta de Zapatero en la ONU pidiendo la desaparición
de esos paraísos fiscales… fue si principal error, pues desde el poder
económico, que anda a sus anchas en esos paraísos, se le acometió con todos sus
medios y se creó opinión sobre su incompetencia, lo que sirvió también como maniobra
de distracción, evitando que la gente centrara la responsabilidad de la crisis
en la banca irresponsable y cleptómana. Estamos en sus manos…
Otro aspecto de principal
importancia es la expansión de la tecnología, su auge y consolidación como
motor de desarrollo. Las telecomunicaciones, la televisión, medios
audiovisuales, internet, etc. son instrumentos que nos muestran una paradoja entre
la bondad de su uso y la maldad de su poder. Por tanto, bien usada, puede ser
una fuente de progreso social, pero a la vez, también pueden ser instrumento de
manipulación y alienación.
La gestión del conocimiento es otro
de los aspectos básicos a considerar. El conocimiento es poder y debería estar
al alcance de toda la ciudadanía. La educación gratuita y universal permite ese
acceso al conocimiento, pero se están complicando las cosas al incrementar los
costes y repercutirlos en el ciudadano usuario. Otra cosa es el
adoctrinamiento, que si bien es una vieja práctica dentro del proceso de
socialización, debería reenfocarse hacia la formación de sujetos librepensadores,
responsables e implicados en la res pública y no sujetos sumisos y alienados.
Finalmente el humanismo, que
debería ser la clave en que se moviera la sociedad. Pero los valores humanos
que se están desarrollando, al amparo de ese mundo mercantilista y competitivo,
chocan de frente con él y lo van eliminando paulatinamente. Como ya he dicho,
sobra la codicia, la avaricia, la excesiva competitividad, la usura, el
desprecio, la incomprensión, la insolidaridad, la soberbia, etc. Falta una sociedad
donde el ser humano esté por encima de cualquier otro valor, que se perciba como
la clave y la célula principal del desarrollo, que se entienda que cada cual debe
asumir su alícuota parte de responsabilidad en la consolidación social, que, en
suma, el ser humano sea el eje donde pivote cualquier actividad social y
productiva, la esencia principal y primigenia de la vida en equilibrio con su
entorno.
En resumen, el cambio de ciclo ya está en marcha. La dirección es
imprevisible, pero vamos por mal camino. La globalización del mundo es imparable,
pero se está ejecutando desde el mercado y no desde las personas. En este
cocido, en ebullición, donde están los ingredientes en cantidades desproporcionadas,
habrá que darle a cada parte su valor y buscar otra interacción que nos lleve a
mejor vida, entiéndase en esta tierra… Tal vez la cosa pase por:
1.
Redefinición de la política con reajuste de las ideologías
adecuándolas al momento. Purga de políticos incompetentes y corruptos mediante
un rearme ético, moral e ideológico ejemplarizante.
2.
Sometimiento del mundo de las finanzas y la producción
a los intereses sociales y no a la inversa. Eliminar el componente mafioso que
invadió el escenario público.
3.
Dar un buen uso a las tecnologías quedando al servicio
de la ciudadanía y no siendo un instrumento de manipulación y de negocio
lucrativo del poder.
4.
Establecer procesos educativos para hacer a la gente
más libre y responsable, implicados en el devenir de la sociedad.
5.
Establecer el humanismo en un sentido de
transversalidad, que impregne a toda actividad de esa idea del ser humano como
base o pivote de todo.
Si empezamos por aquí y con esas premisas,
la cosa empezará a ir mejor. Creo que el camino a recorrer, en esta nueva era
que los Mayas nos aventuraban, es largo pero que se deberá basar sobre el
desarrollo del sujeto de forma individual y colectiva y no sobre el sometimiento
a poderes fácticos que manipulen y conspiren mafiosamente en la sombra. ESPERO
Y DESEO UNA ERA MÁS HUMANA, MAS ESPIRITUAL Y MENOS SUJETA A RELIGIONES Y A
INTERESES DE GRUPOS DE PODER.
Empecemos una CATARSIS SOCIAL para espulgar
los errores y potencias los aciertos buscando la vía del encuentro…
17 comentarios:
En estos días tan especiales llegue a ti mi cariño con el deseo:
Que siempre tengas palabras cálidas en un frío anochecer,
Una luna llena en una noche oscura,
Y que el camino siempre se abra a tu puerta
Que los problemas te abandonen, los ángeles te protejan, y que la luz te cubra acunándote.
Para ti y seres queridos Feliz Nochebuena...Feliz Navidad!!!!!
En cierta medida coincido contigo. Es obvio que cosas como el fin del mundo, que en mis 45 años ya debería haber vivido en tres o cuatro ocasiones según los pronósticos, son una tontería descomunal. Quizá no lo sean los ciclos, los momentos, los cambios... Supongo que eesos dos caminos o tendencias de los que hablas todo el rato en tu artículo son la lucha entre dos concepciones. Y aunque yo no creo en el blanco y el negro, porque siempre se mezclan las cosas incluso en un sentido positivo, hay parte de razón en eso. Esperemos que ahora, a partir de ahora, pese más lo que menos pesaba.
Te mando un abrazo grande
Antonio, jamás he creido en estas cosas, pero si hay un cambio, que si lo hay, creo que no es ni por los mayas ni por otras profecias.Tan positivo como soy y en esto si que lo veo muy negativo. Veo un futuro indeseable sin márgenes de libertad, el avance de posturas muy radicales (ya las hay en Grecia, Finlandia, Hungría, Holanda, Francia…), la negatividad de la multiculturalidad, es decir, su fracaso, y, sobre todo, la desvinculación de la sociedad de los millones de parados, jóvenes en especial, dando por sentada una sobrecogedora falta de solidaridad.
Pero hay un futuro lamentable que me temo más cercano; un futuro probable y resultadista. Será el de una Europa sin influencia estratégica mundial, con grandes carencias en las conquistas sociales, con un adelgazamiento brutal de la garantía igualitaria que ofrece “lo público”. Será una Europa en la que cualquier mejoría se anunciará para plazos cada vez más lejanos, bajo la amenaza de que “lo peor aún está por llegar”, causando desaliento. Será una Europa dividida en dos, la que funciona y la que no. Y habrá países de esa Europa fractal en los que invertir será un chollo: ya se podrá comprar a centimos el euro, ya se podrá comprar un país (y lo que contiene) muy barato, aceptando gustosos una inversión en industrias que exigirán unas condiciones laborales muy desprotegidas, con sueldos muy bajos. Que la sociedad vuelva a escalar clases sociales, desde posiciones muy bajas será más dificil de lo que nos costó a nosotros.
Nos están preparando para esto, para aceptar sin violencia estas duras condiciones, y para que nos parezcan una necesidad inevitable. No de otro modo se entiende la gran presión que sufrimos las clases medias o las más inferiores. Las manifestaciones sirven de poco, y si sale la policia es una brutal represión con el fin de atemorizar. Es decir, se está controlando el estallido, se está modulando su impacto y su alcance.
Ante todo esto, desolador sin duda, creo que la única esperanza, la única vía de salida, radica en ir en dirección contraria a la que vamos. Y quien sabe hacer esto?
Un abrazo grande.
Hoy seré breve, me parece que estamos asistiendo a la caída del Imperio, de uno, del presente imperio. Cuando cayó un polo, el comunismo, condenó al otro a derrumbarse, el capitalismo. Mientras tanto la naturaleza humana y los accidentes de todo tipo siguen su curso. Como todo buen derrumbamiento los gobiernos participan activamente. Bss. familiares.
Antonio,coincido en tu entrada al completo, pero lo que mas me gustaría que no fuera una utopía, sino una realidad, es el resumen final que haces. En fín, es cuestión de concienciarnos cada uno de nosotros, asumir nuestra responsabilidad social y no tener miedo a dar el " do " de pecho, se puede y se deber de hacer, ¡ya está bien de servilismos ¡, a humanizarse y vivir en paz tocan.
Un abrazo amigo.
Gracias Abuela Ciber. Te deseo lo mejor para ti y los tuyos en estas y en todas las fechas...
Gracias, Ramón, por tu comentario, tan acertado como siempre. Yo hablo de las dos tendencias, pero como bien dices nada es blanco o negro, sino que hay matices. Yo comento que el materialismo y el humanismo deben vivir juntos, pues el cuerpo y el espíritu (el intelecto) también lo hace y tiene distintas necesidades que son complementarias. Pero el mundo será distinto según que prevalezca.
Un abrazo y felices fiestas
Josep, prácticamente firmo todo lo que escribes. Dar el giro de 180 grados es imprescindible a medio y largo plazo, yo sugiero algunos cambios que pasan por la catarsis social.
Un abrazo y felices fiestas y mejor año
Emejota, el imperio se resiste a la caída, tal vez acabará derribándose por desmoronamiento. El tiempo dirá.
Un abrazo
Modesto, tal vez el cambio solo sea posible si pasa por todos y cada uno de nosotros, tomando conciencia del problema y adoptando posiciones que nos permitan subsistir noblemente.
Un abrazo y felicidades
Tienes toda la razón, Antonio. Si uno se pone a pensar, el mundo seguirá siendo como lo reflejas. Si damos una vuelta mental sobre la geografía, es aún más desmoralizante. Solo imaginar a China como el próximo imperio, si no se destroza antes, pues acumula tantos localismos, religiones,tantos fanatismos, que puede llevarles a unos conflictos internos que den al traste con su futuro. Y si miramos los problemas políticos por todo el mundo, que generan una falta absoluta de humanismo es para llorar. No se vislumbra un cambio a corto plazo. Lo que estamos viviendo seguirá, a pesar nuestro, por muchos años, por no decir eras.
A estas difucultades, digamos exteriores, debemos añadir las nuestras propias, las interiores de cada uno. Los serer humanos tenemos virtudes, pero para convivir en sociedad parecemos inhumanos. Nuestro espiritu está hecho de ambición, deseo de poder, violencia, intrasigencia,odio,envidia,etc. Son intrísecas al ser,y al mismo tiempo esta vida que llevamos alimenta estos demonios, y nuestros defectos engordan , a la vez, a la sociedad. Es un círculo vicioso.
A mi entender, lo único que podemos hacer es a título individual. Solo cambiándonos a nosotros mismos, apoyándonos en la educación, la cultura, quizá una religión razonable...Y aún así tendremos que pasar por una, o más eras.
Yo creo que saldremos de la crisis actual, la que todos entendemos. Pero los problemas de esta civilización perdudarán aún mucho.
¡Qué magnífica felicitación de Navidad!
Abrazos.
Me temo que en vez de iniciarse la catarsis necesaria para salir de esta situación, los amos del mundo, el poder financiero, va a seguir estrangulándonos hasta liquidar por completo el Estado del bienestar que tanto ha costado conseguir. Vamos hacia el modelo chino, pero a lo bestia: pocos derechos, poco sueldo... Usando el miedo como herramienta, con el apoyo de los medios de comunicación, controlados en casi su totalidad por los mismos. Salvo que la gente despierte y arme la de dios. Entonces, si eso llega a ocurrir, sacarán el as oculto en la manga: eliminación de derechos y mano dura, algo que ya ha empezado de alguna manera. Malos tiempos estos.
Un saludo.
Ojalá se cumplan tus buenos deseos, Antonio. Feliz y dulce Nochebuena (otra vez :-D) ojalá este solsticio sea de verdad un "amanecer" para el mundo. Besos a todos!
¡Amén!
Redefiniendo valores y evaluando donde metimos la pata y rectificando, es la única manera de progresar como especie en nuestra escala evolutiva.
Besos
Felices Fiestas a pesar de todo y que el 2013 les traiga muchas alegrías, salud, amor y bonanza.
Antonio, sin duda las profecías en general del fin del Mundo son muy seguidas y se venden muchos libros, por el sentimiento general que todo ciudadano globalizado de este caotico sistema posee, de querer cambios en el modo de vida que nos imponen unos pocos, para solo el beneficio de ellos.Nos sentimos impotentes, no sabemos como poder trasformar con medios humanos el sistema, por ello perece que esperamos un Mesias, una catástrofe,algo sobrenatural, que nos de esperanza. El futuro es incierto y gris.
Tus recetas son magnificas, los poderosos nunca dejaran que se hagan.
FELIZ NAVIDAD para ti y toda tu familia, un abrazo.
Con mucha frecuencia las profecías no se inspiran en el futuro, sino en el pasado. A veces son simples advertencias sobre lo que ocurre a los imperios y civilizaciones cuando intentan pasar por alto las leyes de la Naturaleza.
Morir de éxito no es algo nuevo, cortar la rama en que andamos subidos tampoco. Al parece la caída de la civilización Maya se parece mucho a lo que podría tumbar a la nuestra.
http://ciencia.nasa.gov/science-at-nasa/2004/15nov_maya/
Su religión tampoco los salvó.
Por el polen atrapado en antiguas capas de sedimento del lago, los científicos se han enterado de que hace aproximadamente 1200 años, justo antes de la caída de la civilización, el polen de los árboles desapareció casi por completo y fue reemplazado por polen de maleza. En otras palabras, la región se encontraba deforestada casi en su totalidad.
¿No estamos repitiendo la historia?
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