Mi conclusión se centra en considerar la masculinidad y la feminidad en una línea continua, según los planteamientos referidos, donde en un extremo están los valores considerados más masculinos y en otro los entendidos como los más femeninos. ¿Dónde ubicamos la línea que separa ambos sexos, en el supuesto de que haya que colocarla?
Para ello deberíamos diferenciar las conductas, hábitos, sentimientos y forma de afrontar la vida de uno y otro sexo, junto a la gestión de las propias emociones. Podéis ver una interesante descripción de las características o valores definitorios de ambos sexos, según nuestra cultura, en un post de Abuela Cyber: “El Hombre y la Mujer…” (http://abuelaciber1000.blogspot.com/2010/01/el-hombre-y-la-mujer.html) dónde presenta un poema de Victor Hugo alusivo al tema, escrito en el siglo XIX.
Pero, volviendo al tema de mi reflexión personal, por un lado hay comportamientos incuestionables, en tanto son contingentes con la función conservadora de la especie; es decir, aquellos derivados del rol fisiológico, gestante y reproductivo. El embarazo, gestación, parto y amamantamiento es de la mujer, por definición. Pero hay otro sinfín de conductas que se han implantado o adquirido mediante la imposición cultural a través del llamado proceso de socialización. Esas características o comportamientos son definitorios de la feminidad o masculinidad en esa cultura. Su nivel de tolerancia establece el límite entre el macho y el homosexual, entre la mujer femenina y la lesbiana. La sociedad te ubica en un lugar del continuo en función de esa percepción de tu conducta. Si no quieres que te llamen maricón, no muestres comportamientos afeminados, aunque las tengas que reprimir. ¡No pases la línea roja!
Con objeto de plasmar mejor mi idea, he diseñado un esquema donde se puede observar el acople de los factores en la línea continua propuesta:
En la zona A (color rosa) se acumulan los comportamientos femeninos, que son mayoritarios en el extremo izquierdo de la línea y van reduciéndose conforme nos desplazamos a la derecha, donde aparecen mayoritariamente los masculinos, zona B (color verde). Mayor feminidad a la izquierda y mayor masculinidad a la derecha.
También se puede observar que, en un corte transversal, en ningún caso hay una línea pura de actuación masculina o femenina, que se ajuste a los valores que predica nuestra cultura. Siempre aparecen ambas conductas en mayor o menor grado. Cualquier sujeto, sea del sexo que sea, se podrá ubicar en un lugar determinado del continuo, más a la izquierda o más la derecha, pero sin abandonar su parte del sexo contrario.
LA LÍNEA ROJA NO EXISTE, se la han inventado los homófonos, machistas, integristas y reprimidos que se adjudican la vigilancia y el patrimonio de la moral. Su simpleza intelectual les ha privado de ver la esencia del ser humano por encima de convencionalismos históricos y clasistas. El hombre también es corazón, sueña, canta y llora…mientras que la mujer tiene cerebro, piensa, razona con asertividad y es orden. Pero eso no es lo que nos quisieron ensañar, sino señalar los elementos que nos disgregaban, que nos diferenciaban. Y eso hay que empezar a romperlo razonable y responsablemente.
Por tanto, y a modo de conclusión:
1.- Cualquier ser humano se ubica en un determinando lugar del continuo A-B.
2.- Todos tenemos maneras o conductas, en mayor o menor medida, del sexo contrario.
3.- Existe, pues, la superposición de manifestaciones y formas en un solo individuo.
4.- La sociedad establece un límite que determina la línea roja, que no has de sobrepasar, para seguir siendo considerado macho, o hembra, en sentido puro.
5.- Si renuncias a tus propios sentimientos o sensibilidades, que son propios del sexo contrario, estás renunciando a parte de ti mismo.
6.- La rigidez es castradora de sentimientos y expresiones afectivas.
7.- Las sociedades rígidas potencian la expresión de la homofobia. Establecen la línea roja muy próxima a los extremos y los sujetos tienden a ser intolerantes con las expresiones de conductas homosexuales, en el proceso de su propia reafirmación sexual.
8.- La homofobia sostiene una miopía donde se rechaza la esencia de los valores humanos en su sentido más estricto y universal.
9.- La diferenciación entre masculino y femenino solo tiene sentido en lo relacionado con el campo del sexo reproductor.
10.- Los hábitos y costumbres en el rol de género tienen más relación con la cultura, que es quien pone las líneas rojas, que con el propio sexo.
11.- La línea roja no existe, asume y reivindica el respeto a tu posición dentro del continuo.
Finalmente, no querría terminar si aludir a un hecho que, creo, ha determinado actitudes y conductas definitivas en nuestra cultura. Me refiere a esa parte del control y gestión pulsionar, en sentido freudiano. Es falaz, a mi entender, la dicotomía o separación eros-tanatos, vida-muerte, placer-displacer, dicha-sufrimiento. En el ser humano conviven el yang y el ying, lo positivo y lo negativo… en suma, ambas pulsiones forman parte de la vida. Lo curioso es que se ha frustrado y reprimido el culto a la vida (erótica), al placer, a la dicha; mientras se ha potenciado el culto al sufrimiento, al sacrificio y al dolor.
Obsérvese que, según el cristianismo, Cristo redime por el dolor y no por el placer. Ello ha significado establecer modelos de vida fijados en su ejemplar sufrimiento. Algunas mentes han desterrado el placer y lo han asociado al pecado de la carne, del cuerpo, por entender que era el propio demonio el que nos tentaba con él. Nuestro cuerpo es nuestro enemigo, por lo que nos demanda, y hay que domarlo y someterlo, hay que flagelarlo y aplicarle el cilicio.
Un ejemplo claro se ha dado con el sexo. Todo se relacionó con los placeres de la carne, pero nadie pensó que el sexo era la expresión de una necesidad espiritual de encuentro entre dos seres. Se aceptó para reproducirse y se llevó a la mujer a la anorgasmia, aceptando el orgasmo del hombre como mal menor, como algo imprescindible para la eyaculación. Por tanto, si se entiende el sexo como un instrumento de la reproducción, exclusivamente, la búsqueda del placer sexual está proscrita y se acepta en el macho como mal menor, pero nunca una búsqueda contranatural. Desde esta perspectiva, una relación homosexual no busca la reproducción y por tanto no es admisible, es detestable.
Denostar el placer, ensalzar el sufrimiento, es la gran aberración de nuestra cultura, pues crea frustración, y, en consecuencia, genera violencia y desencuentro, disfunción social. Yo creo que el ser humano no ha venido a este mundo a sufrir, sino a disfrutar y compartir el placer de la vida.
En consecuencia, si amas a un amigo o amiga del propio sexo, no le prives, ni te prives, del placer de mostrarle tu afecto y compartirlo. Y si tu tendencia sexual es contraria a tu sexualidad morfológica, y además le quieres, asúmelo y vívelo. Tú eres un ente diferente, único, singular, distinto a los demás, con tus peculiaridades y potencialidades. Saca lo que tengas dentro sin importarte lo que digan los demás. No escondas al artista y creador que habita en tu interior. Desarrolla la espiral de tus potencialidades. Respeta a los demás para exigir que te respeten a ti.
Ubícate en el continuo feminidad-masculinidad. Reivindica tu lugar y tu libre concepción de la sexualidad, pero no quieras imponerla a los demás.
Para ello deberíamos diferenciar las conductas, hábitos, sentimientos y forma de afrontar la vida de uno y otro sexo, junto a la gestión de las propias emociones. Podéis ver una interesante descripción de las características o valores definitorios de ambos sexos, según nuestra cultura, en un post de Abuela Cyber: “El Hombre y la Mujer…” (http://abuelaciber1000.blogspot.com/2010/01/el-hombre-y-la-mujer.html) dónde presenta un poema de Victor Hugo alusivo al tema, escrito en el siglo XIX.
Pero, volviendo al tema de mi reflexión personal, por un lado hay comportamientos incuestionables, en tanto son contingentes con la función conservadora de la especie; es decir, aquellos derivados del rol fisiológico, gestante y reproductivo. El embarazo, gestación, parto y amamantamiento es de la mujer, por definición. Pero hay otro sinfín de conductas que se han implantado o adquirido mediante la imposición cultural a través del llamado proceso de socialización. Esas características o comportamientos son definitorios de la feminidad o masculinidad en esa cultura. Su nivel de tolerancia establece el límite entre el macho y el homosexual, entre la mujer femenina y la lesbiana. La sociedad te ubica en un lugar del continuo en función de esa percepción de tu conducta. Si no quieres que te llamen maricón, no muestres comportamientos afeminados, aunque las tengas que reprimir. ¡No pases la línea roja!
Con objeto de plasmar mejor mi idea, he diseñado un esquema donde se puede observar el acople de los factores en la línea continua propuesta:
En la zona A (color rosa) se acumulan los comportamientos femeninos, que son mayoritarios en el extremo izquierdo de la línea y van reduciéndose conforme nos desplazamos a la derecha, donde aparecen mayoritariamente los masculinos, zona B (color verde). Mayor feminidad a la izquierda y mayor masculinidad a la derecha.
También se puede observar que, en un corte transversal, en ningún caso hay una línea pura de actuación masculina o femenina, que se ajuste a los valores que predica nuestra cultura. Siempre aparecen ambas conductas en mayor o menor grado. Cualquier sujeto, sea del sexo que sea, se podrá ubicar en un lugar determinado del continuo, más a la izquierda o más la derecha, pero sin abandonar su parte del sexo contrario.
LA LÍNEA ROJA NO EXISTE, se la han inventado los homófonos, machistas, integristas y reprimidos que se adjudican la vigilancia y el patrimonio de la moral. Su simpleza intelectual les ha privado de ver la esencia del ser humano por encima de convencionalismos históricos y clasistas. El hombre también es corazón, sueña, canta y llora…mientras que la mujer tiene cerebro, piensa, razona con asertividad y es orden. Pero eso no es lo que nos quisieron ensañar, sino señalar los elementos que nos disgregaban, que nos diferenciaban. Y eso hay que empezar a romperlo razonable y responsablemente.
Por tanto, y a modo de conclusión:
1.- Cualquier ser humano se ubica en un determinando lugar del continuo A-B.
2.- Todos tenemos maneras o conductas, en mayor o menor medida, del sexo contrario.
3.- Existe, pues, la superposición de manifestaciones y formas en un solo individuo.
4.- La sociedad establece un límite que determina la línea roja, que no has de sobrepasar, para seguir siendo considerado macho, o hembra, en sentido puro.
5.- Si renuncias a tus propios sentimientos o sensibilidades, que son propios del sexo contrario, estás renunciando a parte de ti mismo.
6.- La rigidez es castradora de sentimientos y expresiones afectivas.
7.- Las sociedades rígidas potencian la expresión de la homofobia. Establecen la línea roja muy próxima a los extremos y los sujetos tienden a ser intolerantes con las expresiones de conductas homosexuales, en el proceso de su propia reafirmación sexual.
8.- La homofobia sostiene una miopía donde se rechaza la esencia de los valores humanos en su sentido más estricto y universal.
9.- La diferenciación entre masculino y femenino solo tiene sentido en lo relacionado con el campo del sexo reproductor.
10.- Los hábitos y costumbres en el rol de género tienen más relación con la cultura, que es quien pone las líneas rojas, que con el propio sexo.
11.- La línea roja no existe, asume y reivindica el respeto a tu posición dentro del continuo.
Finalmente, no querría terminar si aludir a un hecho que, creo, ha determinado actitudes y conductas definitivas en nuestra cultura. Me refiere a esa parte del control y gestión pulsionar, en sentido freudiano. Es falaz, a mi entender, la dicotomía o separación eros-tanatos, vida-muerte, placer-displacer, dicha-sufrimiento. En el ser humano conviven el yang y el ying, lo positivo y lo negativo… en suma, ambas pulsiones forman parte de la vida. Lo curioso es que se ha frustrado y reprimido el culto a la vida (erótica), al placer, a la dicha; mientras se ha potenciado el culto al sufrimiento, al sacrificio y al dolor.
Obsérvese que, según el cristianismo, Cristo redime por el dolor y no por el placer. Ello ha significado establecer modelos de vida fijados en su ejemplar sufrimiento. Algunas mentes han desterrado el placer y lo han asociado al pecado de la carne, del cuerpo, por entender que era el propio demonio el que nos tentaba con él. Nuestro cuerpo es nuestro enemigo, por lo que nos demanda, y hay que domarlo y someterlo, hay que flagelarlo y aplicarle el cilicio.
Un ejemplo claro se ha dado con el sexo. Todo se relacionó con los placeres de la carne, pero nadie pensó que el sexo era la expresión de una necesidad espiritual de encuentro entre dos seres. Se aceptó para reproducirse y se llevó a la mujer a la anorgasmia, aceptando el orgasmo del hombre como mal menor, como algo imprescindible para la eyaculación. Por tanto, si se entiende el sexo como un instrumento de la reproducción, exclusivamente, la búsqueda del placer sexual está proscrita y se acepta en el macho como mal menor, pero nunca una búsqueda contranatural. Desde esta perspectiva, una relación homosexual no busca la reproducción y por tanto no es admisible, es detestable.
Denostar el placer, ensalzar el sufrimiento, es la gran aberración de nuestra cultura, pues crea frustración, y, en consecuencia, genera violencia y desencuentro, disfunción social. Yo creo que el ser humano no ha venido a este mundo a sufrir, sino a disfrutar y compartir el placer de la vida.
En consecuencia, si amas a un amigo o amiga del propio sexo, no le prives, ni te prives, del placer de mostrarle tu afecto y compartirlo. Y si tu tendencia sexual es contraria a tu sexualidad morfológica, y además le quieres, asúmelo y vívelo. Tú eres un ente diferente, único, singular, distinto a los demás, con tus peculiaridades y potencialidades. Saca lo que tengas dentro sin importarte lo que digan los demás. No escondas al artista y creador que habita en tu interior. Desarrolla la espiral de tus potencialidades. Respeta a los demás para exigir que te respeten a ti.
Ubícate en el continuo feminidad-masculinidad. Reivindica tu lugar y tu libre concepción de la sexualidad, pero no quieras imponerla a los demás.
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25 comentarios:
Completo y rotundo tu escrito. Pero la grieta está no sólo en la sociedad sino en uno mismo que piense y vea con la nitidez necesaria para asumir lo que es.
un besote y buen día
Antonio, sinceramente creo cuando hablas de los sexos te olvidaste hablar de la ética y de los principios de cada persona cuando hablas sobre el erotismo.
El placer es algo deseable, nadie pienso que tenga miedo del placer, es algo intrínseco en el animal y en el humano.
El sexo por el sexo es un ejercicio
placentero, pero las personas somos mucho mas que sexo, gracias a nuestra inteligencia que nos ha dotado de otros virtuosismos.
Por ejemplo dices: "se ha frustrado y reprimido el culto a la vida (erótica), al placer, a la dicha; mientras se ha potenciado el culto al sufrimiento, al sacrificio y al dolor". Esto no es del todo cierto, quizás por parte de alguna religión han inculcado estas bases de soportar las cosas con sacrificio y abnegación, pero en la India ya se practicaba el culto al falo y el encuentro entre un hombre y mujer que se amaban se concretaba en el Kamasutra y las mil posiciones.
Pensar que la sexualidad es una opción, si que me parece ir contra la naturaleza.
Respeto todas las opciones y los pensamientos mientras no vayan en contra de la propia vida.
Que pasaría si todos quisiéramos cambiar nuestra opción sexual porque descubrimos que nos otorga mas placer?
De hecho la pulsión de las funciones sexuales van descendiendo, conforme el hombre racional animalitico va evolucionando, cuando se aleja del animal y se va haciendo cada vez mas humano y esto tiene su explicación, tanto sea un ser espiritual como un ateo, el espiritual avanza en el camino "virtual" o de las virtudes, se hace cada vez mas sensitivo, mas sutil, mas refinado, y el ateo, aquel que no cree en nada, solo en sexo, droga y rocanrol, como decía la canción se va degenerando, va perdiendo la sensibilidad a base de darle a todo y dejarse llevar por los instintos sin control.
Todo en la vida tiene una medida, una frontera y si la cruzas sin un limite, llegan las consecuencias.
A mi le encanta comer, si no me contengo me pondré como una foca, desfondona, a otro le apasiona el sexo sin medida, si no lo controla se vera un día que las mujeres le darán asco y tendrá que buscar otros tipos de sexo, lo mismo sucede con todo el descontrol.
Una cosa es que todo lo veamos bien visto y comulguemos con todas las opciones que se presentan en nuestras sociedades, que seamos permisivos y tolerantes me parece bien, lo malo es cuando vienen las consecuencias del libertinaje que las personas confunden con la Libertad.
El pueblo, la base, necesita buenos ejemplos para hacer los pilares de una sociedad justa, como también integra y con principios.
Respetándose unos a otros y sabiendo que hay fronteras, limites que si los sobrepasas atengámonos a las consecuencias, como ya las estamos sufriendo y el que crea que no que mire a su alrededor.
Creo que ya he hablado mas de la cuenta.
Un beso Antonio
Que nadie piense que estoy en contra de los homosexuales. Ellos son tan respetables y tienen sus derechos como los demás.
Lo que no comparto es el nombre de la opción sexual.
Una opción, entiendo yo es una elección, yo no he elegido mi sexo, he nacido ya con mi sexualidad.
El homosexual nace, y no creo que nadie se cambie de sexo por que si, porque ahora quiero ser del otro sexo, por ello pienso que no es una elección, una opción.
Aclaro mi exposición.
Besos
Si yo supiera, Antonio, escribir y razonar como tu, firmaría tu escrito encantada.
Y seguramente lo haría mucha más gente si la prédica de miles de años no le hubiera perforado hasta la médula, haciéndole creer que lo "natural" es lo que le han inculcado, no lo que es...es casi imposible (solo casi) deseducar...
Como siempre te leo despacio, las letritas me matan pero estoy viendo omo arreglar este tema en los pc.
Te dire que a través de mis años siempre he sido observadora.
Y el omportamietno humano siempre atrajo mi atención.
Será porque sin saberlo mi ser vibra en alfa y serenamente puedo ver oir y percibir a traves de actitudes físicas, mas allá de lo que se expresa verbalmente.
Podran correr ríos de tinta y mentes cientificas calificar el tema, en lo personal te dire que son distintos, no solo fisicamente, sino funcionalmente, yo a veces me rio con amigas y digo que es debidoa nuestro sistema hormonal!!!!
Pero bueno... mi apreciado amigo Antonio, repito es gratisimo ver como desarrollas los temas. algo que admiro en los hombres es su inteligencia, algo que con el correr de los años armoniza y no necesita de pìldoras.....
Sabes que siempre lo digo me encanta haber nacido mujer.... y conocer los secretos que encierra el poderio de la mujer es un libro interesantisimo y su lectura ha acompañado mi vida.
Cariños
Hola Antonio,
hacía algo de tiempo que no pasaba por aqui, así que he dedicado un tiempo a ponerme al día. Solo quería decirte que me encanta la idea de eliminar la linea roja en nuestra sexualidad, de olvidar lo de las conductas femeninas y las conductas masculinas... sobre todo porque últimamente yo ando con la idea de no necesitar a nadie que me protega, ni ser la cuidadora de nadie que dependa de mi. El mensaje de la relación objetal, como veras, me ha calado hondo!
Respecto a la homosexualidad, tengo amigos gays y, sinderamente, lo que más me llama la atención (y en cierta medida envidio) es la libertad con la que se relacionan; no me refiero a la promiscuidad (que a mi no me atañe lo que haga cada uno con su cuerpo) sino a relaciones estables, pero que no les atan. Me gusta la flexibilidad en los roles de pareja, sinceramente creo que es una ventaja para ellos.
Al final me he enrollado más de lo que creía!
Aunque ahora estoy compaginando el trabajo con estudios (estoy trabajando en mi proyecto personal), seguro que de vez en cuando puedo sacar tiempo para echar un vistazo al blog, por que la verdad es que me gusta mucho leer tus reflexiones y los comentarios de los demás, es un ratito que me regalo a mi.
Un saludo.
Antonio, he vuelto a leer el tema porque tengo la sensación de que me han quedado cosas por decir.
Sintetizando mis palabras cuando digo que si a todos nos diera por la opción sexual de cambiar nuestros sexos, las mujeres se transformarían en hombres y los hombres en mujeres, podríamos entonces procrear y seguir manteniendo nuestra especie?
O nuestra especie acabaría? Esto es lo que digo que seria un atentado contra la propia vida y contra la naturaleza que ya no podría seguir procreando de forma natural, quizás si artificialmente por medio de la manipulación de los espermatozoides, o sea, del esperma..
Ir en contra de la naturaleza para mi, son todas las manipulaciones biológicas, igual me da que manipulen una planta, un animal o una persona, la transgenica de los organismo vivos que son modificados mediante la adición de genes exógenos para lograr nuevas propiedades, o funciones, lo acepto por fuerza mayor, como es la necesidad de las personas que se encuentran encerrados dentro de un cuerpo que no les pertenece, como sucede con los transexuales, para ellos no es una opción, es una necesidad vital, luego hay homosexuales que aceptan su cuerpo y no tienen la necesidad de operarse, pero para ellos tampoco su sexualidad ha sido una opción,
ellos no eligieron nacer en un cuerpo que les pertenecía.
Para quien entonces es una opción el cambio de sexo?
Para los bisexuales?
Para los heterosexuales no Y para los homosexuales es una necesidad vital, va su vida en ello.
Espero haberme explicado mejor.
Besos
En cuanto a esto que dices aquí en los tiempos que vivimos es imposible que nadie piense esto, nadie ignora ya que el placer es saludable, recomendado hasta por los médicos:
"Por tanto, si se entiende el sexo como un instrumento de la reproducción, exclusivamente, la búsqueda del placer sexual está proscrita".
...¡Saludos Antonio!
En ésta segunda parte de "La línea roja del sexo" simplememente dejo el siguiente pensamiento que habla gran verdad y reafirma la calidad de tu exposición:
"El sexo forma parte de la naturaleza. Y yo me llevo de maravilla con la naturaleza".
(Marilyn Monroe)
Todo está en la madurez de cada persona para no infundar estereotipos allí donde quizás el amor trascienda, todo está en la calidad del pensamiento, lamentablemente siempre existiran personas con pensamiento corto y de juzgar al sin prosceder, así que hay de todo en la viña, simplemente la sociedad no lo es todo, porque nosotros somos quienes hacemos a esa sociedad, así que solo queda de nosotros ver con los ojos de la verdad ante todas las interrogantes de la vida y de aquello que para unos es blanco para otros es negro, simplemente resumo que la vida sin RESPETO no es vida, es solo un genérico de ello.
Un abrazo y como siempre muchas gracias por tus aportes tan excelentes.
Peter
Como te dije en la entrada anterior, me gusta tu enfoque y lo comparto.
Quiero recalcar tres nociones que tu tratas porque me parecen importantísimas:
. La cultura nos ha enseñado a que se debe sufrir, no disfrutar y menos tener sexo con placer.
. Todos tenemos en nosotros aspectos del sexo opuesto y con las que es necesario que nos reconiliemos y las aceptemos como parte integral d entra personalidad
- Los roles femenino y masculino impuestos por la cultura están cambiando, se estan ampliando y matizando, dejando de ser rígidos.
Y finalmente quiero señalar que para mi, ambos sexos son complementarios. Ninguno mejor que otro. Simplemente complementarios: juntos hacen un TODO.
Abrazos
En el segundo punto dice: que nos reconciliemos y las aceptemos como parte integral de nuestra personalidad. VALE
Antonio:
Rotunda la sentencia con la que terminas, fue un gusto leerte.
la sexualidad y la vida deben vivirse de acuerdo a las convicciones y necesidades de cada persona y no por ser diferentes a las que impone la sociedad o religión deben ser censuradas.
un gusto leerte mario
Todos, hombres y mujeres, tenemos nuestra parte del otro sexo. Efectivamente el sexo ha de vivirse de acuerdo a las convicciones personales y sin imposiciones hacia la otra persona. La libertad entre las personas que lo practiquen es fundamental, como lo es la igualdad en los derechos de cada uno.
Una entrada muy elaborada con la que estoy de acuerdo.
Un saludo.
Salud y República
Como todos los seguidores y seguidoras de mi blog sabéis, pretendo mostrar el mundo desde mi ventana, lo que yo veo y pienso. Por eso se llama Cosas de Antonio este blog. Por tanto, lo que escribo, es lo que yo he pensado, pienso y posiblemente seguiré pensando, salvo que se me demuestre lo contario. No pretendo que nadie piense como yo, sino que, si le interesa, valore mi pensamiento como complemento al suyo. Es una oferta a reflexionar, pero nunca con intención de adoctrinar dogmáticamente… ni permitiré que nadie lo haga desde mi blog… ¡Faltaría más! Por tanto, cualquier expresión coherente y respetuosa es bienvenida, entendiendo, educadamente, que esta es mi ventana y no la suya. En esta casa se puede uno expresar con total libertad en el convencimiento de quien nos lee es suficientemente maduro como para valorar y catalogar cada pensamiento en función de sus convicciones personales, y sacar sus propias conclusiones, con el máximo respeto. Si aparece una argumentación anacrónica, cargada de las más retrógradas ideas, no pasa nada siempre que sea respetuosa. Si lo fuera en sentido contrario, tampoco pasa nada si mantiene ese respeto. En todo caso, siempre me reservaré el derecho a moderar y considerar la inclusión o no de determinados comentarios que no se ajusten a lo expuesto. Lo que no tendría mucho sentido son las ideas encapsuladas resistentes a la argumentación lógica, por tanto espero la permeabilidad mental en los contertulios.
En este caso, cada cual se puede ubicar en la línea que propongo en función de sus ideas sobre la sexualidad, pero entendiendo a los demás. Podemos ver a mujeres u hombres situados en el punto más extremo y otros u otras en el más intermedio, pero esa es la realidad de nuestra vida y sociedad. No todos tenemos que pensar igual, pero sí comprender que cada cual tiene sus pensamientos en función de sus propias vivencias y convicciones. No es lo mismo, por lo general, la concepción de la sexualidad de una señora o señor educados en los años 40, bajo una concepción religiosa impositiva, como era habitual, que la de los jóvenes educados en la etapa final del siglo XX. Eso es de Perogrullo. Lo que podrá llevar en el futuro a que las ideas de los jóvenes prevalezcan sobre las de los mayores, que somos entes a extinguir, y dar el relevo a nuestros hijos; o sea, que la mentalidad emanante de los años 40 no prevalecerá en el futuro sobre la mentalidad nueva, fraguada, en el caso de España, en la democracia y sin tanto sometimiento a los principios religiosos impositivos y al culto a la idea única del antiguo régimen.
En este caso y por respeto a todos los posicionamientos, prefiero no hacer comentarios sobre algunas aseveraciones que puedan hacer los comentaristas, salvo en aquellos casos en que yo entienda, por alusiones, que no se han comprendido mis argumentos y que estos necesitan una aclaración en función de la alusión directa a los mismos. Yo, como librepensador, siempre huiré de la alienación, venga de dónde venga, y reivindicaré, para mí y para todo el mundo el derecho a pensar libre y soberanamente, sin visceralidad y usando la razón y la argumentación lógica como instrumento del debate.
Por otro lado, me parece justo y necesario que si alguien quiere hacer comentarios sobre otros comentarios publicados, lo haga libremente y establezca la discusión que, basada en el respeto, estime conveniente.
Os doy las gracias a todos por vuestras aportaciones, tanto si son en mi línea argumental, como si no lo son. Eso sí, siempre sujetos al respeto a las demás ideas. Pero me ha interesado especialmente el debate que pueda haberse suscitado, en tanto que demuestra la actualidad y el cuestionamiento del tema. Ello es debido, bajo mi punto de vista, al proceso de revisión que se está planteando en los roles sexuales, sobretodo los instaurados por los principios derivados de la cultura occidental. Estamos en una etapa de cambio y revolución social, que se sustenta en las tecnologías y la gestión de la información; este mundo bloguero es un claro ejemplo de ello.
Brillante exposición Antonio. Y el desenlace final un mensaje extraordinario. ¡Viva la vida!
Bien dicho Antonio!!
Es comprensible que cuando uno lanza un articulo publico y abre el espacio para comentarios, cada persona bajo su punto de vista opine sin faltar el respeto ni intentar imponer sus ideas.
A veces la convicción del propio comentarista puede parecer que esta asertando su forma de ver lo que expresa, pero creo yo que sera para el mismo.
Por otra parte cuando las ideas se concretan en hechos pasan a ser evidencias y lo evidente es la muestra de las verdades.
El respeto para exponer las ideas de cada persona es necesario y deseable y en un debate de libre expresion todos pueden participar con la suya propia que enriquecen el discurso, como bien dices, porque si no seria un monologo.
También hay quienes llegan y ante una entrada demasiado larga, dan el visto bueno y dan las gracias. Hay de todo; a mi me parece interesante colaborar en tus artículos.
Tengo que aclarar que yo para mi, una persona espiritual no quiere decir que sea religiosa ni dogmática, yo no lo soy.
Para mi ser Espiritual es creer en la transformación de la especie humana hacia formas de vida superiores a esta.
Un beso Antonio y continua haciéndonos pensar y queriendo colaborar en tus exposiciones.
Antonio esta reflexión es buenisima de lo mejor que he leido sobre ello.
Totlmente de acuerdo con cada una de las palabras.
Yo particularmente liberé el machismo cultural mediante una terapia llamada gestal, en ella me ponía como ejercicio pensar a ratos como un hombre ( ello no me costaba trabajo) y a rato como mujer (esto si me costaba trabajo al principio). De toda esta terapia conseguí ver en parte el pensamiento femenino que tengo en mi mente y me permite desde los 23 años saber más de este sexo y respetarla desde la tolerancia y el conocimiento.
Que bien le haría esta terapia a los homófobos e integristas.
Un fuerte abrazo
He leído detenidamente, como es lógico, los comentarios y me satisface enormemente que todos, bueno casi todos, estén en la misma línea que planteo. El interés del tema ha quedado de manifiesto, sobre todo para Mirian que ha colgado hasta 5 comentarios y que por su contenido y algunas apreciaciones, que pudieran ser malas interpretaciones de lo que quiero exponer, bien por mi torpe y poco clara expresión o por cualquier otra cuestión, no han sido debidamente entendidos, lo que me lleva a intentar aclarar con mayor precisión mi posición.
Por tanto, no me olvido de la ética y los principios, más bien es lo que critico como determinantes de las conductas establecidas a lo largo de la historia, puesto que la ética y los principios y valores se establecen a través de las culturas con sus creencias. Tendremos que cambiar ética, moral, principios y valores para asumir la evolución social. En eso se anda, en la transición de una cultura localista a una universal, más amplia, razonable y participativa, libre del control del poder, y emanante de la ciudadanía. A ello responde esta reflexión.
Las personas somos mucho más que sexo, de lo contrario solo nos aparejaríamos como lo hacen los animales, cuando las feromonas aparecen en la etapa de fecundidad, guiados por el olfato. Nosotros usamos el sexo para expresar amor y deseo, pasión y placer. El contacto en los seres humanos fluye a través de la piel y esa energía desboca emociones, y las emociones deseos… Eso es lo fantástico del ser humano, que el deseo sexual aflora a través del afecto, del contacto deseado, del intercambio energético emocional (llámesele como se quiera).
La represión y frustración del placer y el culto al sufrimiento es propio de nuestra cultura, de la que se desprende de los dogmas y enseñanzas religiosas, que fueron las que durante siglos dirigieron el orden moral y ético y siguen intentando hacerlo. En ella estamos y a ella me refiero. Yo conozco un sujeto, militante de una tendencia religiosa, que se le iban los ojos detrás de una chica y después se colocaba el cilicio.
La opción solo se da cuando sientes una necesidad determinada y tienes posibilidad de elegir. Un sujeto homosexual debería poder elegir su opción dentro de una sociedad justa, más que permisiva, y no tener que esconderla. Y no se va contra la naturaleza, puesto que ha sido ella la que le ha situado en esa tesitura, formando parte de ella misma. La realidad es que ya podemos optar todos por la homosexualidad, pero solo lo hacen los homosexuales, por lo que no hemos de preocuparnos.
Veamos, la pulsión sexual es más potente en tanto esté más reprimida. Si la expresión y el deseo sexual es canalizado de forma conveniente, no aflora el conflicto pulsionar con la misma intensidad y complejidad.
Dejo más asuntos para el siguiente comentario, pues en este no cabe todo.
Sigue del comentario anterior:
La virtud la define la cultura también y suele responder a una norma o valor conductual que favorece el desarrollo de esa propia cultura, por lo que, las virtudes, pueden y son manipuladas y enfocadas hacia el mantenimiento de los valores clásicos que sustentan la referida cultura. El asunto de las virtudes se enmarca en la doctrina cristiana como cardinales y teologales, y en cada caso se definen como elementos importantes del sostén del credo. Las generalizables dentro de nuestra cultura laica hacen referencia a las virtudes morales, que se definen como: “Hábito de obrar bien, independientemente de los preceptos de la ley, por sola la bondad de la operación y conformidad con la razón natural”. Aquí cabe lo ateo, lo agnóstico y lo religioso. Por tanto, el no ser creyente no implica que tengamos que acabar en sexo, droga y rocanrol, eso es una opción personal que tiene sus consecuencias como todas las opciones.
La línea roja que yo planteo se puede interpretar como una frontera, pero las fronteras son artificiales, las ha creado el hombre y no se pasa por ellas porque hay guardias y leyes que delimitan el paso y demandan unos requisitos para hacerlo. Las fronteras se pueden romper. Antes, para ir a Francia hacía falta un pasaporte, ahora no y hay tránsito libre. Otra cosa es si apetece más vivir en Francia o en España, siendo español o francés.
La libertad no se puede reprimir para evitar el libertinaje. En todo caso habrá que gestionarla bien para que, responsablemente, la gente entienda donde está el límite a su libertad y dónde la de los demás. Creo que hace falta la famosa asignatura de Educación para la Ciudadanía, consensuada desde los representantes políticos del ciudadano, pero con el objetivo de hacer a la gente más libre, respetuosa con los demás y con los principios de la convivencia social.
Lo del pueblo base necesita buenos ejemplos habría que matizarlo. El pueblo base está harto de dar buenos ejemplos mientras el poder hace de su capa un sayo. Los héroes, mitos, leyendas y demás, que las culturas ofrecen a los pueblos, pretenden el sostenimiento de esa cultura y su inmovilismo, mantener el orden establecido, que ya ha demostrado como se las gasta. Yo creo que eso es revisable para que se evolucione. La ejemplaridad en el pasado no es aplicable al presente por lo general. Ahora es más aceptable un Vicente Ferrer que una Santa Teresa; o Médicos sin fronteras que las monjitas de clausura, desde un punto de vista social.
Bueno, lo dejo aquí y perdona que me haya centrado más en tu exposición, amiga Marian, pero has sido la que ha entrado más en el debate, ya que con los demás hay bastante convergencia, como puede desprenderse de los comentarios, por lo que debo dejar lo más claro posible mi posición, ante las respetables argumentaciones que planteas. Es lo que veo desde mi ventana, al fin y al cabo este es el objetivo del blog.
Con relación a los demás comentarios:
Mª Ángeles, estoy contigo en lo de la nitidez necesaria para asumir lo que uno es. Hay gente que se obceca en no mirar en su interior… y luego pasa lo que pasa.
Yo creo, María Jesús y Abuela Ciber, que la observación aséptica de la naturaleza, libre de prejuicios, es la mejor forma de entender lo natural.
Elisa, para mí es un placer contar con tus visitas. Como has visto, los comentarios enriquecen más la reflexión. Me alegro de lo del mensaje de la relación objetal, jejeje…
Fíjate Peter, luego dicen que las rubias no son listas… Es broma…
Myr, agradezco tu comentario como experta en la materia.
Mario, algún día tendré que ir a ver esas maravillas que cuelgas en tu blor, con tus fotos.
Gracias por tu aportación Rafa, esta es tu casa.
Shanty, yo también grito contigo ¡Viva la vida! Y además con quien mejor quieras y puedas, claro…
Gracias José Antonio por tu comentario. Interesante juego de roles el pensar como hombre y luego como mujer, también sería conveniente hacerlo como gay o lesbiana.
Y a Marian 5 veces gracias, por tus amplios y elaborados comentarios. Conocía más tu faceta de poeta con las visitas a tu blog, pero también es un placer debatir contigo.
Antonio, creo que ha habido cruce de
ideas en desacuerdo que no se ajustan a lo que cada cual quiso decir.
Por supuesto y es evidente que nuestro Pais ha quedado estancado por culpa de la moral religiosa.
Es cierto que hablabas sobre las sociedades rígidas y culturas.
Yo he dirigido mi exposición sobre el individuo y ahí están las diferencias.
La sociedad, costumbres y culturas de cada una de ellas en determinados países, son distintas.
En la nuestra desgraciadamente fue tal como dices.
El individuo es un ser pensante libre y como tal puede expresarse.
En cuanto a la opcion sexual sigo discrepando con todos mis respetos, para mi seria inverso a lo que has escrito:
"Cuando naces con una necesidad determinada y eres libre para
elegir tu elección es respetable". La sociedad tiene que colaborar para que estas personas no se sientan diferentes al resto.
De hecho ya lo hace, la represión franquista y religiosa ya murió, aunque quede en la mente de algunos retrógrados que no son favorables a los cambios.
En fin el debate es largo y profundo, yo creo que vamos los dos por la misma linea aunque sean paralelas.
Antonio, lo ideal seria poder alcanzar y crear una sociedad equilibrada, pero esto yo creo que es la mayor autopsia que ha creado el hombre para que los inteligentes sigan manipulando a los ignorantes.
Mientras tanto nosotros con reflexiones y poesías denuncia nos vamos motivando.
Besos Antonio
Quse decir utopía y salio autopsia, pero tampoco le va mal, no?
Las sociedades se hacen ellos mismos sus autopsias prosaicas, se estudian, se abren las entrañas y luego se cosen como si nada, así llegan a convertirse en sociedades zombis en maquinas productivas.
Es mi visión desde mi óptica poética ehhh
Totalmente de acuerdo amiga Marian, Las diferencias son enriquecedora, respetables y asumibles en beneficio de la salud mental y de la diversidad. Yo, también estoy de acuerdo en que el debate es muy interesante y eso quiere decir que estamos creciendo y evolucionando, pues nos cuestionamos cosas sistemáticamente.
En una de mis llamadas ocurrencias, sostengo que no hay nada peor que una idea sin otra para contrastarla.
Un beso y gracias nuevamente por tu aportación.
Jajaja... muy bueno, Marian, el lapsus de la autopsia...
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