martes, 27 de octubre de 2009

Ocurrencia 13 (La idea única)




“No hay nada más peligroso que una idea sin otra para contrastarla”.


Esta frase, que la leí por algún lugar y no recuerdo dónde, me caló y me hizo reflexionar sobre el asunto ampliamente, enfocándola a las ideas de trascendencia social de tipo político y/o religioso. Ciertamente, la orfandad de una idea la devalúa. Su mérito no existe, en tanto no ha sido ganadora de ninguna confrontación con otra aseveración sobre ese mismo tema. Por ello, está condenada al anacronismo, al no tener la posibilidad de la evolución que nuevos nutrientes aportan. Esos nutrientes se obtienen de la contrastación con otras visiones o posiciones y la asimilación de planteamientos que la enriquezcan, asumiendo el riesgo de la descalificación por perder su verdad relativa en la confrontación con la otra idea.

Por tanto, estas ideas únicas se presentan como enquistadas, encapsuladas, resistentes a la argumentación lógica. Su falta de permeabilidad las hace inmutables y se venden como verdades y dogmas que están por encima de los valores personales e individuales, como causas sublimes y nobles que requieren el sacrificio, la obediencia y el esfuerzo común para implantarlas en beneficio de la colectividad. Consecuentemente, son frenos evolutivos que pretenden mantener un estatus quo, casi siempre para preservar ventajas, prebendas e intereses del grupo dominante y garante de la idea única.

La idea única es descalificadota, prepotente e impositiva en tanto no acepta otra, al sentirse en posesión de la verdad. La historia está cargada de etapas donde la idea única se ha impuesto sobre las demás. Eso sí, siempre ha sido generalizada bajo la amenaza, la coacción o la violencia física y verbal, si bien es cierto que ha tenido adeptos que instrumentaron su imposición.

El adepto a la idea única suele ser un sujeto de pensamiento pobre, sin capacidad o voluntad de discernimiento, obviando los que la apoyan por mera conveniencia. Esa vaguedad ideológica le deja a disposición del dictador y del totalitario que defiende la idea. Es el campo de cultivo donde recoge el fruto y la fuerza para imponerse, por dejación, digamos, de funciones cívicas por parte del conformista, que acaba siendo sumiso, estableciendo una relación de “clientelismo ideológico”, concepto que merece una reflexión aparte. Lógicamente, el totalitario, dictador y ostentador del poder por esta vía, no tiene el más mínimo interés en despertar la curiosidad intelectual del sujeto, sino en mantenerlo obediente, carente de sentido crítico, amparado en principios jerárquicos que le garanticen la sumisión.

Esa idea puede tener connotación de misión o macro-objetivo, sustentado por una estructura de coherencia ideológica de tipo místico-religioso, cargada de dogmas y creencias, amparada por principios de corte divino donde la cuestionabilidad es reprobada. Es el caso de las religiones con sus dogmas y creencias irrefutables al abrigo de la fe e infabilidad difícilmente explicables.

La otra vertiente, que entiendo tanto o más peligrosa, es la idea única desde el punto de vista político. Las dictaduras, del signo que fuere, son un claro ejemplo de ello. Cuando se intenta imponer un sistema político no participativo, con anulación de la capacidad crítica del ciudadano y buscando su sometimiento a esa idea única que justifica el régimen imperante, lo primero que se pretende es evitar la crítica del sujeto, mentalizándole para que acepte el pensamiento del grupo dominante y sus lacayos como la base de la convivencia ciudadana, descalificando y criminalizando a aquellos que practiquen la disidencia.

El colmo es cuando se alían la religión y la política, circunstancia vivida en nuestro país tantos años, y siglos pasados, y que se está dando en bastantes países del mundo musulmán en la actualidad, sin obviar la influencia que sigue teniendo la religión en nuestro entorno judeo-cristiano.

En todo caso, la base que consolida el sistema es la alienación, entendida como la define el diccionario de la Real Academia de la Lengua: “Proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición”. Es decir, que su conciencia no se ajusta a lo que su propio objetivo o función como ser humano debería significar. Ello lleva a una disonancia cognitiva, que solo es sostenible cuando la capacidad de decisión, o la responsabilidad sobre los hechos que se generen, se proyectan sobre los hombros del patrón o promotor de la idea, del jerarca que manda, de la "autoridad competente", quedando exento de culpa el sujeto.

Por eso los integrismos religiosos me repugnan, las ideas políticas excluyentes me repatean y los sujetos intransigentes, que se creen en posesión de la verdad y son irrefutables, me dan miedo y pena a la vez. Yo sigo manteniendo aquello de que “la mente es como un paracaídas, solo funciona cuando se abre”.


28 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Sí señor, necesitamos una idea clara y concisa de la mentira que nos quieren vender...

Ciberculturalia dijo...

Querido Antonio, has explicado a las mil maravillas el fundamento del integrismo: la idea única y no contrastable.
Como siempre una lúcida entrada
Un beso y buen martes
Carmen

Txema dijo...

Lo suscribo en su totalidad.

MAJECARMU dijo...

Antonio, creo que has expuesto un post difícil y coherente,que puede ser bien entendido o malinterpretado,si no tenemos la suficiente empatía para ello..

Las religiones pueden ser cerradas o abiertas en ideas,depende de la interpretación y la vivencia de las personas que las sigan.

Puedo decirte que soy cristiana practicante,pero que entiendo y acepto a los que no lo son.
Si me enseñaron a querer y perdonar a mi prójimo, debo saber aceptar sus contradicciones,sus ideas y su vida tal como es,aunque no esté de acuerdo en ello.

Puedo decirte que la empatía la he aprendido desde mi religión.Que mis perspectivas a la hora de valorar y estudiar un problema me vienen desde el respeto y la dignidad que me enseñaron en el colegio y que los principios y valores de una persona,que no pertenece a ninguna religión,son sagrados y religiosos para mi..

Desde mi religión he aprenddo que la Naturaleza es la mejor madre y maestra para ensseñarnos a vivir.. Ahí está el Creador presente en todos los seres y la belleza es la mejor muestra de la escritura, que Dios va dejando a nuestro alcance para que no lo olvidemos.

No me gusta encerrarme en una idea,siempre pido opinión y contrasto con diversas perscpectivas,porque soy consciente de mi humanidad y límites,amigo.

La religión la llevan los hombres y naturalmente que tiene fallos y extremismos..porque la desnaturalizan de su verdadera esencia con adornos y egos materiales. Pero,hemos de estar al tanto y ser conscientes de ser fieles a nuestros principios y valores por encima de todo,como ya te dije en otro post.

Mi felicitación y mi abrazo,siempre.
M.Jesús

Marian dijo...

Ciertamente, una idea que no es resultado deductivo de otras, que no ha contrastado su veracidad, queda coja.
Un saludo Antonio

Abuela Ciber dijo...

Gratisimo leerte.

Abrir la mente como el paracaíds me parecio una imgen estupenda, donde dices muchisimo con poquititas palabras.

Saludos.

Naveganterojo dijo...

Es curioso, segun leia me parecia que hablabas de cierto grupo de personas de este pais, que se arropan bajo ciertas siglas, y que se creen con el derecho divino,(pues estan apoyados por el clero)de mentir al pueblo, robarle a ojos vista, reirse de el, e incluso (hace muy poquitos años), su presidente, y por desgracia presidente del pais, decir en publico :"o estan conmigo o contra mi".
Pero imagino que solo ha sido un lapsus de mi imaginacion, y que eso en nuestro democratico pais no existe,¿o...si?.
Un abrazo.
Salud y felicidad

Felipe Medina dijo...

Totalmente de acuerdo.

No obstante,ante las ideas únicas existen las contrarias y se deben hacer valer incluso con nuestras vidas.

Esto último no lo digo desde el confort del salón de estar.

Voy a ser muy claro:contra las dictaduras de cualquier tipo que capan derechos humanos,torturan y,por supuesto,no permiten expresarse libremente,cabe la lucha armada.

Abrazos

Antonio dijo...

Sí, María Jesús, sí que lo necesitamos. Necesitamos que nos hablen claro para poder decidir en libertad...

Antonio dijo...

Gracias por tus palabras, Carmen, y por compartir conmigo la posición.
Un beso

Antonio dijo...

Gracias, Txema, por tu comentario y me satisface compartir contigo las ideas expresadas.
Un saludo

Antonio dijo...

Querida M.Jesús. No comparto tu fe, a pesar de haber estudiado en un seminario y después en los Jesuitas, o tal vez por eso, pero respeto a todo el que me respeta, porque yo no defiendo la idea única y me gusta contrastar las mías, por eso creé este blog, con el ánimo de compartir ideas, reflexiones, vivencias y sentimientos…

Ciertamente soy bastante crítico con las religiones en general, pues entiendo que canalizan la espiritualidad del ser humano por un sendero excesivamente condicionado y estrecho, lo que dificulta (digo dificulta) tener una conciencia religiosa libre de prejuicios y aceptando que los asuntos de fe se cimientan en la individualidad, por lo que no se pueden imponer a los colectivos. Sobre todo rechazo su alianza y connivencia con determinado poder político, cuando no el ejercicio del mismo.

No creo que las religiones sean abiertas, pues no aceptan cuestionamientos de sus ideas o principios amparados en la fe y solo lo hacen cuando la evidencia científica es irrefutable. Otra cosa es que sean tolerantes, respetuosas con otras ideas aunque no las compartan y acepten la diversidad como algo natural, entendiendo que el no creyente es un sujeto tan respetable como el creyente.

Digo al final de mi escrito que el integrismo religioso me repugna, porque es impositivo y descalificador, pero se ha de entender que, aunque no comparta las creencias de ninguna religión, respeto a quien las tenga; eso sí, permitiéndome expresar mi punto de vista como los demás lo hacen y siempre que me respeten a mí. En este caso, el integrismo está entrando en las conciencias de algunos seres humanos de una forma intransigente, peleona, irracional, impositiva, potenciadota del odio… hasta el extremo que son capaces de inmolarse y matar a inocentes criaturas de ese mismo Dios, en cuyo nombre dicen actuar; ese Dios que cuando llegué, en lugar de ofrecerle vírgenes, le dará de hostias en la cara por lo que han hecho, de ser verdad su credo.

En mi caso, la empatía la aprendí a lo largo de mi vida, no me lo enseñó la religión, sino un planteamiento práctico y objetivo para poder comprender a los demás, tal vez la psicología me acercó y mi profesión primera me hizo experimentarla desde las vivencias más impactantes del ser humano, como es el sufrimiento y la proximidad a la muerte. En este blog hay colgadas algunas reflexiones donde se habla de la empatía, de la existencia de Dios y de mi posición al respecto, porque, como he dicho, mi objetivo es compartir mi visión con quien quiera mirar por mi ventana.

Gracias, amiga por tu interesante aportación que deja claro ese posicionamiento religioso de convivencia y respeto.
Un abrazo

Antonio dijo...

Hola Marian. Totalmente de acuerdo. Toda idea evoluciona al amparo de otras que la enriquecen.
Un saludo afectuoso

Antonio dijo...

Abu. A nuestra edad no estamos para tirarnos en paracaídas, pero sí hemos aprendido que solo se aprende con la mente abierta. Maslow lo identifica como un signo de madurez.
Saludos

Antonio dijo...

Amigo Navegante, yo he definido el escenario, ahora veremos quien encaja en él, pero creo que no andas mal encaminado ¿o,,,sí?
Un saludo

Antonio dijo...

Efectivamente Felipe, existen las contrarias que las contrarrestan, como su propio nombre indica. Por eso, para que no las contrarresten, se reprimen por la fuerza de la coacción y la violencia. Entonces, cuando se capan derechos humanos, se tortura y se reprime, hablamos de actuar en defensa propia.
Un abarzo

Peter Pantoja Santiago dijo...

...¡Idea única!

Pues sinceramente pienso que puede haber similitud o intento de plagio o copia de alguna idea, pero jamás será igual que la original que brota con tanta luz propia y dentro de la presición absoluta de una mente creadora.

Somos únicos al crear, quizás se piensa que los chinos copian todo, pues copian un concepto ya establecido, pero jamás lograrán copiar la esencia, es el porque de una idea en todas alas áreas de la vida.

Peter

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

hay ideas honestas, ideas que nos quieren vender para sacar tajada... muchas clases de ideas y el hombre necesitado de creer en algo y ser dirigido... muy complicado, antonio

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Sí señor, la pura verdad es lo que con tanta maestría explicas.Asumo todo el texto: yo pienso lo mismo, pero sería incapza de expresarlo tan bien. Un abrazo

Antonio dijo...

Gracias Peter por tu comentario. Hay ideas que vale la pena copiarlas y otras que mejor no hacerlo.
Desarrollemos las buenas ideas, las abiertas y capaces de evolucionar.
Un saludo

Antonio dijo...

Querida Mª Ángeles, creo que hay que pasar de dirigir al hombre por el hombre a orientarlo con la información para que él decida su dirección. Para eso deben estar las ideas y las personas honestas…
Un saludo afectuoso

RGAlmazán dijo...

Las ideas no contrastadas sólo se imponen o por la fuerza o por la repetición constante para hacerla dogma de fe. Y eso tiene que ver, ¡qué casualidad! con el totalitarismo y las religiones.
Buen artículo que comparto totalmente.

Salud y República

Antonio dijo...

Gracias, Juan, por compartir esta idea, que como puedes ver por lo comentarios, por suerte, no es única.
Un saludo y te recuerdo que el día uno es tu día, ja, ja, ja… Recházalo si te lo pasan al dos, que es el de los difuntos.

Antonio dijo...

Gracias Rafa por tu comentario. Es un placer compartir contigo esta posición.
Un saludo

Circe La Hechicera dijo...

Querido Antonio: Es muy refrescante tu entrada e ilustrativa para quienes tenemos la apertura en nuestro pensamiento de conocer las diferentes opiniones y posturas que nos hacen enriquecer nuestro conocimiento. Me atrevo a decir que las ideas únicas cuestan mantenerse con vida por mucho tiempo, pues la dinámica de la vida, los hechos y circunstancias, te lleva en ir incorporando aspectos que hacen que los conceptos vayan perdiendo rigideces. Definitivamente hay que ser amplios. Estupendo post, como siempre. Besossssss caribeños!!!!!

Antonio dijo...

Circe, tienes razón. Somos dinámicos por suerte o por necesidad. Ello nos ha hecho evolucionar. Pobre de quien no tenga cinciencia de ello, quedará insignificante.
Besos desde Andalucía.

Belkis dijo...

Muy buen análisis Antonio. Estoy completamente de acuerdo contigo en este enfoque. “La mente es como un paracaídas.... sólo funciona cuando se abre”. Hay que estar abierto a todas las ideas, aunque algunas no sean compartidas, al menos deben ser respetadas.
Yo propugno por abrir la mente a las ideas positivas e inspiradoras.
La ventaja del pensamiento positivo es que el sí es más fuerte que el no y que tiene más poder psíquico. El problema impone una alternativa única, mientras que el diálogo abre opciones. Atarse a lo negativo impide que emerja con fuerza la visión, implica limitarse a los recursos que siempre son escasos, mientras que el diálogo abunda en posibilidades. Uno cierra, el otro amplía. Uno apela a la resistencia el otro a la energía. Uno avanza paso a paso, el otro a ideas que vienen de golpe. Uno a la dirección externa, el otro al empowerment “el poder interior”.

Saludos

Antonio dijo...

Belkis, gracias por enriquecer mi reflexión con la tuya. Las ideas positivas deben acabar imponiéndose sobre las negatias, pues ese sí es mas poderoso...
El poder interior, ese gran desconocido...
Un saludo afectuoso

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