Ellos pìensan en ellos |
Estamos
en momento de campaña electoral en mi tierra. Estamos, también, en uno de los períodos
más negativos para el prestigio de la política. Parece que hay muchos y
variados intereses en desvirtuarla, denostarla y descalificarla. Los políticos
se han empeñado en cargarse la esencia de la misma, en dar un golpe de muerte a
la democracia real y en servir a los intereses de los grupos de poner. En todo
caso, muchos anteponen sus propios intereses a los de sus votantes y acaban
corrompidos y, en algunos casos, vendiéndose. No, la mayoría de los políticos
no son buenos políticos ni, me atrevería a decir, honrados y buenos demócratas.
Andan a la búsqueda del poder. Para ello engañan, prometen y, cuando se les otorga
la confianza, reniegan de su proyecto, si es que lo han presentado, y hacen de
su capa un sayo. La cuestión es que se están vendiendo al poder en la sombra y
no son capaces de sacarnos del atolladero de forma justa y ecuánime. Nos comen
el coco, nos ilusionan con unas ideas maravillosas y luego siguen atrapados por
la rueda inexorable del poder del sistema económico que les ha puesto de
rodillas y a su servicio.
Ahora,
con la campaña, vienen los cantos de sirena. Son cánticos que nos apartan de la
realidad, que fantasean con soluciones maravillosas para luego decir lo
contrario, para dejarnos a los pies de los caballos, tirados en el fango. Cínicamente
nos dicen: “Vótame a mí que soy menos corrupto que ese otro”. No, no voy a
hablar de ningún partido en concreto, no quiero descalificar a nadie, sino que
cada cual se dé cuenta de quien se descalifica “per sé”. Para mí, tanto
discurso, solo muestra la superficie del problema, su insustancialidad y
nimiedad solo tiene parangón con la discusión del color de la caja que contiene
el producto. El contenido, que es lo importante, anda envuelto con precioso
papel, pero nadie sabe realmente que hay dentro, lo que nos lleva a sorpresas como las que nos estamos
llevando. La fórmula magistral no se corresponde con el interior. Así nos
acaban colocando un supositorio (nunca mejor dicho) que pensamos va bien para
el estreñimiento y resulta que nos lleva a más estreñimiento. Dicen que esta
fórmula va bien para el paro, y es cierto, el paro va creciendo.
Pero
en el fondo, lo que aquí se está produciendo es el avance inexorable y
aplastante del neoliberalismo y sus modelos sociales, hasta desmontar el Estado
del bienestar que se creó tras la segunda gran guerra. El capital tenía que
competir con el bienestar que pregonaba el comunismo, con la idea socialista de
igualdad y justicia distributiva… Su mejor oferta para vencerlo era crear un
sistema donde el obrero estuviera mejor y más protegido que en los países
comunistas. Y lo logró en Europa, donde estaba el verdadero peligro por su
proximidad a la Unión Soviética, pues en los EE. UU. se había neutralizado con
la caza de brujas del senador Joseph
McCarthy y sus listas negras.
Una
vez neutralizado el peligro comunista, controladas o eliminadas las quijotescas
guerrillas sudamericanas criminalizándolas, a la par que bendecía a las
dictaduras que combatían con la tortura y la muerte a toda idea progresista,
llegan a conseguir arrinconarlas, a las ideologías digo, como testimonios
pintorescos de un pasado superado. Entonces, el neoliberalismo se inventa la
globalización comercial, que no social, para explotar a los ciudadanos de países en
desarrollo produciendo productos a bajo coste para venderlos en los países
desarrollados a precio nacional. Ello lleva a la deslocalización de empresas y,
por ende, al paro por la competitividad de costes con estas nuevas factorías en
el tercer mundo. La solución para ellos está bien clara, si quieren tener
trabajo aquí háganlo por sueldos similares a los de allí. El capital no tiene
patria, eso sí, sabe manipular de maravilla y llenarse los bolsillos con las
ganancias de ese comercio injusto, amoral y codicioso.
Pero
he aquí que tenemos una cosa que no es deslocalizable. Me refiero a los
servicios en general y a la educación, la sanidad, etc. que no pueden
importarse como productos acabados. Eso mueve mucho dinero y es un excelente
campo de batalla para apoderarse de su control.
El
plan, pues, anda en arruinar con la deuda pública a los Estados y forzarlos a
vender, al final, sus empresas de servicios como forma de salir de la crisis
económica generada por dicha deuda. A partir de ese momento el patrimonio será
mayoritariamente empresarial y el Estado será un mero gestor de los impuestos y
pagador de los servicios a las empresas suministradoras, que los tendrán cogidos
por los cataplines. O sea, pasaremos a desplazar un patrimonio estatal, es
decir propiedad de toda la ciudadanía, a los entes privados que dominan el
juego del llamado libre mercado.
Ante
esta estrategia no hay una alternativa sólida, ideológicamente viable, con
estas constituciones y leyes que nos encorsetan y condicionan en beneficio de
estos estrategas. Para más INRI han desarrollado un clima social de terrorismo
económico, de amenaza constante de pobreza y miseria si no pasas por el aro.
Entonces acabamos, en plan pragmático, diciendo aquello de “más vale pájaro en
mano que ciento volando” y te rindes a sus exigencias de salarios más bajos,
sobre todo cuando andan en el poder partidos políticos afines a su ideología,
empezando por la propia Alemania que es la economía más poderosa de la UE.
Yo
no estoy por escuchar discursos de circunstancias, de propaganda electoral,
sino que voy a hacer una abstracción de la realidad social, política y
económica de nuestro sistema, para poder decidir sin interferencias. De lo que
estoy convencido es de no apoyar la estrategia de huída hacia adelante de los
planteamientos neoliberales, que se enmarcan en un diseño global de estructuración
del dominio mundial de la mano de los neoconservadores americanos, como el
grupo adyacente a Busch y sus adláteres, incluido nuestro viejo amigo de la
foto de las Azores y sus muchachos.
En
esta guerra de dominio sobre el progreso y su plusvalía, de ansia y codicia de
lo material, de carrera hacia el precipicio al que irán cayendo miles de
inocentes antes del final, en contraposición a una concepción más humana y
equitativa, más llena de valores sociales y humanistas, no pienso hacer de
motor sino de freno, si ello es posible. Ya solo nos queda juntar fuerzas, unir
nuestros deseos de mejorar este mundo y plantear alternativas viables antes de
que todo se vaya a la mierda.
Manipulación alienante |
Un
voto y la determinación de controlar al depositario de nuestra voluntad
política para que cumpla con su cometido, de someter al político a un marcaje
efectivo, puede ser la forma de empezar a cambiar algo, aunque habrá que salir
a la calle, hacer huelgas generales, gritar aún en el desierto y mostrar nuestra
resistencia a ser colonizados ideológicamente y sometidos a sus directrices, es
decir, a que se nos aliene más. Nos meterán miedo, nos amenazarán con el caos,
nos asomarán al abismo, nos acusará de irresponsables por no apoyar sus
decisiones y reformas aunque ellos en la oposición fueran más irresponsables, pero en el fondo será su miedo a perder sus
prebendas, su poder e influencia, el que les hará temblar a ellos si todos
somos conscientes del modelo de estructura social que queremos…
No,
no me dejaré tragar por las “arenas” del desierto, por los cantos de sirena de
un mañana dependiente y sometido, en esta mi Andalucía. Quiero un Estado
poderoso y democrático que sustente las leyes y vele por el bien de todos los
ciudadanos, que someta a las empresas a los intereses generales y que su
producción sea consecuente con un sistema sostenido de desarrollo, donde lo que
se consume es porque se necesita y no porque se le ocurre a un sujeto y lo
coloca en campañas de marketing para mayor gloria suya y de sus accionistas. Un
Estado que no doble sus rodillas ante las agencias de rating controladas por
tres grandes compañías neoyorquinas, que no sirven a los intereses generales de
la ciudadanía, sino a los de los grupos de poder económico y financieros que
han provocado la crisis.
Por
tanto, VIVA LA POLÍTICA con mayúsculas,
a la que tenemos que hacer volver a los políticos que nos rigen, aunque haya
que reeducarlos o jubilarlos y cambiarlos por otros más amantes de la cosa pública,
de la democracia y que quieran ser portadores de los intereses del colectivo
social. El rearme ideológico es imprescindible, al igual que una catarsis
social seria para ver donde está el verdadero problema, que sospecho anda en la
propia formación del ciudadano de base y sus apatía por la política, pues hemos
sido adoctrinado para aceptar el dominio de las clases superiores, para ser
gregarios alienados que defienden a capa y espada a su grupo sin la más mínima
autocrítica. Piensa si sabes pensar y obra en consecuencia, si sabes obrar…
pero ojo, obrar es sinónimo de defecar… no la cagues para que todo se vaya a la mierda…
Pues eso, otro mundo ha de ser posible... |
12 comentarios:
Vienen malos momentos para Andalucía y para el resto del país. La crisis y la ineficacia del anterior presidente de la nación les viene como anillo al dedo a los neoliberales para imponer sus ajustes. ¿Se dará cuenta la gente de los "tejemanejes" de esta gente?
Un saludo.
De ahí mi último párrafo para no cagarla, amigo Cayetano, aunque no nos hayan enseñado a pensar críticamente y seamos más gregarios que críticos.
Yo reclamo la política ejercida en democracia como la mejor forma de entenderse, pero anteponiendo el bien social a cualquier bien particular...
Un saludo
Antonio, ole tus... palabras. Creo que te solo te voy a votar a tí, bueeeeno y a alguno parecido si se presenta debidamente identificado ;). Bs. familiar.
Tienes razón, claro. Lo veo igual.
La izquierda debería ser crítica, hacer autocrítica, darse cuenta de aquello en lo que se ha equivocado. Y sobre todo, si algo no puede ser, lo que no puede hacerse es engañar más a la gente, porque luego se harta y te deja en manos de los otros.
Viva la Política, así, en mayúsculas, claro que sí. Pero qué lástima que el ser humano sea así: siempre buscamos líderes y generalmente los líderes humanos tienen mucho poder de convocatoria pero poca limpieza detrás. El hombre debería atender a la idea y no tanto a la imagen, a una imagen concreta. Pero somos lo que somos, y Antonio, entiende bien lo que diré ahora: el ser humano en general es tonto, enormemente influenciable, absolutamente previsible, egoísta y muy simple. O sea que soy de los que pienso que con semejante abasto la guerra está perdida. Y, eh, que soy persona, y que tampoco me salvo (porque las personas siempre creemos que nosotros individualmente nos salvamos, que los tontos son los otros: pues yo no quiero creerlo).
La única solución posible es que de repente aparezca alguien que represente las leyes del mercado y que no sea excesivamente hipócrita.
Pero mientras tanto sí, mientras tanto la izquierda debería hacer autocrítica a fondo.
Qué maravilloso y qué maravilloso comentario de Ramón, y esa arenga: Viva la política!. Porque que es la política sino ese tesoro y arte del ser humano en la búsqueda de transformar el estado de las cosas?
Claro lo del liberalismo por el que ya hemos pasado y sufrido. No quieren transformar nada que afecte a sus intereses. Y la política debiera ser eso
Y viva la política! Un abrazo.
leerte me aclara mucho las ideas, Antonio y pienso igual que tú. Buen fin de semana
Querida emejota, hay momentos en que cuesta ser comedido hablando de este tema. Pero solo manteniendo la calma se encuentra la razón. Tal vez eso sea lo que les falta a nuestros políticos mesura, razón y seriedad, entre otras muchas cosas.
Besos
Amigo, Ramón, yo estoy siempre, en mayor o menor medida, de acuerdo con lo que sueles plantear y ahora no es menos. Creo que hay cierta afinidad de análisis entre ambos, salvando las discrepancias lógicas que nos hacen diferentes, de lo contrario el mundo no tendría sentido.
Creo que la autocrítica es la forma más efectiva de cambio interior. Para introyectar ideas y cambiar los prejuicios se ha de ser autocritico, de lo contrario estamos abocados al continuismo y enclaustramiento.
Un abrazo
Lo curioso, amigo Joven Cuervo, es que yo creo en la política, pero no en los políticos actuales. Me da la sensación de que se han dejado llevar por su instinto primario de supervivencia y la codicia del materialismo y han perdido los papeles, pasando al libreto de la ópera del dinero y sus dueños.
Un abrazo
Gracias, Mª Ángeles, me satisface mucho compartir contigo estos pensamientos. Ojalá el pensamiento racional se oponga y gane la batalla al acto manipulador de los intereses generales de los que ejercen el poder económico y nos condicionan.
Besosss
Yo también creo en la política, y hago esfuerzos por volver a creer en los políticos. Pero me lo ponen difícil.
Creo que, dado lo que esperabamos, el resultado ha sido el menos malo: los dos grandes partidos se quedan lejos de la mayoría absoluta e Izquierda Unida podrá imponer condiciones. Ahora hace falta que estén a la altura y no se vendan por un plato de lentejas o, lo que es lo mismo, por una Consejería.
Pero lo que en realidad se necesita es que los ciudadanos seamos capaces de pensar y analizar, por eso siempre te agradezco tus palabras, porque son una luz en medio de la oscuridad.
Un abrazo.
Sergio.
Gracias, Sergio. Hoy la ciudadanía de Andalucía ha sido congruente. El voto de castigo a la mala gestión del Psoe se ha ido a IU, lo que muestra un contenido ideológico sostenido a la par que conciencia de una solución de izquierdas. No tiene sentido salir de Herodes y meterse en Pilatos... Esperemos que esta nueva situación nos permita un gobierno más cercano al pueblo y a sus necesidades.
Un abrazo
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