jueves, 31 de octubre de 2013

Aniversario del nacimiento de Miguel Hernandez


Hoy, 30 de octubre, hace años que nació el insigne poeta del pueblo, Miguel Hernández. En el centenario de su nacimiento le compuse este poema, que hoy vuelvo a colgar en homenaje a quien dio la vida por su causa ideológica, por el pueblo que defendió y sus ideales.

A Miguel Hernández

La semilla de la tierra
brote de vida imparable,
saca al niño de la yunta
del trabajo deleznable.

Son los cánticos de vida
que el poeta lanza al viento.
Son la esperanza perdida
que vuelve como alimento.

Miguel Hernández cantó,
dentro de su baja cuna,
a los sinos insufribles
que presentó la fortuna.

Y saltó el niño yuntero
liberando de su cuello
en un acto de osadía
el yugo de su degüello.

Sacó desde sus adentros
al león y al toro bravo
al águila poderosa
en su vuelo idealizado.

Con un esfuerzo de sangre
fue rompiendo las cadenas
y a ese yugo despreciable
que de nuevo le impusieron
con las flechas lacerantes.

Noches de nuevo vinieron
noches negras, negras noches
que sumieron las españas
en pozos tan repugnantes.

Los luchadores murieron
bajo el flujo de las armas
y los cantores callaron
muertas ya sus esperanzas.

La semilla de su canto
brotó desde la distancia
y dio nueva vida a todo
lo que en otrora callara.

En cien años no mataron
por persistente que fuera
las ideas de libertad
de Miguel en sementera.
 


Málaga, 30 de octubre de 2010)


lunes, 28 de octubre de 2013

¿Es nuestra derecha democrática?


Fraga elige a Aznar como su sucesor.
Para entender a la derecha española hemos de repasar nuestra historia reciente y la del resto de Europa. En la primera mitad del siglo pasado se produjeron una serie de movimientos y hechos políticos y militares que definieron una Europa con tres grandes ideologías. El fascismo y/o nazismo, el comunismo y el capitalismo llamado democrático. La derecha europea se anclaba en el capitalismo democrático, que fue el triunfador final de la contienda mundial. Por tanto la derecha europea es beligerante con el fascismo y, a su vez, con el comunismo y las tendencias llamadas de izquierda. Quedan, como campo de expresión de las ideas fascistoides otros partidos ubicados en la extrema derecha, fuera de la concepción democrática de la vida política, que pretenden la eliminación de la ideología adversaria y la imposición de la suya como verdad incuestionable. En Europa tenemos claras representaciones de ello, como puede ser el partido de Le Pen en Francia y los movimientos neonazis, en una situación más extrema aún. Por tanto, la derecha europea es hija de la democracia, que luchó contra el sistema nazi/fascismo, y tiene una concepción demócrata de vida y contrato social. Se separa claramente de las ideologías totalitarias, a las que rechaza como hijas del pasado dictatorial que defendió el eje Alemania-Italia en la segunda guerra mundial.

En conclusión. En la segunda guerra mundial el eje fue vencido, derrotado, juzgado y condenado por sus crímenes. Alemania e Italia surgieron de nuevo con un espíritu democrático. El rival dictatorial fue eliminado y excluido de la vida política por no ajustarse a los principios democráticos que la sustentaban. No obstante, determinadas ideas no relacionadas con el racismo, la xenofobia, etc. pudieron ser expresadas y defendidas en un sistema democrático. De ahí la aparición de partidos englobados en la llamada extrema derecha en Europa como elementos claramente diferenciadores de la derecha clásica del continente, si bien otros, de corte nazi, fueron declarados fuera de la ley.

Pero, ¿qué pasa en España mientras tanto? España llegó mal y tarde a casi todo. Fue, junto a Portugal, el grano en el culo de Europa. En España se seguía manteniendo un régimen hermano de las vencidas Alemania e Italia. Un régimen que se había instaurado en el país con la fuerza de las armas y la ayuda incuestionable del bloque nazi/fascista. El franquismo estaba en la esfera de los enemigos de la democracia y de los aliados, ganadores de la contienda. No obstante, vino a salvarlo el propio comunismo. El Estalinismo asesino, dictatorial y paranoide, creó un frente de conflicto con los aliados, desembocando en la guerra fría. EE. UU. el gran vencedor y beneficiado de las dos contiendas mundiales necesitaba neutralizar al nuevo enemigo. Para ello era imprescindible establecer un entramado de bases militares en Europa que garantizaran la defensa de sus intereses. Franco era un enemigo confeso del comunismo y una insignificancia en cuanto al peligro que pudiera generar su régimen para el poder americano. Por tanto, decidieron negociar con él, perpetuar su régimen y tolerarlo, siempre que fuera controlable, como así fue. Dejaron caer militarmente a la guerrilla opositora encarnada por los maquis y al gobierno en el exilio de la extinta república. Aquellos aguerridos milicianos que fueron los primeros en entrar en Paris, la 9ª compañía de la División Leclerc, y sus compañeros, fueron abandonados a su suerte en la lucha contra el franquismo. El régimen de Franco ganó en el balance de los intereses americanos y ofertó su territorio para establecer bases militares en diferentes lugares: Zaragoza, Torrejón, Morón, Rota… El precio irrisorio, comparado con la aportación que EE. UU. había hecho para el levantamiento de la economía europea, era el rearme del ejército español con materiales desechados por los americanos, usados en la guerra de Corea, algunos beneficios económicos canalizados en intereses de magnates del sistema y, sobre todo, el reconocimiento del régimen por parte de la O. N.U.

De esta forma se perpetuó el franquismo como “un mal menor” para la ideología americana, que siempre mantuvo dictadores si eran afines a sus intereses; incluso los potenció, como forma de neutralizar la influencia de la URSS en los países iberoamericanos. Se dice que Cordell Hull, quien fue secretario de Estado de los EE. UU. en tiempos de Franklin Delano Roosevelt, dijo de Somoza: "Puede que sea un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta", lo que muestra la actitud de los EE. UU. respecto a la doble moral que siempre ejerció en su política exterior.

Por tanto, y al amparo de esta política de los EE. UU., fueron casi cuarenta años de dictadura y adoctrinamiento del nacional-catolicismo. En este sentido, no podemos obviar que la semilla sembrada, durante tantos años, debió germinar y crear un espíritu del régimen que trascendiera los cambios habidos en la transición. Ello es evidente en cuanto se analiza, aunque sea muy por encima, los acontecimientos en el último cuarto del pasado siglo y lo que llevamos de este. España está llena de antidemócratas, nostálgicos del régimen, con alto componente ideológico de tinte fascista y nacional-catolicismo. Suelen ser sujetos reacios a comprender la diversidad del Estado, las diferentes sensibilidades y la aceptación de la soberanía popular con lo que significa de respeto a las ideas y la personalidad de cada sujeto que integran el Estado español, así como unos nostálgicos del viejo régimen. Su simpleza mental hace que el constructo España esté por encima de las personas, de los seres humanos, y la palabra patria conlleve la esclavitud de voluntades a la eterna frase: Por Dios, la patria y el Rey en sentido figurado, sin entender que los seres humanos son el elemento básico de todas sociedad y no la territorialidad, las tradiciones y el sistema establecido que ha de estar al servicio de la sociedad y no ésta al servicio del sistema.

El antidemócrata suele ser un sujeto que se siente en poder de la verdad absoluta, que no acepta la existencia de otras visiones de la realidad, ni entiende que la grandeza está en el reconocimiento y la valoración de la diversidad enriquecedora, en el libre ejercicio del pensamiento con la intencionalidad de la confluencia final de las ideas, en pensar y razonar con la menta abierta, sabedor de que la verdad es relativa y que el entendimiento desde el respeto y la tolerancia es la base de la convivencia pacífica, en que las fronteras están para dividir y no para sumar, que ha de ser el fin último de la sociedad plural y soberana.

Pero volviendo al asunto, la transición fue un borrón y cuenta nueva, aunque al amparo del poder establecido. Una claudicación de los demócratas para conseguir un equilibrio mal instaurado, que permitía la impunidad del viejo régimen, mediante la transmutación del monarca en regidor democrático a través de una constitución miedosa y tolerante con el pasado, pero que abría una nueva forma de relación sin modificar el sistema de poderes imperante, incluyendo los poderes fácticos, como la iglesia, el ejército, el poder económico, el judicial, etc. Era evidente que había que pactar para no entrar en confrontación y volver al pasado. Los elementos que ostentaban el poder no lo dejarían fácilmente y solo, bajo unas normas claras que les permitiera seguir en el mismo, serían capaces de renunciar a la estructura política que los sostuvo en el poder durante 4 décadas.   Por tanto, este lavado de cara llevaba incluido la renuncia a la justicia por los crímenes de guerra y de lesa humanidad perpetrados por el franquismo y sus seguidores, que permanecían en lo más alto del poder. De hecho los encargados de llevar a término el cambio fueron sujetos que habían jurado su lealtad a los principios fundamentales del Movimiento, incluido el propio rey.

Evidentemente, nuestra derecha está impregnada, en gran medida, de esa ideología del pasado, solo hay que ver algunas cuestiones que la diferencia de la derecha europea. Aparte de no haber luchado contra el fascismo, como hicieron ellos, no han condenado los crímenes y el sistema político anterior, o sea, el franquismo; algunas declaraciones de sus militantes no dejan lugar a dudas sobre ello, como las realizadas por muchos de sus representantes respecto al pasado, véase el caso del alcalde de Beade, por ejemplo, sin que tuviera mayor repercusión en su partido; siguen los fusilados por el franquismo en las cunetas pues no han contado con el apoyo del PP para resolver el problema definitivamente; algunas políticas sociales, como las normas establecidas en Madrid respecto a los pedigüeños, se acercan mucho a ley de vagos y maleantes y al de peligrosidad social del viejo régimen, etc. Sin entrar en su posición respecto a la laicidad del Estado que rechazan con su actitud de connivencia con la iglesia católica. Por último, el PP es un partido creado por un exministro de Franco, el Sr. Fraga, que bebió su ideario político en el viejo régimen, por lo que lleva su impronta.

Por tanto, podemos decir que en esa derecha que nos gobierna se dan una confluencia entre tres tendencias. Por un lado estaría la derecha civilizada, similar a la derecha europea, antifascista y demócrata, por otro la derecha hija de las concepciones fascistas que añoran el antiguo orden y el viejo régimen y por otra la extrema derecha que se ve representada por el PP y es su aliado en cerrar el paso a la izquierda. Uno no acaba de entender muy bien cómo es posible esta amalgama de tendencias en un solo partido, pero cabe pensar que es la única forma de llegar al poder en un país como el nuestro, donde las izquierdas están más divididas y, al amparo de la ley D’Hondt, el reparto de escaños le es más beneficioso a quienes se unen que a quien se dispersa.


Por tanto, la pregunta de ¿Dónde está el franquismo?, ideológicamente hablando, tiene su respuesta clara a la vista de cómo se conducen nuestros políticos. Creo que en una inmensa mayoría andan en el PP y en menor medida en otros partidos, que no dejan de tener ideas, conductas y actitudes propias del totalitarismo. Lo malo es que la herida de nuestra guerra no se acabará hasta que todos y cada uno de los partidos políticos manifiesten claramente que los caídos en el bando republicano eran los defensores del sistema democrático establecido en ese momento, es decir que defendían el mismo sistema que ellos defienden actualmente y que fueron, en su mayoría, excluyendo a los criminales de guerra que se suelen dar en todos partes, los verdaderos defensores de la democracia, mientras que los rebeldes no dejaron de ser eso, unos insurrectos que se levantaron contra la voluntad del pueblo y el sistema que permitía la expresión de la misma. Cuando demos los honores que se merecen esos caídos, cuando condenemos sin paliativos a la insurrección militar y social que se produjo, cuando se reconozcan los crímenes de guerra y de lesa humanidad que se dieron en su día, cuando desaparezca la idea de vencedores y vencidos y, sobre todo, cuando seamos capaces de entender y respetar la diversidad de los pueblos de España, de su gente y su esencia diferencial, estaremos en el camino de firmar la paz ideológica y social que nos merecemos, pues andaremos en la vía del entendimiento y acercamiento al concepto verdadero de la democracia y libertad. Entonces puede que no quepan separatismos y muros entre nosotros pues el ser humano tiene un componente universal en la esencia de su ser que hace de argamasa. Pero para eso se han de reconvertir las concepciones neofranquistas y del cualquier concepción totalitaria e impositiva al planteamiento democrático. 


jueves, 17 de octubre de 2013

La democracia también debe “beatificar a sus mártires”.


Beatificación e Tarragona
La Iglesia ha beatificado a 522 mártires de la religión que fueron asesinados en la guerra civil. Nada que objetar. Es natural que una religión honre a sus mártires de la forma que tengan institucionalizada. Están en su derecho y nadie debe obstaculizar que ello se lleve a término, faltaría más… pero noto a faltar en la lista a los religiosos asesinados por el bando fascista en el país vasco. Cualquier religión, o secta, debe cumplir con sus preceptos y sus credos, entendiendo que estos están sujetos a la ley.

Ahora bien, qué excelente ocasión para que, dentro de la bondad y la verdad cristiana, pidieran perdón por el papel que ejercieron en la guerra y la postguerra, apoyando al franquismo, tolerando, cuando no amparando con su moralidad, los asesinatos y las injusticias que estos cometieron. Su vinculación con el franquismo es manifiesta, como lo demuestra que el Caudillo fuera paseado bajo palio, mientras el clero saludaba brazo en alto. Al parecer, y eso es un acto prometedor, los propios obispos catalanes han sopesado esa posibilidad que, al amparo de las nuevas orientaciones del papa Francisco, podría ser un hecho de justicia y acercamiento al pueblo. Creo que falta ese reconocimiento, ese pedir perdón y expresar la condena a un régimen que tiene en su haber crímenes de lesa humanidad pendientes de ser juzgados, de lo contrario siempre quedara ese tufillo de persistir la complicidad que todos sabemos se dio y que, al amparo de un papado como el de Pio XII que flirteó con el nazismo y fascismo, es un hecho incuestionable.

Franco bajo palio

Sí, sería bueno que esta iglesia extemporánea aterrizara en el momento presente y defendiera y apoyara la cura de las heridas de la guerra. Los muertos del otro bando han de tener una sepultura honrosa, un reconocimiento a su sufrimiento y la entrega a sus ideales. Las cunetas no son el lugar de descanso de las víctimas de esos crímenes. Los honores, que le han sido otorgados a lo largo de todo el franquismo a los muertos de los vencedores, debe reconocerlos la democracia a los suyos, a los demócratas que dieron la vida en la contienda, si no que mierda de democracia tenemos.

La iglesia, que se mete en política en este país desde tiempo inmemorial, debe tener un acto de justicia con ese reconocimiento. Está bien que beatifique a quien quiera, pero ya que estamos, y hablan de acto de conciliación, que sea a través de pedir perdón, o disculpas, por sus actos en esa etapa negra de la España reciente, aderezado con la petición de que sean exhumados todos los cadáveres que siguen en las fosas para darles “cristiana sepultura” o la que estimen sus familiares.

¿Tendrá este papa las agallas para reconocer esa complicidad de la iglesia con el régimen de Franco? Tal vez de ello dependa que sea respetada o no la iglesia católica por muchos ciudadanos que la siguen viendo como partidista, anacrónica y anclada en el pasado. Para ello los propios creyentes de base podrían expresar con más vehemencia lo que sienten respecto a esta cuestión, pues muchos de ellos quieren romper con ese pasado y condenar esos crímenes de lesa humanidad a los que me refería. Pero, al parecer, la facción retrógrada y arcaica de la iglesia, está ganando posiciones. Francisco lo tiene duro…

Recomiendo la lectura de la entrada de mi blog referida a “La religión en la guerra y la posguerra” en el link:  http://www.antoniopc.blogspot.com.es/2012/02/andalucia-y-x.html y las dos anteriores, para centrar mi pensamiento sobre el asunto de la relación de la iglesia con el poder, si a alguien le interesa.



viernes, 11 de octubre de 2013

FEMEN. ¿Les suena este nombre?



FEMEN. ¿Les suena este nombre? Es un movimiento feminista nacido en Ucrania hace 5 años, para reivindicar, usando el topless, derechos y libertades de la mujer. Es curioso, cuando la policía registró su sede en Ucrania le encontraron una pistola y una granada, que al parecer le habían colocado ellos mismos con la intención de acusarles de terroristas, cuando ellas van a pecho descubierto. Se va extendiendo por el mundo, hasta el punto de que ayer, en nuestro Congreso, protagonizaron un acto de protesta contra la modificación de la ley del aborto que pretende Gallardón. Su grito de “El Aborto es sagrado”, debe hacer referencia a que es un derecho intocable, no que tenga ninguna relación con la divinidad.

En todo caso, lo que se ha conseguido es volver al debate del asunto. Yo, que ya mostré hace tiempo mi posición respecto al tema en mi blog (pueden verlo en  http://antoniopc.blogspot.com.es/2009/10/manifestemonos.html), vuelvo a dar un repaso al asunto desde otra perspectiva. Para ello permítanme que hable del ser individual y el ser social y su relación con el Estado.

El ser humano es, ante todo, un proyecto individual, con un alto componente que trasciende a lo social por su interacción con el medio. Por tanto tiene esas dos vertientes complementarias y de ello se desprenden dos campos diferentes de actuación. Individualmente es totalmente respetable y se le debe considerar su libertad para decidir sobre aquello que afecta a su intimidad en exclusiva, sin que haya repercusión social, es decir, el Estado no tiene ningún derecho a interferir en cómo vive su vida, en su credo, ideario político, orientación sexual, etc. puesto que debe ser el resultado de su propia experiencia y evolución personal, salvo que ello afecte y condicione al colectivo social. Sí puede, y debe, actuar para evitar injusticias, regular la convivencia, establecer normas de mercado, evitar los abusos, garantizar sus derechos y exigir los deberes que comprometen al ciudadano. En suma, el Estado es el valedor y organizador del sistema de convivencia y sus normas, en tanto afecten a todos y cada uno de los miembros de la sociedad, pero, insisto, no de coartar y condicionar el desarrollo, la autonomía y libertad de cada uno de los sujetos que integran esa sociedad.

Por tanto, me pregunto hasta qué punto le está permitido al Estado interferir en la vida del sujeto y condicionarla. Pero vayamos más al caso, ya que hablamos de la cuestión del aborto. El feto es un proyecto de vida que se nutre de la madre, que es el elemento nutriente y sin el cual no podría llevarse a término. Por tanto, es la voluntad de la madre y la gestión de sus propios recursos lo que determinan, o han de determinar, que se desarrolle o no este proyecto, que solamente es de ella, puesto que es ella quien lo nutre y alimenta, como decía. Es su cuerpo, su sangre, su fisiología la que sustenta el desarrollo del proyecto. Me podrá usted decir que el padre tiene algo que ver, pero eso, en último caso, es cuanto menos falaz, pues el padre, una vez fecundado el óvulo no tiene otra función que esperar a que sea el cuerpo de la mujer el que dé y lleve a la vida al futuro ser. Si se considera con poder sobre el cuerpo de ella la está utilizando como objeto sin más, pues solo ella debe tener dominio sobre su propia función corporal, salvo que empecemos otra vez con la sumisión de la mujer a intereses ajenos como procreadora social, como un mero instrumento reproductor sometido a intereses sociales, religiosos e ideológicos de los grupos de poder. ¿Tiene el Estado poder o ascendencia para obligar a una mujer a crear con su cuerpo y en su cuerpo una vida en contra de su voluntad? Yo pienso que no, al igual que no lo tiene para reconducir la tendencia sexual, ideológica o de credo, puesto que son cuestiones internas que afectan en exclusiva a la intimidad de la persona.

Sí tiene el Estado, y ello es su función primordial, la obligación de legislar para que exista una justicia social, para que, como ya he comentado, no se produzcan abusos de unos sobre otros, para que no se explote el hombre por el hombre, para que no se engañe y manipule, para que cada cual pueda desarrollar su propio proyecto de vida y enriquecer al resto de la sociedad desde su individualidad. El Estado no está para someter al pueblo, sino para ayudarle a desarrollarse en libertad y procurar desplegar la espiral de sus potencialidades. En todo caso para establecer las normas de convivencia para que no se produzcan interferencia y conflictos que condicionen esa libertad y la evolución de la personas y la propia sociedad.

En este caso, la religión ha tenido y sigue reivindicando un papel de control moral y ético de la sociedad. No es la iglesia, con sus magnates al frente, la más adecuada para dar ejemplo de esa prédica. A lo largo de la historia nos han mostrado su mal hacer y su perversión en el manejo de estos asuntos. Ahora parece que con el nuevo papa las cosas vayan a cambiar. Es alentador ver como Francisco no condena la homosexualidad, habla de dejar de lado otros asuntos y dedicarse a luchar contra lo verdaderamente importante, como es la pobreza, el hambre, la injusticia, la guerra, la marginación, la injusticia social, etc. Parece que un nuevo aire, una brisa fresca, puede aparecer desde este posicionamiento. ¿Estaremos ante una revisión del integrismo anacrónico de la iglesia para volver a la tendencia iniciada por Juan XXIII y los defensores de la teología de la liberación? ¿Para dejar de lado la gestión de las conciencias personales y centrarnos en la gestión de la conciencia social?

En resumen, pues si no esto se haría muy largo, ya que hay mucha tela que cortar, yo creo que el Estado debería dejar a la conciencia de cada uno aquello que no afecte a los otros sujetos, no meterse con la orientación sexual de cada cual, ni con el legítimo derecho a gestionar el propio cuerpo y, por ende, la decisión de la maternidad y el aborto de un proyecto de vida cuando no se quiera llevar a término, dejando libertad absoluta para los asuntos de la intimidad personal.  Debería legislar para que no se cometieran las tropelías que se están cometiendo, para que no se incrementaran las diferencias entre pobres y ricos, para que la banca no abusara, para que las empresas sirvieran al hombre y no el hombre a las empresas, para que se garantizaran los derechos a una salud adecuada, a una vivienda, a la educación, a una senectud o vejez tranquila, a un desarrollo personal desde el  librepensamiento sin adoctrinamiento e imposiciones de dogmas y credos, etc…

Pero parece que andamos distrayendo a la ciudadanía, despertando emociones y sentimientos irracionales para obviar lo verdaderamente importante. Hablemos del aborto, de la homosexualidad, del fútbol o de cualquier otra cosa que levante pasiones, para dejar de lado lo que está pasando: el empobrecimiento de los ciudadanos, el dolor y el sufrimiento, la guerra, el paro, los desahucios, la pobreza, el hambre, la muerte de inocentes, las desigualdades, la injusticia social, la marginación de grandes colectivos sociales, la corrupción, el dominio de los grupos de poder, el sometimiento de la voluntad popular a la manipulación de los medios de comunicación, el dominio de las multinacionales sobre el mercado y la economía mundial, los movimientos especulativos en detrimento de los productivos, el enriquecimiento mediante artilugios de ingeniería financiera, etc. Nos están engañando y distrayendo, están desarrollando la codicia humana, la avaricia, la insolidaridad, el egoísmo, los corazones fríos, las mentes perversas que solo piensan en sus intereses.  

Si queréis, sigamos dejando a nuestros legisladores que se centren en el tema de la homosexualidad, del aborto, de los intereses de partidos, etc. haciéndoles el juego al verdadero enemigo de la sociedad y de la esencia del ser humano. Eso es lo que quieren aquellos que nos manipulan en la sombra y que no tenemos identificados pues están entre bastidores y no se dejan ver, hasta que caigamos definitivamente en sus redes, cuando el mundo político no pueda dar respuesta a nuestros deseos, cuando todo esté organizado para que el dinero, y por ende ellos, sean los que decidan, cuando ya solo nos quede el someternos a sus designios salvo que se nos tache de “fueras de la ley”.  

A modo de ejemplo de injusticia: De momento los muertos de Lampedusa tendrán un funeral de Estado y se les dará la nacionalidad italiana, mientras los vivos serán tratados como delincuentes, multados y expulsados… ¡Qué honor ser un muerte! Nuestros ayuntamientos, como el de Madrid, crean normas infumables donde se sanciona a un sujeto por no tener donde dormir, por pedir para subsistir, por ser pobre… y nuestro gobierno se dedica a derogar la ley del aborto, a crear una ley de educación capciosa y regresiva, a privatizar los recursos públicos para cuya gestión fueron elegidos, a defender a la banca y establecer normas y leyes que los ampare y proteja, a garantizarles un rescate europeo… al que se muere de hambre debajo del puente no los rescata nadie… ¿Dios, si existes dónde coño te has metido?


Me embarga el estupor ante los hechos

  Opinión | TRIBUNA Antonio Porras Cabrera Profesor jubilado de la UMA Publicado en La Opinión de Málaga el 10 FEB 2024 7:00  ======...