“La mente es como un paracaídas, solo funciona cuando se abre”.
Es una expresión que siempre me gustó. Plantea la necesidad de mente abierta para crecer y desarrollarse, hacer de esponja que capte todo lo que hay en nuestro entorno. Ahora bien, el que funcione no quiere decir que se lo trague todo, sino que inicie el sano proceso de la digestión intelectual, que el razonamiento y el discernimiento sean los jugos gástricos que permitan una buena digestión de las ideas. En boca cerrada no entran moscas, pero tampoco comida y acabas falleciendo de inanición.
2 comentarios:
Me quedo con este pensamiento. Me quedaré rumiándolo esta noche y apuesto a q por la mañana soy mejor. Un saludo, don Antonio. Volveré, se lo prometo.
Qué bien Ana, crecemos hasta durmiendo... felices sueños
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