martes, 16 de agosto de 2016

La salida del callejón

 
A otra cosa mariposa
Hace poco sostenía, y sigo sosteniendo, que el candidato del PP ha sido rechazado por la sociedad española para el cargo de presidente del gobierno, solo le han apoyado en este propósito uno de cada tres votantes. El resto, los otros dos, prefieren otra alternativa. Y ello es lógico tras lo visto en los últimos años. Rajoy no es un sujeto claro, es taimado y ladino en su actuación política, poco de fiar ante el compromiso de llevar a término un programa, como ya ha demostrado, y anda rodeado de sujetos  sobrados de prepotencia y arrogancia, cuando no de chulería. Todos los partidos, sin excepción salvo sus sucursales con otro nombre, han sido claros en ello. Han denunciado reiteradamente la corrupción del PP y la incapacidad de Rajoy para regenerar el partido y volver a otorgar los niveles de derechos democráticos que se han yugulado con la ley mordaza y otras leyes como la educativa y demás. Bajo esa bandera se presentaron a las elecciones y bajo ella consiguieron sus votos. Ahora deben ser consecuentes y no ceder aunque la presión por parte de las fuerzas fácticas sea intensa. En todo caso se verá si el capital y las finanzas, que tiene atrapados a algunos partidos, son capaces de hacer cambiar la posición. Si fuera así, estos podrían quedar con el culo al aire, como ya se está viendo con alguno, aunque se sospechaba y suponía que su intransigencia con la corrupción del partido de Rajoy era pura puesta en escena.

Entiende y apoyo la idea de que el PSOE sea contundente con su NO y bloquee el acceso de nuevo al gobierno de un personaje con tan poco apoyo social. Ha de ser consecuente. Sánchez no puede decirle a Rajoy INDECENTE en un debate, aunque debería haber matizado con el calificativo “político”, y luego facilitar su acceso al poder. Eso sería connivencia con esa indecencia, si no complicidad. El pobre hombre, y su gente, están siendo presionados de forma bárbara e intensa por sus propios popes, por los dirigentes históricos que ya están inclusos en el sistema de forma clara, habiendo dejado de lado la ideología que los aupó al poder en su momento, para medrar bajo el paraguas de las empresas a las que favorecieron en su gestión. ¡Qué desgracia de mundo político, que prometen mejorar la vida de sus pueblos y luego acaban favoreciendo los intereses de las empresas donde atracarán cuando dejen la política!

A mí hay un tema que me preocupa sobre manera. Es el uso de los medios de comunicación por parte de sus dueños, y de los que pueden influir en ellos, para crear opinión pública con orientación interesada. Ya hace tiempo, en un curso sobre comunicación en la Escuela Andaluza de Salud Pública, el periodista Joaquín Arozamena nos dejó claro cómo funciona eso. Si quieres trabajar en un periódico o televisión has de someterte a la línea editorial del medio, eso es de cajón. En ese sentido la ecuanimidad y la libertad de expresión están muy reducidas en tanto se han de enmarcar en esa línea. Por tanto, cuando leo o veo esa presión, esa forma, a veces burda, de poner la pelota en el tejado ajeno, solo me cabe pensar que están manipulando la opinión pública para que salgo lo que ellos quieren, sin considerar el resultado de  las elecciones, donde quedó claro que dos tercios de los votantes rechazan a Rajoy y su gobierno. La lectura no es, pues, que han ganado las elecciones sino que han de buscar apoyos en otros campos si pueden, y de lo contrario deberán optar a formar gobierno los otros, los que no les apoyan en sus políticas. Una opción clara sería que el propio Rajoy tomara conciencia de esta realidad e hiciera mutis por el foro, dejando el puesto a otro representante de su partido con mayor capacidad de diálogo y negociación, cosa demostrada que no es su fuerte. Claro que una negociación que considerara las diferentes sensibilidades políticas e ideológicas que se representan en el parlamento debería pasar por establecer un pacto de gobierno que diera solución a todos los problemas por los que atraviesa España en su sentido más amplio, aunque algunos se aparcaran, se deberían identificar los esenciales para dar un giro al proceso evolutivo de este país y orientarlo hacia una meta que garantice la convivencia durante 40 años más. Eso sí sería una altura de miras, una responsabilidad política razonable y razonada, aunque para los señores del PP esa altura de miras la entiendan como darles el cheque en blanco que pretenden obtener con sus amenazas de terceras elecciones si no facilitan el acceso de Rajoy al gobierno.

Pero siendo realistas, y ante el resultado de las elecciones, se sigue presentando la oportunidad de cambiar las cosas para reorientar la política hacía los intereses nacionales, o sea, hacia el beneficio de los pueblos que conforman España y su gente, su sociedad, en un proyecto de futuro basado en el desarrollo tecnológico dando protagonismo a tantos jóvenes que se han formado para ello y ahora se van fuera para hacer crecer a otros países.

La cuestión está en buscar puntos de confluencia, establecer sinergias, en función de un macro objetivo definido por un plan estratégico a largo plazo que determine el modelo de país y su estructura productiva y patrón de desarrollo. El modelo político también debe ser consensuado para que podamos convivir a largo plazo con comodidad y entendimiento entre todos los pueblos que integran este estado.

La soberbia del PP debe dar  paso a la humildad de un partido que se sienta democrático y entienda que los demás también piensan, sienten y quieren decidir, la cuestión es si están dispuestos a comprender que ellos no son España y que esta no ha de ser la idea que ellos tienen, sino la que resulte de la conjunción de esta con las demás, como corresponde a un estado donde se presume de la soberanía popular.

De todas formas y ante el posible bloqueo que se pudiera producir por esa falta de entendimiento entre unos y otros, creo que debería buscarse una alternativa sin ninguno de los políticos que están demostrando esa incapacidad de negociar y encontrarse en un proyecto común con el que se identifiquen los ciudadanos.

Propongo, desde mi atalaya personal, que se negocie un gobierno presidido por un sujeto con capacidad de diálogo y que no sea un político profesional. Mi propuesta apuesta por aglutinar en torno a ese ciudadano, que podría ser un tipo parecido a Ángel Gavilondo, un gobierno de concentración entre los diferentes partidos que han negado a Rajoy su apoyo y han enarbolado esa bandera durante las elecciones para conseguir el voto. Un acuerdo de mínimos para regenerar el sistema, para encontrar vías alternativas a esta economía que aplasta al más pobre y acaba con sueldos de miseria en beneficio del empresario y las multinacionales, una potenciación y ayuda al mediano y pequeño empresario para relanzar su actividad, un reenfoque de las ayudas al ciudadano medio para paliar el sufrimiento de la gente… y cómo no, una reestructuración del mundo político, con menos políticos, menos privilegios, menos grandes sueldos, coches oficiales, representantes y aforados, etc. En suma hacer un ERE en la clase política hasta reducirla a un grupo operativo real y responsable sin chalaneos, nepotismos y pesebrismo. Todo ello monitorizado, en un tiempo dado y con disposición a disolver las cortes en cuanto se cumpla y volver a unas elecciones en un nuevo marco casi de corte constituyente, pues habría que plantearse hasta la reforma constitucional en algunos aspectos. ¿No sería bonito que el legislativo legislara y el gobierno gobernara? Los políticos electos a legislar y los humanistas y expertos a gobernar…

De lo contrario estamos en un tobogán que nos lleva al fin de las pensiones y su privatización, al cambio a un modelo social más próximo al americano que al europeo clásico, donde lo privado invada los servicios que prestan los estados, y los sueldos y relación laboral se escapen a acuerdos o convenios entre las partes, donde el poder transite del Estado a las empresas. Tal vez la idea final sea la de entender al Estado como un agente capaz de someter los intereses privados a los colectivos y no al contrario, dado que siguen y persiguen, en este mundo neoliberal, que los sujetos se sometan a las leyes de libre mercado con mínima regulación, para lo que andan desmontando el poder de esos Estado para asumirlo las grandes corporaciones internacionales (véase el TTIP) que han tenido la habilidad de crear esa magia de la globalización que tan bien controlan.

En conclusión. No a Rajoy. Sí a un gobierno de concentración sin estos políticos incapaces de confluir. Acuerdo de mínimos para empezar a cambiar algo y romper la inercia rajoyana que nos tiene bloqueados. Por lo demás, al final será “yo en mi casa y Dios en la de tos” porque tengo la sensación de que nos las van a dar todas en el mismo carrillo, y no hablo de Santiago.

Posdata:
Por cierto, miren ustedes como se ha deteriorado en los últimos años la reserva de la seguridad social. Es preocupante. En 2012 se empezó a retirar fondos a ritmo trepidante… ¿Qué pretenderán?



6 comentarios:

Eastriver dijo...

Estoy de acuerdo con el diagnóstico y con las propuestas. Pero no lo veo posible. Del PP ya ni hablemos: lo has hecho tú de forma muy clara. De C's tampoco mucho, porque ese es capaz de dar su apoyo hoy a unos y mañana a otros. Y aunque lo viste todo muy bien, a la hora de la verdad ya iréis viendo lo que son: peperos desacomplejados, capaces de pactar con el PSOE sin ningún rubor, no porque tengan ni una uña de izquierdas sino porque en el fondo todos son, en diferentes grados, unos liberales. Y del PSOE tú lo dices: sus popes son como son, y acercan el partido, un partido que (man)tiene gente auténtica, al status quo que pretendemos (o que se debería) modificar. En fin, que no le veo fácil solución. Y fíjate, Podemos e IU, no sólo no pudieron sino que han quedado disueltos en la nada. El sistema les ganó la partida, porque a pesar de tantos defectos, ellos eran los únicos que podían llevar a cabo lo que tú propones. Los otros tres son lo mismo: en diferentes grados defienden la misma bandera. Así que gracias a los votos de los españoles eso es lo que vamos a tener: la bandera que, en mayores o menores grados, todos ellos defienden. Y viva España, y viva el Rey. Sin poesía, pero es lo que hay. Un abrazo.

Antonio dijo...

Es importante estar de acuerdo al menos en el diagnóstico, pues descubierto el mal solo se ha de buscar el tratamiento, aunque sea por ensayo error ante tanta imprevisión. Acercar posturas es complejo cuando no hay disposición ni voluntad a ello, pero el conflicto a veces es incontrolable y lleva a la confrontación violenta que es lo último pero muy habitual en este loco mundo de los últimos tiempos.
Un abrazo

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Acertado diagnóstico e interesante y novedosa propuesta la que haces, Antonio, y difícil de llevarla a cabo en un país dividido que permanece dividido en dos, como siempre ha sido.
Creo, como bien señalas en tu artículo, que los lideres de los partidos no han estado a la altura de las circunstancias ni de lo que el pueblo le exige y por tanto no merecen confianza. ¿Por qué ahora es bueno para Ciudadanos y los barones del Partido Socialista pactar con el PP, aun conservando a todos sus inculpados en casos de corrupción, y antes era imprescindible echarlos de la política?¿Por que ahora Podemos insiste en formar gobierno con el PSOE cuando antes rechazó la oferta de éste?
Nos hubiésemos ahorrado un buen puñado de millones de euros, tan necesario en otras partidas.

Se ha demostrado que en la elecciones la derecha vota siempre masivamente mientras una gran parte del resto pasa olímpicamente de todo. De ahí el aumento de votos en las elecciones de junio. La gente está harta y desencantada y muchos dudan en votar una tercera vez, lo que aumentará el número de votos de la derecha, alcanzando otra vez la mayoría absoluta, permitiéndole llevar acabo sus políticas en favor del gran capital. Creo que eso mismo es lo que busca Rajoy.
Cuánta razón tenía el Poeta: " Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios".
Un abrazo

Antonio dijo...

Pues así es la cosa, amigo Juan, como tú bien dices. Lo malo es que Dios nos tendrá que guardar a todos, al españolito que viene y al que ya está, porque España vuelve al pasado intransigente.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Sr Antonio como siempre'feten' por el articulo,creo que el...llamarle indecente al Sr Rajoy en su dia el candidadto del PSOE coloco una barrera muy dificil de trspasar con lo cual hoy esta obligado a mantenerse en el lugar que esta,osea, qieto ''parao''y a que salga el sol por donde salga osea por Antequera.Y para terminar solo una pregunta ? por que coño no se cambia el sistema de elecciones con unas segundas ''guertas''y todo solucionado ¿
Espero que haya pasado algunos dia de Feria en sus Cuevas con su familia y amigos,ya sabe que aqui le queremos en cantidad ,bueno aqui y un poco mas arriba como por ejemplo Asturias.Ah la ermita ya fue reparada.Un saludo

Antonio dijo...

Hola, Anónimo, no sé si eres Cristobal, pero gracias por tu aportación y ese afecto que transmite. Lo de la reforma electoral es una necesidad demandada por varios frentes, pues no todos los votos valen igual y se castiga a los partidos pequeños. L asegunda vuelta es más presidencialista y habría que estudiarla para desbloquear el sistema.,
Un abrazo y a ver si vuelvo por Candás y por Perlora, que me parece que andan reparándola.

Me embarga el estupor ante los hechos

  Opinión | TRIBUNA Antonio Porras Cabrera Profesor jubilado de la UMA Publicado en La Opinión de Málaga el 10 FEB 2024 7:00  ======...