Llevamos algunos días dándole vueltas a esta engorrosa cuestión del amor. Engorrosa, digo, por la dificultad de hablar en los mismos términos, entendiendo todos a que nos referimos cuando usamos las palabras. Yo parto de la base fundamental de las opiniones que vierto en mi reflexión: Relación objetiva vs. relación objetal, que colgué el pasado 10 de enero en la que decía: “Querer tiene la acepción del deseo por necesitar una cosa, es pues una relación objetal, pretendemos un objeto que nos satisfaga esa necesidad. Deseamos y queremos el objeto que nos satisface, pensando en nuestra propia felicidad básicamente. No pensamos en el amor, que tiene otra interpretación basada en la relación objetiva; es decir, sabemos que nos relacionamos con otro ser que tiene su propia proyección y que nosotros podemos ayudarle, si así lo estima, en su desarrollo personal, a la vez que él nos enriquece a nosotros. En este intercambio libre, de emociones, experiencias, vivencias y, en suma, de vida, crecemos ambos”. (http://antoniopc.blogspot.com/2009/01/relacin-objetiva-vs-relacin-objetal.html). Por tanto, estos dos elementos a veces se confunden y se dan como sinónimos. Ello es debido a que, efectivamente, son compatibles y necesarios en la relación de pareja. La cuestión estaría en cual debe primar sobre el otro y en qué casos. Para respaldar mi reflexión y el proceso argumental que la sustenta recurriré a la pirámide de Maslow que, a buen seguro, muchos conoceréis.
Como sabréis (ver imagen, se puede ampliar cliqueando en ella) Maslow formula en su teoría de la motivación una jerarquía de necesidades humanas y defiende que conforme se satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados. En el primer estadio se dan las necesidades fisiológicas, junto a las que garantizan la supervivencia y la seguridad. Aquí hablamos de querer, queremos lo que no tenemos, lo que necesitamos para subsistir, lo que nos permita satisfacer estas necesidades básicas.
Si la relación de pareja la enmarcamos en esta teoría, encontraremos que inicialmente y como elemento imprescindible, la motivación se enfoca a cubrir esas necesidades y el sujeto quiere o desea aquellas cosas u objetos que le ayuden a ello, prevaleciendo el querer sobre el amar. Vista la cuestión desde la evolución histórica, esto me recuerda los matrimonios de conveniencia y de alianza entre familias, sin contar con el consentimiento o asentimiento de los interesados; más bien al contrario, se les exigía ese sacrificio por el bien de la familia y su seguridad, por el mejor futuro de sus hijos. “No te preocupes, le decían, la convivencia y el roce crean el cariño”.
La afiliación iba inherente, aunque la intimidad sexual, que Maslow incluye en este tercer nivel, no buscara la satisfacción de la mujer, sino que su objeto era la reproducción y el placer del hombre, dentro de un orden. Era habitual que los hombres recurrieran a otras mujeres, mujeres de la vida, para implementar sus fantasías sexuales, respetando a su señora, bien por convencimiento o bien por la negativa de esta a realizar prácticas pecaminosas propias de prostíbulos. Por tanto, muchas mujeres, toleraban e, incluso, agradecían esta práctica.
Subiendo a los niveles superiores de la pirámide, el reconocimiento y la autorrealización no se entendían como un proyecto personal e individual, de unicidad, sino como la integración en un proyecto común dónde los principios religiosos y sociales no eran cuestionables. Había, pues, que renunciar a tu unicidad, salvo el clero que no se casa en la religión católica, para sumergirte en la colectividad mediante la formación de la familia bajo los principios estructurados y aceptados por todos. La obligación estaría por encima del deseo y de la proyección intrínseca, puesto que la estructura social, los principios y valores, la religiosidad y el cumplimiento de su doctrina, eran incuestionables. No cabía el pensar de forma autónoma, hecho reservado para algunos solamente, siempre que lo hicieran dentro de los cauces y para defender los posicionamientos convencionales. Si pensabas fuera de ese campo y se te ocurría cuestionarlo, eras reprobado por hereje o disidente. Por tanto, pensar libremente estaba prohibido. La idea de sacrificio, exaltación del sufrimiento, la entrega a los demás, etc. formaban parte del compromiso social y religioso. El placer era pecado y por tanto, los deseos debían ser inhibidos. De aquí al conflicto interno solo hay un paso, pues la represión del deseo generará el enfrentamiento entre el ello y el superyo, parafraseando la segunda tópica de Freud, que se canaliza en un yo condicionado por la estructura social de valores, normas y principios castrantes. La mujer no decía al marido “hagamos el amor”, sino “tómame cuando te apetezca pues el matrimonio te da derecho a ello” pero no me pidas las prácticas pecaminosas a que hemos hecho referencia.
Los roles estaban definidos (ver post “Ajuste de roles en la pareja”: http://antoniopc.blogspot.com/2009/02/ajuste-de-roles-en-la-pareja.html) y el matrimonio podría, incluso, convertirse en un sacrificio, pero nunca se podría disolver puesto que estaba bendecido por Dios. Existía verdaderamente una relación de asimetría, de sumisión y entrega de uno sobre otro, de ella a él. Ese era el juego o estructura de roles, que persiste en muchas sociedades actuales de corte religioso integrista o de política reaccionaria. Por tanto, la relación de pareja no era, por lo general, el medio de la realización personal para alcanzar la última etapa de la pirámide y, salvo excepciones, el amor no existía, aunque sí el cariño y el querer. Con esta situación de asimetría el amor maduro es incompatible, tal como mantengo en la primera y tercera frase que cuelgo en el post anterior (Frases para la reflexión y soneto de amor). Por tanto, hasta ahora, hubo poco amor y mucho querer y necesitar.
En este sentido, dominado por la religión y los principios judeo-cristianos, se ha desarrollado nuestra cultura y, solo con gran esfuerzo a lo largo de los últimos tiempos, se ha ido instaurando una libertad de pensamiento que ha permitido elevar al ser humano a sujeto pensante, sin que nadie lo cuestione en función de intereses partidistas e intentos de dominación, que es mucho decir por lo que estamos viendo en los elementos reaccionarios que nos pretenden condicionar. La tecnología (este medio es un ejemplo de ello) nos ha dado la posibilidad de llegar a los demás sin censuras y compartir el pensamiento y las ideas, permitiendo el debate y el enriquecimiento personal.
Otra cuestión es si el pensamiento desarrollado es el apropiado para fomentar o estructurar otra sociedad más justa y adecuada a la convivencia. Estamos atrapados en un flujo de información que difícilmente controlamos y, menos, procesamos con éxito; donde el intento claro de manipulación de los medios de comunicación al servicio de los intereses del capital, está sustrayendo y condicionando, cuando no ordenando, el pensamiento de masas. Solo cuatro locos nos lanzamos a bloggear y compartir, con ánimo de crecer, nuestras ideas. Pero, una vez en ello, podemos descubrir en nuestro interior las potencialidades que nos empujan al entendimiento social en tolerancia, que permite la convivencia bajo el respeto y la libertad, que nos hace beber de otras fuentes para nutrir nuestro desarrollo.
Pues bien, volviendo a Maslow, una vez satisfecho el nivel 1, entramos en ir satisfaciendo los demás niveles por orden de prioridad ascendente, lo que nos permite, conforme vamos subiendo de nivel, ir entrando en la era del pensamiento libre, de una sociedad creativa, del desarrollo personal en base a la espiral de potencialidades que cada uno lleva en su interior, al discernimiento responsable con ánimo de crecer, a la mente abierta y crítica, buscando la autorrealización.
Para mí la autorrealización solo se puede conseguir en libertad, cuando no hay elementos externos que te condicionan. Cuando en la relación de pareja no existe esa libertad para progresar en tu autorrealización y las exigencias objetales de esta te están condicionando para mantenerte en la situación inicial, que es como te aceptó tu pareja en el contrato matrimonial, bien mediante el continuo llamamiento al compromiso inicial, bien mediante el chantaje emocional y la amenaza de pérdida de haberes comunes, estamos ante un claro caso de querer, egoístamente, pero no de amar.
Cuando, manteniendo los compromisos que llevan a satisfacer las necesidades que emanan de la relación, se respeta la evolución individual de forma igualitaria, cuando se ayuda a la otra persona a encontrarse a sí misma y se apoya la búsqueda de la autorrealización, cuando estamos en disposición de compartir libremente ese desarrollo personal, cuando procuramos el bien y el crecimiento de lo que amamos, respetando su libertad sin renunciar a la nuestra, aún a riesgo de perder a la otra persona, estamos amando, bajo mi opinión.
Por tanto, amar y querer son compatibles y necesariamente han de ir juntos. Lo que no puede ni debe imperar es la propiedad de uno de los miembros sobre el otro, los condicionamientos e imposiciones, la asimetría, la anulación de una de las partes, buscando el sometimiento aprovechando su disposición amorosa a servirnos. Eso garantiza el conflicto continuo y el desencuentro que solo es sostenible por la resignación y el estancamiento, con un déficit de permeabilidad que evita el flujo del desarrollo personal de una al otro y lleva a la evolución divergente.
Finalmente, la base de la pirámide de Maslow implica querer y el vértice amar. Pero la pirámide es toda una, donde el querer y el amar se han de dar la mano sin estorbarse por los egoísmos de cada cual.
Como sabréis (ver imagen, se puede ampliar cliqueando en ella) Maslow formula en su teoría de la motivación una jerarquía de necesidades humanas y defiende que conforme se satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados. En el primer estadio se dan las necesidades fisiológicas, junto a las que garantizan la supervivencia y la seguridad. Aquí hablamos de querer, queremos lo que no tenemos, lo que necesitamos para subsistir, lo que nos permita satisfacer estas necesidades básicas.
Si la relación de pareja la enmarcamos en esta teoría, encontraremos que inicialmente y como elemento imprescindible, la motivación se enfoca a cubrir esas necesidades y el sujeto quiere o desea aquellas cosas u objetos que le ayuden a ello, prevaleciendo el querer sobre el amar. Vista la cuestión desde la evolución histórica, esto me recuerda los matrimonios de conveniencia y de alianza entre familias, sin contar con el consentimiento o asentimiento de los interesados; más bien al contrario, se les exigía ese sacrificio por el bien de la familia y su seguridad, por el mejor futuro de sus hijos. “No te preocupes, le decían, la convivencia y el roce crean el cariño”.
La afiliación iba inherente, aunque la intimidad sexual, que Maslow incluye en este tercer nivel, no buscara la satisfacción de la mujer, sino que su objeto era la reproducción y el placer del hombre, dentro de un orden. Era habitual que los hombres recurrieran a otras mujeres, mujeres de la vida, para implementar sus fantasías sexuales, respetando a su señora, bien por convencimiento o bien por la negativa de esta a realizar prácticas pecaminosas propias de prostíbulos. Por tanto, muchas mujeres, toleraban e, incluso, agradecían esta práctica.
Subiendo a los niveles superiores de la pirámide, el reconocimiento y la autorrealización no se entendían como un proyecto personal e individual, de unicidad, sino como la integración en un proyecto común dónde los principios religiosos y sociales no eran cuestionables. Había, pues, que renunciar a tu unicidad, salvo el clero que no se casa en la religión católica, para sumergirte en la colectividad mediante la formación de la familia bajo los principios estructurados y aceptados por todos. La obligación estaría por encima del deseo y de la proyección intrínseca, puesto que la estructura social, los principios y valores, la religiosidad y el cumplimiento de su doctrina, eran incuestionables. No cabía el pensar de forma autónoma, hecho reservado para algunos solamente, siempre que lo hicieran dentro de los cauces y para defender los posicionamientos convencionales. Si pensabas fuera de ese campo y se te ocurría cuestionarlo, eras reprobado por hereje o disidente. Por tanto, pensar libremente estaba prohibido. La idea de sacrificio, exaltación del sufrimiento, la entrega a los demás, etc. formaban parte del compromiso social y religioso. El placer era pecado y por tanto, los deseos debían ser inhibidos. De aquí al conflicto interno solo hay un paso, pues la represión del deseo generará el enfrentamiento entre el ello y el superyo, parafraseando la segunda tópica de Freud, que se canaliza en un yo condicionado por la estructura social de valores, normas y principios castrantes. La mujer no decía al marido “hagamos el amor”, sino “tómame cuando te apetezca pues el matrimonio te da derecho a ello” pero no me pidas las prácticas pecaminosas a que hemos hecho referencia.
Los roles estaban definidos (ver post “Ajuste de roles en la pareja”: http://antoniopc.blogspot.com/2009/02/ajuste-de-roles-en-la-pareja.html) y el matrimonio podría, incluso, convertirse en un sacrificio, pero nunca se podría disolver puesto que estaba bendecido por Dios. Existía verdaderamente una relación de asimetría, de sumisión y entrega de uno sobre otro, de ella a él. Ese era el juego o estructura de roles, que persiste en muchas sociedades actuales de corte religioso integrista o de política reaccionaria. Por tanto, la relación de pareja no era, por lo general, el medio de la realización personal para alcanzar la última etapa de la pirámide y, salvo excepciones, el amor no existía, aunque sí el cariño y el querer. Con esta situación de asimetría el amor maduro es incompatible, tal como mantengo en la primera y tercera frase que cuelgo en el post anterior (Frases para la reflexión y soneto de amor). Por tanto, hasta ahora, hubo poco amor y mucho querer y necesitar.
En este sentido, dominado por la religión y los principios judeo-cristianos, se ha desarrollado nuestra cultura y, solo con gran esfuerzo a lo largo de los últimos tiempos, se ha ido instaurando una libertad de pensamiento que ha permitido elevar al ser humano a sujeto pensante, sin que nadie lo cuestione en función de intereses partidistas e intentos de dominación, que es mucho decir por lo que estamos viendo en los elementos reaccionarios que nos pretenden condicionar. La tecnología (este medio es un ejemplo de ello) nos ha dado la posibilidad de llegar a los demás sin censuras y compartir el pensamiento y las ideas, permitiendo el debate y el enriquecimiento personal.
Otra cuestión es si el pensamiento desarrollado es el apropiado para fomentar o estructurar otra sociedad más justa y adecuada a la convivencia. Estamos atrapados en un flujo de información que difícilmente controlamos y, menos, procesamos con éxito; donde el intento claro de manipulación de los medios de comunicación al servicio de los intereses del capital, está sustrayendo y condicionando, cuando no ordenando, el pensamiento de masas. Solo cuatro locos nos lanzamos a bloggear y compartir, con ánimo de crecer, nuestras ideas. Pero, una vez en ello, podemos descubrir en nuestro interior las potencialidades que nos empujan al entendimiento social en tolerancia, que permite la convivencia bajo el respeto y la libertad, que nos hace beber de otras fuentes para nutrir nuestro desarrollo.
Pues bien, volviendo a Maslow, una vez satisfecho el nivel 1, entramos en ir satisfaciendo los demás niveles por orden de prioridad ascendente, lo que nos permite, conforme vamos subiendo de nivel, ir entrando en la era del pensamiento libre, de una sociedad creativa, del desarrollo personal en base a la espiral de potencialidades que cada uno lleva en su interior, al discernimiento responsable con ánimo de crecer, a la mente abierta y crítica, buscando la autorrealización.
Para mí la autorrealización solo se puede conseguir en libertad, cuando no hay elementos externos que te condicionan. Cuando en la relación de pareja no existe esa libertad para progresar en tu autorrealización y las exigencias objetales de esta te están condicionando para mantenerte en la situación inicial, que es como te aceptó tu pareja en el contrato matrimonial, bien mediante el continuo llamamiento al compromiso inicial, bien mediante el chantaje emocional y la amenaza de pérdida de haberes comunes, estamos ante un claro caso de querer, egoístamente, pero no de amar.
Cuando, manteniendo los compromisos que llevan a satisfacer las necesidades que emanan de la relación, se respeta la evolución individual de forma igualitaria, cuando se ayuda a la otra persona a encontrarse a sí misma y se apoya la búsqueda de la autorrealización, cuando estamos en disposición de compartir libremente ese desarrollo personal, cuando procuramos el bien y el crecimiento de lo que amamos, respetando su libertad sin renunciar a la nuestra, aún a riesgo de perder a la otra persona, estamos amando, bajo mi opinión.
Por tanto, amar y querer son compatibles y necesariamente han de ir juntos. Lo que no puede ni debe imperar es la propiedad de uno de los miembros sobre el otro, los condicionamientos e imposiciones, la asimetría, la anulación de una de las partes, buscando el sometimiento aprovechando su disposición amorosa a servirnos. Eso garantiza el conflicto continuo y el desencuentro que solo es sostenible por la resignación y el estancamiento, con un déficit de permeabilidad que evita el flujo del desarrollo personal de una al otro y lleva a la evolución divergente.
Finalmente, la base de la pirámide de Maslow implica querer y el vértice amar. Pero la pirámide es toda una, donde el querer y el amar se han de dar la mano sin estorbarse por los egoísmos de cada cual.
PD: El hecho de que la publicación coincida con el 18 de julio es circunstancial, pero es bueno aprovechar para dejar claro que el regimen dictatorial del franquismo, identificado con esta fecha, se movió en los planteamientos que aquí se critican, dejando secuelas sociales que todavía perduran.
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27 comentarios:
Todos los años les hablo a mis alumnos de la pirámide de Maslow,para explicarles la motivación.¡Menuda chapuza hago yo, al lado de esta lección magistral que acabas de regalarme...!
Mi impresión es que vivir este amor es muy difícil. Me parece difícil encontrarlo, pero tambien sentirlo. Tal vez, para evitar caer en la tentación de la relación objetal, lo importante es haber superado los escalones de la pirámide, construirse a uno mismo sin necesitar del amor para cubrir las necesidades. Personalmente sigo teniendo muchas "lagunas" para entender la verdadera naturaleza del amor. Bueno, creo que aun tengo tiempo para entenderlo, ya que todavía tengo que cubrir por mi misma algunas de mis necesidades.
Gracais Maria Jesús, como ves es un intento de explicar la relación amorosa en base a las necesidades en su sentido más amplio. Yo, en la universidad, también les daba este tema a mis alumnos dentro de las teorías de la motivación.
Un saludo afectuoso.
Querida Elisa, siempre es un placer encontrarte por aquí. Como ves querer y amar van juntos y como somos incapaces de abordar solos todos los objetivos y necesidades de nuestra vida requerimos de otros, los debemos querer para ello; pero amar es más sublime, es de otra dimensión espiritual que se eleva a lo excelso desde la madurez, la libertad y el respeto. Solo debemos amar a quien es merecedor de ese amor, a quien nos devuelve crecido el afecto que le lanzamos.
Seguiremos meditando y reflexionando para madurar, ser más libres y poder amar sin dependencias.
Empecemos...
Gracias por tu visita que permitió llegar hasta este estupendo lugar.
Luego de leer tu perfil...temo decir algo, con sinceridad, porque en realidad lo que debo hacer es venir hasta acá a aprender.
Si me lo permites lo haré.
Vivo en un país laico, es decir que el clero no tuvo incidencia en nuestra formación.
Vengo de la escuela,: laica, gratuita y obligatoria.
Si bien de raiz católica, la familia ha aceptado la disolución de vinculos matrimoniales, mas allá de lo que el clero dijera.
Tal vez surja de ahi mi aceptación desde joven de la comprensión y tolerancia que debía existir en una pareja.
Hecho que comprobé no sirve si uno se enamora.....y, en la pareja uno ama y el otro se deja amar.
Cuando dices amar sin dependencias... hermoso, en lo personal es tarde, pero... creo haberles dado a mis hijos la oportunidad.
Saludos
Es un tema muy interesante, sobre todo para mí, que no he tenido la oportunidad de leer nada sobre otras pirámides que no sean las de Kleop y las aztecas.
Lo he entendido perfectamente, eres un magnífico profesor en la materia. Tal vez deberías recoger en un libro de ensayo todos estos artículos.
Sin embargo,yo que siempre he sido un ciudadano común de esos que madrugan para coger el metro a las seis de la mañana para ir a la obra o a la fábrica, sin otro bagaje cultural que el certificado de estudios, entiendo que todo lo dicho a lo largo del artículo acaban regresando a esta verdad que afirmas en tu comentario a Elisa:
"Como ves querer y amar van juntos y como somos incapaces de abordar solos todos los objetivos y necesidades de nuestra vida requerimos de otros"
Y también en la respuesta de Abuela ciber:"de ahi mi aceptación desde joven de la comprensión y tolerancia que debía existir en una pareja.
Hecho que comprobé no sirve si uno se enamora.....y, en la pareja uno ama y el otro se deja amar".
¿De qué sirve saber que amar y querer sean cosas diferentes si para que el amor funcione una depende y va unida a la otra?
Y el hecho de que el que ama y quiere a una persona, el que está perdidamente enamorado, no entenderá de pirámides ni de grados y hará todo cuanto esté en su mano, incluso negándose a sí mismo, por satisfacer al otro y conservar su amor.Mientras que el que recibe tanta dedicación se deja amar y, sabiendo qué intensidad amorosa invade al otro, puede egoístamente utilizarlo para obtener todo lo que quiere de él.
Ese amor maduro, desinteresado, que sólo busca el crecimiento del otro, no es la clase de Amor que todo el mundo entiende cuando escuchamos esa palabra.Para mí, esa clase de amor es platónico,es similar al amor filial,y al amistoso, porque se demuestra "sin ánimo de lucro", e decir: desinteresadamente; pero también si pasión ni enamoramiento, que son fuerzas que mueven al mundo.
Un ejemplo:he conocido a un empresario que mantuvo, iflexible,durante dos semanas la fábrica cerrada por una huelga en una lucha con sus trabajadores, que le pedían un mínimo aumento de sueldo y que el empresario decía que no era posible. Sin embargo se gastó mucho más dinero en comprarle un apartamento y un bonito automóvil a su amante.¡La fuerza del amor y la pasión!
Complejo esto del amor, como complejas son todas las relaciones humanas.
Con más tiempo comenzaré a leer tus artículos desde el principio: son muy interesantes y hacen meditar.
Gracias por compartir tus conocimientos.
Un abrazo.
Abuela ciber, bienvenida a esta casa. Ya te comenté mi interés por lo que escribes y piensas, pues entiendo que el aprendizaje no termina nunca, que solo con la mente abierta es posible crecer. Si lees la presentación o primer escrito que colgué en este blog para justificarme y objetivarme su existencia verás cual es el fin del mismo. El yo aprendo tu aprendes es lo más bonito de la interacción humana. Por tanto, bienvenidas sean todas las opiniones que se quieran verter, luego vendrá si se comparten o no, pero, en todo caso, eso denotará la existencia de seres humanos que piensan de otra forma distinta y que forman parte de la realidad social, lo cual es importante conocer.
Yo soy laico por definición, no creo en las religiones, a pesar de haber estudiado en parte con el clero, me considero agnóstico por entender que no podemos negar ni afirmar nada que no esté debidamente justificado y comprendido por uno, y también ecléctico por considerar que es una posición intermedia donde la razón se busca en todos los lugares, sin excluir ningún planteamiento, dejando la visceralidad del extremismo y defensa a ultranza de un principio, después vendrán las conclusiones sobre las argumentaciones que se conozcan y valoren.
En este sentido te invito a darte una vuelta por mi blog y leer reflexiones como: DIOS ES LAICO, Deje que me salve yo, ¿Existe Dios? y una serie de escritos centrados en aclararme esas cuestiones que pudieran haber planteado algún arraigo y condicionamiento en mi infancia.
Por otro lado, entiendo que el enamoramiento es el impacto necesario y suficiente para hincar una relación de pareja, pero que con el tiempo, el corazón le va dando paso a la razón, al cerebro, y el enamoramiento irracional se convierte en amor verdadero y maduro, con conocimiento de causa, o se rompe el sentimiento de amor y aparece el de acoplamiento interesado.
Ya que has entrado en mi blog en un tema tan interesante, del que pienso seguir escribiendo unos días más, te invito a leer todo lo anterior relacionado con el asunto y seguir lo que vaya colgando para darme tu visión, la comparta o no al final.
Gracias por tu valiosa aportación y un abraza. Que el invierno te sea suave.
Hola Juan, amigo. Gracias por tu aportación, siempre tan interesante. La universidad de la vida da solvencia para todo y, aunque no se conozcan todas las pirámides, se conocen otras cosas más interesantes. Tú te has fraguado en mil batallas y tu bagaje es envidiable en muchos aspectos. Lo que se tiene o es no depende tanto de dónde has estado o lo que has vivido, sino de cómo ha digerido lo que te han aportado esas vivencias. Gracias por la sugerencia del libro de ensayos, lo había pensado y ando madurándolo, puede que algún día lo haga.
Verás, bajo mi opinión saber que amar y querer son diferentes vale para comprender en qué lugar de la pirámide se prioriza o prevalece una sobre otra. Dije que en la base de la pirámide prima el querer, pero en el vértice lo hace el amar, aunque nunca se deje de querer para seguir manteniendo la cobertura de las necesidades. Tengo que ir desprendiéndome del impacto de lo material para llegar a lo espiritual del amor, para ir subiendo escalones una vez garantizadas la satisfacción de las necesidades del escalón anterior. El enamoramiento no es amor en un sentido puro, es atracción con todos sus componentes, atracción para la comprensión, para el proyecto de vida en pareja, para el sexo, para percibir el sujeto ideal que nos permita la reproducción y el mantenimiento de la estructura social, que es la familia y sus consecuencias y objetivos… es la llave que abre y consolida el camino del amor, del entendimiento y la relación de pareja. Pero si esa llave no es bien usada y aparece el desamor, el proyecto ha fracasado. No obstante el enamoramiento tiene algo de reto, cada día se descubre algo para mantener el vínculo. Si el crecimiento personal es una constante, cada día aportará algo nuevo a la relación. Si mi pareja crece, cada día me dará otro argumento para enamorarme de ella; entonces la querré porque me sirve para crecer, porque me seduce su desarrollo, porque sigue atrayéndome el enigma de sus peculiaridades, porque aún queda por descubrir muchas cosas, porque con su crecimiento crezco yo. Esto no sería una entelequia, como el amor platónico que se mantiene desde la distancia y la falta de relación, sin enfrentar día a día la realidad de la otra persona en su sentido más integro y real. Posiblemente, el amor ideal sea el fraternal, como bien dice, donde no hay interés en sacar del otro lo que uno no tiene, aunque eso es relativamente verdad, pues siempre que se ama a otra persona es por que aporta algo a la relación. El que no aporta nada se obvia, manteniendo la indiferencia hacia él. Puede que con el tiempo, cuando la pasión y el deseo desenfrenado de la juventud, cuando el instinto de procreación se vea diezmado por los cambios hormonales, cuando se busque la paz de espíritu que nos lleve a la madurez, lo importante sea compartir la vida con tu esposa-amiga, con la que tienes tantas cosas en común y con la que necesitas afrontar el estadio final.
Seguiré dando vueltas al coco para intentar aclarar mis ideas sobre el tema, seguiré escribiendo para mí y para quien quiera leerme.
Un abrazo y gracias, como siempre, por tu aportación que despierta continuamente la profundización en la reflexión.
Extraordinario artículo Antonio.
Yo creo que los seres humanos estamos llamados a evolucionar. Un amor como el que predicas, es sinónimo de una pareja transformada, realizada, madura, en contínua evolución espiritual. Si alguno de los miembros de la pareja no tiene el mismo desarrollo, es inútil, la pareja se disuelve o vive permanentemente en frustración. Por eso es tan importante que cada cual se desarrolle a sí mismo. Luego se juntan dos desarrollados que se complementan, más que necesitarse en términos egoístas.
El amor es para gozarlo, compartirlo, hacerlo crecer, y fundamentalmente, para ayudar al otro en su evolución personal, sin descuidar el desarrollo de los mismos como pareja.
Sigue aportándonos tus reflexiones. Te sigo en cada una de ellas.
Abrazos.
Sigo dándole muchas vueltas a este tema... Desde que leí esta última reflexión, Antonio, no puedo evitar pensar que no podemos pretender que el amor sea eterno. Creo que todo sería mucho más sencillo si tuviéramos la mente y el corazón más abierto.
Sigo pensando que este amor sublime es muy difícil de encontrar; tal vez debemos empezar por querer, pero asumiendo que puede que nunca lleguemos a amar.
Tal vez lo que más me preocupa a mi sea arriesgarme a sufrir dolor. Sigo necesitando meditar... Espero impaciente la próxima reflexión. Gracias.
¡Ay, Shanty, Shanty…! Cuanta razón tienes. Lamento no tenerte cerca para hablar largo y tendido del tema, al igual que me gustaría hacerlo con todos los que me comentan. No puedo menos que compartir contigo esa reflexión. Los seres humanos estamos llamados a evolucionar y desarrollarnos libremente para hacer crecer así a los demás, para apoyarnos desde la diversidad y construirnos de la forma más completa, desde esa libertad. Amas cuando compartes el crecimiento, pero para poder crecer libremente la relación no puede crear ataduras y servilismos que te eviten el propio desarrollo. Qué cosa más maravillosa que beber de la fuente que te ofrece el otro para nutrirte desde su experiencia, desde sus ideas y reflexiones, desde sus pensamientos… y tú ofrecerle la tuya para compartir y contrastar. Crecemos juntos, luego nos amamos. Boicoteamos el crecimiento del otro condicionando su desarrollo, no nos amamos, nos utilizamos objetalmente en todo caso.
Un beso
Querida amiga Elisa, dale las vueltas que sean necesarias hasta encontrar la punta del hilo que desenrolle el ovillo, pero el único amor que debe acercarse a la eternidad es el que has de sentir por ti misma. Tú eres tu compañera de viaje hasta el final de tus días, con la única persona que has de convivir siempre, de la que realmente eres responsable, hasta la muerte. Lo demás te aparecerá en frente y lo valorarás como positivo o negativo para ti, pero no es tuyo. Entonces determinarás si esa persona es merecedora de tu amor, si está en condiciones de ayudarte a crecer y de compartir contigo la experiencia de la vida. Si no lo está, aunque en tu interior sientas un empuje desenfrenado hacia ella, piensa el porqué de ese empuje, qué es lo que te falta, porqué te llama y cual es el vacío que llevas en tu interior para que te reclame a ese sujeto con sus peculiaridades, que más que ayudarte te puede hacer daño… o mejor dicho, te puedes hacer daño tú con la frustración de ese amor no correspondido, al menos en la línea que tu esperas que lo sea.
La próxima reflexión está saliendo del horno.
Un beso y gracias por seguirme en mi caminar, yo reflexiono para andar y crecer de esta forma, no sé si lo lograré en la medida que espero.
Elisa, se me ha quedado en el tintero otra idea. Si creces tú, serás un faro que ilumine a los demás, tu seguridad y madurez dejará pequeño al que no esté en tu misma honda y entonces relucirás y atraerás a tu alrededor a aquellas personas que vean en ti lo que ellos no tienen, lo que necesitan. Buscarán alimentarse de tu flujo vital y se enamorarán de ti, desearán compartir contigo el camino de la vida… ¿No te parece?
Hola, don Antonio. Veo que has creado todo un debate que es el sueño de todo bloguero que se precie :-) Felicidades.
Bueno, yo creo que nos hemos pasado de un extremo al otro. Antes todo era pecado, y ahora es pecado no hacer todo lo que antes estaba prohibido. Tú me entiendes, ¿verdad? Hace unos días llegué no sé ni cómo ni desde donde a un foro de internet donde se hablaba de sexualidad femenina. La mayoría de las mujeres que exponían sus casos decían estar "frustradas", o "muy frustradas" porque no tenían orgasmos, porque sus parejas se enfadaban si ellas no tenían orgasmos y entonces ellas fingían (¿quién no ha fingido alguna vez?, por cierto...) para "quitárselos de encima", porque sus parejas les obligaban a tener sexo en sitios públicos y a la vista de la gente... Yo pensé, curiosamente, en todo lo que explicas y en toda esa época oscura de nuestro pasado y que yo, afortunadamente no viví, ya q mi adolescencia transcurrió en los ochenta, época de apertura y desenfreno y por tanto no me tocó "la china" de la represión. Pero ahora hay otra tendencia casi tan agobiante como al otra. La mujer etá "obligada" a sentir cosas, a tener mucha y buena actividad sexual (porque si no la tienes estás desfasada o eres rara o anormal, o lo que es peor, NO eres "moderna", que es lo peor que te puede pasar "NO estar a la moda", en cualquier aspecto que tomes este concepto, y en cuestiones de relaciones sexuales hay modas también). Es decir, el mensaje que nos llega de todos los medios de comunicación es (¿me perdonarás una palabrota, Antonio?) "folla y serás feliz, no folles y serás un perdedor, estás acabado". Y eso es una presión continua, manadero sin fin de múltiples y dolorosas frustraciones.
Yo creo que en el medio está siempre la virtud. La historia se mueve por reacciones hacia los modos de la época justo anterior y en España aún estamos viviendo una época de "reacción" ante el franquismo. Todavía estamos haciendo muchas cosas, muchas veces inconscientemente, sólo "porque Franco las prohibía" (ya sabes, si a Franco no le gustaba, es que eso era bueno) y eso que el franquismo está más muerto que mi bisabuela..... ¿O no lo está?
Besos y felicidades por tu ensayo, amigo.
Gracias Ana. El tema es quien merece la atención y el debate. Yo disfruto con ello y me parecen muy interesantes todas las aportaciones. Seguiré colgando cosas sobre este, tan manido e interesante, tema durante algunos posts más.
No sé en cual de mis reflexiones hablo de la teoría del péndulo, pero es cierto que cuando se reprime o se tensa mucho la cuerda hacia un lado de la oscilación pendular, una vez soltada esta, el péndulo va más lejos de la cuenta en el sentido opuesto, debido a la fuerza gravitacional que le atrae inicialmente. Durante muchos años el péndulo anduvo muy escorado, yo diría que amarrado, a la derecha en este país. El movimiento de balanceo está servido y también encontramos ahora otras posiciones conservadoras que intentan frenar esa oscilación y llevarla a su lugar. Mientras tanto habrá que ver dónde frena cada uno a su péndulo para que se estabilice con el tiempo y la edad.
Por otro lado, los foros suelen servir para que la gente diga cosas que les preocupa, que les interesa y que… ¿desequilibran el péndulo? Es normal que sea lo llamativo lo que se plasme en estos foros. El sexo ha sido uno de los elementos más denostados y reprimidos en el mundo católico y del régimen anterior, lo que garantiza la oscilación del péndulo. Fíjate que nos cuesta decir “FOLLAR” cuando es una palabra aceptada por la Real Academia de la Lengua, aunque sea la cuarta acepción la que da la definición, en sentido vulgar, de “practicar el coito”, acompañada de otras acepciones tan desagradables como fastidiar y molestar. ¡Qué país!
En el fondo, lo que se da es el eterno conflicto entre hedonismo epicúreo y el sufrimiento, sacrificio y renuncia al placer que predica nuestra religión (digo nuestra por la influencia que ha tenido en la formación de todos nosotros a lo largo de nuestra infancia, no porque la sienta mía). Este es otro buen tema que procuraré tocar más adelante para aclararme las ideas.
Muchos besos y gracias, como siempre por aportar tu opinión a mi orientación
Estimado Antonio, me costo horas antes entrar a tu blog, así que aunque tarde en horario quiero que sepas que fuistes recordado:
Cariños y buen dia del amigo, aunque para mi son todos los días, porque al amigo hay que saberlo cuidar y apreciar día a día.
Gracias Abuela Ciber. Anduve por tu página avistando con los amigos y amigas las ballenas que presentaste como regalo de amistad.
¡Huy, Maslow! Me recuerda mis tiempos de estudiante de psicología.
Tu texto es muy interesante, y tambien tu blog en su conjunto.
Volveré.
Gracias, Lola, por tu visita. Yo escribo por interés personal, para aclarar mis ideas y compartirlas, si eso resulta interesante a los demás, mejor aún.
Siempre serán bien recibidos tus comentarios en esta casa, sobre todo tratándose de una colega de psicología.
Un saludo afectuoso, transmisible a mi querida Barcelona.
¡Brillante!
Voy a poner en práctica algunas de las cosas que leí.
Saludos
Gracias Dragón, por tu visita. Hago una teorización experimental, o algo así.
Un saludo
Me llamo mucho la atencion esta parte: "El amor no existía, aunque sí el cariño y el querer. Con esta situación de asimetría el amor maduro es incompatible".
Y creo que si lo analizamos y lo desglosamos actualmente en nuestras vidas, seria una respuesta a millones de preguntas.
Nunca habia escuchado hablar hacerca de la pirámide de Maslow. Un articulo extraordinario y una maravilla de explicación.
Ahora entiendo varias cosas, y en cuanto al video, Quedo justo a la medida.
Felicitaciones, Que Buena reflexión has dejado a la memoria.
Un enorme Abrazo!
Gracias, huellas del pasado, te agradezco tu comentario que da ánimo para seguir reflexionando y escribiendo.
Un abrazo
Tu experimenta con la toería que yo lo pongo en práctico y luego te cuento cómo me ha ido.
Saludos
¡Adelante, Dragón! ja, ja, ja...
Excelente y brillante lección . Un abrazo
Gracias, Alma. Las aportaciones de los lectores lo enriquecen.
Un abrazo
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