jueves, 24 de enero de 2013

Los políticos están asesinando la democracia


He abierto esta página sin saber para qué, sin tener idea de qué quiero deciros hoy. Busco en mi interior y empiezo a hilar un pensamiento acusatorio: Los políticos están asesinando la democracia. Si la democracia se basa en la expresión del pueblo soberano y en el compromiso político de llevar a término esa voluntad por parte de los actores de la política, solo basta dar un vistazo para ver que están incumpliendo su compromiso. Nos están engañando miserablemente. No solo no cumplen la voluntad soberana del pueblo, sino que abusan de todo lo habido a su alrededor para enriquecerse y se tornan en serviles seguidores de los intereses de sus verdaderos dueños. No solo aparecen corrupciones a tope, sino que están dispuestos a que eso sea una cortina de humo para hacer el gran expolio de lo público sin que nos rebelemos por ello. Bárcenas, los sobres, urdangarines, etc… nos distraen del otro campo, del importante, sin dejar de entender que este no deja de tener su envergadura.

Ya decía yo, en otra entrada, que nuestros actuales dirigentes son caballos de Troya que el enemigo ha colado en nuestra administración para desmontarla y entregar al mundo empresarial las joyas de la corona, las empresas rentables, o lo que es peor, gestionar en beneficio de la empresa privada, mediante contratos de gestión privada, donde todo será ganancias para el gestor y las pérdidas serán socializadas desde la propia empresa pública, cuando sea deficitaria.

Pero volvamos al título, el compromiso social se ha diluido mediante el disolvente principal, que es el dinero. No se trabaja en política por la ciudadanía, por las ideologías, por los intereses generales del país, sino por los intereses de un colectivo que domina los medios, el tejido empresarial y las finanzas y por el propio grupo político. El verdadero compromiso social debe estar cargado de humanismo, de justicia social y entrega a la cosa pública desde una gestión sana, limpia y transparente de los recursos de un Estado, que es el punto de convergencia de toda la ciudadanía. Pero su falaz discurso se centra en una estrategia puramente empresarial, de manejo de las finanzas y el Estado pierde su función principal como ente organizativo de un sistema democrático y se coloca al estilo de una empresa, gestionable desde esa perspectiva de rentabilidad, de balance y  superávit, aunque para ello haya que someter a la ciudadanía a estos intereses en lugar de a los suyos propiamente dichos.

Mi pregunta es: ¿Los políticos son conscientes de que su actuación está dando al traste con la esencia del propio sistema democrático? Asisten impávidos a la corrupción de sus colegas de grupo y defienden lo indefendible, se desdicen de sus compromisos y promesas, no dimiten ni  a tiros cuando se les coge en una flagrante evidencia de transgresión, hacen la vista gorda ante la injusticia que les beneficia, observan impertérritos su deterioro progresivo y el descontento, cuando no ira, del pueblo llano, sus críticas y acusaciones que aseguran su incompetencia. Parece que todo les dé igual. Posiblemente tengamos en este país la clase política más espabilada o estúpida, según el caso, de toda Europa. Estúpida por su incompetencia demostrada, espabilada por el beneficio que andan sacando de la situación para ellos y los suyos.

Reivindico a verdaderos políticos, gente honrada, capaz, comprometida con la ciudadanía, ideologizada en el servicio a la comunidad, buenos gestores de la res pública, de probada ética, paladines de la democracia real y con la vitalidad suficiente para poner concierto en esta situación. Gente a la que uno pueda elegir sin llevarse el desengaño continuo al que se nos somete. Mientras tanto la rabia y el desengaño nos embargan (jodida palabra) ante la impotencia al ver como se nos torea, se nos burla y engaña intentado hacernos ver lo negro como blanco. Pero cuando uno ve las evidencias y saca sus propias conclusiones, acabas padeciendo el atropello conscientemente, lo cual es más doloroso que la indolencia del que no percibe la cruda realidad.

SÍ, CREO EN LA POLÍTICA, PERO NO EN LOS POLÍTICOS QUE NOS RODEAN HOY DÍA. ¿Pero esto no querrá decir que uno cree en las ideas, pero no en las personas que las han de llevar a término? Seguimos con las dudas en la credibilidad del propio ser humano, de su dicotomía entre maldad y bondad. En el fondo creo que subyace un problema educacional, de cultura y compromiso social, que nos haga caminar en equilibrio hacia la bondad alejándonos de la maldad… En fin, esta es mi reflexión de hoy, que surgió revolviendo mi interior de forma automática.

20 comentarios:

emejota dijo...

He recibido de alguien muy querida un mail muy bueno acerca de esta cuestión. Ando dándole muchas vueltas y me estoy decantando por un pensamiento todavía sin calificar:¿te acuerdas de las famosas cuotas para el congreso, etc.? Bueno pues lo mismo con las profesiones de los políticos, ahora abundan los abogados, luego seguramente los economistas.... bien, pues sin prejuicio alguno con respecto a dichas profesiones, que entren también cuotas de biólog@s y científic@s, es decir de personas con otra dinámica de pensamiento, más rigurosa, por decir algo. ¿Tu crees que el panorama cambiaría? Por no hablar de que en cuestiones de política prefiero una mayoría femenina .... o feminoide, no se, algo cambiaría, seguro.
El problema es que la mayoría de los científicos no entrarían en política, bueno tal y como se entiende ahora la política. .... Jajjj y me parece recordar que los chic@s de ciencias solían disponer de un C.I. superior al de letras, con tropecientas mil excepciones, pordío, que no estoy llamando ineptos a los abogados, ni a los filósofos, ni a... etc. ¡Caramba, que servilleta es de letras! Bss familiares.

Antonio dijo...

Lo que está claro para mí es que los políticos no están a la altura de las circunstancias y que debería tener una mayor formación humanista, científica y ética. Algo más presentable, vaya...
Besosss para ti también

María dijo...

Tú lo has dicho muy bien Antonio, los políticos están asesinando la democracia, son ellos los que están haciendo que no volvamos a volver a confiar en ellos.

Un beso.

Eastriver dijo...

La pregunta retórica que te haces es tremenda, y supongo que todos nos la hemos hecho alguna vez. Supongo que creemos en las ideas y no tanto en el ser humano... o al menos no en todos.

Ayer leí un cartelito de estos que la gente cuelga en facebook. Se preguntaba si la política volvía a la gente corrupta o eran los corruptos quienes se acercaban a la política.

Yo creo en la segunda opción. Lo cual no significa que todos los políticos sean corruptos, pero sí que muchos lo son.

pedro j. cortes zafra dijo...

Amigo Antonio, lamento decirte que llevas razón en cuanto dices en este artículo. ¡Cómo me hubiera gustado que no fuese cierto! Yo creo que además la estrategia la completan con la frase (muy famosa en el franquismo) "yo de política ni sé ni quiero saber nada" con lo cual están más sueltos para hacer y deshacer sus entramados. Esperemos que la implicación de todos les frene. Saludos.

Txema dijo...


Te contesto con una pregunta. ¿No será el concepto de democracia parlamentaria el verdadero problema?

saludos

METAL dijo...

No me parece justo meter a todos los políticos en el saco.

Antonio dijo...

El problema es de confianza en ellos, María, como bien dices. Sus actos en general no la generan.
Un beso

Antonio dijo...

Buen dilema, Ramón. En este país hay un dicho que va en la línea de lo que dices: No me des dinero, ponme donde hay... De todas formas creo que el asunto es interactivo, el corrupto puede ir a la política y crea el ambiente para que se corrompa el otro político.
Un abrazo

Antonio dijo...

Amigo Pedro, no es de recibo aceptar que alguien diga "yo no entiendo de política" mientras critica la gestión del político. Si eres capaz de criticar esa actuación es porque tienes conocimientos para ello. Esos sujetos que comentas son hijos de la dictadura que solo pretenden el deterioro de lo político y de la democracia, añorando caudillajes...
Un saludo

Antonio dijo...

Txema, creo que en esta situación ya se debería haber hecho una catarsis para caminar hacia la verdadera democracia. Las reglas de la democracia parlamentaria atan a la propia democracia y permiten lo que está pasando con ese cheque en blanco que se la da en las elecciones a los partidos, que no suelen ser muy democráticos en su fuero interno.
Un saludo

Antonio dijo...

METALUM, no todos los políticos son iguales. Eso lo defiendo en otras entradas, pero cuando buscas a los verdaderos, a los honrados, para que luchen contra esta ignominia que estamos viviendo, para que denuncien a los corruptos, incluso si son de su propio partido, te das cuenta de que deben estar agazapados o escondidos porque no aparecen con la fuerza necesaria para denunciar estos actos.
Seguro que no todos son iguales, pero que salgan los que valen la pena para identificarlos y enfrentarse a los corrompidos.
Un saludo

luna llena dijo...

Antonio, tienes toda la razón cuando dices que están asesinando la Democracia,yo sinceramente si tuviera que votar hoy no sabría por donde tirar, por la gran incertidumbre que tenemos en Cataluña. Si, seguro que los habrá honrados, pero a esos no los dejan subir peldaños, el 90 por ciento de los españoles pensamos que los políticos son corruptos, es para echarse a llorar y lo peor es que día a día la situación empeora, la rabia y el desengaño ante tanta injusticia nos puede llevar a un estallido social donde al ciudadano no le importe un bledo esta "Democracia" y se apunte al primero que le prometa trabajo y justicia.
Necesitamos creer en nuestros gobernantes, me gustaría pensar que están a tiempo de salvarnos del naufragio y remontar desde el 10 por ciento... lo cierto es que les faltan huevos y les sobran avaricia y orgullo.
Hay un político malagueño llamado Bernardino de León que me inspira confianza por su buen hacer.
Un abrazo.

eligelavida dijo...

Evidentemente, la corrupción mata la democracia y lo que se le ponga por delante. También es verdad que nuestro sistema electoral de listas cerradas no es muy democrático que digamos... Quizá con otro sistema, hubiéramos elegido a otros.

Antonio dijo...

Luna Llena, creo que estamos en un estado de confusión provocado que nos hace mucho daño a los que creemos en la democracia y en el bien hacer político. Nos faltan verdaderos políticos, con cultura política de servicio a la comunidad.
Un abrazo

Antonio dijo...

Eligelavida, gracias por tu visita y comentario. Creo que para conseguir una verdadera democracia habría que cambiar la propia constitución, el sistema electoral, incluso, los conceptos de propiedad y de mercado, sometiendo muchas cosas al bien común y neutralizando las especulaciones y los pelotazos financieros que escapan al concepto de economía humanista, que yo defiendo.
Un saludo

Prudencio dijo...

En todas las democracias hay un cierto nivel de corrupción. En España el listín es demasiado alto.La diferencia es que aquí el corrupto se va de rositas. Parece un pacto entre los partidos para que la justicia sea ineficaz, impotente, ante el desfile de corruptos.
Creo que tenemos como espirtú nacional, desde siempre, la picaresca: invento nuestro. Impregna todos los niveles de nuestra sociedad. No se salva nadie,la conocemos desde chicos, y cuando llegamos a ostentar algún poder no la hemos olvidado.
¿No es el más listo el que no paga una multa, o el que defrauda a hacienda, o el que aparca en doble fila sin castigo?.
Creo en la democracia. No en estos políticos, que hacen de ella su profesión, quieren perpetuarse, a modo de Fraga,ese camaleón político,sin aportar un buen hacer y sin pueden...
No olvidemos los riesgos que corren la democracias jóvenes. No me gustaría vivir un cambio de régimen.
Si actuáramos todos hacia ese bién común,que dices, Antonio, es la questión. Pero antes hay que dejar ese espiritu nacional

Antonio dijo...

La picaresca y el nepotismo, amigo Prudencio, son los dos vicios políticos nacionales, que llevan a esa corrupción. La búsqueda del beneficio propio y de sus adláteres, el tráfico de influencias...
Un saludo

pintura dijo...

'Que decir cuando la politica nos trata sin respeto como si fueramos borregos ,de que nos sirve quejarnos o manisfestarnos si siempre ganan los mismos,nos masacran con tecnicas cada vez mas mecanizadas y sofisticadas y con la agravante de actuar como verdaderos mescenarios sin señas de identificacion visibles,estan totalmente fuera de la ley,a las imajenes de la telvision me remito.

Antonio dijo...

Pintura, la política por definición y bajo mi opinión no es mala, más bien es necesaria, pero la buena, la que defiende al ser humano y a la justicia, no la que usan determinados sujetos para conseguir bienes para ellos y su gente... lo peor es que nos quieran tratar como a borregos y hacernos comulgar con ruedas de molino.
Saludos

Me embarga el estupor ante los hechos

  Opinión | TRIBUNA Antonio Porras Cabrera Profesor jubilado de la UMA Publicado en La Opinión de Málaga el 10 FEB 2024 7:00  ======...