Felipe IV |
Cayo
Lara acaba de aludir a la posibilidad de que saliera tonto el heredero de la
casa real, cosa que podría ser, dado que el caso se dio en su día. Les recuerdo
al inefable (comprendan mi sorna) Carlos II, el hechizado, que puso el broche
de oro a la Casa de Austría, introducida por su ascendente Carlos I, por sangre
real (sangre poco sana por lo que se ve, pues su madre era Juana la Loca) y a
sangre y fuego, pregúntenle si no a Bravo, Padilla y Maldonado, junto a sus
seguidores castellanos, que en su intento de resistir al extranjero en un
movimiento “popular” (lo pongo entre comillas, pues estamos en el siglo XVI y
las movidas estas siempre las lideraba la nobleza y sus intereses) acabaron
ejecutados en el patíbulo. Hablo de los comuneros, claro…
Nuestra
historia está jalonada de reyes incompetentes, con sangre contaminada de tanta
boda entre primos, de cariz pseudoincestuosa. Esto me recuerda la historia de
aquel sujeto, tonto del haba, cargado de idiocia, que decía con ostentosidad de
su limitación gangoso y mal hablado: “Mi opá y mi omá pimos hemano y yo tan
nomal…” El asunto, amigos lectores, es que nos quejamos y le echamos la culpa
de todo a sus validos que se dedicaban a gobernar mientras el rey andaba de
caza mayor o “cazando” conejos de cama en los arrabales, cuando, por lo
general, estos solían ser bastante incompetentes para la gobernanza y soltaban
el mochuelo al valido ansioso de poder y de influencia para enriquecerse. Además,
por lo que se ve, muchos de nuestros reyes son de tiro fácil, tanto desde el
hombro como de la entrepierna. Lean la historia de Felipe IV, por ejemplo,
cargada de hijos extraconyugales, además de los legítimos. Todo, al final, para
dar al trono un hijo tonto.
Tampoco
le anda a la zaga Isabel II, según diversas leyendas y escritos alusivos a su concupiscencia
y lujuria. Casó con su primo Francisco de Asís de Borbón, al que se le adjudica
un exceso de plumaje y que ella refiere con su expresión: ¿Qué podía esperar de un hombre que en la noche de
bodas llevaba más encajes que yo? Se dice que tenía tantos amantes como ella. El
asunto llega tan lejos que hay quien adjudica la paternidad de Alfonso
XII al militar Puig y Moltó o a José María Ruiz de Arana (el pollo Arana)
que fueron sus amantes. En todo caso su historia es
una de las más interesantes, tanto por su conflictividad social con las guerras
carlistas, como por su material del cotilleo morboso para la salsa rosa.
[De
los más recientes no digo nada, aunque hay un dicho que refiere “de tal palo
tal astilla”, no tiene por qué cumplirse en este caso… lo dejo en interrogante,
pues la vida sexual privada es absolutamente respetable. Si bien, como decía Plutarco,
“La mujer de César no sólo debe ser honrada, además debe parecerlo”. Pero en
política se ha cambiado el ser honrada por solamente parecerlo, y con todo y con
eso se vota hasta quienes han demostrado que no son honrados, como puede verse
en las elecciones.
Pero
volviendo al tema regio, lo cierto es que, como ya dejé anotado en mi entrada
República Vs. Monarquía, dado que su gobierno era por la gracia de Dios, a ver
que dios le quitaba esa gracia. El pueblo estaba obligado a morir por Dios, por
la Patria y el Rey, tres conceptos difusos y poco limitados según la ideología e
intereses de cada cual. Esa ciega veneración a un rey, aunque fuera estúpido,
es irracional. Lo lamentable es que sigue habiendo mucha gente en esa misma
disposición de lealtad suprema al rey, si bien, en esto momentos, la cosa es
diferente en tanto tenemos una constitución y la función y el poder real está
muy diezmada respecto a la de entonces.
Otros
países tuvieron la “suerte sangrienta” con su dosis de drama y tragedia, de
producirse un conflicto que redefinió el sistema, como en el caso de Inglaterra
(con Oliver Cronwell, por ejemplo) y de Francia, de mayor calado y trascendencia a nivel mundial, con su
revolución francesa. Estos fenómenos dieron al traste con al absolutismo
monárquico, cuyo representante más significativo, bajo mi modesta opinión, fue
Luis XIV de Francia (el rey Sol), con su ostentosa frase: “El Estado soy yo”,
abuelo de nuestro Felipe V, depresivo y apático donde los hubiera, que nos
introdujo la casa de Borbón. Este sujeto lujurioso, hiperactivo sexual, de
conciencia culposa y remordimientos sistemáticos, andaba, a menudo, del tálamo
ajeno al confesionario, quedando
atrapado de su culpa en largas depresiones, que Farinell, con su canto y voz de
eunuco, le aliviaba.
Pero
volvamos al eje principal del tema. La concepción sociológica de un sistema de
súbditos de su “graciosa majestad” en el caso de Inglaterra, (graciosa porque
es por la gracia de Dios, no por sus dosis de humor, supongo) o católica
majestad en el nuestro, les atrapaba en una relación asimétrica donde el poder
y la soberanía eran del rey, pero, tras los enjuagues democráticos de la
burguesía y su acceso al poder, la soberanía pasa al pueblo y la figura del rey
pierde su sentido. El poder se vuelve algo más simétrico en el conjunto social.
España
pasó por estados de distinta suerte “sangrienta” en la pugna entre pueblo y
monarquía, entre súbditos y soberanos para revertir el sistema. Sangre, mucha
sangre, corrió por estas tierras en múltiples ocasiones sin llegar a resolver
el desencuentro entre unos y otros. Liberales y fernandinos absolutistas,
isabelinos (liberales) y carlistas (conservadores) con sus guerras civiles,
leyes sálicas, remanso de paz pactada entre Cánovas y Sagasta y, al final,
mierda… otra gran guerra entre las ansias de libertad de un pueblo y los deseos
de atornillarlo por parte de los de siempre, el clero comprometido con los
conservadores (ellos querían conservar también su dominio e influencia), el
ejército golpista y bananero, la nobleza anacrónica y el poder fáctico del
capital y sus intereses.
Dilema
habemus: Yo quiero rey…, pues yo no lo quiero… ¿Pactamos? Vale, ponemos un rey
descafeinado para que el símbolo se mantenga y a la vez no mande mucho. Eso sí,
su jefatura del Estado es incuestionable. ¿Pero y si alguno de sus herederos
nos sale tonto? Lo incapacitamos desde el parlamento y le damos a otro de sus
descendientes la primacía de Estado. ¿Pero eso no es una atadura que no nos
permite elegir democráticamente al Jefe del Estado? “Sí, pero para lo que
sirve…” dirán otros. Bueno, pues en esas estamos. Cayo Lara dice una cosa, el
PP y le PSOE otra, por lo que la solicitud de referendum es papel mojado, de
momento.
El
miedo o alegato de Cayo Lara sobre un posible, hipotético, imaginario y todo lo
que se quiera, heredero tonto hay que matizarlo. Decía Forrest Gump que “tonto
es el que hace tonterías”. La RAE lo define como: “Falto o escaso de
entendimiento o razón”, lo que le sitúa en sinónimo de Imbécil (Alelado, escaso
de razón) o necio (Imprudente o falto de razón), amén de otros muchos sinónimos
de nuestra tan rica lengua. Yo creo que no es tono el que hace tonterías de
cuando en cuando, pues todos las hacemos, pero sí el que no sabe hacer otra
cosa que tonterías. No, nuestro rey, ni su heredero, son tontos, ni muchísimo
menos, bajo mi opinión. Lo que no quiere decir que no hagan tonterías de cuando
en cuando. Si fueran tontos no habrían construido su fortuna desde donde
partieron, según bibliografía que corre por ahí. Por ejemplo, hace unos años,
la revista británica EuroBusiness publicó que Juan Carlos I tenía un patrimonio
estimado de 1.790 millones de euros, si bien, como puede verse en el video
final, su fortuna no está cuantificada, al menos por lo que yo tengo entendido. Ello demuestra que son buenos gestores, al
menos para sus intereses personales y familiares, lo que los aleja de
calificativos despectivos sobre un bajo nivel de inteligencia. Concluyo, pues,
que el rey y su descendiente, de momento y mientras no se demuestre lo
contrario, son inteligentes.
Pero
el problema no está ahí, sino en que, institucionalmente, se nos ha bloqueado
la posibilidad de elegir a un Jede de Estado de forma democrática. No vale
aquello de que ya se eligió en la Constitución, pues las generaciones cambian,
al igual que las opiniones, en función de cómo van las cosas, por lo que
cualquier rol en la gestión y representación pública debe ser elegible para
adecuarlo al momento. No podemos, parafraseando a Luis XIV de Francia, caer en aquello
de “la constitución soy yo”, o yo soy inherente a la misma constitución…
De
todas formas, y concluyendo, no deja de ser interesante el análisis de esta
familia en base a diversas teorías. Ya he relatado algunos aspectos históricos
sobre la monarquía española, por lo que podemos hacer casi un mapa de la
historia familiar y, si ahondamos un poco en la teoría de las constelaciones
familiares, podremos orientarnos también. Es evidente, al menos para mí, que
toda visión y concepción sobre lo monárquico es anacrónica, como mínimo a la
vista de esa evolución y su influencia en la misma. De todas formas, solo he
pretendido plasmar mis ideas lo más documentadas posible y dejar al libre
albedrío del lector la conformación de su opinión al respecto, como no podría
se de otra manera. Por tanto, la opinión sobre nuestra peculiar situación anda
cambiando tras los últimos acontecimientos reales o, al menos, siendo motivo de
reflexión popular, a pesar del intento descarado de dirigir a la opinión
pública dando por cerrada la crisis con esa forma infantiloide de pedir perdón
que se nos ha regalado. Las cosas cambian, se evoluciona y no existe la reversibilidad
total, sino nuevas situaciones del continuo caminar…
20 comentarios:
Hoy seré breve, siempre he opinado que casarse con Leticia ha sido una buena inversión. Sofía, que no es nada tonta, lo supo tras atravesar el desierto con Isabel Sartorious. Bsss.
Bueno, pues yo no te cojo, en sentido figurado no en el argentino, jajaja...
Ya me contarás cuales son los argumentos que te avalan, por aquí o vía correo personal, jejeje...
Besos y te tengo que hacer una propuesta pero te la mandaré más adelante por e-mail.
Yo creo que a los borbones les falta un herbor, no saben leer ni hablar bien, de cualquier forma el rey es un rey impuesto y no elegido por los ciudadanos en democracia.
Viva la República.
Creo que Cayo Lara se equivoca. Porque con ese ejemplo parece que todo queda reucido a la personalidad y mayor o menor habilidad del personaje real de turno.
No, la discusión es de mucho más calado y eso es simplificar la cuestión y dar argumentos a quines que justo se quede en eso. ¿Qué más da si no gobierna?
Monarquía o República es un debate filosófico en la que como los republicanos no andemos con tiento la acabaremos perdiendo antes de iniciado y esto me preocupa.
No se puede simplificar como ha hecho Lara.
Los borbones no son un ejemplo de inteligencia, amiga Ana.
Amigo Txema, es cierto que el meollo de la cuestión va más lejos, pero no creo que se haya equivocado al decirlo, pues ha levantado y abierto el debate sobre la monarquía a la ciudadanía en general. Son muchas las causas para cuestionarla, esta es una de ellas, pero ciertamente el asunto es de más calado como dices. Ahora entramos en debate, aunque el debate actual no es tanto este como el referente al intento del neoliberalismo, al que le importa un bledo la monarquía, de hacerse con el control económico, no solo del país, sino del mundo. Tal vez, si esto salta por los aires, el relevo por la república sea la mejor salida, pero sin olvidar que las formas no son el fondo. Aquí nos la estamos jugando en mayor profundidad y esto sigue siendo una salsa rosa que empieza a calar en la opacidad real.
Un abrazo
Buenos días, mi Antonio... como siempre impoluta tu reflexión... Y no creo que nos haya salido tonto Don Felipe.
Buen finde
Tarde o temprano es un debate que se va a hacer. Hay incluso mucha gente de derechas que no quiere la monarquía. Tiempo al tiempo. Quizá ahora con la crisis no es el mejor momento. Puede que un día se diga en los libros de historia que Felipe V fue el primer borbón y Felipe VI el último.
Un saludo.
Ay, Antonio, comparto todo, incluso la ironía. ¿Sabes que el rey Francisco de Asís (ahí me hiciste reír) está enterrado en el panteón de los reyes? Porque al menos entonces al consorte de la reina también se le daba el título de rey, cosa bastante infrecuente.
Lo demás lo dijiste todo tú. Yo también exijo que no nos bloqueen nada más, y que podamos elegir libremente el modelo de estado desde cualquier punto de vista.
Nada es lo que parece y aunque tenga cara de serlo no lo es: el tío se las sabe todas y Udargarín sólo ha hecho lo que le ha visto hacer al suegro, como demuestra el video.
Lo malo es que en los países republicanos del entorno también cuecen habas los presidentes y también son los más débiles los que pagan siempre.Habría que reinventar la Democracia; lo que conocemos como tal no nos vale.Un abrazo, Antonio.
Amigo Antonio: a esas diabólicas preguntas hipotéticas ("¿y si....")a veces se le puede responder con otra pregunta endiablada hipotética: "¿y si el Coordinador general de Iquierda Unida..."?
No, efectivamente, D. Felipe no nos ha salido tonto. El problema va más allá para acabar en la posibilidad de elegir libremente un Jefe de Estado. Al final es trasfondo es meramente una cuestión de democracia real.
Besosss Mª Ángeles
Cayetano, el futuro es impredecible, pero lo importante es mantener siempre la posibilidad del debate constructivo para lograr que sea mejor y, en política, más democrático. De todas formas, el mundo que nos rodea y donde se mueve el sistema mundial se aleja de las monarquías y se acerca a las repúblicas en términos generales. La monarquía es una anacronía de pasados siglos, que en nuestro caso sirvió para contentar a los vencedores de la contienda civil, ya que la había colocado su jefe, el caudillo.
Un saludo
Bueno, Ana, no es una comparación ajustada, aunque según de donde provenga se puede entender. Juan Carlos cumplió un cometido en su día, con mayor o menor acierto, con las dudas que se mantienen sobre su actuación el 23f… pero si no llega a ser por su actitud ante el cambio otro gallo hubiera cantado. Posiblemente seriamos una república aunque antes las tensiones habrían hecho mella y sangre, al menso eso creo yo.
Ramón, no recordaba que Francisco de Asís estaba enterrado en ese panteón. Tal vez le habría de enterrar en el de las reinas, jajaja…. Eso es lo malo, que un tarao, y no me refiero a él por ser gay, pues cada cual tiene su tendencia sexual respetable, sino por la filosofía y por el hecho de ser quien es o por venir de donde viene, eran las razones para llegar a las más altas jerarquías…
Juan, siempre se dijo en este país: No me des dinero ponme donde haya… Creo que el deporte nacional de las altas esferas, con honrosas excepciones, es el tejemaneje, el chalaneo y el tráfico de influencias para llenar bolsillos propios y ajenos.
Con las crisis hay mucha gente en la cuneta pero ellos siguen, los que administran el país, hacen bien poco por la eficiencia… Como ves hablo de unos y otros, incluidos los presidentes de repúblicas. Pero en el fondo lo que quiero transmitir es la posibilidad de quitarlo y ponerlo según entiendan los ciudadanos.
Un abrazo
Hola anónimo. No sé quien eres, pero el hecho de referirte a mí como Amigo Antonio, te sitúa en la esfera de los conocidos y amigos.
Creo que lo que dices es interesante, por lo que abría que hacer algunas puntualizaciones. Evidentemente el señor Cayo Lara podría haber salido tonto, lo que le situaría fuera de su cargo y le habría dejado en su casita cuidado por su mamá y su papá… ¿comprendes? pues nadie elige a un tonto como su representante. Lo que no quita que para sus adversarios políticos, carentes del más mínimo respeto hacia los demás, puedan calificarlo, en plan insultante, como tonto. Recuerda que la derecha, el mismo Rajoy y sus muchachos, habló de Zapatero como bobo y no sé cuantas cosas más, la izquierda califica de ese mismo modo a Rajoy, además de otras muchas cosas que no vienen al cuento. En algunos casos se ha llamado a los presidentes de gobierno asesinos por su política de implicación en guerras, recuérdese a Aznar, y no digamos del dictador, calificado de golpista, asesino, criminal de lesa humanidad, etc, que tiene sus encubridores al amparo de la propia transición y que le ha costado a Garzón un buen disgusto. Digo todo esto porque en democracia se puede criticar al contrincante hasta límites poco éticos, aunque eso es debido a esa libertad que se tiene para poder vender y elegir una tendencia, idea o persona que la lidere. Otra cosas es pensar con la cabeza o con el corazón. Es decir, razonar o dejarse llevar por las emociones partidistas.
Desconozco, no obstante, si en la historia de la familia de Cayo Lara, en su casa y en su caso se han dado incidentes de estulticia en sus ancestros, y además me importa bien poco, pues Cayo es elegido por sus seguidores y no me lo imponen a mí. Lo que si conozco, más o menos, es la historia de nuestro país y sus reales gobiernos…
De todas formas, para explicar mejor mi argumentación y dejar un final más claro y contundente a mi reflexión, diré que: “El monarca se impone por sangre y el presidente de la república por votos…” La cosa está clara, la democracia funciona por votos no por sangre real…
Gracias por tu comentario y espero haber dejado clara mi posición al respecto.
Un saludo
Pido disculpas por la falta de la h en la palabra abría que aparece en la primera línea del segundo párrafo de la contestación a Anónimo. Ha sido un error a corregir. Por tanto, donde dice "Creo que lo que dices es interesante, por lo que abría que hacer algunas puntualizaciones" debería decir ...por lo que habría que hacer.....
Sorry
Me eché a reir cuando escuché a Callo Lara. Creo sin embargo que la cuestión merece un análisis mas profundo. Una república es en principio mas avanzada que una monarquía, pero no es una panacea.Hay que plantear una alternativa al propio capitalismo.
Un abrazo
Efectivamente amigo Camino, lo de Cayo Lara no deja de ser una ocurrencia que se ajusta a una realidad, pero el meollo de la cuestión está en la crisis del sistema y la necesidad de cambiarlo, como bien dices, a uno más sostenible y justo política y sicialmente.
Un abrazo
Publicar un comentario