jueves, 23 de febrero de 2012

Andalucía (IX)


Seguimos con el paseo histórico sobre la religión.

I Concilio de Nicea.
(Imagen de internet)
Las religiones, en general, asumen la verdad como propia y, no solo la defienden, sino que pretenden imponerla, a veces, incluso por la fuerza. De ello tenemos constancia a lo largo de la historia, sobre todo en lo referente a nuestro país. Lo cierto es que la religión católica es una organización perfectamente engrasada, donde el chirrío de cualquier rueda es considerado herejía e, inmediatamente, es neutralizado. Junto con el ejército es la única organización monolítica donde el mando siempre tiene la razón, si bien en este ya se cuestiona por el propio derecho. Ello ha permitido su sostenimiento a través de los siglos y mediante el truco de la fe ciega en la autoridad papal, con capacidad para dogmatizar dada su infalibilidad, entendida como dogma desde el concilio Vaticano I (1869-70). Es evidente que los errores papales son clamorosos a lo largo de la historia, por lo que eso de la infalibilidad, al menos para los no creyentes, nos suena a cachondeo, amén de otros muchos dogmas que, carentes de la más mínima lógica, fueron discutidos dentro de la propia iglesia.

De todas formas, me permito aseverar que las religiones monoteístas no fueron, en ningún caso, un elemento de paz y encuentro, sino de guerra y confrontación. Tal vez por aquello, que apuntaba al principio, de estar en posesión de la verdad absoluta y ser el pueblo elegido por Dios, amén de su alianza con el poder económico y militar que buscaba la expansión de los intereses de ambos.

Constantino vencedor de la batalla de Puente Milvio
(Imagen de internet)
El hecho es que, como ya anoté, el poder civil y el religioso vieron lo beneficioso que resultaría, para ambas partes, un acuerdo entre Dios y el Cesar en la gestión de la relación social. No fue Constantino I, llamado el Grande y santificado para la Iglesia Ortodoxa aunque no por la romana, el que declaró al cristianismo como religión oficial del Estado, si bien ayudó mucho a ello legalizándola en el Edicto de Milán de 313, incluso regalándole a Silvestre I un palacio en Roma que fuera de Diocleciano. A partir de este momento, y al amparo de los conflictos y reyertas habidos entre distintas tendencias cristianas no exentas de violencia y, usando un término peyorativo, “navaja en ristre”, Constantino patrocina el I Concilio de Nicea para reunificar el credo religioso, lo que da más fuerza al Cristianismo al oficializar dicho credo.

Pero es Teodosio el que firma el acta matrimonial entre Iglesia y Estado, al declarar el Cristianismos religión oficial del mismo, si bien, como en todo matrimonio, se dieron disputas sobre el rol que debía asumir cada uno en esa relación. Este hecho, y la ilegalización del culto mitraico, se acompaña de una persecución sumamente cruel del paganismo, que se llevó miles de vidas por delante, la destrucción, saqueo y expropiación de templos y la eliminación del sacerdocio pagano. De todas formas, a esas alturas es evidente el abandono del mensaje de Jesús, al que ya le habían dado la vuelta desde la concepción helenista de San Pablo en contra de la otra más judaizante, en lo que tuvo mucho que ver el asunto de la exigencia de circuncisión de los conversos no judíos y la tendencia, orientación y oficialización de la posición cristiana hacia una concepción en la línea de la religión mistérica, como lo era el mitraísmo donde había un amplio caldo de cultivo en el imperio por el culto al dios Mitra, que facilita la opción católica, es decir universal, al ilegalizarse dicho culto.

Asesinato de Hipatia de Alejandría
(Imagen de internet)
A partir de este momento, y al abrigo de la descomposición del Imperio Romano, una vez organizada la religión a imagen y semejanza del poder civil, va cobrando protagonismo hasta dominar el componente ideológico que conforma el sistema de occidente. Pedro, o el papa, es el divino emperador elegido por el senado (el cónclave cardenalicio) y ejerce su poder omnímodo a través de sus obispos, presbíteros y diáconos, que gestionan la unidad territorial de la diócesis.

La forma de acción, para su expansión, era el integrismo religioso y su prédica, al amparo del cual se neutralizaba al enemigo u oponente en el nombre de Dios, para imponer definitivamente el credo hasta en la más mínima estructura del Estado. Eso permitió que la iglesia perviviera a las invasiones bárbaras, mayoritariamente arrianas con sus disputas cristológicas, hasta que Recaredo, en el III Concilio de Toledo, con todos los visigodos, abrazara el catolicismo.

Las “malas lenguas” dicen que los visigodos, que podían tener varias mujeres, tomaron como esposas a mujeres romanas de alta cuna y de religión católica. Los sacerdotes hicieron ver a las esposas católicas que si convertían a sus esposos y abandonaban el arrianismo abrazando el catolicismo, se garantizaban el lugar privilegiado de esposa para toda la vida y sus hijos serían los únicos herederos de la hacienda. Saco esto a colación porque podría ser una de las primeras veces en que la religión usa el poder femenino para controlar la situación y revertirla en beneficio propio. Lo curioso es que esta técnica o actuación ha sido temida hasta nuestros días, pues la propia izquierda política se opuso, en su día, al derecho de sufragio de las mujeres por entender que tenían el coco comido por los religiosos y estaban en un profundo estado de alienación, lo que bloquearía el camino progresista. De todas formas, bajo mi humilde opinión, la trascendencia milenaria de la religión católica tiene un eje importante en el control del adoctrinamiento de los hijos a través de las madres.

Pero volvamos al asunto. Después viene la inmersión en el ostracismo de la edad media, donde el poder de la iglesia se reafirma y controla las letras y las ciencias, almacena y gestiona el conocimiento en sus monasterios, lo que le permite decidir sobre cuales son los textos adecuados a sus intereses, demonizando los otros. En esta especie de purga integrista se eliminaron obras de gran valor, tanto de contenido religioso como filosófico y científico, incluyendo aquellos escritos heréticos donde había contradicción con la defensa de los evangelios sinópticos que, por cierto, son redactados a partir del año 70, cuando San Pablo controla el dominio religioso sobre la zona helénica, y al ser éste docto en letras y orden, potencia la escritura de los evangelios en griego, dando definitivamente la preponderancia de este sector cristiano sobre el judaizante. San Pablo es el verdadero forjador del Cristianismo tal como lo conocemos que, viniendo de la conversión del sanguinario Saulo, no deja de crear cierto recelo su posible actitud en defensa de su nueva fe.

El dios Mitra sacrificando al toro
(Imagen de internet)
Así pues, definitivamente, a partir de que la iglesia domina el saber dirige el adoctrinamiento. El control es mayor en cuanto la sabiduría popular sea inferior, por lo que sembrará el conocimiento afín y demonizará el que no controle. Este poderío no se limita solo a ello, sino que es un control político, incluso, en gran medida, económico, hasta el punto de coronar emperadores, de dar el visto bueno a entronizaciones de reyes, de bendecir la guerra santa de las cruzadas, promoverla y orquestarla. El concepto de cruzada conlleva la eliminación y/o lucha a muerte con el infiel y lo malo del asunto es que ha trascendido hasta nuestros días, siendo usado en nuestra guerra civil ese término.

Hay una tremenda evidencia del predominio religioso sobre lo civil, sobre los intereses del pueblo llano, y de su alianza con el poder feudal. Lo manifiestan esas abrumantes construcciones religiosas como las catedrales, monasterios y lugares de culto que dan testimonio de la preponderancia de los ritos y ceremonias y sus actores (léase clero y órdenes religiosas) sobre los intereses materiales de los fieles y su calidad de vida. Véase la imagen de esos pueblos donde la iglesia sobresale por encima de casuchas bajas, chozas en su tiempo, y cualquier otra mísera construcción civil. Mientras que el imperio romano se caracteriza por su ingeniería civil, en este caso es la religiosa la predominante. No es solo la arquitectura, sino las artes y riquezas acumuladas en el entorno religioso lo que fortalece una estructura organizativa que acabará nutriéndose y consolidándose mediante el abuso sobre los fieles, en lugar de ejercer una actividad de servicio hacia ellos, a la par que conforma el sostén ideológico de la injusticia social reinante. Claro que su poder de influencia es ilimitado al dominar los medios de comunicación, o lo que es lo mismo, al contar con un lugar (la iglesia) donde están obligados a acudir cada domingo los fieles para recibir la homilía o sermón desde el púlpito adoctrinador. En este caso, contar con la inestimable colaboración de la iconografía, las imágenes y estatuas, presentes en la iglesia, recordando los infiernos, el castigo, la gloria de Dios, sus santos y demás, no deja de acojonar un pelín a los fieles incautos que dan por sentado, al amparo de la fe, cuanto sale por la boca del discursante, entendiéndolo como palabra de Dios.

Relicario
Por otra parte, la corrupción es una constante que se sustenta en falsificaciones de reliquias y en venta de dignidades, privilegios, indulgencias, bulas, prebendas, etc. todo ello con objeto de sacar dinero para el sostenimiento de la iglesia y financiar sus faraónicas obras. Es también significativa la convergencia con la nobleza, a la que se le permite construir capillas sepulcrales anexas a las naves principales de iglesias y catedrales, como compensación por su aportación económica. O sea, existe un trapicheo de gracias divinas de la mano de los representantes  de Dios en la tierra. La reliquia era un reclamo milagroso que atraía a los fieles y sus donaciones… buen negocio. Una de las que me llama más la atención es la reliquia del santo prepucio, relegado, junto con otras muchas reliquias, por el Concilio Vaticano II a leyenda pía, neutralizando así este bochornoso espectáculo.

Pues bien, volviendo al tema del poder, esta constancia controladora y protectora de sistema, se mantiene a lo largo de la historia con la fiscalización inquisitorial, como en el caso de Galileo y la represión del protestantismo, hasta que la ilustración se abre camino y lucha por eliminar ese papel de la religión. Esto hace que en Europa se viva una revolución social, donde el laicismo toma protagonismo y el poder popular suplanta al religioso y sus asociados monárquicos absolutistas, a través de la revolución francesa. Claro que en España no se da esto, como ya he mencionado, y estamos en la fase de purga ideológica entre el anacronismo religioso y el laicismo, entre el adoctrinamiento arcaico y la formación de espíritus libres y responsables que asuman los derechos y deberes de la soberanía popular, entre la separación de la Iglesia y el Estado.

Tribunal Inquisición
Esta situación de conflicto y desencuentro entre las dos Españas, ya referidas en entradas anteriores, sitúa a la iglesia en el lado del poder y las clases dirigentes y en contra del pueblo que lucha, que la entiendo como un enemigo a batir. Por tanto, llegados aquí, vuelvo a retomar el tema de la situación de España en la posguerra y cómo influyó la religión en el desenlace del conflicto y la gestión de la victoria. Pero eso lo dejo para la próxima entrada, que probablemente sea la última.


18 comentarios:

Eastriver dijo...

La Iglesia debería hacer tanto para cambiar... y muchos miembros de la Iglesia (aunque no la jerarquía, me temo) estarían claramente de acuerdo. A España la Iglesia le hizo mucho daño, pero actualmente le hace menos, porque hasta sus discípulos tienen hijos sin estar casados, o se divorcian. Quiero decir que la separación Iglesia Estado es más fuerte. Los males de España son otros: el centralismo, el poco respeto a las diferencias, a asumirlas, y desde luego no reconocer que Murcia y el Pais Vasco, siendo maravillosas las dos, no son exactamente lo mismo en su significación política. No querer reconocer y legislar eso supone un enorme error que hace que personas como yo no estemos a gusto. Ah, y otro problema español, a mi modo de ver: la rabia que generan ciertos territorios. Es un pez que se muerde la cola: cuanta más rabia generan más se separan estos...

Estos artículos tuyos sobre Andalucía me parecen francamente interesantes, y sabes que los he seguido, si acaso me he perdido alguna de las últimas entregas por cuestiones laborales y de escaso tiempo libre. Pero ya lo recuperaré. Pero te quería comentar que, yo que frecuento Andalucía, como catalán no he sentido esa catalanofobia en ningún lugar tan intensa como en Andalucía. Me sabe mal porque yo tengo Andalucía en casa, y creo que la comprendo y defiendo siempre, pero he ido a Madrid y no he captado nada, he ido a Galicia, Euskadi... y nada, claro. En Toledo ya hay más desconfianza. Pero, al menos por lo que yo he visto y que no me atrevería a convertir en ley, en Andalucía es donde eso menos se disimula. La última, hace cuatro años, que fue la última vez que fui. Le digo a una niña de la familia, por qué no venís a Barcelona?, y la niña me dice: es que mi padre dice que a Madrid sí pero a Barcelona no. Yo pensé que la niña acababa de meter la pata, miré al padre y en lugar de esconderlo me dice, llámalo manía, pero antes me voy a Madrid que a Catalunya. Tan tranquilo, jajaja. Me quedé de piedra, y le dije que Madrid era genial pero Barcelona no estaba mal tampoco y que, mira, él se lo perdía. A eso me refería, a no disimular ese sentimiento... sentimiento que sé que obviamente tú no tienes.

Te mando un abrazo.

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

qué bien expuesto Antonio... sobre la iglesia tengo tantas dudas y siempre termino diciéndome que esta regida por hombres con lo que llevas todos los vicios y virtudes humanas
buen finde

emejota dijo...

Tus exposiciones son de manual, de libro, ¡¡estamos!!
Dicho lo cual añadiré que para mi iglesia = poder y poder = PELIGRO inminente.
Ya sabes que ratifico tu pto. de vista.
En cuanto a lo que dice Eastriver, bueno, ya se contaré al oído cuando le vea y creo que soy absolutamente neutral al respecto, je,je. Lo cierto es que siento cierta debilidad por todo "lo diferente". ;) Bsss para todos.

JUAN PAN GARCÍA dijo...

La historia de la Iglesia está plagada de crímenes, sexo y manipulación.Como ejemplo, no hay más que leer la historia del Papa Borgia y sus herederos. Visité el castillo de Játiva y vi dónde encarcelaban a los nobles que ostaculizaban sus proyectos. El palacio de la Generalitat Valenciana pertenecía a los Borgia, una muestra de las riquezas que acumularon.Leer sobre sus hijos,sus orgías, sus crímenes y latrocinios, su intervención en la política,etc. De esa manera la Iglesia fundó su imperio.
En nuestra historia reciente, que tan magistralmente has explicado,es escandalosa la cruel influencia religiosa en el franquismo que todos hemos padecido y que se perpetúa ahora en sus herederos.
Lo que no se entiende es cómo en España, aun conociendo toda la historia del catolicismo, la Iglesia cuenta con tanta fidelidad y tantos creyentes. Porque, según tengo entendido, más de la mitad de los contribuyentes pone en su declaración la X en favor de la Iglesia.
Como siempre, amigo Antonio, un placer leerte.Un abrazo

Anónimo dijo...

Muy interesante la historia, gracias por contárnosla.
Me gustaría invitarte a conocer la colección Breve Historia, seguro que hay títulos que te interesan.
Te dejo su link de facebook por si te apetece echar un vistazo, además ahora sortean varias novelas en primicia.
Un saludo,
https://www.facebook.com/brevehistoria

Antonio dijo...

Gracias por tu extenso comentario, Ramón. Es cierto que gilipollas hay en todos sitios, y perdona la expresión, los hay en Andalucía, en Cataluña, Madrid, el País Vasco y el resto del universo mundial, como decía aquél. Sujetos sin criterio propio que emiten juicios sin conocer lo juzgado, gente que habla de los colectivos y generaliza habiendo conocido a pocos o dejándose llevar por tópicos. Hay otros que caen en la trampa de los políticos que pretenden el enfrentamiento para sacar tajada, otros que piensan desde el pasado sin valorar el presente.. De todas formas, mantener en juicio en estos momentos dond4e se nos bombardea con tanta propaganda y manipulación no deja de ser un arte que, casi siempre, sitúa a uno navegando solo o poco acompañado. Ya se sabe, amigo Ramón, para tener una visión panorámica de las cosas, del bosque, ki mejor es salir del bosque, para saber lo que pasa en un lugar determinado del mismo, lo mejor estar en ese lugar.
¿Qué te voy a decir a ti que ya no sepas? La vida te ha debido enselar muchas cosas, como a todos, pero creo que tú has sabido aprovechar esas enseñanzas para no dejarte llevar por lo emocional e irracional y hacer valer el razonamiento y el criterio libre del pensador.
Un abrazo

Antonio dijo...

Gracias ,Mª Ángeles. Siempre es un placer recibir tus palabras de refuerzo.
El problema en la iglesia, mi amiga, es cuando el que manda no es el justo y bondadoso, sino el perverso y dictador, el que ejerce el poder sin respetar el derecho de los demás a su libre albedrío y a conocer y cuestionar la verdad.
Un beso y disfruta del fin de semana

Antonio dijo...

Gracias emejota. Lo de peligro inminente, tal vez haya que cambiarlo por peligro constante, jejeje….
Besos

Antonio dijo...

Juan, eres asertivo. No hay mucho que objetar a tu comentario salvo dejar claro que las cosas son bastante así, como tú dices. La iglesia se alió con el poder para gozar de sus prebendas y del ejercicio del mismo.
Un abrazo

Antonio dijo...

Gracias, Belén, pasaré por ese muro de facebook al que aludes.
Un saludo

Anónimo dijo...

Yo solo te diré que la iglesia es la primera que no cumple ni uno solo de sus propios mandamientos, solo les interesa el poder. Dios, el mismo por el que hemos de pasar toda la humanidad da igual el color, les ha de hacer volver, no se en que volveré yo pero lo que tengo claro, no me gustaría estar en su pellejo llegado el momento.
Tengo que ponerme al día, me faltan muchos capitulos por leer. Un saludo
Mercedes.

Antonio dijo...

Gracias Mercedes por tu comentario. En la próxima entrada tocaré la situación actual de forma más precisa.
Un beso

Myriam dijo...

jajajajja supongo que el santo prepucio estará boen conservado.... antes de convertirse en leyenda jajajajaja

Perdona, no quiero sonar irrespetuosa pero me causa mucha gracia!!!

Un abrazo

Modesto Reina Terrón dijo...

Antonio,ya sabemos lo que son las religiones, de todas formas, desbrozas magistralmente el curriculun de la religión católica.
Sigo apostando por VIVIR y dejar vivir, además de por el ser humano como persona única e irrepetible.Un abrazo, amigo.

ALopez dijo...

Poco puedo yo enseñar o criticar sobre esta extensa publicación sobre las religiones y algunas muy concretas de la católica. Mis conocimientos son superficiales y, como todos, obtenidos de otros afectados de intereses y opiniones propias, algunas poco desinteresadas y nada realistas, quizás diseñadas para dañar.
No obstante, por centrar en algo mas palpable el tema, lo haría en lo que se ve y tanta genta necesita y utiliza, tal es la dedicación de las iglesias, princioalmente las cristianas, hacia los necesitados, eso que no interesa a algunos críticos y sinembargo si lo realizan las personas de buen hacer, y entre ellos, y quizás más numerosos, los creyentes. De modo que entre estos también los hay muy valiosos y otros algo menos, pero ninguno inconsciente. Pienso que mucho falta por hacer, pero actualmente no es malo todo lo que las iglesias hacen. Ni insensato ser creyente. Es una forma de vida.

Antonio dijo...

Ah… amiga mía. Después de las cruzadas, se ha señalado que llegaron a circular por Europa hasta 14 reliquias identificadas como Santo Prepucio. Se incluye uno que decían poseer en nuestro Santiago de Compostela. La última localidad que lo reivindicó fue Calcata. Se dice que un soldado de Carlos V se lo llevó de San Juan de Letrán en el saqueo de Roma, pero antes de morir lo escondió en un establo del Lazio, donde apareció años después… Ala… el que quiera que se lo crea y el que no que se abstenga, jejeje. Esto es como la placa de la que hablo en la siguiente entrada con el milagro de San Vicente Ferrer… La fe es ciega y contrarazón.
Un abrazo

Antonio dijo...

Cierto, Modesto. Nosotros que sentimos la llamada de la fe y pasamos por el seminario hasta descubrir la otra verdad, andamos críticos con esta historia y la actuación de la iglesia. Yo añado a tu VIVIR y dejar vivir, el VIVIR y ayudar a VIVIR, pero en libertad responsable y sin sumisión incondicional.
Un abrazo.

Antonio dijo...

Amigo, ALopez, yo creo que los seres humanos, en general, tenemos muchas cosas en común que nos llevan a socializarnos y compartir principios y motivaciones, pero cuando esos principios se los subroga un colectivo pastoril y dice hablar en nombre de Dios para mostrar luego su incongruencia entre el mensaje que pretenden difundir y su actuación, acaba uno desenmascarando, al menos íntimamente, el negocio.
La solidaridad, la lucha por la justicia social, el altruismo y un sinfín de actuaciones y orientaciones hacia le bien y la ayuda a los demás, no son patrimonio de las religiones sino de las personas, que pueden formar parte o no de ellas. Hay gente maravillosa dentro y fuera de las religiones, al igual que gente impresentable.
Eso es lo que yo pienso, claro… con todos los respetos a otras visiones tan sólidas como la mía.
Un abrazo

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