A
mí también me visitaron los Reyes Magos. Este ocioso comentario, desde toro pasado,
no deja de tener su jactancia vital. Tal vez, visto lo visto, deba reírme un
poco de la vida y sacar las conclusiones a que hubiera lugar. Veréis:
A
altas horas de la madrugada la parca deambulaba por mi puerta a la espera de
encontrar un resquicio por donde entrar en casa. Había estado antes en el piso
de arriba, hace unos días, pero fue burlada por la medicina y mi vecina superó
su crisis, ante lo cual volvía para llevarse un botín, no importa de donde. Hoy,
víspera de reyes, quería un trofeo, un regalo, que pudiera dignificar y
justificar su existencia, aunque ella sabe que, al final, todos acabaremos en
su regazo. Eran las cinco de la madrugada, un día antes de que los Reyes Magos deambulen
por las calles y trepen a las casas llevando la felicidad y satisfaciendo la
fantasía infantil de tantos miles de niños y niñas.
Yo
presentía la presencia de la parca y mi cuerpo tembló resistiéndose al empuje
de su fuerza y su guadaña. Más este andaba desbocado, con sus constantes vitales
alteradas, incapaz de resistir por mucho tiempo su acometida. Extraño dolor
torácico. Solitrina sublingual… En mi entorno todo era frío y con sensación de muerte
inminente, un sudor en sábana brotaba como fuente incontrolada, haciendo de mi piel
un filtro permeable, que bañaba todo cuanto tocaba mi cuerpo… arcadas dejando
escapar la vida de mi interior… ¿resignación o resistencia?
Pero,
hete aquí que aparecieron, con un día de adelanto, los Reyes Magos, a la
demanda de Loli que cargada de angustia buscaba neutralizar la insistente
solicitud de la dama negra. Melchor, Gaspar y Baltasar. Ninguno tenía barba,
como nos lo muestran en las cabalgatas. Melchor se presentó bajo el título de
facultativo, de médico; Gaspar de experto enfermero en actuaciones de
emergencia sanitaria y Baltasar, que no era negro, como hábil técnico en
conducir los vehículos que los transportaban y hacer de paje intendente para
que no faltara nada.
A
su llegada, apartaron de un manotazo a la intrigante parca y la largaron de la
puerta (ya se sabe, los médicos suelen echar a la calle a todo sujeto presente
en la habitación donde trabajan y eso lo sabía la susodicha), si bien no se
mudó muy lejos. Empezaron una actuación precisa para remontar aquella hipotensión
de 5 de máxima y 3 de mínima, de aquella bradicardia (bajada del ritmo
cardiaco, para los profanos) que me dejaba el corazón latiendo a 33 pulsaciones
por minuto, un bajo ritmo incapaz de bombear la sangre necesaria para mi
supervivencia.
Cateter
del 18, suero, Atropina, más suero, más Atropina… frío, mucho frío, temblor espasmódico
e intenso, conciencia consciente, dejación y entrega… ellos dirán y harán…
bajada en camilla, la parca de espaldas marchando a la nada con su desencanto, ambulancia
del 061, camino del hospital, entrada a
críticos… Estamos en el buen camino.
Luego
unas horas para regularizarlo todo, para conseguir que mi cuerpo se encontrara
consigo mismo, para volver a la normalidad relativa, para volver a ser el mismo
de antes, aunque la experiencia acaba dejando su impronta. Isa, la enfermera
pamplonica que conocí de soslayo hace 23 años y que no veía desde entonces, Juanita
mi buena amiga que voló a visitarme en cuando supo que estaba ingresado en críticos…
y al final Joaquín con el que anduve cenando no hace mucho y hablando de
nuestros nietos. Estaban allí mis amigos y compañeros de profesión, mis
antiguos camaradas... eso me hizo pensar que pasaba al nivel de “recomendado”,
y ya se sabe, siempre hay complicaciones con los recomendados. Pero esta vez no
fue así y gracias a la actuación rápida de mis particulares Reyes Magos y del
sistema sanitario de mi querida Andalucía, del que me siento orgulloso, pude
superar esta terrible acometida de la dama negra y esquivar su guadaña hasta
otra ocasión que, ojalá, tarde en aparecer muchos años.
Quiero
agradecer, desde este blog y con este relato, la actuación de mi esposa, mi
hija y todos los que de una u otra forma intervinieron y se aliaron conmigo
para derrotar a esa perversa y acechante criatura diabólica, que nos aguarda en
cualquier esquina para sorprendernos y arrebatarnos la vida. Ello permitió que
pudiera disfrutar con mis hijos y mis nietos del día de Reyes, compartir sus
juguetes y ver como su ilusión era colmada ante tanto regalo… Me sentí feliz,
aunque muy cansado, pensando que por poco ese día no se había convertido en un
luctuoso hecho y que en lugar de disfrutar en familia podríamos haber estado de
entierro, eso sí, yo dentro de la caja y ellos sufriendo la pérdida. Ahora
meditaré sobre las posibles causas, tomaré conciencia de mis limitaciones físicas
y obraré en consecuencia para buscar la armonía entre cuerpo y mente que me
permita seguir escribiendo, viviendo y pensando, disfrutando de la vida y
creciendo hasta que llegue el final y definitivo adiós. Mientras tanto,
queridos amigos y lectores, me tendréis que seguir aguantando en este blog, si
os apetece. Un mal trago que, por suerte, no pasó de eso.
32 comentarios:
Antonio, cuídate y como bien decís,equilibrio necesario. Yo no te aguanto...disfruto de tu blog, así que....por muchos años más.Un beso.
No voy a decirte porque ya lo sabes cuál ha sido tu regalo de reyes.
Cuídate.
Un abrazo.
Eres un condenado porque incluso en este mail me has hecho sonreír. Bueno, es obvio que lo primero me has preocupado, ya desde el título, pero luego lo de estar de entierro pero yo dentro de la caja, estos andaluces como sois....... jaja.
Antonio, primero cómo me alegro de que todo haya quedado en un susto. Y segundo, qué suerte tener a Loli, aunque esto último ya lo sabes. Y añado, qué suerte tener todos este sistema sanitario que muchas veces alarmamos innecesariamente, porque cuando tienen que actuar actúan, y espero que los recortes no hagan que dejen de actuar un día.
Recupérate, pórtate bien, no quieras ir de valiente, haz caso a quienes se ocuparon de ti porque no merecen que encima les des disgustos y alégrate, alegrémonos todos, de que la parca se haya ido de vacío. Sí, ya sabemos que ella pierde batallas pero al final gana las guerras... eso ya lo sabemos. Pero nuestra obligación es que pierda cuantas más batallas mejor.
Un abrazo grande, Antonio, que un año que empieza así, en plan coordinación, fuerza, resistencia, ganancia, ha de ser necesariamente un buen año. Un abrazo lleno de cariño.
Vaya susto :-( Me alegro de que la cosa se quedara en eso, Antonio, aunque, como bien dices, el recuerdo del mal trago no se vaya tan fácilmente. Ahora a cuidarse. Un beso grandote y sanador.
Sin palabras me has dejado, querido amigo.Menos mal que tenías al lado a Loli, que si te hubiera pasado paseando solo o conduciendo...
Me alegro mucho de que hayas salido airoso en esa batalla y puedas seguir luchando. Vaya, venía dispuesto a leer uno de tus magníficos artículos y éste, que no deja de ser una obra de arte dada las circunstancias, me ha puesto triste. Un abrazo, amigo, y ya sabes: la salud, lo primero
Antonio, emocionante y dramático relato que como toda gran obra artística ha terminado bien.
Me solidarizo contigo y con tus circunstancias, quizá sea por tener una edad parecida a la tuya y..., en fin..., ya se sabe.
Un saludo amistoso,
Querido amigo Antonio, cuanto me alegro de que hayas salido bien de este susto. Me has recordado que el 23 de agosto de 2004 vi como mi marido de pronto, se quedaba blanco y con la cara como los de los cuadros del Greco,su mano en el pecho con un fuerte dolor, sin pensarlo llame a urgencias diciendoles que creia que podia ser un infarto. Acerté, llegaron dos ambulancias y en el salon de casa le dieron cuatro infartos,estuvo unos minutos con la Parca, pero consiguieron hacerlo volver, magnífico el equipo medico, nunca los olvidare.
Despues de 35 años de trabajo paso a ser pensionista y cuando ve a nuestra nieta Thelma de 2 añitos piensa: que suerte y da las gracias todos los dias por tener la sanidad que tenemos... que por muchos años dure.
Cuidate, ojo con las comidas el sedentarismo y el estrés.
Dos abrazos, para tí y Loli.
Brillante gambeta a la parca, al estilo Messi. Un abrazo.
Me alegra saber que le has dado una patada en el culo a la parca.Te felicito y nos felicitamos todos los que tenemos la suerte de leer tus artículos. Cuidate, por tí y por todos los que te necesitamos. Un fortísimo abrazo.
Brindo por tí, amigo, por tu salud futura. Porque la Parca tarde mucho, pero que mucho en volver.
¡Cuídate, mucho!
Salud y República
Antonio,uff, estoy emocionada escribiendo estas lineas. Tus palabras llenas de sentido del humor, no dejan de ser dramáticas, y expresan muy bien el momento que has pasado.
Estoy segura que con los cuidados de tu querida Loli, te iras reponiendo.
Te envio un fuerte abrazo.
Ya lo sabes, hoy lucía la luna llena y me he acordado de vosotros para enterarme de lo que acabo de leer. Me que quedado sin palabras. ¿Qué puedo decir? No lo se porque no soy médico, porque ignoro demasiadas cosas, solo se que puedo compartir esa sensación de despedida por bajada de tensión, en mi caso en base a mis alegrias, digo "alergias".
Me alegro que haya pasado, menudo susto me acabo de llevar. Por lo que más querais cuidaros mucho, mucho, mucho, que aunque os haya conocido tarde estoy dispuesta a disfrutar mucho tiempo de vuestra amistad. Bs.
Me alegro de ese regalo de Reyes. De alguna forma, al permitir que sigas escribiendo, también es un regalo para nosotros.
Me alegro infinito que estés recuperado. En realidad la parca se equivoco de domicilio, no me cabe ninguna duda. Felicita a tu señora. Las señoras de uno siempre saben cuando tienen que llamar al profesional. El año 2010 en mi caso fueron 5 veces, Maria Rosa ya tiene experiencia, mi parca no.
Enhorabuena amigo Antonio.
Por supuesto que apetece seguir leyéndote, Antonio. Un pensamiento equilibrado y reflexivo como el tuyo es difícil de encontrar. Y además, con sentido del humor. En una ocasión le pregunté a un amigo médico qué sentido le veía a su profesión cuando al final todos morimos (hago esa clase de preguntas, lo siento). Me respondió que ganarle un solo minuto a la Parca ya es una victoria, cuánto más si la persona vive años. Magnífica respuesta, ¿no?... Tú ya tienes esa victoria. Amplíala y engrandécela. Hazla gigantesca... Para beneficio de los tuyos y de todos los que tenemos la suerte de poder leerte.
El mejor regalo de Reyes. recuperar la salud y disfrutar de la familia.
Un saludo y a cuidarse que pienso seguir pasando por aquí.
Menos mal que ha sido superado este susto...se ha de seguir "palante" con todas las fuerzas renovadas....
Recibe un abrazo y mi saludo.
Antonio, ¡menudo susto! Pero qué alegría más grande leer tu escrito con ese buen humor y saber que gracias a nuestros particulares Reyes Magos, de los que también me siento muy orgullosa, lo estás contando.
Ahora a obedecer a los médicos y agradecer la ayuda de los tuyos y tu magnífico regalo de Reyes.
Un beso muy fuerte, querido.
Queridos/as amigos y amigas, gracias por vuestro interés. Con esa entrada solo quise desmitificar un poco a la parca, tal vez, presumir de haberle ganado esta batalla, aunque sepa que ella ganará la guerra finalmente.
Vuestros escritos y comentarios me hacen sentirme orgulloso y feliz de haber montado este blog y contar con vuestra amistad. Uno ya sabe que a los 60 casi caducados las goteras se convierten en riesgo que hay que controlar hasta que se pueda.
Un abrazo para todos y todas con mi mayor afecto, tanto a los que dejasteis el comentario como a todos los que se pasaron por mi página y se sintieron solidarios con mi padecimiento.
Desde luego no se te puede dejar solo. Vuelvo a tu blog y te encuentro... !Salvado por la campana¡
Ojalá consigamos mantener nuestro sistema de salud, de los mejores del mundo y además para todos.
Feliz año y espero "aguantarte" el máximo tiempo posible. Un abrazo.
Menos mal que se largó de tu lado, querido Antonio, menos mal.
Por favor, cuídate mucho, no te fuerces y haz lo que te digan los médicos. Quiero tener Antonio para mucho tiempo.
Un abrazo con todo mi cariño, y mi alegría porque hayas superado esa crisis.
Derrota total de la Parca. Bravo Antonio, que la señora de negro no vuelva a molestar.
Un abrazo.
Me alegro un montón de que no pasara de un susto. Y de poder seguir disfrutando tus palabras, que en bastantes ocasiones me ayudan a clarificar mi mente.
Un abrazo muy grande.
Sergio.
Ay Antonino mío, que mal rato para toda la familia y principalmente para tí!
Cuídate mucho, por favor, para que la Parca no aparezca. Este Octubre, me caigo por la bodeguilla y festejamos, lo prometo. Eso si tu y Loli lo desean claro.
Un beso muy grande
Me iba recorriendo un sudor frío mientras te leía...
Y gracias por tu apoyo ya sabes donde y cuando.
¡Que susto! "porfi", cuídate mucho
no queremos quedarnos sin poder leer tus "cosas de Antonio"ahora en serio, cuídate te queremos,un beso y todo mi cariño.
Esta bien Antonio eso de esquivar la parca, en año nuevo vida nueva los 12 meses del año y que la parca se valla de nuestro lado por muchos años ,muchisimos años salud y a cuidarse la vida es bella a pesar de los pesares ... para que tu estupenda escritura se disfrute en este tu blog de letras cada día.
Un abrazo fraternal de MA.
El blog de MA.
Bastante recuperado, vuelvo por estos lares para leer los comentarios dejados por amigos y amigas, a los que agradezco su interés por mi salud, al igual que a aquellos que pasaron por mi muro de Factbook.
Gracias, pues, a
Camino a Gaia siempre cargado de clarividencia y buen criterio;
a mi querida amiga Isabel, a la que espero conocer personalmente algún día,
a Txema con el que ando compartiendo quinta,
a mi buen amigo Sergio antiguo compañero desde la Universidad, aunque no viejo,
a mi buena amiga Myriam que nos enseña con su sabiduría polifacética y humanista (por cierto, será un placer poder acogerte en Octubre solo tienes que avisar y ponernos de acuerdo para la visita)
a Geni con la que comparto cariño y afecto, que algún día se sellará con un abrazo
a MA (Mari Ángeles) con la que comparto afición poética.
A todos por vuestra preocupación y compartir amistad…
Paso para dejarte un saludo, esperando que sigas bien.
Un beso grandote para ti,cuidate
Cuídate que te necesitamos en la blogosfera, que la parca puede esperar, un gran saludo.
Recojo tu saludo, Geni, y te mando un beso
Gracias MAMÉ, por tus palabras de aliento. Un abrazo
Me aslegra que al final pudieran llegar los reyes y aparcar a la fria parca, de verdad te felicito, ahora que tarde muuuucho en llegar
Un abrazo y feliz 2012
Stella
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