domingo, 24 de abril de 2011

Esta semana




La Semana Santa, para mí, tiene un rancio sabor, donde se mezclan los miedos infantiles, la muerte, el martirio, sufrimiento, acompañado de culpa y dolor… Es una fecha deprimente, donde el sujeto no se siente nada confortado, sino más bien culpable de la atroz muerte que le infligieron a Cristo, según nos cuentan. De pequeños ya se nos decía que él murió por nuestros pecados y uno, sin saber por qué, se sentía culpable y horrorizado de aquella historia que no llegaba a comprender. ¿Por qué narices tenía que pagar yo por el pecado de aquel señor y señora que se comieron una manzana? ¿Por qué tenía que venir el hijo de dios a que lo mataran los mismos hombres que tenían el pecado y darles como premio, por ello, la salvación? Era absurdo que para quitar un pecadillo de nada, como era el hurto de una manzana, se cometiera un crimen de asesinato con alevosía…

Hace tiempo que huyo de estas fechas, que me marcho fuera evitando el espectáculo de contenido macabro, de dolor, martirio y sangre, que se exhibe en las calles andaluzas y de toda España, en mayor o menor medida, con mayor o menor religiosidad. Un Cristo sufriendo la afrenta de unos señores poderosos que no sabían, o querían, entender lo que decía, que pretendían mantener y sostener el sistema de poder establecido. Esa especie de loa al sufrimiento, de exaltación del padecer y el humillarse, ese identificarse con el sufrir, con el dolor… no es de mi agrado y convicción.

Me cuesta mucho comprender el sentir de esa gente que hace de su vida y su actividad durante todo el año un objetivo para sacar su cristo, su cofradía. Claro que todos tenemos necesidad de pertenencia a un grupo, socialmente hablando, y este puede ser un lugar de encuentro de ese grupo en concreto. Sería como un club, pero en lugar de jugar al tenis, o al golf, se hace esta otra actividad. Entonces su función deja de ser religiosa para convertirse en social. A renglón seguido cabe preguntarse, entonces, si la religión no es más que eso, una forma de aglutinar a gente que necesita esa pertenencia, esa identificación con un colectivo y, mediante la gestión del grupo, crear una estructura, una posición o modelo social que sustente el sistema de poder establecido dentro de ese grupo. Controversia habemus, pues.

No soy creyente y cualquier cosa que plantee está mediatizada por mi puro y simple razonamiento. Sé que no puedo evitar los esquemas que me marcaron a fuego, a miedos y dictados, cuando era pequeño, pero creo que, al final, la razón se fue imponiendo y solo considero lo que deduzco, lo que veo como posible y, como no niego nada sobre lo que no tenga argumento suficientemente sólidos, puedo darle visos de verosimilitud, aunque sea remota, a determinadas cosas que mi razón da por posibles bajo mi incapacidad de comprenderlas o mis limitados conocimientos. No creo en lo que se nos pregona por las religiones, aunque no niego que pueda existir una entidad energética superior que condicione las reglas, normas y leyes que rigen el mundo, pero en todo caso, no es asimilable a nosotros, si bien podría formar parte de un todo energético donde estamos inmersos y sujetos a sus leyes. En este caso el conocimiento es el camino para acercarse a esa posible verdad, la ciencia su herramienta, el vehículo que nos transporta hacia ese fin. Si a eso le quieren llamar dios, que me parece mucho llamar, entonces tengo mis dudas sobre la existencia o no de ese dios.

En todo caso, esta semana optamos por desplazarnos y viajar. Nos fuimos a Carrión de los Condes con mis amigos Pablo y Marisa. Desde allí visitamos Medina de Rioseco, precioso pueblo vallisoletano, con sus calles porticadas y sus iglesias, cargado de raigambre castellana. Urueña, o la Villa del libro, amurallada y con el encanto de sus calles que te transportan a tiempos pretéritos; no muy lejano existe una ermita románica donde el entorno te lleva a la fusión con la naturaleza, la suave brisa hacia música con las hojas de los árboles despertando emociones y sensaciones de paz interior. Wamba, el lugar donde fue coronado el rey visigodo Wamba en el 672, tras la muerte de Recesvinto en ese mismo lugar. La historia de Wamba, mayor, no acabó nada bien. En este pueblo me sorprendió su iglesia, el lugar donde se coronó Wamba, de estilo románico, conjuga espacios de mudéjar, con sus arcos en herradura, y gótico. Como curiosidad se encuentra un osario repleto de restos humanos, cráneos, fémures, tibias, etc. apilados, dando similitud a la “Capela dos ossos” de Évora, en Portugal. En Valladolid nos encontramos con mi amiga Conchi de la Horra, que nos hizo de cicerone y visitamos la ciudad, espléndida, como siempre, con sus calles, plazas y paseos.

Aguilar de Campoo fue el otro destino. Ya lo conocíamos, pero Donino y su esposa nos acompañaron en un paseo que nos llevó al monasterio de Santa María la Real y visitamos sus calles y plazas. El café lo tomamos en Santa María de Mave, un antiguo cenobio reconvertido en hospedería.

Como fastidiosa curiosidad, te encuentras calles alusivas a personajes del viejo régimen, cruces de los caídos, yugos y flechas de falange, en ese extraño culto al viejo régimen franquista, a estas alturas, amparado por los gobernantes de una comunidad autónoma de raigambre imperial y cuna del falangismo. Esto me lleva a la reflexión de la gran diferencia que hay entre la derecha europea y la derecha española. La primera es hija de la lucha antifascista contra el nazismo y la nuestra es hija de ese mismo fascismo que sobrevivió a la segunda guerra mundial. Eso explica muchas cosas en nuestra política nacional.

Para no ser tan pesado dejo para mi próxima entrada la continuación de este relato o reflexión. Mientras tanto podéis visionar algunas fotos. Me faltan de Wamba y Valladolid pues me quedé sin batería.






18 comentarios:

belijerez dijo...

Dón Antonio, me encanta leerle. Comprendo muy bien lo que dice de pertenencia a un grupo, yo a veces no se si creo o es mi necesidad de sentirme parte "de". La fe y la razón no son amigas, y yo me empeño en que lo sean. Por eso quizás de vez en cuando me encuentro con mis propios problemas. Aunque lo mejor para evitarlo no hay como compartir amistad, usted lo hace muy bien y tiene posibilidades. Me alegro de ello y hoy además he disfrutado de su viaje, "virtual" para mi. Me parece una buena sugerencia, esa zona la conozco poco, tendré que ir pensando en un viajito al "centro".
La foto tambien resulta interesante.
Gracias por compartir.

RGAlmazán dijo...

De los peores recuerdos que tengo cuando era niño es de la Semana Santa y los ejercicios espirituales que nos chupábamos. Auténtico miedo daban.
La zona del viaje la conozco un poco y es muy interesante. Toda llena de rómanico del bueno.

Salud y República

Ana dijo...

¿que me vas a decir a mí? esta fecha es puro fanatismo y puro masoquismo, mira que llevar cada año trozos de madera a cuestas.... todo es oscuro en semana santa, ellos son oscuros y macabros, pero después del crimen, digieren el asunto con unas cevezas y aquí no ha pasado nada.

Un abrazo. Con tu permiso, pongo tu enlace en mi blog.

tecla dijo...

No entiendo cómo unos señores hechos y derechos pueden hacer esta comedia y pueden creer algo tan ingenuo.

Lo peor que recuerdo de mi adolescencia son las confesiones que hacíamos con un misionero en unos ejercicios espirituales en un internado de niñas.
No es para contarlo.
Aunque deberíamos.
Pero ahora no.

Antonio dijo...

Gracias, Beli. Pero quítame el don, que me haces mayor. Creo tanto en lo de pertenencia la grupo, que la propia religión fue la madre de la estructuración social de los grupos y, por tanto, la argamasa que los consolidó hasta enfrentarlos unos contra otros.
La ayuda, practicada mediante la llamada caridad, es un referente que atrae a la gente a esos grupos, pues les cubren necesidades propias, por lo que, de una u otra forma, se percatan de que en ese grupo tienen más seguridad. Los integristas islámicos, en sus mezquitas, lo practican bastante bien, siendo un medio de captación importante. Twe doy si entras a formar parte del grupo, ahora o más tarde…
Colgaré un slide con fotos de la zona que visité…
Un abrazo

Antonio dijo...

Rafa, a mí lo que más me impresionaba era el sepulcro, pero siendo monaguillo al final, acabé llevando el florón aquel o la cruz en las procesiones. Quien esté libre de ello que tire la primera piedra, jajaja… ¡¡¡Qué tiempos!!!
El románico palentino es una maravilla, aunque tengo imágenes muy variadas de esos lugares.
Un saludo

Antonio dijo...

Ana, fanatismo y masoquismo… Es posible, yo tenía un amigo que sacaba un trono y salía contentísimo de los moratones que le salían en el hombro del esfuerzo. Además era capaz de pegarle de ostias a quien se metiera con su cristo o su virgen.
Un abrazo y tienes mi permiso, por supuesto.

Antonio dijo...

Hola tecla, bienvenida a esta casas. Gracias por tu visita y comentario. El asunto de los credos es tan singular que cada uno es capaz de creer en algo según y donde esté, según y como sea. A mí me cuesta creer lo que algunos otros creen, pero lo cierto es que lo creen.
De lo vivido con la religión tenemos experiencias varias, sobre todo los que vivimos en tiempos de dictado. En mi blog hay un poema que compuse hace poco recordando que cuando tenía trece años miré a una niña, de incipientes pechos y cuerpo seductor, con cierta lascivia, por lo que me llegué a confesar tres veces del pecado de pensamiento. La cosa tiene guasa. El poema es para leerlo…
Un saludo

Anónimo dijo...

Tu sientete feliz de la manera que creas más eficáz.
La Semana Santa o semana santa ha sido hasta nuestros días algo totalmente criminal. Nada debe comprenderse en el sentido literal com la Institución o institución de la Iglésia o iglésia nos ha querido y quiere hacer creer todavía.
Las procesiones són una auténtica violación contra los derechos humanos.
Jesús lleva clavado en la cruz 2000 años, ¿cuando le bajarán? Han patrocinado sólo muerte y sangre en vez de resurrección que no tiene nada que ver con la física.
La vida de Jesús debe verse de forma simbolica, es nuestra propia historia con sus caídad y subidas.
No hay un Dios hombre allá arriba que crucifique a su Hijo y después lo salve fisícamente.
No hay manzana ni mujer culpable.
No hay Adán y Eva. Todo es también símbolico de una primera Humanidad.
Demasiado sufrimiento en todos esos años...
Quando empiezas a abrir caminos a través de los estudios de otras religiones y filosofías y las comparamos, nos damos cuenta que todo es lo mismo.
Devemos salir de ese fanatismo que algunos, los grandes... quieren conservar. No lleva a ninguna parte. Es algo de gran mostruosidad que debería ser penado por la Ley.



Un fuerte abrazo.

ROCIO dijo...

Hola Antonio, como todo creo que cada idea es respetable, todo parte de ser o no creyente, y siendo creyente no tiene que ver que guste o no la semana santa que se puede tomar como todo lo que describes o bien como una tradicción en la que el fervor y el arte forman parte de ella. Libres somos de hacer y de ver.

Te dejo un abrazo.

Rocío

Roberto R Bravo dijo...

Me ha gustado tu reflexión, que me parece muy acertada y comparto plenamente. Nada que añadir. Un respetuoso saludo.

Antonio dijo...

Hola Olga i Carles. Gracias por vuestro análisis crítico. Las religiones, han sido la argamasa que consolida las culturas de los pueblos. Eso no quiere decir que esas culturas sean las adecuadas, sino que son las que interesan para sostener el sistema de poder establecido, o que el poder se ha establecido basado en esas culturas. Sus fábulas, cuentos, leyendas, héroes y mitos fundamentan un pensamiento que sostiene esa estructura relacional y de poder.
No obstante, cada uno, en cada momento, deberá decidir en lo que cree y por qué lo cree… En todo caso, lo que no puede ni debe hacer es imponer su credo por la fuerza. Es una cuestión de evolución del pensamiento que se fundamente en el ejercicio del librepensamiento.
Un saludo afectuoso

Antonio dijo...

Sí, Rocio, desde la libertad es como podemos entender la diversidad. La diversidad, que abarca a los credos, es una forma de expresar la complejidad de la vida, del ser humano y de su pensamiento. Pero, desde esa libertad solo vale que cada uno elija su credo o sus ideas en función de su propia existencia y razonamiento. Por tanto, para mí, es esencial que cada uno ejerza la razón para concluir en lo que estime más adecuado, ese es su problema y su propósito, hasta aclararse y fraguar su propia personalidad… Como le decía a Olga i Carles, es una cuestión de evolución del pensamiento…
Un abrazo y espero tu comentario a la entrada sobre el mismo tema que continuará.

Antonio dijo...

Gracias, Roberto. La continuación, que titularé La saeta y el día del libro, va un poco más allá.
Un saludo afectuoso

Myriam dijo...

Veo que anduvieron paseando por la tierra de Ventura García Escobar.
Por la fotos y tu relato, se ve que a pasaron lindo.

Me alegro.

Besos

Jesús Herrera Peña dijo...

«No soy creyente [...]. Sé que no puedo evitar los esquemas que me marcaron a fuego»

Dices bien, Antonio.
Parece ser que es dificilísimo quitarse de encima la costa de adoctrinamiento que nos incrustaron de pequeños en escuelas y catequesis.

Tú mismo —quizá sin darte cuenta— lo pones de manifiesto.
Te extrañas de que tergiversen tanto los catolicones de hoy a un señor (Jesús el Cristo de Palestina) que luchó contra el poder romano y yo qué sé que sé yo cuántos más...

Si nos apoyamos en esos postulados ya estamos viendo la cosa a través de las gafitas que nos colocaron de niños.
Nadie, ¡nadie! ¡¡¡NADIE!!! de los historiadores serios y creíbles, cita como hecho histórico la existencia de un ser que su biografía y hazañas están contadas por el cuento de los cuentos = la biblia.
Y por eso no merece la pena —desde la óptica de dos 'no creyentes'— que discutamos de si Jesucristo luchó contra esto o contra aquello.
Sería una discusión tan estéril como la de asegurar o desmentir que don Quijote de La Mancha luchó por este ideal o a favor de aquel materialismo.

Salú,

Antonio dijo...

Sí, Mtriam. Fue un viaje interesante, donde conocí tres localidades que no había visitado antes. Me sorprendió la llamada Villa del libro, Urueña, puedes encontrarla en: http://www.uruenavilladellibro.info/uruena.htm y la solera de Median de Rioseco, junto a la ignorada existencia, por mi parte, de Wamba con su iglesia.
Besos

Antonio dijo...

Jesús, ante todo gracias por tu visita y comentario. En lo de los esquemas educacionales, ya dejé, hace algún tiempo, en mi blog un artículo sobre el software y el hardware, aplicado al funcionamiento de nuestro pensamiento y el proceso de la información. Lo puedes ver en: http://antoniopc.blogspot.com/2011/01/nuestro-software-y-nuestro-hardware.html creo que estarás bastante de acuerdo en lo que planteo, si no me equivoco.
Respecto a Jesucristo, no tengo nada claro el como fue su existencia. Al parecer, da la sensación de que sí existió, pero no debió ser tal como nos lo han presentado en la religión. Su vida y hechos, bajo mi modesta opinión, están manipulados y tergiversados por determinados sujetos que lo usaron para perpetuar su poder, incluido santos, papas y gobernantes. Yo creo que la historia está llena de grandes pensadores que supieron ver la esencia del ser humano y plantear conductas que les llevara a una mejor y más feliz vida. Son gente de una inteligencia especialmente dotada, de un saber casi, diría, infuso, que les lleva mucho más allá del conocimiento del momento. Ahí puede estar este señor y otros muchos que pasaron por la vida… que fueron estorbos para el poder establecido ya que plantearon un sistema organizacional alternativo…
Saludos

Me embarga el estupor ante los hechos

  Opinión | TRIBUNA Antonio Porras Cabrera Profesor jubilado de la UMA Publicado en La Opinión de Málaga el 10 FEB 2024 7:00  ======...