Con la caída del muro de Berlín y la desintegración de URSS se evidencia el triunfo de las tesis del llamado mundo capitalista. Su sistema de ordenación social se impone y el neoliberalismo que sustenta sus planteamientos se expande y afianza. Las constituciones de los países democráticos (occidentales) determinan las normas y leyes que rigen los estados garantizando el poder del libre mercado y, por ende, del dinero. En este proceso queda trabada, bajo mi punto de vista, la verdadera democracia, que implica equidad, justicia distributiva, igualdad y respeto al ser humano por encima de cualquier otra consideración, en contraposición a las desigualdades e injusticias que implica la carrera desenfrenada por el dinero y la riqueza material. En suma, la empresa al servicio del ciudadano y no el ciudadano al servicio de la empresa. El tipo de contrato social debe ser modificado y desarrollarse otro espíritu de los tiempos que sea más humanitario y menos centrado en lo material y en los beneficios empresariales.
Pero las alianzas económicas, ideológicas y militares han solidificado una dinámica perversa donde el ciudadano y los propios estados, quedan atrapados en políticas de claro beneficio empresarial, que es el que prevalece en el mundo económico occidental y el que se va implantando en la mayoría de los países del entorno, hasta diseñar el proceso de globalización, que pretende romper fronteras para movilizar el capital y el comercio, pero manteniendo las diferencias sociales y las leyes laborales de los países pobres, donde les es fácil la explotación de la mano de obra barata y de la infancia, con lo que se incrementan considerablemente sus beneficios. Ello hace relativamente sencillo la deslocalización empresarial y la negociación y/o amenaza a los gobiernos de los distintos países para conseguir beneficios fiscales, subvenciones, etc, en contrapartida a las inversiones que lleven a la creación de puestos de trabajo.
Por otro lado, afloran los “yuppies” (Jóvenes Universitarios Profesionales Independientes Ejecutivo) con un empuje basado en la búsqueda del éxito económico y empresarial, como instrumentos del capital y de la empresa para imponer una dinámica de desarrollo agresiva y de pocos escrúpulos. La moral y la ética económica y financiera se van al garete, si lo hubo alguna vez, y solo vale el éxito económico sin valorar las consecuencias humanas de la tropa que queda abatida en la campaña. La riqueza no mira a la pobreza, salvo para sentirse más poderosa y fuerte.
De aquellos polvos de los años 80 vienen estos lodos con los que los neoconservadores y los neoliberales, al unísono, defienden el mercado libre como única alternativa de desarrollo económico y crean la argamasa que lo sostiene en base a la codicia, la avaricia y la falta de ética y de compromiso social con el ciudadano, como se ha visto en la génesis y tratamiento de la crisis. Aborrecen el intervencionismo de los gobiernos alegando la capacidad autorreguladora de los mercados, pero no dicen que los mercados los manejan ellos y, jugando con su dinero, se permiten levantar o hundir las empresas que les interesan. El mundo empresarial ha sabido rodearse de gente competente en el manejo de la economía, la sociología, la política, la comunicación y todas aquellas artes y paradigmas que pudieran interesarles para consolidar su poder. Veamos:
La economía se maneja desde la especulación y la llamada ingeniería financiera, creando estructuras y entramados empresariales que, muchas veces, movilizan el dinero sin producir bienes o servicios, hasta enriquecerse sin trabajo productivo, sino con la astucia que provoca los movimientos bursátiles y de mercadeo empresarial. Si los principios que han movido a los grandes cerebros de la ingeniería financiera, se hubieran centrado en el desarrollo y el bienestar del ser humano y los estados hubieran jugado a la justicia social y a erradicar la miseria y el hambre de este jodido mundo, ya estaría todo resuelto. Pero el problema está en que los grandes gurús de la economía no sirven al ciudadano, sino a la empresa, a las multinacionales, a la banca, que son los encargados de gestionar los medios de producción.
Desde el punto de vista sociológico, han sabido determinar cuales son las motivaciones que tienen los sujetos para el consumo, para satisfacer sus necesidades básicas sin ir más allá, dónde están su miedos y sus debilidades, cómo crear sujetos alienados que se evadan de la realidad y la autoimplicación ante los problemas, dejando en el tejado ajeno la responsabilidad. Denles Cristianos Ronaldos, Mesis y grandes figuras del deporte competitivo y se proyectarán en ellos para satisfacer sus frustraciones del día a día. Han labrado el egoísmo y la codicia, la insolidaridad y el desafecto como valores sociales. El marketing lo han instrumentalizado como un elemento de maximización y minimización de aquello que les interesa reseñar para incrementar sus beneficios.
Pero sobretodo, han sabido adueñarse de los medios de comunicación. Compraron prensa, radio y televisión y establecieron estrategias y políticas de control y desarrollo de la opinión pública. Hablaron de libertad de expresión, pero ataron corto a los periodistas que ejercen en sus medios y les sometieron a su línea editorial, cuyo objetivo no es dar información veraz y aséptica para que el ciudadano informado pueda decidir y hacerse su propia opinión, sino crear opinión en su línea de intereses. Sabedores del poder de los medios y al amparo de la referida libertad de expresión, se permiten atropellos, programas alienantes que buscan el embrutecimiento y el desvío de la atención a cuestiones superfluas cuando les interesa. ¿Hasta qué punto toma primacía la problemática familiar de determinados sujetos o sujetas, sobre temas de calado social, político y económico? Ya no nos llama la atención que un político o política de tres al cuarto llame hijo de puta a otro, pues lo vemos normal cuando una histriónica de los llamados programas rosas grita: Yo mato, por mi hija mato!!!! y cosas por el estilo.
Los debates entre contertulios asépticos en teoría, periodistas ecuánimes, con capacidad de razonamiento y discernimiento probado, es un espectáculo bochornoso, de piñón fijo. No son modelos sosegados de debate, sino enfrentamientos atropellados, descalificantes y con encapsulamiento argumental. Entiendo que el debate entre políticos sea de confrontación de ideas y que el periodista no se pueda desprender de su posición política, pero por su propia ética profesional está obligado tener una visión menos partidista y más ecuánime, una visión analítica seria, de lo contrario empezaremos a pensar que sirve a su señor amo, que es la línea editorial de su periódico o medio de comunicación, o que es un inepto en el ejercicio del análisis racional del tema.
En resumen, los medios crean doctrina de forma interesada y ejercen el poder que emana del manejo de la información, de su gestión y dosificación, para provocar estados de opinión y tendencias en la línea de sus intereses, de los intereses de sus amos y señores. Son más amos los que más dinero tienen y por tanto los que pueden ejercer esa función manipuladora con mayor facilidad. EL PODER DE LOS MEDIOS está, mayoritariamente, al servicio del capital, de sus dueños. Qué suerte tengo de poder escribir aquí lo que pienso, aún sabiendo que muy poca gente lo leerá.
He dejado para el final el apartado del mundo de la política. En este sistema existe un político libre y otro atrapado. Qué barbaridad, podéis pensar… Me explico: La estructura de convivencia social está montada sobre el voto y sobre un sistema económico capitalista. La constitución no permite el cambio en el modo de gestión de recursos hacia un modelo socialista, como es evidente. Entonces el político de derechas, defensor del sistema capitalista o neoliberal, está más integrado, permitiéndole una mayor facilidad para desarrollar sus ideas, por lo que será apoyado por los medios y por los recursos de los dueños del dinero al considerarlo un defensor de sus propios intereses. Mientras tanto el político de izquierdas está jugando la partida en campo contrario, con unas normas que le atrapan e impiden desarrollar su propia política social, sujeto a la acometida de los medios si se desvía lo más mínimo. Es verdad que podrá clamar y promulgar su pensamiento, pero será clamar en el desierto, pues lo medios, mayoritariamente al servicio del sistema, le devolverán la cordura o caerá en el olvido o en la marginalidad de cuatro idealistas. El margen, pues, es pequeño. Juguemos a la alternancia, simulemos diversidad, pero el poder, como en la ruleta, lo tiene la banca… gana la banca!!!
Los partidos necesitan dinero para sus campañas y estructuras funcionales. La banca lo tiene y se lo concede si hay algo a cambio, y ese algo es seguir facilitando el engordamiento de la serpiente financiera. Están atrapados y, o se pliegan a los intereses del sistema, o los eliminan del mismo por una u otra vía, hasta dejarlos en la testimonialidad. ¡Pobre del político que sea enfilado por un medio de comunicación! Todos tenemos lados oscuros, solo es cuestión de sacarlos a la luz… ¿No es eso un chantaje?
Entonces me pregunto: ¿Dónde está el poder? ¿Si el poder es el gobierno de un país, la capacidad de tomar decisiones para resolver problemas y enfocar la soluciones hacia el bien común, quien ejerce el poder? Es cierto que los gobiernos deciden y legislan a través de los parlamentos. Pero si quieren que el progreso económico funcione tienen que reforzar las políticas que consoliden el sistema, y el sistema es capitalista. El capital crea los puestos de trabajo con las inversiones, la banca controla el flujo financiero y el estado ha de facilitar esas inversiones, allanado el camino para sus beneficios. Si se proponen y potencia políticas sociales que lleven a una distribución menos abusiva de los beneficios, las empresas se inhiben en su inversión y buscan mercados de trabajo más baratos, con mayor margen de ganancias.
Existe un supraestado, el de las multinacionales, que se anclan con su poder económico en todos los países que integran el sistema capitalista. Su poder es inmenso y puede ahogar o levantar la economía de un país a su antojo, reforzar o hacer tambalear las bolsas. Las reglas las ponen ellos y si no funcionan, todo se va al carajo. Los gobiernos les acompañan, con la cerviz inclinada, y se tienen que rendir a la evidencia. Véanse las políticas del FMI, del foro de Davos y de los bancos centrales con su gestión del precio del dinero, calentando o enfriando las economías según les interesa, sin contar los movimientos entre bastidores de los magnates del mundo financiero. Se permiten dar pautas a los gobiernos para seguir en su onda y no sacarlos del sistema, así podrán mantener su solvencia y optar al mercado del dinero con garantía.
Es curioso. Provocan la crisis, los gobiernos con el dinero público les sacan del atolladero, los trabajadores se quedan en el desempleo pagando las consecuencias, la banca se vuelve a consolidar con grandes beneficios, el mercado de trabajo se devalúa y la gente trabaja más por menos dinero, se retraen los créditos y se hunde la economía hasta conseguir un nivel en que les interese la reactivación. Pero hemos pensado en qué tipo de sujetos y de qué calaña son que, con el dinero del impositor, del ciudadano, el nuestro, juegan en puro beneficio propio importándoles un bledo las necesidades por las que pasen las economías familiares y las pequeñas y medianas empresas. Después de todo lo que ha llovido ¿No sería mejor tener la banca nacionalizada? Claro, eso es lo que no se puede hacer en este sistema liberal donde los estados han de estar al servicio de ellos, pues de lo contrario los ahogan económicamente.
Por tanto, si los gobiernos no tienen las manos libres para tomar las decisiones que mejor convengan al conjunto de los ciudadanos, qué políticos vamos a tener, salvo aquellos sumisos y comprometidos con el capital, al servicio de los poderes fácticos que integran el sistema. Entonces el “noble arte de la política” pasa a ser un “oficio”, una actividad sujeta a los designios del señor dueño del poder real, que se esconde entre bastidores y mueve los hilos. Su actividad e intereses se entroncan con los de su señor y se coaligan para sacar mutuo beneficio de la relación, en forma de presentes materiales tipo trajes, coches o cualquier otra dádiva compensatoria por su fidelidad y lealtad, o por su connivencia ante el atropello urbanístico. Hay quien se mete en política para forrase y no tiene recato en decirlo.
¡Cuánto debe andar sufriendo el político de vocación..! el honrado y movido por la idea de servir al pueblo, de ejercer el “noble arte de la política”, porque haberlos haylos, aunque en estos momentos cueste creerlo. A los idealistas solo les queda la reserva como testimonio o manifiesto de una idea de alternancia que no cabe en el sistema y que solo nos llevaría a la debacle, a la destrucción y la ansiedad de un futuro incierto; idea que solo será factible cuando el ciudadano mediocre dé paso al idealismo y se sumen la fuerzas requeridas para desarrollar el cambio, a la que llamo la sinergia social responsable. Cambio que haga pivotar la esencia de la política y de la sociedad sobre los valores humanos, priorizando los beneficios del ciudadano sobre los empresariales. Lo dicho: La empresa al servicio de los intereses de la ciudadanía, del desarrollo real de la sociedad y no al revés. Mientras tanto, los medios se encargarán de recordarnos que más vale pájaro en mano… y a callar. En eso estamos, amigos. En la próxima entrega espero poder plasmar mis conclusiones.
Pero las alianzas económicas, ideológicas y militares han solidificado una dinámica perversa donde el ciudadano y los propios estados, quedan atrapados en políticas de claro beneficio empresarial, que es el que prevalece en el mundo económico occidental y el que se va implantando en la mayoría de los países del entorno, hasta diseñar el proceso de globalización, que pretende romper fronteras para movilizar el capital y el comercio, pero manteniendo las diferencias sociales y las leyes laborales de los países pobres, donde les es fácil la explotación de la mano de obra barata y de la infancia, con lo que se incrementan considerablemente sus beneficios. Ello hace relativamente sencillo la deslocalización empresarial y la negociación y/o amenaza a los gobiernos de los distintos países para conseguir beneficios fiscales, subvenciones, etc, en contrapartida a las inversiones que lleven a la creación de puestos de trabajo.
Por otro lado, afloran los “yuppies” (Jóvenes Universitarios Profesionales Independientes Ejecutivo) con un empuje basado en la búsqueda del éxito económico y empresarial, como instrumentos del capital y de la empresa para imponer una dinámica de desarrollo agresiva y de pocos escrúpulos. La moral y la ética económica y financiera se van al garete, si lo hubo alguna vez, y solo vale el éxito económico sin valorar las consecuencias humanas de la tropa que queda abatida en la campaña. La riqueza no mira a la pobreza, salvo para sentirse más poderosa y fuerte.
De aquellos polvos de los años 80 vienen estos lodos con los que los neoconservadores y los neoliberales, al unísono, defienden el mercado libre como única alternativa de desarrollo económico y crean la argamasa que lo sostiene en base a la codicia, la avaricia y la falta de ética y de compromiso social con el ciudadano, como se ha visto en la génesis y tratamiento de la crisis. Aborrecen el intervencionismo de los gobiernos alegando la capacidad autorreguladora de los mercados, pero no dicen que los mercados los manejan ellos y, jugando con su dinero, se permiten levantar o hundir las empresas que les interesan. El mundo empresarial ha sabido rodearse de gente competente en el manejo de la economía, la sociología, la política, la comunicación y todas aquellas artes y paradigmas que pudieran interesarles para consolidar su poder. Veamos:
La economía se maneja desde la especulación y la llamada ingeniería financiera, creando estructuras y entramados empresariales que, muchas veces, movilizan el dinero sin producir bienes o servicios, hasta enriquecerse sin trabajo productivo, sino con la astucia que provoca los movimientos bursátiles y de mercadeo empresarial. Si los principios que han movido a los grandes cerebros de la ingeniería financiera, se hubieran centrado en el desarrollo y el bienestar del ser humano y los estados hubieran jugado a la justicia social y a erradicar la miseria y el hambre de este jodido mundo, ya estaría todo resuelto. Pero el problema está en que los grandes gurús de la economía no sirven al ciudadano, sino a la empresa, a las multinacionales, a la banca, que son los encargados de gestionar los medios de producción.
Desde el punto de vista sociológico, han sabido determinar cuales son las motivaciones que tienen los sujetos para el consumo, para satisfacer sus necesidades básicas sin ir más allá, dónde están su miedos y sus debilidades, cómo crear sujetos alienados que se evadan de la realidad y la autoimplicación ante los problemas, dejando en el tejado ajeno la responsabilidad. Denles Cristianos Ronaldos, Mesis y grandes figuras del deporte competitivo y se proyectarán en ellos para satisfacer sus frustraciones del día a día. Han labrado el egoísmo y la codicia, la insolidaridad y el desafecto como valores sociales. El marketing lo han instrumentalizado como un elemento de maximización y minimización de aquello que les interesa reseñar para incrementar sus beneficios.
Pero sobretodo, han sabido adueñarse de los medios de comunicación. Compraron prensa, radio y televisión y establecieron estrategias y políticas de control y desarrollo de la opinión pública. Hablaron de libertad de expresión, pero ataron corto a los periodistas que ejercen en sus medios y les sometieron a su línea editorial, cuyo objetivo no es dar información veraz y aséptica para que el ciudadano informado pueda decidir y hacerse su propia opinión, sino crear opinión en su línea de intereses. Sabedores del poder de los medios y al amparo de la referida libertad de expresión, se permiten atropellos, programas alienantes que buscan el embrutecimiento y el desvío de la atención a cuestiones superfluas cuando les interesa. ¿Hasta qué punto toma primacía la problemática familiar de determinados sujetos o sujetas, sobre temas de calado social, político y económico? Ya no nos llama la atención que un político o política de tres al cuarto llame hijo de puta a otro, pues lo vemos normal cuando una histriónica de los llamados programas rosas grita: Yo mato, por mi hija mato!!!! y cosas por el estilo.
Los debates entre contertulios asépticos en teoría, periodistas ecuánimes, con capacidad de razonamiento y discernimiento probado, es un espectáculo bochornoso, de piñón fijo. No son modelos sosegados de debate, sino enfrentamientos atropellados, descalificantes y con encapsulamiento argumental. Entiendo que el debate entre políticos sea de confrontación de ideas y que el periodista no se pueda desprender de su posición política, pero por su propia ética profesional está obligado tener una visión menos partidista y más ecuánime, una visión analítica seria, de lo contrario empezaremos a pensar que sirve a su señor amo, que es la línea editorial de su periódico o medio de comunicación, o que es un inepto en el ejercicio del análisis racional del tema.
En resumen, los medios crean doctrina de forma interesada y ejercen el poder que emana del manejo de la información, de su gestión y dosificación, para provocar estados de opinión y tendencias en la línea de sus intereses, de los intereses de sus amos y señores. Son más amos los que más dinero tienen y por tanto los que pueden ejercer esa función manipuladora con mayor facilidad. EL PODER DE LOS MEDIOS está, mayoritariamente, al servicio del capital, de sus dueños. Qué suerte tengo de poder escribir aquí lo que pienso, aún sabiendo que muy poca gente lo leerá.
He dejado para el final el apartado del mundo de la política. En este sistema existe un político libre y otro atrapado. Qué barbaridad, podéis pensar… Me explico: La estructura de convivencia social está montada sobre el voto y sobre un sistema económico capitalista. La constitución no permite el cambio en el modo de gestión de recursos hacia un modelo socialista, como es evidente. Entonces el político de derechas, defensor del sistema capitalista o neoliberal, está más integrado, permitiéndole una mayor facilidad para desarrollar sus ideas, por lo que será apoyado por los medios y por los recursos de los dueños del dinero al considerarlo un defensor de sus propios intereses. Mientras tanto el político de izquierdas está jugando la partida en campo contrario, con unas normas que le atrapan e impiden desarrollar su propia política social, sujeto a la acometida de los medios si se desvía lo más mínimo. Es verdad que podrá clamar y promulgar su pensamiento, pero será clamar en el desierto, pues lo medios, mayoritariamente al servicio del sistema, le devolverán la cordura o caerá en el olvido o en la marginalidad de cuatro idealistas. El margen, pues, es pequeño. Juguemos a la alternancia, simulemos diversidad, pero el poder, como en la ruleta, lo tiene la banca… gana la banca!!!
Los partidos necesitan dinero para sus campañas y estructuras funcionales. La banca lo tiene y se lo concede si hay algo a cambio, y ese algo es seguir facilitando el engordamiento de la serpiente financiera. Están atrapados y, o se pliegan a los intereses del sistema, o los eliminan del mismo por una u otra vía, hasta dejarlos en la testimonialidad. ¡Pobre del político que sea enfilado por un medio de comunicación! Todos tenemos lados oscuros, solo es cuestión de sacarlos a la luz… ¿No es eso un chantaje?
Entonces me pregunto: ¿Dónde está el poder? ¿Si el poder es el gobierno de un país, la capacidad de tomar decisiones para resolver problemas y enfocar la soluciones hacia el bien común, quien ejerce el poder? Es cierto que los gobiernos deciden y legislan a través de los parlamentos. Pero si quieren que el progreso económico funcione tienen que reforzar las políticas que consoliden el sistema, y el sistema es capitalista. El capital crea los puestos de trabajo con las inversiones, la banca controla el flujo financiero y el estado ha de facilitar esas inversiones, allanado el camino para sus beneficios. Si se proponen y potencia políticas sociales que lleven a una distribución menos abusiva de los beneficios, las empresas se inhiben en su inversión y buscan mercados de trabajo más baratos, con mayor margen de ganancias.
Existe un supraestado, el de las multinacionales, que se anclan con su poder económico en todos los países que integran el sistema capitalista. Su poder es inmenso y puede ahogar o levantar la economía de un país a su antojo, reforzar o hacer tambalear las bolsas. Las reglas las ponen ellos y si no funcionan, todo se va al carajo. Los gobiernos les acompañan, con la cerviz inclinada, y se tienen que rendir a la evidencia. Véanse las políticas del FMI, del foro de Davos y de los bancos centrales con su gestión del precio del dinero, calentando o enfriando las economías según les interesa, sin contar los movimientos entre bastidores de los magnates del mundo financiero. Se permiten dar pautas a los gobiernos para seguir en su onda y no sacarlos del sistema, así podrán mantener su solvencia y optar al mercado del dinero con garantía.
Es curioso. Provocan la crisis, los gobiernos con el dinero público les sacan del atolladero, los trabajadores se quedan en el desempleo pagando las consecuencias, la banca se vuelve a consolidar con grandes beneficios, el mercado de trabajo se devalúa y la gente trabaja más por menos dinero, se retraen los créditos y se hunde la economía hasta conseguir un nivel en que les interese la reactivación. Pero hemos pensado en qué tipo de sujetos y de qué calaña son que, con el dinero del impositor, del ciudadano, el nuestro, juegan en puro beneficio propio importándoles un bledo las necesidades por las que pasen las economías familiares y las pequeñas y medianas empresas. Después de todo lo que ha llovido ¿No sería mejor tener la banca nacionalizada? Claro, eso es lo que no se puede hacer en este sistema liberal donde los estados han de estar al servicio de ellos, pues de lo contrario los ahogan económicamente.
Por tanto, si los gobiernos no tienen las manos libres para tomar las decisiones que mejor convengan al conjunto de los ciudadanos, qué políticos vamos a tener, salvo aquellos sumisos y comprometidos con el capital, al servicio de los poderes fácticos que integran el sistema. Entonces el “noble arte de la política” pasa a ser un “oficio”, una actividad sujeta a los designios del señor dueño del poder real, que se esconde entre bastidores y mueve los hilos. Su actividad e intereses se entroncan con los de su señor y se coaligan para sacar mutuo beneficio de la relación, en forma de presentes materiales tipo trajes, coches o cualquier otra dádiva compensatoria por su fidelidad y lealtad, o por su connivencia ante el atropello urbanístico. Hay quien se mete en política para forrase y no tiene recato en decirlo.
¡Cuánto debe andar sufriendo el político de vocación..! el honrado y movido por la idea de servir al pueblo, de ejercer el “noble arte de la política”, porque haberlos haylos, aunque en estos momentos cueste creerlo. A los idealistas solo les queda la reserva como testimonio o manifiesto de una idea de alternancia que no cabe en el sistema y que solo nos llevaría a la debacle, a la destrucción y la ansiedad de un futuro incierto; idea que solo será factible cuando el ciudadano mediocre dé paso al idealismo y se sumen la fuerzas requeridas para desarrollar el cambio, a la que llamo la sinergia social responsable. Cambio que haga pivotar la esencia de la política y de la sociedad sobre los valores humanos, priorizando los beneficios del ciudadano sobre los empresariales. Lo dicho: La empresa al servicio de los intereses de la ciudadanía, del desarrollo real de la sociedad y no al revés. Mientras tanto, los medios se encargarán de recordarnos que más vale pájaro en mano… y a callar. En eso estamos, amigos. En la próxima entrega espero poder plasmar mis conclusiones.
27 comentarios:
Jamás verás a un gobierno que ponga en cuarentena al mundo del dinero en sus diversas manifestaciones
Jamás lo verás,porque el capitalismo es el gobierno del capital
Abrazos
Poderoso caballero...Ya ves USA, calladita ante el dinero judío...
Venía a comentarte (ambas entregas leidas) ANTONIO y me he quedado de una pieza ante el comentario anterior. De una pieza y muda.
Buen fin de semana.
Eso sostengo en mi escrito, Felipe. Quien gobierna es el capital por propia definición del sistema. Los gobiernos son instrumentos para llevar a término las políticas que favorezcan al sistema, al capitalismo en su vertiente funcional que es quien sostiene y define al sistema.
Un abrazo
María Jesús, el dinero es poderoso venga de donde venga, pues sirve para conseguir las cosas que necesitamos.
Querida Myr, a mi lo que me interesa es tu opinión y te invito a plasmarla sin dejarte sorprender por la de otra persona. La capacidad de sorpresa de una persona adulta queda muy reducida por entendecr y comprender la diversidad de pensamientos...
Un saludo
estoy con las palabras de Felipe... menudo como me he desayunado contigo, me has puesto las pilas toñin
Mª Ángeles, porque el que gobierna al gobierno es el dinero.
Me ha encantado tu entrada de hoy en tu blog.
Un abrazo
Nada más lejos de mi intención que dejar a los demás sin palabras. Lo siento, en primer lugar, por el dueño del blog, a quién tengo en alta estima. En segundo lugar, por la persona que se queda muda porque no me gusta ofender de manera gratuíta a nadie.
En efecto, me ha dolido profundamente ese comentario de Ma. JESUS, porque cuando se diferencia y presenta como exclusivo "el dinero judío" omitiendo al dinero Vaticano, Musulmán , Suizo, Japonés, Chino, de la Mafia, de los Artistas, etc dicha expresión se apoya en un prejuicio que señala al pueblo Judío como culpable de todos los males de mundo.
Este fué como sabemos, uno de los argumentos que esgrimió el TERCER REICH para exterminar sistemásticamente a 6.000.000 de judios a quienes la Historia, al menos, recordará como todos los años, el próximo 2 de Mayo.
Saludos
Myriam GOldenberg
La que se ha quedado ahora muda, soy yo, por interpretar cosas que, de ninguna forma he dicho.
Pero, desde luego, no voy a polemizar sobre ello en el blog de otra persona y cuya entrada va por otros derroteros. Nuevamente, lo siento.
Ya lo dijo Platón "La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos". Ese deseo desmedido por acumular riquezas es lo que hace que los buenos ideales se vayan a pique. Lastimoso. Muy interesante y sopesado tu artículo Antonio. Un abrazo y feliz fin de semana!!!
Querido Antonio, como siempre tus entradas son un trocito genial de enseñanza y reflexión. Es como volver a la universidad, al menos aquella en la que se trataba de incentivar el pensamiento y provocar la reflexión. Gracias muy en serio querido Antonio
Buen sábado y besos
María Jesús y Myriam, mi blog es un lugar de expresión libre siempre que se ajuste a las normas del respeto, a la tolerancia y al interés de conocer lo que piensan los demás de forma constructiva. Ambas sois siempre bien recibidas, pues cumplid ampliamente estos requisitos y os tengo en gran aprecio personal y a ambas visito con agrado. Con ambas me siento muy identificado en determinados campos de opinión y conocimiento, aunque pueda tener alguna divergencia, como es lógico. No os sintáis retraídas a la hora de expresar vuestro pensamiento en mi blog si con ello se aclaran vuestras posiciones y si os apetece. De ello aprenderá yo y todos los lectores, sacando nuestras propias conclusiones.
Un abrazo
Belkis, que gran verdad decía Platón, pero hay un matiz que intenté dejar claro en mis tres posts: Money, Money. Es la consideración que tiene el dinero como higienizante. Es decir, como instrumento para conseguir satisfacer mínimamente las necesidades corporales, las básicas, para subsistir y poder desarrollar la mente hacia la autorrealización, para higienizarla y ponerla en condiciones de realizar la función principal del ser humano que es su desarrollo mental, intelectual, que le lleve a la comprensión de la vida y le llene la existencia.
Besos
Carmen, gracias por tu comentario. A mí me gusta pensar y pensar junto a los demás, asertivamente. Compartir el pensamiento, sabiendo que cada uno ves las cosas desde su propia perspectiva, que se ha ido fraguando a lo largo de su vida y eso lo condiciona. Pero lo que más valoro es la disposición a la escucha y al respeto. En el fondo, mi objetivo está en aclarar mis propias ideas y encontrar mi congruencia personal, desprenderme de viejos fantasmas educacionales insertados por el viejo régimen y sus aliados y buscar la verdad coherente con mi propia forma de ver las cosas en el proceso evolutivo de mi maduración.
Yo creo que todos andamos buscando lo mismo en este mundo globero.
Un beso
Desde pequeño, querido Antonio, mi padrey mi hermano mayor, jornaleros ellos y sin certificado de estudios, ya me decían lo mismo en el escaso repertorio de palabras y coloquial lenguaje del hombre del campo.
Tú lo explicas maravillosamente, pero vienes a decirme lo mismo: No hay nada que hacer, el poder lo tienen ellos y no lo dejarán perder jamás. Antes, incendian el mundo.
A lo largo de todos estos años de Democracia he oído esa frase: «El que no vota, no tiene derecho a quejarse», como dando a entender que si todos votan se puede conseguir lo que se quiere. Falso, nada cambia. Como tú has dicho, el poder lo tienen ellos, los capitalistas, y al que no baila a su gusto lo eliminan. Obviamente se deduce que los que están en los puestos claves del poder lo están porque bailan al son de ellos, comen de ellos y están a su servicio.
Por eso yo no voto desde que vi que el proyecto más votado del pueblo español, el socilismo democratico que alcanzó el poder en 1982,se convirtió en verdugo del pueblo que le votó realizando tremendos ajustes en los derechos sociales que la derecha jamás se hubiera atrevido a hacer.
Y a los idealistas de corazón que formaban parte de ese equipo,esos que de verdad querían cambiar las cosas en beneficio de la humanidad, Nicolás Redondo y Tierno Galván, los eliminaron por moverse en la foto y dejar de bailar.
El Premio Nobel Saramago ha escrito un libro,«Ensayo sobre la lucidez" donde expone los límites de la Democracia y se invita a votar todos, TODOS, en blanco, y explica muy bien cómo reaccionarían los poderosos.
Todo está perdido, nunca alcanzaremos la justicia social porque el poderoso dinero lo compra todo, incluso las voluntades.Y tiene a todos los poderes fácticos a su servicio.
Y es comprensible entonces que el ciudadano piense que todo eso de libetad, igualdad y fraternidad es una utopía inalcanzable y sabe, como decía Darwin, que en esta selva inhumana sólo los que saben adaptarse sobreviven.
Me maravilla tu capacidad de análisis y tu calidad como escritor al expresarte. Gracias por tan buenas lecturas. feliz domingo. Un abrazo.
Se me olvidó decir que yo veo la política como una magistral obra de teatro en la que el local es el país donde se representa; los actores son aquellos elegidos para representar los diferentes papeles del guión,cuyo autor es el Poder Mundial.
Los actores deben realizar su papel a pie de la letra intentando transmitir el mensaje al público. El público es la ciudadanía que viene a ver en la ficción cómo serían las diferentes opciones que sugiere el autor para poder vivir dentro de sus propiedades,aplauden a una o la otra y luego, al finalizar la sesión, regresa a su rutina y sus problemas.
Los actores también regresan a su vida real, contentos de haber distraido al público y cosechado algunos aplausos que le servirán de promoción para actuar en otros lugares.
Bueno, ya me callo. Lo dicho, feliz domingo
Este es un artículo que concuerda al cien por ciento con mi sentir… Me quedé sorprendido. Excelente por todos lados. Te lo aplaudo.
Un placer leerte.
Antonio,gracias por tus palabras en mi blog.He vuelto escasa de tiempo,pero intento estar con todos vosotros,que me enriquecéis con vuestros distintos temas y puntos de vista.
Estoy de acuerdo contigo en que el político de vocación,dispuesto a servir y cuidar al pueblo,debe de estar sufriendo mucho..Pero,esperemos que poco a poco vayamos superando esta "crisis" en todos los órdenes,amigo.
Efectivamente, la lluvia no siempre es buena y hace verdaderos estragos..Mi solidaridad con los andaluces y con los pueblos,que sufren su "mano dura".
Mi felicitación y mi abrazo,Antonio.
M.Jesús
Amigo Juan, como diría el indio: “Gran jefe Juan Pan hablar con voz de verdad”, aunque se puedan colocar los matices según cada cual. Te digo lo mismo que a Carmen: lo importante es “Compartir el pensamiento, sabiendo que cada uno ves las cosas desde su propia perspectiva, que se ha ido fraguando a lo largo de su vida…” la nuestra ha sido una vida marcada por el tránsito, con ilusiones y esperanzas, desilusiones y desesperanzas, sobre el duro yunque golpeado por el pertinaz martillo hasta fraguarnos…
Por otro lado, mi amigo, la vida es puro teatro. Todos hacemos teatro para mostrar aquello que nos interesa en cada momento y pocos se muestran desnudos íntegramente ante la cámara. Actuamos en función de los objetivos que queremos conseguir.
Un abrazo
Salvador, para mí es un placer coincidir contigo en las apreciaciones que hago. Eso me refuerza en mis planteamientos.
Un saludo
M.Jesús, bienvenida, se te echaba en falta. Gracias por tu comentario y por la solidaridad con Andalucía por ese uso abusivo del cielo en su potestad de soltar agua. Ahora vuelve a llover copiosamente.
Yo tengo fe en que todavía queden políticos solventes, honrados y de vocación, de lo contrario nuestro futuro está abocado a la obediencia ciega al dictador. Lo que no sé es cómo hacerlos llegar al poder y cuales son.
Un abrazo
Antonio, dices grandes verdades,es como si esta sociedad fuera un laberinto donde todos los caminos posibles, siempre llegan al Capital.
Intentan controlar a las masas con los medios y lo consiguen, estamos más aborregaos que nunca.
El futuro no es muy esperanzador,si nuestro mercado en Occidente se tiene que globalizar, fusionandose con China, India etc.seguro que trabajaremos mucho más, para ganar menos.
Dices que poca gente leera lo que escribes,no importa hay mucha gente que piensa como tú somos muchos, este Sistema es muy malo y poco a poco (quiero pensar) que sera dificil y doloroso pero habra un cambio.
Tu escrito es magnífico.
Saludos
De nuevo me descubro ante tus palabras. Y las suscribo integramente.
Un abrazo.
Luna llena, gracias por tu aportación. Sí, hay mucha gente que piensa igual en este asunto, pero solo cuando el conjunto de la sociedad sea capaz de votar en otra dirección para modificar el sistema, podremos hacer cambio… es cuestión de crear conciencia, pero en los jóvenes que son el futuro.
Saludos
Sergio, andamos en la misma línea.
Un saludo
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