Ana Márquez tiene un excelente blog (http://coneltiempoenmisbrazos.blogspot.com/) por el que os invito a pasear, donde da rienda suelta a su creatividad, donde se junta, en una mesa simbólica, un amplio elenco de seguidores y tertulianos virtuales. Tiene un poema titulado “En principio fue la duda” del Obituario de horas, que me llevó a esta reflexión, y dado que no me parece correcto usar su espacio para exponer mis reflexiones en un sentido amplio, me someto a este otro, que es el mío, para llevarlas a término y compartirlas con todos los visitantes. Se lo dedico a ella porque ella fue la inspiración que hizo rular mi pensamiento sobre el tema. Gracias Ana…
Como sabes, yo no soy poeta, ni escritor al estilo, sino un sujeto pensante, como la mayoría, que intenta, al amparo de sus vivencias y experiencias, encontrarse, comprenderse y orientarse razonada y razonablemente en este tremendo laberinto de la vida, donde los esquemas, las emociones y los sentimientos nos mueven muchas veces sin llevarnos a la razón… Por eso he creado este blog, para compartir con mis amigos y amigas. Pienso en voz alta, y por eso escribo. Porque estimo que “Un amigo es aquel con el que puedes pensar en voz alta”. Todos los que escribimos tenemos el valor y la suerte de decantar nuestros amigos al manifestar nuestro pensamiento, como ya he manifestado en otras ocasiones, pues abrimos nuestra psique (para otros alma), permeabilizamos nuestra piel y emanamos flujo vital con el ansia altruista de compartir, en contraposición al egoísmo de los que se callan. Establecemos simbiosis singulares con los demás esperando enriquecer y enriquecernos en el trasvase de pensamientos, ideas y reflexiones…
Por tanto, al amparo de lo dicho he de manifestar que no estoy de acuerdo con lo que dice Rodrigues Dos Santos; no había un millón de alternativas para que se formara el universo, sino que hay muchas más de un millón de esas alternativas, en el presente, para que se siga creando el universo, pues no se ha creado, se sigue creando en el día a día, bajo mi punto de vista. Sigue el proceso evolutivo desde el caos hacia el caos mediante las leyes que nos rigen, porque crear es crecer y el día que deje de crearse habrá muerto. Cuando no exista el caos, que hace que funcione el cosmos, que interaccionen sus partes en busca del equilibrio, que se den y se quiten energía… cuando esto no esté, aparecerá la quietud, lo estático no mutante, desaparecerá la vida y las energías serán ausentes, no existirá el intercambio energético que nos hace funcionar, crecer, movernos y desarrollarnos, que nos da la vida… vamos hacia la entropía, ese será el fin...
Pero al caos le llamamos caos por que no lo entendemos, porque no conocemos el orden en que se desarrolla y sus leyes. Somos tan poca cosa y tan soberbios que cuando no conocemos algo lo descalificamos, lo negamos o ninguneamos, porque nosotros tenemos que saberlo todo. En todo caso, el ordenado caos puede regir el universo. Yo no creo en nada que no tenga demostrado su existencia, pero no niego que exista. De lo que estoy seguro es que un día se sabrá, aunque haya que esperar al infinito para saberlo, porque encontrar la verdad es una búsqueda asintótica que se pierde en el tiempo.
El universo no es estático, es dinámico. Tampoco sabemos cual era o es la buena alternativa para su creación, ya que no conocemos otras y nos movemos en hipótesis ficticias. Sin embargo, querida Ana, tú si das en el clavo, bajo mi modesta opinión, cuando hablas de “un orden extraño”. Ese orden extraño es el gran desconocido, el que justifica el esfuerzo de la ciencia, el que nos puede acercar al conocimiento de la propia creación (¿a Dios? pero… ¿que es Dios?), el que daría explicación a la causalidad y casualidad, entendiendo cada vez la segunda más cercana a la primera. Es decir, toda casualidad tiene una causa que la hace causal, pero que al desconocerla la asignamos a la casualidad o le buscamos explicaciones mágico-religiosas que nos tranquilicen. En todo caso, ese orden extraño es el orden del caos.
Cualquier acción, dándose un conjunto concatenado de circunstancias, puede provocar un resultado imprevisible, pues son tantas las variables, que se escapan a nuestro control y conocimiento, que difícilmente podríamos determinar el impacto y cambio en el sistema. “El efecto mariposa”, dentro de la teoría del caos, es un claro exponente de ello, pero eso, dado que no soy un experto, lo dejo para los matemáticos y físicos competentes, limitándome a la compresión y análisis menos estructurado con mis conocimientos básicos sobre la teoría sistémica.
Pues bien, mientras más sabe uno, menos cree saber, pues a cada investigación con sus conclusiones se adhieren más preguntas, se abren más ventanas que te muestran más campos y presentan más cuestiones… Ese "orden extraño" es de una gran complejidad y su desconocimiento evidente. Lo fácil es no preguntarse, dejar que te lo expliquen y creértelo, pero entonces no creces. Y entonces aparecen los expertos, los dogmáticos, los entendidos que ofrecen su verdad… y tú vas y te la crees, y quedas tranquilo. Son esos sujetos que, como digo en mi reflexión “Deje que me salve yo”, pretenden dejarte pequeño y crecer ellos a tu costa.
Por tanto, conocer el funcionamiento de ese orden extraño, al que aludes, es el objetivo de la búsqueda de la verdad, bajo mi punto de vista, y en ello andamos o debemos andar para acercarnos a la comprensión de la creación y de ese hipotético dios al que tanto se alude y tanto se utiliza torticeramente. O sea, que aunque esté convencido de muchas cosas, seguiré dudando hasta el último día de mi vida para poder seguir creciendo y acercándome a la verdad… No me dejaré embaucar por los dogmáticos que te piden fe sin explicar razonadamente sus creencias, pero no les negaré la razón salvo que yo tenga la convicción absoluta de ello.
Persisten mis dudas, persiste mi búsqueda, mi reducida capacidad mental me condiciona, mis pocos conocimientos me confinan a una parcela del entendimiento pobre que no puede dar respuesta a todo, pero nuestra actitud de mente abierta es el garante de que vamos por el buen camino mediante el desarrollo de la capacidad de discernimiento…
Como sabes, yo no soy poeta, ni escritor al estilo, sino un sujeto pensante, como la mayoría, que intenta, al amparo de sus vivencias y experiencias, encontrarse, comprenderse y orientarse razonada y razonablemente en este tremendo laberinto de la vida, donde los esquemas, las emociones y los sentimientos nos mueven muchas veces sin llevarnos a la razón… Por eso he creado este blog, para compartir con mis amigos y amigas. Pienso en voz alta, y por eso escribo. Porque estimo que “Un amigo es aquel con el que puedes pensar en voz alta”. Todos los que escribimos tenemos el valor y la suerte de decantar nuestros amigos al manifestar nuestro pensamiento, como ya he manifestado en otras ocasiones, pues abrimos nuestra psique (para otros alma), permeabilizamos nuestra piel y emanamos flujo vital con el ansia altruista de compartir, en contraposición al egoísmo de los que se callan. Establecemos simbiosis singulares con los demás esperando enriquecer y enriquecernos en el trasvase de pensamientos, ideas y reflexiones…
Por tanto, al amparo de lo dicho he de manifestar que no estoy de acuerdo con lo que dice Rodrigues Dos Santos; no había un millón de alternativas para que se formara el universo, sino que hay muchas más de un millón de esas alternativas, en el presente, para que se siga creando el universo, pues no se ha creado, se sigue creando en el día a día, bajo mi punto de vista. Sigue el proceso evolutivo desde el caos hacia el caos mediante las leyes que nos rigen, porque crear es crecer y el día que deje de crearse habrá muerto. Cuando no exista el caos, que hace que funcione el cosmos, que interaccionen sus partes en busca del equilibrio, que se den y se quiten energía… cuando esto no esté, aparecerá la quietud, lo estático no mutante, desaparecerá la vida y las energías serán ausentes, no existirá el intercambio energético que nos hace funcionar, crecer, movernos y desarrollarnos, que nos da la vida… vamos hacia la entropía, ese será el fin...
Pero al caos le llamamos caos por que no lo entendemos, porque no conocemos el orden en que se desarrolla y sus leyes. Somos tan poca cosa y tan soberbios que cuando no conocemos algo lo descalificamos, lo negamos o ninguneamos, porque nosotros tenemos que saberlo todo. En todo caso, el ordenado caos puede regir el universo. Yo no creo en nada que no tenga demostrado su existencia, pero no niego que exista. De lo que estoy seguro es que un día se sabrá, aunque haya que esperar al infinito para saberlo, porque encontrar la verdad es una búsqueda asintótica que se pierde en el tiempo.
El universo no es estático, es dinámico. Tampoco sabemos cual era o es la buena alternativa para su creación, ya que no conocemos otras y nos movemos en hipótesis ficticias. Sin embargo, querida Ana, tú si das en el clavo, bajo mi modesta opinión, cuando hablas de “un orden extraño”. Ese orden extraño es el gran desconocido, el que justifica el esfuerzo de la ciencia, el que nos puede acercar al conocimiento de la propia creación (¿a Dios? pero… ¿que es Dios?), el que daría explicación a la causalidad y casualidad, entendiendo cada vez la segunda más cercana a la primera. Es decir, toda casualidad tiene una causa que la hace causal, pero que al desconocerla la asignamos a la casualidad o le buscamos explicaciones mágico-religiosas que nos tranquilicen. En todo caso, ese orden extraño es el orden del caos.
Cualquier acción, dándose un conjunto concatenado de circunstancias, puede provocar un resultado imprevisible, pues son tantas las variables, que se escapan a nuestro control y conocimiento, que difícilmente podríamos determinar el impacto y cambio en el sistema. “El efecto mariposa”, dentro de la teoría del caos, es un claro exponente de ello, pero eso, dado que no soy un experto, lo dejo para los matemáticos y físicos competentes, limitándome a la compresión y análisis menos estructurado con mis conocimientos básicos sobre la teoría sistémica.
Pues bien, mientras más sabe uno, menos cree saber, pues a cada investigación con sus conclusiones se adhieren más preguntas, se abren más ventanas que te muestran más campos y presentan más cuestiones… Ese "orden extraño" es de una gran complejidad y su desconocimiento evidente. Lo fácil es no preguntarse, dejar que te lo expliquen y creértelo, pero entonces no creces. Y entonces aparecen los expertos, los dogmáticos, los entendidos que ofrecen su verdad… y tú vas y te la crees, y quedas tranquilo. Son esos sujetos que, como digo en mi reflexión “Deje que me salve yo”, pretenden dejarte pequeño y crecer ellos a tu costa.
Por tanto, conocer el funcionamiento de ese orden extraño, al que aludes, es el objetivo de la búsqueda de la verdad, bajo mi punto de vista, y en ello andamos o debemos andar para acercarnos a la comprensión de la creación y de ese hipotético dios al que tanto se alude y tanto se utiliza torticeramente. O sea, que aunque esté convencido de muchas cosas, seguiré dudando hasta el último día de mi vida para poder seguir creciendo y acercándome a la verdad… No me dejaré embaucar por los dogmáticos que te piden fe sin explicar razonadamente sus creencias, pero no les negaré la razón salvo que yo tenga la convicción absoluta de ello.
Persisten mis dudas, persiste mi búsqueda, mi reducida capacidad mental me condiciona, mis pocos conocimientos me confinan a una parcela del entendimiento pobre que no puede dar respuesta a todo, pero nuestra actitud de mente abierta es el garante de que vamos por el buen camino mediante el desarrollo de la capacidad de discernimiento…
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Una hipótesis:
10 comentarios:
Es un honor que me hayas citado en tu entrada, Antonio (aquí estoy má colorá q un cangrejo de río, como dicen en mi Cai :-)), leída su reflexión y aceptada la hipótesis de q el caos es ordenado hasta cierto punto. Pasé por varias iglesias, y todas me "obligaban" a luchar contra mi naturaleza con uñas y dientes. Yo no soy fuerte aunque lo parezca, y esa lucha siempre me pareció q no era la mía. Ahora sigo buscando, como dije en otro sitio, no me amoldo a religión alguna, pero no dejo de extrañarme ante la perfección milimétrica q veo "ahí fuera", las leyes q nos avisan de q un cometa llegará tal día a tal hora exacta, la danza de la abeja cuando avisa en la colmena a sus compañeras de q ha encontrado un macizo de flores, y por esa danza las otras saben el lugar exacto donde se encuentra el polen, el cartomante oculto en el cerebro de las aves migratorias q encuentran el país q buscan sin mapas ni señales indicativas, y tantas y tantas maravillas...no sé, Antonio, hay algo extraño, muy extraño en todo, y a esa extrañeza ma rindo. No sé si es Dios o Diosa o dioses o quienes sean los q nos miran desde otro punto, pero sea quien sea, tiene todo mi asombro a sus pies.
Un abrazo y gracias por todo, amigo mío.
Es posible que Dios existan, pero no probable hoy por hoy. Yo no me defino como ateo, sino como agnóstico. No creo en las religiones como ya sabes y has leído en este blog y de existir un Dios estoy seguro que no se parecerá en nada al que nos han pintado, porque esté está al servicio de unos pocos, sobre todo de los que sustentan el sistema y la estructura religiosa. Lo que está claro son los hechos incuestionables que refieres y todo eso ha de tener y tiene una explicación que, en muchos casos, nuestros limitados conocimietnos no llegan a entender, pero algún día comprenderemos... ¿Quien le iba a decir a cualquier filósofo romano o griego que iriamos volando de Roma a Chicago?
Un abrazo, mi amiga
Yo prefiero no pensar en estas cosas demasiado... Después de ver ese vídeo, Antonio, estoy más convencida cada vez de que no somos nada más que una pizca de ese engranaje que constituye el universo. Y sin embargo creemos que somos reyes y nos consideramos superiores a cualquier otro ser viviente...¿Por qué?
Un abrazo para los dos.
Qué razón tienes Inma... Por eso digo y comparto la opinión de Nietzsche, que dentro de nuestra soberbia, hemos inventado a Dios a nuestra imagen y semejanza y lo manipulamos torticeramente en beneficio propio.
Un beso y recuerda... Málaga te espera.
Hola:
Adhiero a la idea de 'efecto mariposa', el más leve cambio en nuestras vida alterara toda la realidad.
Saludos y gracias por la visita
Gracias a ti por la tuya, y por haber mirado por mi ventana. La bodeguilla que presento en el blog está abierta para mis amigos.
Un saludo Dragón de Azucar
Hola:
Sobre tu invitación para discutir a dios, creo que la frase 'dios no existe, sólo su idea', es más que suficiente. Si seguimos dándole vueltas al tema estaríamos otorgándole una relevancia que no tiene, o que no debería tener. Quizá podamos dedicar nuestro tiempo a algo más frúctifero que la existencia o no de algo irreal.
No lo tomes a mal, pero creo que el tema de 'dios si' vs. 'dios no', está más que agotado. Pero podemos hablar de cualquier otra cosa sin límites.
Saludos
Hola Dragón, creo que no me he expresado bien. Mis reflexiones las planteo para aclarar mi propio pensamiento, por tanto yo no invito a discutir sino a asomarse a mi ventana, en sentido figurado, e intercambiar opiniones sobre lo que veo. Mis convicciones están ahí, pero dejo siempre los temas abiertos o condicionados; de lo contrario cerraría el acceso a cualquier otra nueva información. No me gustan las ideas encapsuladas, por eso no creo, soy agnóstico más que ateo... y dado que mi conocimiento es muy limitado, estoy abierto a cualquier nueva aportación que yo considere justa desde mi posicionamiento, sea del tema que sea, aunque en el tema dios va a costar que me hagan creer, pues son muchas las razones que me afirman su no existencia a lo largo de mi vida... Por tanto, como tú dices, podemos hablar de cualquier cosa al amparo de los principios moduladores de comentarios que tu mantienes.
De todas formas, me alegra que el tema de dios esté más que agotado para ti, ojala lo estuviera para mucha gente más. Mientras tanto nos andan fastidiando con sus intentos de imposición. Esperemos que cada día crezcan los que piensan como tú y decrezcan los de la fe ciega…
Un saludo Dragón
'nos andan fastidiando con sus intentos de imposición'
Desde el comienzo de los tiempos han intentado imponer ideas, por períodos lo logran, por períodos no. Y son los períodos en que no se logra imponer nada los más fructíferos para el hombre, el fin del Imperio Romano, el Renacimiento, la Entreguerra del Siglo XX con las vanguardias... y pocas más
Por otro lado, si todos pensáramos igual el mundo no sería tan divertido.
Saludos
Tienes razón Dragón. Su imposición coarta, obstruye y anula la mente racional, nos idiotizan y nos someten al eliminar el libre albedrío y el discernimiento lógico y libre...
No hay nada más pelñigroso que una idea sin otra para contrastarla...
Saludos
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