Vista del castillo de Baños de la Encina |
El
domingo, cuando dejaba Baños, tras el II
Recital Sierra Morena Poesía, no pude olvidarme de sus monumentos. Visité el
Cristo de los Llanos y el imponente castillo. Entonces pensé, qué mejor cosa
que dedicarle un poema a la villa que nos había cobijado, durante el fin de
semana, con tanto cariño y afecto, además de un pequeño reportaje sobre la
villa con las fotos que hice. Este es el poema:
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Suave manto de gélida lluvia
tamizado por la brisa vespertina
cubre con su danza y con su ritmo
la ladera del castillo.
La torre altanera
reta insidiosa al horizonte
y Baños queda a cubierto,
escondido,
tras la imponente fortaleza
cargada de recuerdos.
Lugar donde se dieron las pasiones
los deseos de guerreros inconfesos
que quisieron dominar los olivares
desde tiempos de tartesios.
Murallas preñadas
por la sangre de adalides
derramada en mil batallas,
historia y corazón de un pueblo
que fragua su presente
bebiendo del ayer
forjando su mañana de futuro cierto.
Ya no es un guerrero baluarte
sino un reclamo fraternal
que ofrece sus entrañas
como encuentro de poetas.
Un lugar apacible y sosegado
un campo de cultivo
del amor y del afecto.
La semilla de amistad
plantada en este encuentro
dará fruto mañana
llevando a la poseía a su buen puerto.
Autor: Antonio Porras Cabrera
Baños de la Encina, 2/3/2014
Suave manto de gélida lluvia
tamizado por la brisa vespertina
cubre con su danza y con su ritmo
la ladera del castillo.
La torre altanera
reta insidiosa al horizonte
y Baños queda a cubierto,
escondido,
tras la imponente fortaleza
cargada de recuerdos.
Lugar donde se dieron las pasiones
los deseos de guerreros inconfesos
que quisieron dominar los olivares
desde tiempos de tartesios.
Murallas preñadas
por la sangre de adalides
derramada en mil batallas,
historia y corazón de un pueblo
que fragua su presente
bebiendo del ayer
forjando su mañana de futuro cierto.
Ya no es un guerrero baluarte
sino un reclamo fraternal
que ofrece sus entrañas
como encuentro de poetas.
Un lugar apacible y sosegado
un campo de cultivo
del amor y del afecto.
La semilla de amistad
plantada en este encuentro
dará fruto mañana
llevando a la poseía a su buen puerto.
Autor: Antonio Porras Cabrera
Baños de la Encina, 2/3/2014
Este es el reportaje fotográfico:
3 comentarios:
Gracias, Maria.
Eres un sol que sabe reforzar la vida y estimularnos.
Un abrazo
¡Precioso poema, Antonio querido, y el castillo se ve inmenso ?Cuánto me queda aún por conocer!
Besos
Tienes tiempo, amiga Myriam. España es un mundo de sorpresas, pues en cada rincón te acaba sorprendiendo su historia y monumentos.
Besoss
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