jueves, 3 de mayo de 2012

Remachada


La familia Cabrera... extensa.

Yo alabo las iniciativas que buscan la convergencia, ese especie de sinergia que se enfoca a unir a la gente, a buscar en las raíces elementos comunes que permitan una identificación del grupo de pertenencia. No se trata de revitalizar los sentimientos excluyentes de las tribus ancestrales, sino de acercarse, con la mente abierta, a aquella gente que salieron y surgieron de una misma rama. Ahora que se habla de constelaciones y mapas familiares, de la sistémica familiar y de la búsqueda de raíces, no está nada mal brindar la oportunidad, al menos de cuando en cuando, para celebrar reencuentros donde compartir y departir, donde hacer valer y resaltar las cosas que nos unen y sentirse en familia. Eso es sembrar afecto y entendimiento, establecer vasos comunicantes por donde fluya el sentimiento familiar y se consoliden los nexos, que sustentan a las familias, en un ambiente de cordialidad.

Alabo, pues, el gusto de Loli Cabrera Collados, la promotora de una reunión anual entre los descendientes de la fusión entre las familias Remache y Chipés (también Colchones) que se dio en el caso de sus abuelos Concepción López Quintana y Francisco Cabrera Velasco.  Todos los años, por estas fechas, se viene celebrando esa reunión. Los Cabrera se juntan, aportan viandas y “bebeterio” y comparten el buen yantar y beber con conversación amena, de todo un poco, recordando el pasado familiar, el presente y el futuro y cuanto les apetece, en plena armonía. ¿Se puede pedir más?

Yo, siendo Cabrera, fui invitado hace dos años y es la segunda vez que voy, cosa que agradezco, a mi forma, con este escrito en mi blog como homenaje a Loli y su gente, que es la mía. Queridos primos y primas, gracias por vuestra invitación. Pasé un excelente rato, me satisfizo el encuentro, la conversación y la mesa y, aunque vaya de segundo, os coloco los primeros por vuestro agrado y bien hacer. Ya sabéis que contáis con todo mi aprecio sin excepción.

Permitidme que titule esta entrada como Remachada. Me parece que viene muy bien al caso, pues conjugan, en la palabra, dos elementos importantes, uno es el que todos erais descendientes de los Remache y otra que con este encuentro se remacha el afecto y la amistad entre toda la familia. Ya sabe, quien me conoce, mi afición a jugar con la polisemia de las palabras… Pero escribir esto no ha sido una machada y menos una remachada, sino una acto volitivo. voluntario, de afecto a todos y cada uno de los que salen en la foto...

19 comentarios:

Darío dijo...

Yo también tengo esa tendencia a buscar lazos, a unir, sin ninguna intención de "elites". Aunque me ha tocado toparme con cada uno! Cada uno que pensaba que iba a pedirles dinero...
Un abrazo.

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

SON DELICIOSAS ESTAS REUNIONES; EN LA FAMILIA DE MI MARIDO LO HACE CON CIERTA FRECUENCIA.
UN BESO

emejota dijo...

Un importantísimo nexo común de base, el afecto y el sentido de pertenencia. Hay por ahí un dicho que habla de castas y galgos..... Enhorabuena. Bs. familiar.

Eastriver dijo...

Sí, está muy bien. En una época en que ya no sabemos cómo se llaman los primos segundos, resulta muy interesante que la gente se una familiarmente, siempre que sea con respeto.

La familia, entendida amplia o más estrictamente, es una estructura necesaria, que conviene reivindicar. Pero dejando de lado esos viejos vicios de la cerrazón, el gregarismo, los silencios impuestos. Yo, que soy como tú en eso, estoy a favor de recuperar lo bueno y dejar de lado lo malo. Lo bueno son los afectos, claro.

Eastriver dijo...

Y cuando salgo de tu blog me quedo pensando... lo bueno de la familia no son solamente los afectos. Los afectos se tienen con los amigos, y son fundamentales igualmente. La familia se sustenta en otra cosa, además de también los afectos: en la conciencia de venir del mismo sitio, en el respeto al pasado, a quienes nos precedieron y dieron la vida. Y mira, Antonio, eso me parece también muy importante. Porque luego salimos al mundo y somos todos diferentes, pero pertenecer a una misma cepa no es cuestión sin importancia. Los genes, en sí mismos, también unen.

Antonio dijo...

Joven Cuervo, lo interesante de esto es que cada uno sabe a la que va... a divertirse y pasárselo bien, a conversar y disfrutar del momento. Eso sin dejar de considerar que todo el mundo se conoce....
Un abrazo

Antonio dijo...

Mª Ángeles, hace unos años organicé un encuentro entre los miembros de mi familia, de apellido Porras. Creo que fue uno de los primeros que se hicieron en mi pueblo. Trabajé en ello y les dí a cada uno un árbol genealógico con fotos de nuestro abuelo y abuela, padres y todos los primos. Fue bonito y creo que tiene una función reafirmadora interesante.
Besos

Antonio dijo...

Emejota, no está mal ver a todos los descendientes de tus abuelos, de interesarte por como les fue la vida, de compartir el momento, hablar y documentarte de asuntos de la familia. A veces se entera uno de cosas que parecían ser tabú. No, no son nada malos esos encuentros.
Besos

Antonio dijo...

Es extraño, Ramón, pero seguimos teniendo cierta concordancia en muchos temas y este es uno de ellos por lo que dices...
No soy excluyente ni del grupo, ni de la tribu, ni de nada, creo que el sujeto que progresa es el que manda al garete a todo lo que significa encorsetamiento y vuela por sí mismo...
También creo que mediante el conocimiento de la familia acaba uno conociéndose más a uno mismo. No hablo de las constelaciones familiares y de la identificación con algún antepasado, sino por entender los condicionantes filogenéticos que nos han dado esa peculiaridad familiar, de carácter y microcultura familiar.
Un abrazo

Myriam dijo...

¡Felcidades a Loli y a tí por este super-encuentro familiar!

Besos a los dos

Cayetano dijo...

Y no sé por qué será que a partir de los 50 estos encuentros cada vez nos gustan más. ¿Será porque nos hacemos mayores y nos invade la nostalgia?
Un saludo.

Antonio dijo...

Gracias, Myriam.

Antonio dijo...

Cayetano, yo tampoco lo sé, pero a lo mejor es eso, que nos hacemos mayores y la nostalgía llama a la puerta.
Un saludo

Maripaz dijo...

Me gustan esta reuniones familiares intentando rescatar nuestras raices y lo bueno de la familia.
Un abrazo, Antonio

Abuela Ciber dijo...

Antonio:

Para las Madres de tu entorno
FELIZ DIA!!!!

Saludos

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Te felicito por disfrutar de un gran día con toda la familia.
Mi experiencia en ese campo ha sido negativa. Mi madre ha sido la cenicienta entre sus hermanos; nunca le perdonaron que se casara con un pobre jornalero y en las reuniones familiares en casa del abuelo nos daban de lado a tal punto, que cuando fallecieron nuestros abuelos en los años 70 nos apartamos del resto para siempre.Ya no existen para nosotros. Ahora sólo cuentan mis hijos y nietos, mis hermanos y sobrinos.
Feliz domingo, amigo. Abrazos.

Antonio dijo...

Es bueno el reencuentro del a familia, sobre todo cuando se ha emigrado a otros lugares lejanos. Poder hacer una reunión de cuando en cuando es volver a sentir la vida de la familia.
Un abrazo. Maripaz.

Antonio dijo...

Gracias, Abuela Ciber. Se lo transmito a Loli y las madres de mi entorno
Un abrazo

Antonio dijo...

Juan, es cierto, Cada familia tiene su historia y su sistema de relación en función de la misma. Hay familias rotas, heridas, etc. De todas formas, la familiar nuclear es la más importante y ahí están los hijos y nietos.
Un abrazo para los dos

Me embarga el estupor ante los hechos

  Opinión | TRIBUNA Antonio Porras Cabrera Profesor jubilado de la UMA Publicado en La Opinión de Málaga el 10 FEB 2024 7:00  ======...