miércoles, 8 de febrero de 2012

Andalucía (VI)


La guerra civil

En estas se estaba a principios del siglo XX. España se reconcomía por el trauma de la pérdida de las últimas colonias – Cuba, Filipinas, Puerto Rico - y del fracaso y su incapacidad para dominar el protectorado de Marruecos por sí misma, que se había convertido en una sangría económica y de vidas de su forzada juventud en la milicia. Momentos tumultuosos donde afloraban ideas revolucionarias, contrarrestadas por dictaduras y “dictablandas” bajo el manto monárquico. La confrontación empezaba a ser inevitable. Los movimientos anarquistas, que ya habían dejado su impronta con el asesinato de Cánovas del Castillo y, posteriormente, con el atentado en la boda de Alfonso XIII en 1906, tomaban protagonismo y lanzaban sus consignas contra la estructura conservadora y sus sostenes, ejército, burguesía, monarquía, capitalismo, clero… eran enemigos a batir.

La II República surge como consecuencia de las elecciones municipales de1931, donde los republicanos ganan, sobre todo en las ciudades, y aflora la idea de revolución que movía  a los grupos de izquierda y el cambio de sistema tan ansiado por los defensores de la idea republicana. El rey Alfonso XIII, opta por marcharse al exilio y abandona España con destino a Roma. El alboroto ya existente se potencia, dándose la quema de iglesias, presentadas como repulsa a los siglos de dominio de la religión y su alianza con el poder, actos de sabotaje y una clara intención de movilizar al pueblo mediante la concienciación ante la injusticia endémica que sufría la clase trabajadora. Por un lado la derecha republicana, que la hubo como el caso del Partido Radical de Lerroux y otros, los socialistas, comunistas incipientes, anarquistas, sindicalistas, etc. Enfrente un importante grupo ideológico y de poder que representaba lo tradicional, el Estado desde el absolutismo conjugado con el florecimiento de ideas sembradas en Italia por Musolini y su fascio y el nacional socialismo hitleriano, que formaba dos referentes de un Estado potente, nacionalista, que impone el orden por la fuerza y defiende la idea única que emana de su credo político, donde se conjuga la tradición con la religión y los intereses de grupos de poder para neutralizar el movimiento de la izquierda política. El conflicto estaba servido… No quiero entrar en mayores disquisiciones, pues el tema es complejo y requiere un importante análisis para comprender la profundidad del caso y cómo se fue sembrando la semilla de la hostilidad entre las dos Españas.

Pero es evidente que, a raíz de ello, se dio el más terrible drama que sufrió nunca nuestro país. Una guerra fraticida, que al socaire de intereses complejos, tanto de grupos internos como externos, o sea, internacionales, se llevó por delante cientos de miles de vidas, la economía del país, la convivencia y la incipiente democracia. Las dos Españas volvían a enfrentarse, como una reminiscencia del pasado, de la guerra de sucesión, de los conflictos conservadores y liberales en torno a la figura de Fernando VII, de las guerras carlistas, etc. Todas ellos irresolutos favorablemente, sin zanjar heridas, sin fruto complaciente para ambas partes. Machado lo plasma magistralmente en su poema “Españolito que vienes al mundo”:

Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.

Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

Estos versos preclaros de Machado dan idea del desencuentro existente. Sobre la España del siglo XIX escribió mucho y muy bien D. Benito Pérez Galdós, en su magna obra los Episodios Nacionales en relación a las dos Españas; una es el pueblo, que lucha; la otra es la España de las clases dirigentes que defienden sus intereses y sus ideas. La revolución pendiente seguía clamando y era un canto de sirena para ese pueblo que quería sacudirse el yugo que le imponían las referidas clases dirigentes. Ese yugo que aglutinaba premonitoriamente las flechas de la falange, heredado de los Reyes Católicos, el yugo al que se refiere Miguel Hernández, como sino del nacido en el mundo de la pobreza y el trabajo:

Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.

Ese intento de revolución se dio en un terrible contexto, tanto nacional como internacional. El nacional ya lo hemos visto; el internacional acogía a tres ideologías dominantes en equilibrio inestable: El fascismo-nazismo, las democracias occidentales y el comunismo soviético. España vino a convertirse en campo de batalla de los intereses ajenos, en conejillo de indias donde probar armamento, estrategias y fraguar los ejércitos que se confrontarían poco después en Europa. El belicismo nazi apoyando a los rebeldes, junto al miedoso neutralismo de las democracias, dejaron a la España oficial al amparo de los suministros soviéticos y, por ende, bajo su influencia más o menos directa. La guerra fue, pues, un tremendo drama donde el poder de las armas y la organización militar dio su fruto violento y destructivo, imponiendo la paz del vencedor sobre la sumisión o muerte del vencido.

Ambos bandos se dieron a sangrientas represiones, a la eliminación violenta del adversario, pero a medida que los rebeldes iban ganando terreno sembraban el terror a modo de escarmiento mientras que los otros se batían en retirada. Anecdóticamente diré, que en mi pueblo, Cuevas de San Marcos (Málaga), la entrada de los falangistas– a los que llamaron caballistas por estar formada por un nutrido grupo de gente a caballo - fue un río de sangre, con fusilamientos sumarísimos, violaciones, palizas, reparto de raciones de aceite de ricino, etc. El número de muertes, por fusilamientos u otra forma, se acerca a los 50, en un pueblo pequeño, si bien algunas fuentes hablan de 150 entre los muertos en el pueblo y los desplazados a la ciudad de Málaga (Mapas de fosas de la guerra civil en Andalucía). Lo curioso es que el alcalde socialista, Francisco Pérez, decretó arresto municipal para los cabezas de familias adineradas, afectas a los sublevados, a fin de salvaguardar sus vidas. Será el mismo alcalde el que los libere la noche anterior a la entrada de las tropas franquistas para evitar toda muerte fuera de la contienda bélica. Por tanto no habría motivos aparentes para tanta crueldad, salvo que en un intento anterior de tomar la localidad fue muerto un falangista al que se le cortó una oreja como triunfo. También podría haber influido la quema de las imágenes de la iglesia siendo arrojados, sus despojos, al río Genil. En todo caso, quedó en la memoria colectiva tan terrible trauma, lo que pudiera justificar que en las elecciones locales de la democracia siempre ganó I. U. o el PSOE, dejando un solo concejal, en el mejor de los casos, para el P. P.

Se dio, pues, un ardor guerrero inusitado en la contienda. Mucho más violento, vil e inhumano que en cualquier otro conflicto, pues no era una confrontación lícita y éticamente ubicada en la guerra caballerosa de otros tiempos, donde se da un respeto al prisionero y solo se pretende rendirlo. Aquí no se luchaba contra una armada, sino contra las ideas. A los ejércitos se les vence por las armas, se desarman y rinden ante el vencedor; a las ideas no se les vence por las armas, sino por los argumentos y, en todo caso, por la eliminación, a través de las armas, de la mente que las sustenta. Cuando hay un desprecio total a las ideas del contrario, cuando la razón se fundamenta en el valor de las pistolas y no de las ideas, la inteligencia muere y reina la barbarie. En este sentido me permito reseñar el poema de mi amigo José María Criado Lesmes, titulado “Cuentan que un iluminado”, en alusión al grito de “viva la muerte” de un seguidor de Millan Astray en la Universidad de Salamanca ante la disertación de Miguel de Unamuno, y a otro grito del propio Millán de “Muera la inteligencia”. Otros refieren que su grito fue "¡Muerte a la inteligencia!, ¡Mueran los intelectuales!". Según algunas fuentes, el propio José María Pemán le corrigió diciendo: "¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!” en alusión a los intelectuales del otro bando, mientras Unamuno dijo:  “Venceréis, pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir, y para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha”.  El poema de José María dice así:

Dicen que un iluminado 
exclamó: ¡viva la muerte! 
si así lo exige la suerte 
cumpliendo el deber sagrado
de defender los valores, 
únicos y verdaderos
de los que como herederos
nos legaron los mayores.

Y muera la inteligencia,
de los que esgrimen razones
y exponen sus opiniones
demandando transigencia;
y sin armas en la mano
le pretenden conceder
por los votos, el poder 
al pueblo que es soberano.

Mas no hay otra autoridad
que la que impone el que vence, 
dijo: y si no les convence 
que acepten la realidad.

No añadió lo de ajo y agua 
porque sin duda era culto
pero será error de bulto,
ignorar que así se fragua
la historia del ser humano;
que siempre ha sido la lanza
la que inclino la balanza 
por donde quiso el tirano.


(Continuará)

21 comentarios:

Cayetano dijo...

Que asquito de pseudopoetas y malos intelectuales que quedaron al abrigo de los vencedores. España se convirtió en un páramo cultural porque muchos tuvieron que partir al exilio o murieron durante la guerra. España se quedó huérfana sin los Alberti, Machado (Antonio), Juan Ramón, Miguel Hernández, García Lorca, Valle Inclán, Unamuno (exilio en el propio domicilio y muerte),etc.
Se quedaron los vencedores con su séquito minoritario de malos poetas agradecidos.
Un saludo.

Antonio dijo...

Cayetano, en la próxima entrada hablaré de la España de la NADA, que es lo que quedó tras la guerra. Eso sí, como voy a estar varios días sin ADSL tardará un poco en salir, hasta mediados de mes...
Gracias por tu comentario. Un saludo

Myriam dijo...

Lei la entrada rápidamente, peor volveré a leerla con más calma no bien pueda.

¿Ahhh y como pasaste tu cumple, acuariano colega? Se me pasó felcitarte el 4.... asi que, ¡Felicidades! y Besos

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Por lo visto en cada pueblo andaluz sucedió los mismo:saqueo, violaciones y muerte al vencido. Hace un año asistí en Cádiz a la presentación de un libro "Del rojo al negro",cuya autora es profesora de la Escuela de Adultos del pueblo El Gastor.
En su obra cuenta varios casos similares a los que tu mencionas.
Antonio, sigo todas tus entradas con especial interés, aunque no en todas comente. Las encuentro interesantísimas. Un abrazo.

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

No te rías, Antonio, pero me asombra lo bien que coses el lenguaje con la sensibilidad y el intelecto. un abrazo, guapo

Josep dijo...

...Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Muchas gracias Antonio.

Eastriver dijo...

Antonio, leer tu entrada me ha dejado en los dedos ese rastro del desánimo, porque la leo sabiendo ya que Garzón ha sido inhabilitado (y Camps se fue de rositas... mundo al revés). ¿Sigue la serie? Me alegro porque me resulta muy interesante, que uno tiene el extraño hobbie de la historia y de la interpretación de la vida diaria a la luz del pasado. Y el poema de tu amigo es un final contundente para tu entrada. Pero hoy estoy sin palabras.

Eastriver dijo...

Ahora leo el comentario de Josep... No soy el único sin palabras, por lo que veo.

Higorca Gómez Carrasco dijo...

Me gusta leer y repasar tus excelentes entradas. La verdad es que nos dejaron sin poetas, sin poetas físicos, pero sus letras no pudieron borrarlas, están entre nosotros, la mayor de las penas es que hubiesen podido dejar grandes legados si no hubiesen segado sus vidas, pero querido amigo, la cultura no les interesa a algunos políticos, es el arma más mortífera que tienen. Si el pueblo sabe demasiado, no es bueno para los gobiernos y la religión, a los analfabetos los manejan como marionetas.
Abrazos y seguiré paseando por estos lares tan interesantes, empapando de buenas letras.

Belkis dijo...

Hola Antonio. Estoy algo alejada de los blogs por falta de tiempo y veo que has escrito un artículo muy interesante que tendré que leer desde el principio para no perderme los detalles. Así es que volveré con calma. De momento te envio un cariño saludo y espero que todo vaya bien en tu vida.
Besos

Antonio dijo...

Gracias, Myriam. Lo pasé muy buen, en familia y con los amigos. Eso sí, me permití invertir el orden de los números y resultó que tengo 16 años, claro que al ver la realidad inmediatamente volví a considerar que mi edad es maravillosa y lo pasado, pasado está.
Te contesto ahora porque estuve de viaje hasta ayer mismo.
Besos

Antonio dijo...

Gracias, Juan. Tú, que por edad, eres de los que han sufrido muy especialmente tanta injusticia y has padecido el tránsito, puedes decir también muchas cosas, como ya dejaste en tu blog con tus experiencia vitales.
Un abrazo para ti y Carmen

Antonio dijo...

Mª Ángeles, viniendo de ti esa afirmación me parece estupenda, porque tú eres una maestra de la escritura, de la expresión clara y sensible, de las que hacen amigos con la palabra, aunque haya o no convergencia total.
Un beso

Antonio dijo...

Josep., poesía, idealismo, sensibilidad, intelectualidad, raciocinio, etc. Eso es lo que nos puede hacer salir del fondo que ya estamos tocando, pero que se romperá para lanzarnos al abismo del vacío.
Un abrazo

Antonio dijo...

Gracias, Ramón. Lo de Garzón nos ha dejado a todos atónitos. De todas formas creo que estamos ante una trama que solo pretende inhabilitarlo. Ya lo han conseguido, el segundo caso se sobresee por prescripción, con lo que la sombra de la duda se mantiene sobre él. El tercer caso, el que significaría el desenmascaramiento de la maniobra, puede que no sea condenatorio, al tanto, pues una vez conseguido apartarlo, condenarlo por lo del franquismo sería un escándalo universal que, si son inteligentes evitarán.
Me da asco esta situación y si han aplicado fielmente las leyes, habrá que pensar quien coño ha hecho estas leyes, puesto que los legisladores son elegidos por el pueblo. “Algo huele a podrido en Dinamarca”.
Un abrazo y en la próxima entrada tocaré la posguerra.

Antonio dijo...

Querida Higorca, estás adelantando mi próxima entrada donde hablaré de la posguerra, del mundo de la NADA que nos dejaron los “vencedores” y sus acólitos religiosos. Espero tu comentario a la próxima.
Un abrazo y gracias por tus palabras

Antonio dijo...

Hola Belkis, espero que tu alejamiento sea transitorio y debido a alguna actividad positiva, que no sea por enfermedad. Esta serie que será, seguramente, de ocho entradas forman parte de un proyecto literario que ando perfilando.
Besos y siempre serás bien recibida en esta casa

Thornton dijo...

Antonio leo esta magnífica entrada y marcho a leer las anteriores. Me has enganchado una vez más.
"Media España ocupaba España entera".

Un abrazo.

Antonio dijo...

Gracias, Thornton. Espero que la próxima, que cuelgo dentro de un momento, sea también de tu agrado.
Un abrazo

Myriam dijo...

Me alegro de que hayas estado disfrutando de un viaje Antonio. Enhorabuena y de que hayas festejado con tus seres queridos tu cumple que da igual si es 61 0 16, lo que importa es como uno se sienta por dentro y si goza de buena salud.

Con respecto a la entrada, decirte que conforme a lo prometido, he regresado a leerla con calma. ¡Cuánto dolor! ¡Qué triste período de la historia, y lo digo ahora por la Civil española, pero también por cada una de las guerras en nuestro Planeta, desde que el Mundo es Mundo.

Un abrazo, mi querido malagueño y otro a Loli.

emejota dijo...

Hasta aquí he llegado. Conoces de sobra mi sentimiento y pensamiento. Te envío un abrazo envuelto en aplauso y mas tarde continuaré con la cuenta atrás. "Las niñas están reclamando su paseo", gracias a ellas muevo el trasero ;). Ja,ja. Bs familiar.

Me embarga el estupor ante los hechos

  Opinión | TRIBUNA Antonio Porras Cabrera Profesor jubilado de la UMA Publicado en La Opinión de Málaga el 10 FEB 2024 7:00  ======...