La
guerra civil
En
estas se estaba a principios del siglo XX. España se reconcomía por el trauma
de la pérdida de las últimas colonias – Cuba, Filipinas, Puerto Rico - y del
fracaso y su incapacidad para dominar el protectorado de Marruecos por sí
misma, que se había convertido en una sangría económica y de vidas de su
forzada juventud en la milicia. Momentos tumultuosos donde afloraban ideas
revolucionarias, contrarrestadas por dictaduras y “dictablandas” bajo el manto monárquico.
La confrontación empezaba a ser inevitable. Los movimientos anarquistas, que ya
habían dejado su impronta con el asesinato de Cánovas del Castillo y, posteriormente,
con el atentado en la boda de Alfonso XIII en 1906, tomaban protagonismo y
lanzaban sus consignas contra la estructura conservadora y sus sostenes,
ejército, burguesía, monarquía, capitalismo, clero… eran enemigos a batir.
La
II República surge como consecuencia de las elecciones municipales de1931, donde
los republicanos ganan, sobre todo en las ciudades, y aflora la idea de
revolución que movía a los grupos de izquierda
y el cambio de sistema tan ansiado por los defensores de la idea republicana. El
rey Alfonso XIII, opta por marcharse al exilio y abandona España con destino a
Roma. El alboroto ya existente se potencia, dándose la quema de iglesias,
presentadas como repulsa a los siglos de dominio de la religión y su alianza
con el poder, actos de sabotaje y una clara intención de movilizar al pueblo
mediante la concienciación ante la injusticia endémica que sufría la clase
trabajadora. Por un lado la derecha republicana, que la hubo como el caso del
Partido Radical de Lerroux y otros, los socialistas, comunistas incipientes,
anarquistas, sindicalistas, etc. Enfrente un importante grupo ideológico y de
poder que representaba lo tradicional, el Estado desde el absolutismo conjugado
con el florecimiento de ideas sembradas en Italia por Musolini y su fascio y el
nacional socialismo hitleriano, que formaba dos referentes de un Estado potente,
nacionalista, que impone el orden por la fuerza y defiende la idea única que
emana de su credo político, donde se conjuga la tradición con la religión y los
intereses de grupos de poder para neutralizar el movimiento de la izquierda
política. El conflicto estaba servido… No quiero entrar en mayores
disquisiciones, pues el tema es complejo y requiere un importante análisis para
comprender la profundidad del caso y cómo se fue sembrando la semilla de la hostilidad
entre las dos Españas.
Pero
es evidente que, a raíz de ello, se dio el más terrible drama que sufrió nunca
nuestro país. Una guerra fraticida, que al socaire de intereses complejos,
tanto de grupos internos como externos, o sea, internacionales, se llevó por
delante cientos de miles de vidas, la economía del país, la convivencia y la
incipiente democracia. Las dos Españas volvían a enfrentarse, como una reminiscencia
del pasado, de la guerra de sucesión, de los conflictos conservadores y
liberales en torno a la figura de Fernando VII, de las guerras carlistas, etc.
Todas ellos irresolutos favorablemente, sin zanjar heridas, sin fruto complaciente
para ambas partes. Machado lo plasma magistralmente en su poema “Españolito que
vienes al mundo”:
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
Estos versos preclaros de
Machado dan idea del desencuentro existente. Sobre la España del siglo XIX
escribió mucho y muy bien D. Benito Pérez Galdós, en su magna obra los
Episodios Nacionales en relación a las dos Españas; una es el pueblo, que
lucha; la otra es la España de las clases dirigentes que defienden sus
intereses y sus ideas. La revolución pendiente seguía clamando y era un canto
de sirena para ese pueblo que quería sacudirse el yugo que le imponían las
referidas clases dirigentes. Ese yugo que aglutinaba premonitoriamente las
flechas de la falange, heredado de los Reyes Católicos, el yugo al que se refiere
Miguel Hernández, como sino del nacido en el mundo de la pobreza y el trabajo:
Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Ese
intento de revolución se dio en un terrible contexto, tanto nacional como
internacional. El nacional ya lo hemos visto; el internacional acogía a tres
ideologías dominantes en equilibrio inestable: El fascismo-nazismo, las
democracias occidentales y el comunismo soviético. España vino a convertirse en
campo de batalla de los intereses ajenos, en conejillo de indias donde probar
armamento, estrategias y fraguar los ejércitos que se confrontarían poco
después en Europa. El belicismo nazi apoyando a los rebeldes, junto al miedoso neutralismo
de las democracias, dejaron a la España oficial al amparo de los suministros
soviéticos y, por ende, bajo su influencia más o menos directa. La guerra fue,
pues, un tremendo drama donde el poder de las armas y la organización militar
dio su fruto violento y destructivo, imponiendo la paz del vencedor sobre la
sumisión o muerte del vencido.
Ambos
bandos se dieron a sangrientas represiones, a la eliminación violenta del
adversario, pero a medida que los rebeldes iban ganando terreno sembraban el
terror a modo de escarmiento mientras que los otros se batían en retirada.
Anecdóticamente diré, que en mi pueblo, Cuevas de San Marcos (Málaga), la
entrada de los falangistas– a los que llamaron caballistas por estar formada
por un nutrido grupo de gente a caballo - fue un río de sangre, con
fusilamientos sumarísimos, violaciones, palizas, reparto de raciones de aceite
de ricino, etc. El número de muertes, por fusilamientos u otra forma, se acerca
a los 50, en un pueblo pequeño, si bien algunas fuentes hablan de 150 entre los
muertos en el pueblo y los desplazados a la ciudad de Málaga (Mapas de fosas de
la guerra civil en Andalucía). Lo curioso es que el alcalde socialista,
Francisco Pérez, decretó arresto municipal para los cabezas de familias
adineradas, afectas a los sublevados, a fin de salvaguardar sus vidas. Será el
mismo alcalde el que los libere la noche anterior a la entrada de las tropas
franquistas para evitar toda muerte fuera de la contienda bélica. Por tanto no
habría motivos aparentes para tanta crueldad, salvo que en un intento anterior
de tomar la localidad fue muerto un falangista al que se le cortó una oreja
como triunfo. También podría haber influido la quema de las imágenes de la
iglesia siendo arrojados, sus despojos, al río Genil. En todo caso, quedó en la
memoria colectiva tan terrible trauma, lo que pudiera justificar que en las
elecciones locales de la democracia siempre ganó I. U. o el PSOE, dejando un
solo concejal, en el mejor de los casos, para el P. P.
Se
dio, pues, un ardor guerrero inusitado en la contienda. Mucho más violento, vil
e inhumano que en cualquier otro conflicto, pues no era una confrontación
lícita y éticamente ubicada en la guerra caballerosa de otros tiempos, donde se
da un respeto al prisionero y solo se pretende rendirlo. Aquí no se luchaba
contra una armada, sino contra las ideas. A los ejércitos se les vence por las
armas, se desarman y rinden ante el vencedor; a las ideas no se les vence por las
armas, sino por los argumentos y, en todo caso, por la eliminación, a través de
las armas, de la mente que las sustenta. Cuando hay un desprecio total a las
ideas del contrario, cuando la razón se fundamenta en el valor de las pistolas
y no de las ideas, la inteligencia muere y reina la barbarie. En este sentido
me permito reseñar el poema de mi amigo José María Criado Lesmes, titulado “Cuentan
que un iluminado”, en alusión al grito de “viva la muerte” de un seguidor de
Millan Astray en la Universidad de Salamanca ante la disertación de Miguel de
Unamuno, y a otro grito del propio Millán de “Muera la inteligencia”. Otros
refieren que su grito fue "¡Muerte a la inteligencia!, ¡Mueran los
intelectuales!". Según algunas fuentes, el propio José María Pemán le
corrigió diciendo: "¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos
intelectuales!” en alusión a los intelectuales del otro bando, mientras Unamuno
dijo: “Venceréis, pero no convenceréis,
porque convencer significa persuadir, y para persuadir necesitáis algo que os
falta: razón y derecho en la lucha”. El
poema de José María dice así:
Dicen que un iluminado
exclamó: ¡viva la muerte!
si así lo exige la suerte
cumpliendo el deber sagrado
de defender los valores,
únicos y verdaderos
de los que como herederos
nos legaron los mayores.
Y muera la inteligencia,
de los que esgrimen razones
y exponen sus opiniones
demandando transigencia;
y sin armas en la mano
le pretenden conceder
por los votos, el poder
al pueblo que es soberano.
Mas no hay otra autoridad
que la que impone el que vence,
dijo: y si no les convence
que acepten la realidad.
No añadió lo de ajo y agua
porque sin duda era culto
pero será error de bulto,
ignorar que así se fragua
la historia del ser humano;
que siempre ha sido la lanza
la que inclino la balanza
por donde quiso el tirano.
exclamó: ¡viva la muerte!
si así lo exige la suerte
cumpliendo el deber sagrado
de defender los valores,
únicos y verdaderos
de los que como herederos
nos legaron los mayores.
Y muera la inteligencia,
de los que esgrimen razones
y exponen sus opiniones
demandando transigencia;
y sin armas en la mano
le pretenden conceder
por los votos, el poder
al pueblo que es soberano.
Mas no hay otra autoridad
que la que impone el que vence,
dijo: y si no les convence
que acepten la realidad.
No añadió lo de ajo y agua
porque sin duda era culto
pero será error de bulto,
ignorar que así se fragua
la historia del ser humano;
que siempre ha sido la lanza
la que inclino la balanza
por donde quiso el tirano.
(Continuará)
21 comentarios:
Que asquito de pseudopoetas y malos intelectuales que quedaron al abrigo de los vencedores. España se convirtió en un páramo cultural porque muchos tuvieron que partir al exilio o murieron durante la guerra. España se quedó huérfana sin los Alberti, Machado (Antonio), Juan Ramón, Miguel Hernández, García Lorca, Valle Inclán, Unamuno (exilio en el propio domicilio y muerte),etc.
Se quedaron los vencedores con su séquito minoritario de malos poetas agradecidos.
Un saludo.
Cayetano, en la próxima entrada hablaré de la España de la NADA, que es lo que quedó tras la guerra. Eso sí, como voy a estar varios días sin ADSL tardará un poco en salir, hasta mediados de mes...
Gracias por tu comentario. Un saludo
Lei la entrada rápidamente, peor volveré a leerla con más calma no bien pueda.
¿Ahhh y como pasaste tu cumple, acuariano colega? Se me pasó felcitarte el 4.... asi que, ¡Felicidades! y Besos
Por lo visto en cada pueblo andaluz sucedió los mismo:saqueo, violaciones y muerte al vencido. Hace un año asistí en Cádiz a la presentación de un libro "Del rojo al negro",cuya autora es profesora de la Escuela de Adultos del pueblo El Gastor.
En su obra cuenta varios casos similares a los que tu mencionas.
Antonio, sigo todas tus entradas con especial interés, aunque no en todas comente. Las encuentro interesantísimas. Un abrazo.
No te rías, Antonio, pero me asombra lo bien que coses el lenguaje con la sensibilidad y el intelecto. un abrazo, guapo
...Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Muchas gracias Antonio.
Antonio, leer tu entrada me ha dejado en los dedos ese rastro del desánimo, porque la leo sabiendo ya que Garzón ha sido inhabilitado (y Camps se fue de rositas... mundo al revés). ¿Sigue la serie? Me alegro porque me resulta muy interesante, que uno tiene el extraño hobbie de la historia y de la interpretación de la vida diaria a la luz del pasado. Y el poema de tu amigo es un final contundente para tu entrada. Pero hoy estoy sin palabras.
Ahora leo el comentario de Josep... No soy el único sin palabras, por lo que veo.
Me gusta leer y repasar tus excelentes entradas. La verdad es que nos dejaron sin poetas, sin poetas físicos, pero sus letras no pudieron borrarlas, están entre nosotros, la mayor de las penas es que hubiesen podido dejar grandes legados si no hubiesen segado sus vidas, pero querido amigo, la cultura no les interesa a algunos políticos, es el arma más mortífera que tienen. Si el pueblo sabe demasiado, no es bueno para los gobiernos y la religión, a los analfabetos los manejan como marionetas.
Abrazos y seguiré paseando por estos lares tan interesantes, empapando de buenas letras.
Hola Antonio. Estoy algo alejada de los blogs por falta de tiempo y veo que has escrito un artículo muy interesante que tendré que leer desde el principio para no perderme los detalles. Así es que volveré con calma. De momento te envio un cariño saludo y espero que todo vaya bien en tu vida.
Besos
Gracias, Myriam. Lo pasé muy buen, en familia y con los amigos. Eso sí, me permití invertir el orden de los números y resultó que tengo 16 años, claro que al ver la realidad inmediatamente volví a considerar que mi edad es maravillosa y lo pasado, pasado está.
Te contesto ahora porque estuve de viaje hasta ayer mismo.
Besos
Gracias, Juan. Tú, que por edad, eres de los que han sufrido muy especialmente tanta injusticia y has padecido el tránsito, puedes decir también muchas cosas, como ya dejaste en tu blog con tus experiencia vitales.
Un abrazo para ti y Carmen
Mª Ángeles, viniendo de ti esa afirmación me parece estupenda, porque tú eres una maestra de la escritura, de la expresión clara y sensible, de las que hacen amigos con la palabra, aunque haya o no convergencia total.
Un beso
Josep., poesía, idealismo, sensibilidad, intelectualidad, raciocinio, etc. Eso es lo que nos puede hacer salir del fondo que ya estamos tocando, pero que se romperá para lanzarnos al abismo del vacío.
Un abrazo
Gracias, Ramón. Lo de Garzón nos ha dejado a todos atónitos. De todas formas creo que estamos ante una trama que solo pretende inhabilitarlo. Ya lo han conseguido, el segundo caso se sobresee por prescripción, con lo que la sombra de la duda se mantiene sobre él. El tercer caso, el que significaría el desenmascaramiento de la maniobra, puede que no sea condenatorio, al tanto, pues una vez conseguido apartarlo, condenarlo por lo del franquismo sería un escándalo universal que, si son inteligentes evitarán.
Me da asco esta situación y si han aplicado fielmente las leyes, habrá que pensar quien coño ha hecho estas leyes, puesto que los legisladores son elegidos por el pueblo. “Algo huele a podrido en Dinamarca”.
Un abrazo y en la próxima entrada tocaré la posguerra.
Querida Higorca, estás adelantando mi próxima entrada donde hablaré de la posguerra, del mundo de la NADA que nos dejaron los “vencedores” y sus acólitos religiosos. Espero tu comentario a la próxima.
Un abrazo y gracias por tus palabras
Hola Belkis, espero que tu alejamiento sea transitorio y debido a alguna actividad positiva, que no sea por enfermedad. Esta serie que será, seguramente, de ocho entradas forman parte de un proyecto literario que ando perfilando.
Besos y siempre serás bien recibida en esta casa
Antonio leo esta magnífica entrada y marcho a leer las anteriores. Me has enganchado una vez más.
"Media España ocupaba España entera".
Un abrazo.
Gracias, Thornton. Espero que la próxima, que cuelgo dentro de un momento, sea también de tu agrado.
Un abrazo
Me alegro de que hayas estado disfrutando de un viaje Antonio. Enhorabuena y de que hayas festejado con tus seres queridos tu cumple que da igual si es 61 0 16, lo que importa es como uno se sienta por dentro y si goza de buena salud.
Con respecto a la entrada, decirte que conforme a lo prometido, he regresado a leerla con calma. ¡Cuánto dolor! ¡Qué triste período de la historia, y lo digo ahora por la Civil española, pero también por cada una de las guerras en nuestro Planeta, desde que el Mundo es Mundo.
Un abrazo, mi querido malagueño y otro a Loli.
Hasta aquí he llegado. Conoces de sobra mi sentimiento y pensamiento. Te envío un abrazo envuelto en aplauso y mas tarde continuaré con la cuenta atrás. "Las niñas están reclamando su paseo", gracias a ellas muevo el trasero ;). Ja,ja. Bs familiar.
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