domingo, 29 de agosto de 2010

Viaje a EE. UU. (IV) (Longwood Gardens)



Longwood Gardens (Pensilvania)

El
Jardín botánico de Longwood ó Longwood Gardens es uno de los jardines botánicos más importantes de los Estados Unidos de América. Este jardín tiene unos 1.050 acres (4.2 km²) de jardines, bosques, y prados en Kennett Square, Pennsylvania, en el Valle de las Parras de Brandy (Brandywine Valley). Fue creado por el industrial Pierre S. du Pont, en 1906. Ofrece 20 jardines al exterior y 20 jardines en interiores, con 16.000 m² de invernaderos con temperaturas controladas, conocidos como conservatories. Nos encontramos con 11.000 tipos diferentes de plantas agrupadas, con puntos de información explicativos y numerosas fuentes. (Datos extraídos de Wikipedia)

El día 4 de julio, fiesta nacional de los EE. UU. nos desplazamos para visitarlo y ver el espectáculo de fuegos artificiales que se daba en él. Calculo que habría cerca de 10.000 personas en el recinto. Curiosamente, cada uno llevaba su silla plegable, con reposa brazos y, a la altura de la mano, un receptáculo para colocar el vaso. Nos colocamos perfectamente ordenados en filas que se fueron formando conforme llegaba más gente. Me llamó la atención el orden y el respeto con el que se desenvolvió todo y la perfecta formación final. Creo que, los norteamericanos de Pensilvania al menos, saben vivir y respetar los espacios correspondientes para que cada cual tenga el suyo.

Una vez colocados nuestros asientos nos fuimos a visitar los jardines con sus invernaderos (conservatories, como hemos dicho). Nunca vi tal magnitud de flores, sobre todo orquídeas, pero de las más variopintas presencias, de belleza sin par y perfectamente cuidadas y ordenadas. Las instalaciones eran estupendas, bien estructuradas y preservadas. Durante dos horas fuimos conociendo todo un elenco de flores y plantas, junto al entorno apropiado, que nos atrapó, hasta que los pies nos indicaron su queja por el esfuerzo al que los estábamos sometiendo.

Visto, lo visto, nos aprestamos a ver el espectáculo de los fuegos artificiales que, al ritmo de la música, se elevaban y explosionaban como granadas luminosas, dando vida a los Oooohhhh!!! de asombro de los concurrentes… Durante media hora continuó el espectáculo, que me recordaba a los fuegos de la feria de mi Málaga, pero en este caso los pude ver sentado y sin pisotones ni aglomeraciones insoportables.

Concluido todo nos volvimos a casa un día más, con el cansancio y la satisfacción peleando, entre ellos, por haber sido los protagonistas finales del día. Mañana será otro día en el que nos espera Nueva York.

Hoy os dejo un Slide para que os recreéis con las imágenes de tanta y preciosa orquídea y demás, junto a su entorno…
Las fotos son una recopilación de las hechas por Richard y mías.




12 comentarios:

Ana dijo...

Maravilloso, la próxima vez que vayas me traes una flor. Excelente entrada.

MarianGardi dijo...

Estupendo viaje!!
No conozco Estados Unidos.
Un abrazo

mariajesusparadela dijo...

Hay una orquídea en las primeras fotos, con una camisa roja, que te has traído para casa. Creo que esa es la que perfuma tu vida.

Antonio dijo...

Ana, te la traeré. Pero... ¿Cual de ellas para que no quede marchitada en tu presencia?
Besos

Antonio dijo...

Marian, no se muy bien como se conoce a un país, pues depende de con quien vayas y dónde... En este caso, con mis amigos nativos, la cosa fue distinta. De todas formas te animo a visitarlo, es una pasada...
Un abrazo

Antonio dijo...

Buena vista María Jesús. La orquídea de rojo no se ha marchitado en 36 años.. bueno, algo se le nota, jejeje... pero sigue perfumando.

emejota dijo...

Gracias una vez más, Antonio, por retrotraerme a mis 17 años. Lo has transmitido a la perfección. Estas cosas solo se consiguen apreciar cuando vamos con lugareños amigos. Un abrazo.

Eastriver dijo...

De esta entrada extraigo tres ejemplos que ilustran perfectamente tanto la forma de vida americana como el espíritu de esta nación. Primero la grandiosidad. En segundo lugar, la espectacularidad y el sentido del espectáculo. Y finalmente, la comodidad. (Se llevan su sillita, exactamente como las ejecutivas se meten las bambas en el bolso). Hemos de aprender mucho de ellos, es cierto, aunque a veces nos pongan de los nervios. Excelente tu entrada y excelente esta crónica que engancha. Espero ya NY con ansia. ¿Te habrá gustado?

Peter Pantoja Santiago dijo...

...Es que hay tantos lugares que nos llenan de tentación visitar, todos tenemos esa anciada lista y cuando podermos observar fotos comoe sas realmente más deseos dan de salir a visitar!! Gracias por compartirloas!!

Antonio dijo...

Emejota, me alegro de ello. Volver y pensar en la juventud pasado es un acto de reafirmación del presente, pues de ella venimos.
Un abrazo, amiga.

Antonio dijo...

Ramón, me apunto esos tres ejemplos que refieres, aunque deben haber muchas otras características para su identificación nacional, como lo de ser primera potencia mundial y la egolatría consecuente. No sé si se desintegrarán cuando dejen de serlo, aunque la estructura política está muy consolidad.
Sobre NY hablaremos, pues hubo de todo, como en botica, jajaja…
Un abrazo

Antonio dijo...

Ciertamente, Peter, estos relatos son estimulantes para viajar y conocer mundo, pero tenemos dos limitaciones importantes, como son tiempo y dinero. Hay que priorizar bajo el baremo de lo que se conoce y estos dos factores. Al menos nos queda proyectarnos en los demás y ver las fotos, pero nos faltan los otros cuatro sentidos para el disfrute real del lugar visitado.
Un abrazo

El derecho a opinar

  Por: Antonio Porras Cabrera Publicado en: https://xornaldegalicia.es/opinion/el-derecho-a-opinar-por-antonio-porras-cabrera https:...