viernes, 18 de junio de 2010

Dar, intercambiar y compartir….




Aclaraciones conceptuales previas.

Dar, Donar:
Traspasar graciosamente a otro algo o el derecho que sobre ello se tiene.

Intercambiar:
Cambiar entre sí ideas, informes, publicaciones, etc.

Trueque:
Intercambio directo de bienes y servicios, sin mediar la intervención de dinero.

Compartir:
Repartir, dividir, distribuir algo en partes. Participar en algo.

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Buscando en mi interior el acumulo de experiencias y el bagaje que me dio la vida, descubro mi primigenia formación de enfermero, que luego completó la de psicólogo y me reafirmo en los planteamientos de “suplencia y ayuda”. Nos enseñaron a suplir las deficiencias que presentaban los pacientes en su autocuidado y en la cobertura de sus necesidades básicas. Pero, a la vez, en la ayuda, se establecía un proceso de aprendizaje para que el sujeto fuera autosuficiente o capaz de resolver por sí mismo la cobertura futura de esas necesidades. Creo que aquí radica mi componente humanista y no sé si es primero el huevo o la gallina. Me hice enfermero y psicólogo por mi humanismo, o me decanté por el humanismo al estudiar y ejercer esas profesiones…

Un sujeto es más libre en tanto es más capaz de cubrir sus propias necesidades, a la par que es más subordinado si esa cobertura depende de otros. El poder lo da el tener aquello que otro quiere y no tiene. Por tanto, podemos influir sobre el otro para que haga lo que nos interesa a cambio de darle lo que tenemos nosotros y él desea.

En este sentido, lo importante no es dar, sino enseñar a conseguir lo que necesita, aunque ya lo tengamos nosotros. Si le damos lo que tenemos sin más, no aprenderá nunca a conseguir por sí mismo lo que precisa, mientras que si en el proceso de dar incluimos el enseñar, le haremos más libre y menos dependiente y nosotros podremos usar nuestras capacidades para seguir centrándonos en el desarrollo personal. Traigo a colación aquella expresión tan acertada de: “Dale un pez y comerá hoy, enséñale a pescar y comerá todos los días”.

Lo perverso vendría si el otro se acopla al recibir, a que le den, considerando que se establece el derecho a disfrutar lo que hagan los demás, al parasitismo. Podríamos llegar a la situación de que el otro tomara lo que nos es suyo sin permiso del dueño. Es decir, ese tiene lo que quiero, pues lo tomo y se acabó. En el fondo, la vida y los conflictos se han desarrollado históricamente desde esa perspectiva, la guerra se justifica en tomar aquello que tiene el otro y nosotros no tenemos. El botín, la riqueza natural, los bienes y el propio trabajo del vencido, son los motivadores más generales de los conflictos bélicos.

Volviendo de los Cerros de Úbeda al tema, el compartir también implica el intercambiar. El intercambio ha sido la base principal del desarrollo humano. Uno por sí mismo es incapaz de conseguir todo lo que necesita, por tanto, nos coaligamos y organizamos para ese intercambio. De esta forma, en teoría, nadie es parásito de nadie y cada uno produce para hacer el trueq ue. No da, cambia. Así se produce el desarrollo personal, en función de las potencialidades que se tengan para desempeñar una actividad determinada.

En el blog “Grito de lobos”, Ciberculturalia plantea un interesante procedimiento, como es el intercambio de tiempo, en su artículo “Tiempos extraños”. Entiendo que la moneda de cambio es la unidad de tiempo. No se da nada, sino que se intercambia. No es que se necesite producir algo material, pues puede que el otro solo quiera la compañía o el diálogo, que le dediques tu tiempo. Aconsejo su lectura y los enlaces que tiene. (
http://gritodelobos.blogspot.com/2010/06/tiempos-extranos.html)

En conclusión, a mí me gusta compartir. Lo suelo hacer con mis amigos muy a menudo. Tu te llevas lo que quieras, el otro lo que le apetezca y yo lo que estime adecuado. Ya nos conocemos y sabemos lo que nos gusta, nadie se aprovecha de nadie y todos valoramos lo que aportamos desde nuestra propia evaluación y en ello va el propio valor de la amistad y la confianza, del afecto y los sentimientos de grupo. Todo sobre la mesa y a comer y beber…. Pero sobre todo, a hablar a intercambiar y compartir ideas, pensamientos y experiencias, a divertirnos y relajarnos, reír y crear ambiente receptor y de buen rollo, de química y simbiosis. Mi bodeguilla es un lugar creado para compartir y me siento satisfecho de haberla hecho y de su función. Mira las fotos…

19 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Pues sí, es un tema interesante. Entrar en esa dinámica es entrar en igualdad de condiciones con todos, porque no se valora la calidad del trabajo que se intercambia sino la necesidad y el tiempo que se emplea.
Lo que pasa es que hay un gran problema: no estamos acostumbrados y somos egoistas y celosos de nuestro tiempo. Ojalá que se vaya imponiendo algo que va contra la competencia y en pro de la solidaridad.

Salud y República

alma dijo...

Gracias, Antonio, por compartir aquí también. El tiempo es nuestra posesión más valiosa. Darlo, cederlo, prestarlo, compatirlo es el mayor regalo que podemos ofrecer. Las fotos las veo luego con más calma. Un abrazo.

belijerez dijo...

Vaya hoy por ser viernes nos ha dado por lo que "intercambiar".

De todas formas qué podemos hacer para compartir con más de 4 millones de personas desempleadas que buscan cubrir sus necesidades básicas y sentirse realizados haciendo algo para lo que se prepararón..." Tenemos un problema"

Salud y generosidad compartida

MAMÉ VALDÉS dijo...

Me encanta tu "bodeguilla" y no solo por la viandas sino por las buenas tertulias que allí se darán, un saludo.

Abuela Ciber dijo...

Compartir con la familia, amigos y conocidosamigos es la sal de la vida!!!!

Te deseo un muy buen fin de semana!!!!!

Cariños

María dijo...

Es bonito compartir y también ofrecer y recibir de los demás el cariño de amistad, con las mismas igualdades, las reuniones y tertulias, son amenas y se pasa un rato agradable.

Gracias por compartir tus ideas y tus momentos en tu bodega.

Un beso.

Felipe Medina dijo...

Al fin y al cabo lo que se plantea se resume en la solidaridad como vehículo existencial.

La solidaridad de dar,la solidaridad de ayuda,la solidaridad de enseñar,la solidaridad de...

No es trueque,es simplemente compromiso vital hacia y por los seres humanos en nuestra aventura diaria de la existencia.

Carmen presenta los bancos del tiempo como medida de generosidad y solidaridad en el desarrollo integral de nuestro humanismo más personal e intransferible.

Sólo es una cuestión de aportación en beneficio de la comunidad en la que nos encontramos inmersos,ya que nunca se puede olvidar que existe el principio de acción-reacción que gira en ambos sentidos.

Un saludo,querido Antonio

emejota dijo...

Antonio, volveré a este punto en otro momento. La idea me parece genial, compartir es aumentar y crecer. Ya sabrás la tesitura en la que me encuentro. Hasta pronto. Un abrazo.

Myriam dijo...

Gracias Antonio por compartir tus reflexiones y tu bodeguilla, intercambiar opiniones y darnos tu amistad.

Peter Pantoja Santiago dijo...

...¡Saludos Antonio!

Realmente observando las foto, sabes que me remonto a cada una de mis visitas a mi segunda patria, y que reafirmo que ese compartir que muy bien reseñas en ellas, es algo que siempre me traigo conmigo, esos momentos gratos en familia con mis Amigos que son mi familia allá, es esa plenitud de vida de sentarse a dialogar sobre tantos temas, sobre tantas cosas, intercambiar opiniones, ideas, cultura, estos rinconcitos son bien necesarios, unen y refrescan el alma en todo lo cotidiano!!

ARO dijo...

Interesante reflexión sobre las relaciones humanas. Dar en función de lo que recibes; dar lo que puedes y recibir lo que necesitas. Es una buena práctica.

MarianGardi dijo...

Compartir es el deseo de toda persona que abre un blog, también algunas como yo lo disfrutamos como un taller de literatura donde cada día aprendemos más en nuestro aprendizaje literario.
Un beso Antonio

Camino a Gaia dijo...

Agudo y sobre todo ordenado y lúcido en el planteamiento. Hay sin embargo un par de cuestiones interesantes a debate.
La primera es que social y familiarmente el ser humano alterna en el tiempo los roles y las carencias y disponibilidades.
Nacemos completamente desvalidos, con una dependencia total de nuestros padres y gradualmente vamos adquiriendo aptitudes. Se supone que en la edad adulta con mas aptitudes que necesidades, cambiamos de rol y pasamos a cuidar de hijos y padres. Finalmente, ya ancianos, volvemos a necesitar de otros.

En cuanto a los bancos de tiempo, el problema es que el sistema no deja espacio sino para un desarrollo testimonial de estas alternativas. En cuanto se intente intercambiar actividades que ya se encuentran reguladas debemos enfrentarnos a problemas legales. Si intento intercambiar tiempo con un albañil me encontraré que la ley me exige que esa actividad se realice de la forma regulada (seguridad en el trabajo, hacienda, etc)

El pinto dijo...

No tengo claro si compartir es egoísta en su fin, pero es evidente que poco se disfruta si falta la palabra y el oído, gesto cariño de la compañía de la gente de bien.
Saluds

Eastriver dijo...

Tu bodeguilla... me ha gustado visitarla.

Respecto a lo otro comparto totalmente esa visión social y comprometida. La libertad como ausencia de necesidades imposibles. La necesidad de compartir para crecer. La importancia de dar los medios para que los otros consigan también lo que precisan.

Maripaz dijo...

Antonio, las fotos no pueden ser mas atractivas...me imagino esos momentos estupendos compartiendo con los amigos un buen vino con jamon y esa filosofia de vida ¡Todo un lujo!

Antonio dijo...

Ante todo gracias a todos y todas por vuestras aportaciones. No voy a comentar ninguna entrada, pero de la lectura de ellas he desarrollado mi próximo post. Como siempre, sigo aprendiendo de vosotros.
Un abrazo

Caminante dijo...

1º.- ¡Qué bodeguilla más guapa! e íntima.
2º.- Compartir es buena clave, como la de enseñar. Esto es más trabajoso pero mucho más eficaz en el tiempo. Pone a todos en un nivel parecido, sin subordinación extrema, sin "estar" vendido.
3º.- La gente que se pretende "necesaria" de por vida se hace útil en su momento, pero está de sobra en el tiempo. No permite el desarrollo ajeno, pretende su bienestar a costa del malestar del resto. No es, realmente" buena gente. Hace más daño del que pretende solucionar.

Cómo me estiro. Buen día, caluroso día: PAQUITA

Circe La Hechicera dijo...

Querido Antonio, tu has empleado muy bien estos términos, dar, intercambiar y compartir lo ejercitas muy bien. Comparto lo que dices, no sólo es generoso y noble, nos enriquece, además que nos da grandes satisfacciones a veces sin proponernoslo. Un encanto de bodeguilla la que tienes, espero algún día compartila, besitos!!!

El derecho a opinar

  Por: Antonio Porras Cabrera Publicado en: https://xornaldegalicia.es/opinion/el-derecho-a-opinar-por-antonio-porras-cabrera https:...