Tras escribir el poema del post anterior, anduve por montes, valles y embalses de los alrededores de Málaga. Fue como ir a buscar y descubrir esa naturaleza primaveral que nos arrebata y permite disfrutar de las pequeñas cosas. Sobretodo porque, en la primavera, surge la vida con intensidad y esas pequeñas cosas toman protagonismo.
Entonces empiezas a tomar conciencia de la levedad del propio ser y de lo potente y vital que surge la naturaleza. Mísero de mí, que ando buscando en mi entorno los nutrientes para subsistir, mientras que la madre tierra aflora y ofrece todo un abanico de alimentos de vida, de conjunción de energías que hacen posible el desarrollo de todos los seres vivientes que la puebla.
Cuan pedante y prepotente soy que pienso ser el rey de la creación, cuando en realidad soy un elemento más de esa conjunción natural y ecológica de seres diversos que fraguan la belleza singular de la vida. Huyo de la ciudad, donde todo se ve desde el poder succionador urbanista y busco el equilibrio nutriente de la naturaleza. Intento percibir ese elemento energético que nos une y nos orienta hacia un desarrollo en armonía. Creo que el encuentro con la naturaleza debería ser un ejercicio obligado para todos. Tal vez nos percibiéramos con más realidad, con más humildad, y acabáramos rindiendo homenaje a quien nos alimenta y nos nutre desde tiempo inmemorial.
La eclosión primaveral te traslada a la vida y te abre el camino de la fantasía, del encuentro con un entorno de sinergias cargadas de vitalidad, promesas de futuro y simbiosis existenciales, que nos elevan al máximo grado de la espiritualidad natural del ser humano, desprendida de la manipulación y la imposición del orden establecido por grupos de poder, que no comprenden la esencia de la vida y esa simbiosis entre todo un mundo natural y ecológico, que nos hace más grandes e inmensos en la conjunción de las propias energías vitales de todos los seres vivos que cohabitan en el planeta.
Yo quiero haceros partícipes de esa introyección sincera, al amparo de los bosques y el entorno natural, donde he convivido y disfrutado. Para ello os ofrezco una serie de fotos en un slide donde se recogen parte de las 500 que hice durante estos tres días.
Nos ubicamos en una casa de la Confederación Hidroeléctrica del Sur, en el llamado pantano de El Chorro, en Ardales. En realidad son tres embalses que confluyen en el río Guadalhorce y que se alimentan del río Turón, Guadalteba y Guadalhorce. En estos días andan a rebosar, henchidos de agua y con su medio en plenitud primaveral. Flores silvestres por doquier, verdor natural y producto de la siembra, que te transforman y elevan arrebatándote al cotidiano y pernicioso estrés de la ciudad. Si a ello le añadimos el canto de los pájaros en celo, la brisa de abril entre los bosques y el perfume que emana de las flores, descubrimos en nuestro interior la esencia de la vida y desterramos maquiavélicas ideas, buscando la paz interior que lleva al sosiego. Entonces descubres que el único esfuerzo que vale la pena es el que te lleva a elevar tu espíritu hasta comprender esa simbiosis entre todo lo creado y que la existencia no tiene sentido si no es para vivirla en conjunción con un entorno que baila la misma danza de la vida que tú mismo.
Te ofrezco, para que puedas disfrutar vicariamente del viaje, fotos del entorno natural, de Campillos y Olvera, pueblos próximos que vale la pena conocer.
Entonces empiezas a tomar conciencia de la levedad del propio ser y de lo potente y vital que surge la naturaleza. Mísero de mí, que ando buscando en mi entorno los nutrientes para subsistir, mientras que la madre tierra aflora y ofrece todo un abanico de alimentos de vida, de conjunción de energías que hacen posible el desarrollo de todos los seres vivientes que la puebla.
Cuan pedante y prepotente soy que pienso ser el rey de la creación, cuando en realidad soy un elemento más de esa conjunción natural y ecológica de seres diversos que fraguan la belleza singular de la vida. Huyo de la ciudad, donde todo se ve desde el poder succionador urbanista y busco el equilibrio nutriente de la naturaleza. Intento percibir ese elemento energético que nos une y nos orienta hacia un desarrollo en armonía. Creo que el encuentro con la naturaleza debería ser un ejercicio obligado para todos. Tal vez nos percibiéramos con más realidad, con más humildad, y acabáramos rindiendo homenaje a quien nos alimenta y nos nutre desde tiempo inmemorial.
La eclosión primaveral te traslada a la vida y te abre el camino de la fantasía, del encuentro con un entorno de sinergias cargadas de vitalidad, promesas de futuro y simbiosis existenciales, que nos elevan al máximo grado de la espiritualidad natural del ser humano, desprendida de la manipulación y la imposición del orden establecido por grupos de poder, que no comprenden la esencia de la vida y esa simbiosis entre todo un mundo natural y ecológico, que nos hace más grandes e inmensos en la conjunción de las propias energías vitales de todos los seres vivos que cohabitan en el planeta.
Yo quiero haceros partícipes de esa introyección sincera, al amparo de los bosques y el entorno natural, donde he convivido y disfrutado. Para ello os ofrezco una serie de fotos en un slide donde se recogen parte de las 500 que hice durante estos tres días.
Nos ubicamos en una casa de la Confederación Hidroeléctrica del Sur, en el llamado pantano de El Chorro, en Ardales. En realidad son tres embalses que confluyen en el río Guadalhorce y que se alimentan del río Turón, Guadalteba y Guadalhorce. En estos días andan a rebosar, henchidos de agua y con su medio en plenitud primaveral. Flores silvestres por doquier, verdor natural y producto de la siembra, que te transforman y elevan arrebatándote al cotidiano y pernicioso estrés de la ciudad. Si a ello le añadimos el canto de los pájaros en celo, la brisa de abril entre los bosques y el perfume que emana de las flores, descubrimos en nuestro interior la esencia de la vida y desterramos maquiavélicas ideas, buscando la paz interior que lleva al sosiego. Entonces descubres que el único esfuerzo que vale la pena es el que te lleva a elevar tu espíritu hasta comprender esa simbiosis entre todo lo creado y que la existencia no tiene sentido si no es para vivirla en conjunción con un entorno que baila la misma danza de la vida que tú mismo.
Te ofrezco, para que puedas disfrutar vicariamente del viaje, fotos del entorno natural, de Campillos y Olvera, pueblos próximos que vale la pena conocer.
26 comentarios:
Me encanta cuando nos llevas de viaje. El paisaje es fantástico, lleno de la fuerza de esta tierra andaluza tan potente, uno de los enclaves con más fuerza de toda la madre Europa. Es cierto que la naturaleza nos es necesaria para darnos cuenta de nuestra verdadera dimensión. No es que no tengamos importancia: la tenemos y mucha. Pero probablemente de otra forma de como nos empeñamos en tenerla. Y la naturaleza nos lo recuerda. Esa es una forma de meditar, no me cabe duda. Un abrazo.
Efectivamente, uno no puede dejar de maravillarse ante la grandiosidad y generosidad de la naturaleza, y comprender que no somos nada ante ella,que de ella dependemos, aunque, como depredadores desagradecidos que somos, la maltratemos.
Las fotos son muy buenas y me han recordado tiempos pasados.
Pero encuentro todo muy verde y boscoso y los nombres que das a ciertos lugares me hacen dudar de la capacidad de mi memoria.Por ejemplo: esa mansión que llamas Casa del Conde,hubicada en el embalse del mismo nombre, ¿no es la que se ve desde la presa,enfrente de la mesa donde el Rey inauguró el proyecto? Lo pregunto porque a esa presa la recuerdo, tal vez erróneamente, con el nombre de Presa del Chorro.
De Campillos puedo decir que en el verano de 2003 me hospedaba en un hotel de la calle principal y conozco algo de la ciudad y sus productos en pieles; y de Olvera, veo que has cumplido tu promesa de subir al castillo, ja,ja,ja,¿no tenías agujetas al siguiente día?
A mí se me llenó la tarjeta y no pude hacer más fotos luego, por lo que te voy a coger algunas prestadas para incluirlas en mi album.
No te preocupes, que te las devolveré.
Gracias por compartir tan maravilloso viaje. Un abrazo y besitos a la nietecita.
¡QUé maravillosa forma de comenzar mi mañana del sábado que venir a tu blog a leer esta entrada que me tansporta a esos lugares tan bellos! (Qué , obvio, teeeengo que conocer... Me los apunto)-
QUé bueno es poder reencontrarnos con Nuestra Madre Naturaleza-
¡Gracias Antonio!
Y besos
Menuda excursión nos has preparado, qué maravilla poder ver tanta grandeza desde aquí, mi sofá, gracias a ti.
Me uno a tus palabras, adentrarnos en la naturaleza más salvaje debería ser un ejercicio obligado, para tomar conciencia de que este mundo no es nuestro, "nuestro mundo", decimos, qué estúpidos somos. Lo cierto es que el planeta sigue adelante a nuestro pesar, y que no nos necesita.
Un abrazo.
Ramón, desde Olvera hay otra tentación importante, como es la serranía de Ronda en su vertiente gaditana, con sus pueblos blancos y sus escarpadas montañas cargadas de vida y flora, que este año se muestra espléndida. Viajando a la zona me vino a la memoria algunos de los amigos internautas, como Arabos, Juan Pan y Ana Márquez, habitantes o naturales de la zona.
Un abrazo
Efectivamente, Juan, es la mansión que tú dices. Verás, según mi amigo Enrique que es ingeniero de la confederación hidrográfica, la Presa de El Chorro fue su nombre inicial, pero dado que Alfonso XIII nombró conde al ingeniero que hizo la obra, pasó a llamarse posteriormente embalse Conde de Guadalhorce y esa casa se nominó del Conde (del ingeniero). En una de las fotos puedes ver que el nivel del agua está casi al límite en el embarcadero de la casa.
Subí al castillo corriendo riesgo por aquellas escaleras empinadas, pero valió la pena por las panorámicas que se observan desde arriba. Las fotos están a tu disposición, toma las que quieras.
Un abrazo y ya le daré el besito a la nieta.
Gracias, Myr. Ahora parto a mi pueblo donde se celebra la fiesta local en honor del patrón San Marcos. Hay romería y festejos, comida campera de hermandad entre los amigos y deleite entre los bosques de pinares que envuelven el embalse de Iznajar. Nosotros, dado el cúmulo de gente, hemos decidido hacer una paella en el patio de mi casa, junto a la bodeguilla. Puede que mi próxima entrada verse sobre esto.
Si tienes oportunidad de venir por estos lares no dejes de darte una vuelta por el interior de la provincia de Málaga. Si yo puedo, haré de cicerone encantado.
Un beso
Amiga Mercedes, el planeta es inmenso y tiene unas potencialidades de vida increíbles, a pesar del deterioro que nuestra estulticia y avaricia le va generando. Visitar estos lugares canaliza el encuentro con la naturaleza y se toma conciencia de lo holístico.
Un abrazo
Gracias Antonio, muchísimas gracias por tus palabras e imágenes. Hace mucho tiempo que no visito esas preciosas tierras andaluzas, y no sabes lo bien que me las has recordado. Tenemos que estar tan agradecidos a tanto bueno que nos rodea y abraza, comparto todas tus emociones. Un abrazo.
Me ha gustado viajar contigo por esa grandiosa y bellísima naturaleza. Gracias Antonio por compartir tu viaje. Ya sabes que es uno de mis grandes placeres.
Un abrazo y buen sábado
Maravillo paisaje, es un gran placer viajar con El.
La Madre Naturaleza siempre nos engendra y da sus frutos más valiosos.
Aprendamos a vivir con ella, a escucharla, a verla i a interpretar su sencillo, enigmàtico y sútil lenguaje.
Feliz fin de semana.
...Gracias Antonio, tienes la virtud de transportarnos a traves del arte y la poesia en tus fotos, esa naturaleza es una de mis principales pasiones por Espana.
Sí , Antonio: no sé por qué nos han hecho creer que somos los reyes de la creación, cuando somos una ínfima parte de ella. Y si pensamos en el universo, entonces ni contamos.
Tendríamos que empezar a respetar, amar y cuidar "nuestro reino", para poder llamarnos seres humanos.
Hermosa excursión.
Preciosas imagenes, Antonio, y muy buena reflexión.
Es verdad, somos tan estupidos que nos creemos los amos de la tierra, y no nos damos cuenta de que la naturaleza es mas fuerte que nosotros hasta que nos lo demuestra de forma violenta...
Feliz domingo.
Me parece maravilloso que hoy Domingo haya venido a leer tu última entrada porque me has hecho visitar desde la vista la naturaleza y trasladarme allí.
Gracias, Antonio.
Un beso.
Fabuloso viaje al encuentro con la naturaleza. Hermosas fotos que te agradezco nos hayas dejado para deleitarnos en su contemplación.
Un abrazo Antonio
Es curioso como la palabra simbiosis adquiere un eco magnífico y vital entre tantos paisajes. Los días de lluvias torrenciales han dado paso a esta magnífica primavera. Comparto contigo, esa sensación que permite extender nuestro ego y ser uno con la naturaleza.
Un abrazo.
Anduve el fin de semana de fiesta en mi pueblo. Es el patrón y se organiza una merienda campestre con romería incluida. De vuelta a casa, a la ciudad, visito el blog y os saludo y agradezco a todos y todas vuestra visita y comentarios.
Emejota, gracias por tus palabras. Es cierto, el mundo es diverso y precioso cuando se mira con los ojos adecuados.
Un abrazo
Carmen, sé que eres una gran viajera y tú no sabes cómo me gustaría a mí poder hacerlos. Envidio a la gente trotamundos.
Un abrazo
Hola Olga i Carles, os adivino dos grandes amantes de la naturaleza y del equilibrio que la perpetúe. Somos parte de ella y estamos unidos en un destino común.
Gracias.
Peter, sabes que me gusta compartir lo bueno con la gente. Ello alimenta el espíritu. La sutil belleza de la naturaleza es musa poética de primera magnitud.
Totalmente de acuerdo María Jesús, pero somos tan estúpidos que sabiendo que el reino natural nos alimenta lo vamos degradando hasta que nos niego el sustento.
Lola es cierto, la naturaleza como madre nutriente sabe más que nosotros y perdurará aunque tenga que darnos unos cuantos azotes, e incluso eliminarnos.
María siempre eres bien recibida en esta casa y más si te vienes en un viaje virtual por estos preciosos parajes.
Un beso
Por desgracia, amiga Belkis, en las fotos solo se percibe la naturaleza por el sentido de la vista y no tridimensional. Ojalá pudiera transmitir el perfume del campo, el canto del jilguero y de alondra, el ronroneo del agua cabalgando hacia el mar, la música de la brisa danzando con los árboles, la textura de la tierra húmeda, eso solo queda fantasearlo.
Un abrazo
Amigo Camino, es un año excepcional. Hoy estuve en el embalse de Izanajr, junto a mi pueblo. Está rebosante, con los peces saltando, con un entorno verde y florido.
La semana que viene me gustaría ir a las Tablas de Daimiel y las Lagunas de Ruidera. Ahora deben presentar un espectáculo irrepetible en muchos años.
Un abrazo
qué belleza antonio de fotos... y en cuanto a tus palabras qué razón encierran no somos nada y...
un beso y buena semana
Querida Mariángelese, qué razón tienes; no somos nada, solo una pequeña parte de esa naturaleza que nos envuelve. El día que tengamos conciencia de ello `puede que seamos sus aliados en lugar de sus predadores.
Un beso para ti y una excelente semana en los madriles
Muy buenas fotos que atardeceres!!!, y tanta naturaleza con paisajes de cuentos de hadas y duendecillos, se los ve estupendo compartiendo con amigos.
Es buenisimo este contacto con la magnifica naturaleza que crea paisajes tan únicos, realmente nos sentimos lo que somos....pequeños.
Gracias por compartir.
Cariños
Gracias, Abu, Es un placer poder pasear virtualmente con los amigos por estos parajes y compartir las imágenes.
Cariños
Vengo un poco tarde,pero sé que nunca es tarde si la dicha es buena..!
Te agradezco tus fotos,que nos abren el paisaje del alma,renovándolo con nuevas perspectivas.
Mi felicitación y mi abrazo,Antonio
M.Jesús
María Jesús, nunca es tarde para recibirte en esta casa virtual.
Un abrazo
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