Hay cosas que uno no acaba de entender muy bien. Ese baile de cifras con relación el recuento de asistentes a las manifestaciones huele a podrido y engañifa. Es una cuestión invariable que, cuando se hace una manifestación, existen diversas formas de medir según los intereses del que realiza el recuento. Fijaros en que las diferencias pueden oscilar entre miles y millones en una misma concentración, según el caso. No pretendo analizar las diferentes técnicas que se puedan emplear, pero sí la intencionalidad en el manejo de las cifras y la consecuente credibilidad de la fuente. A uno le encantaría que hubiera una técnica aceptada por todos para medir la asistencia y que nos diera una idea clara de la realidad.
Al parecer, la empresa LYNCE está utilizando un método, que definen como científico, consistente en el recuento de todos y cada uno de los asistentes. El problema está, bajo mi punto de vista, en saber donde empieza y termina la aglomeración adjudicada a esa manifestación. Si me manifiesto con una pancarta por la calle Larios de Málaga, a partir de las 20 horas, seguro que se contarán algunos cientos de asistentes a la “manifa”, pero la realidad es que todos iban a su rollo particular, a su paseo, su compra o su lo que fuere y solo yo me manifestaba. Digo esto por ver la cantidad de imputados que no son computables. Por tanto, los límites de la concentración se deberán entender donde la densidad de gente se aproxime a la normal en momentos similares.
Mirando por encima y retrotrayéndonos a la manifestación del día del orgullo gay, podemos ver grandes diferencias (millón y medio contra 58.171); las mantenidas por la AVT es clamorosamente divergente según quien informe; la anterior contra el aborto muy dispar y en la mantenida el pasado sábado en Madrid, también contra el aborto, dan cifras vergonzosamente disparatadas. El Sr. Benigno Blanco hablaba en TV de 2 millones de asistentes, mientras LYNCE daba una cifra de 55.316, lo que es como dividir el guarismo de los convocantes por 36. Estas las menciono por ser las cifras extremas, aunque hay otras intermedias, pero tengo que aplicar el criterio de la intencionalidad para dar crédito a unas u otras.
La intencionalidad del Sr. Blanco y demás convocantes es manifiesta y su pretensión será siempre mostrar la mayor afluencia posible, como en todos los casos. La pretensión de LYNCE la entiendo menos partidista y pretenderá establecer un proceso de recuento científico que garantice la verdad para venderlo a sus posibles clientes, relacionados básicamente con los medios de información. Por tanto, a mí me da mucho más crédito la intencionalidad de LYNCE que la del Sr. Blanco.
De todas formas, en el fondo de mi reflexión está la crítica al intento de manipulación que puedan hacer los convocantes de manifestaciones en general. Manifestarse es un hecho democrático de primera magnitud. Pretende mostrar un pensamiento, idea, proyecto o mensaje compartido por un conjunto de sujetos para que tome buena nota el receptor, por lo general el gobierno o los responsables a quienes vaya dirigida. Mientras más gente se manifiesten más poder y presión pueden ejercer. Por tanto, “chapeau” ante el hecho democrático de manifestarse. Pero el asunto pierde todo su esplendor cuando se miente, se manipula la información, o se pretende mostrar deslealmente aquello que no fue. Ese atentado a la verdad, ese intento de confundir y presentar el hecho con magnitudes o dimensiones exageradamente significantes, es un ataque a la representatividad democrática. Es como un fraude electoral donde se colocan más papeletas de las emitidas, que queda automáticamente anulado y el culpable es señalado vergonzosamente.
Los ciudadanos tenemos derecho a una información objetiva y veraz, sobre estos eventos, para poder sopesar el volumen del descontento, o del contento, de la gente que lo manifiesta. Lo contrario es una vil manipulación con la intención de arrogarse falsa representatividad. Convendría, pues, que los medios, los políticos y demás organizaciones, establecieran un sistema consensuado de recuento que nos garantizara, con el mayor ajuste posible, las cifras de asistentes a cualquier manifestación. Es nuestro derecho.
Yo quiero mostrar mi más absoluto rechazo a los sujetos que, teniéndonos por bobos, pretenden manipularnos y engañarnos falseando las cifras para sacar pecho, cuando en realidad solo hay una birria de pectorales, sea el Sr. Blanco, Verde o Amarillo el que lo intente. No se dan cuenta que al final todo se sabe y que quedan por mentirosos y desacreditados, salvo para los hinchas o “hooligans” incondicionales.
Como siempre, os ofrezco este espacio para que, con todo respeto, manifestéis vuestro punto de vista con respecto a este desajuste de cifras que venimos observando, hace tanto tiempo, en la asistencia a las manifestaciones que se dan en nuestro entorno.
Al parecer, la empresa LYNCE está utilizando un método, que definen como científico, consistente en el recuento de todos y cada uno de los asistentes. El problema está, bajo mi punto de vista, en saber donde empieza y termina la aglomeración adjudicada a esa manifestación. Si me manifiesto con una pancarta por la calle Larios de Málaga, a partir de las 20 horas, seguro que se contarán algunos cientos de asistentes a la “manifa”, pero la realidad es que todos iban a su rollo particular, a su paseo, su compra o su lo que fuere y solo yo me manifestaba. Digo esto por ver la cantidad de imputados que no son computables. Por tanto, los límites de la concentración se deberán entender donde la densidad de gente se aproxime a la normal en momentos similares.
Mirando por encima y retrotrayéndonos a la manifestación del día del orgullo gay, podemos ver grandes diferencias (millón y medio contra 58.171); las mantenidas por la AVT es clamorosamente divergente según quien informe; la anterior contra el aborto muy dispar y en la mantenida el pasado sábado en Madrid, también contra el aborto, dan cifras vergonzosamente disparatadas. El Sr. Benigno Blanco hablaba en TV de 2 millones de asistentes, mientras LYNCE daba una cifra de 55.316, lo que es como dividir el guarismo de los convocantes por 36. Estas las menciono por ser las cifras extremas, aunque hay otras intermedias, pero tengo que aplicar el criterio de la intencionalidad para dar crédito a unas u otras.
La intencionalidad del Sr. Blanco y demás convocantes es manifiesta y su pretensión será siempre mostrar la mayor afluencia posible, como en todos los casos. La pretensión de LYNCE la entiendo menos partidista y pretenderá establecer un proceso de recuento científico que garantice la verdad para venderlo a sus posibles clientes, relacionados básicamente con los medios de información. Por tanto, a mí me da mucho más crédito la intencionalidad de LYNCE que la del Sr. Blanco.
De todas formas, en el fondo de mi reflexión está la crítica al intento de manipulación que puedan hacer los convocantes de manifestaciones en general. Manifestarse es un hecho democrático de primera magnitud. Pretende mostrar un pensamiento, idea, proyecto o mensaje compartido por un conjunto de sujetos para que tome buena nota el receptor, por lo general el gobierno o los responsables a quienes vaya dirigida. Mientras más gente se manifiesten más poder y presión pueden ejercer. Por tanto, “chapeau” ante el hecho democrático de manifestarse. Pero el asunto pierde todo su esplendor cuando se miente, se manipula la información, o se pretende mostrar deslealmente aquello que no fue. Ese atentado a la verdad, ese intento de confundir y presentar el hecho con magnitudes o dimensiones exageradamente significantes, es un ataque a la representatividad democrática. Es como un fraude electoral donde se colocan más papeletas de las emitidas, que queda automáticamente anulado y el culpable es señalado vergonzosamente.
Los ciudadanos tenemos derecho a una información objetiva y veraz, sobre estos eventos, para poder sopesar el volumen del descontento, o del contento, de la gente que lo manifiesta. Lo contrario es una vil manipulación con la intención de arrogarse falsa representatividad. Convendría, pues, que los medios, los políticos y demás organizaciones, establecieran un sistema consensuado de recuento que nos garantizara, con el mayor ajuste posible, las cifras de asistentes a cualquier manifestación. Es nuestro derecho.
Yo quiero mostrar mi más absoluto rechazo a los sujetos que, teniéndonos por bobos, pretenden manipularnos y engañarnos falseando las cifras para sacar pecho, cuando en realidad solo hay una birria de pectorales, sea el Sr. Blanco, Verde o Amarillo el que lo intente. No se dan cuenta que al final todo se sabe y que quedan por mentirosos y desacreditados, salvo para los hinchas o “hooligans” incondicionales.
Como siempre, os ofrezco este espacio para que, con todo respeto, manifestéis vuestro punto de vista con respecto a este desajuste de cifras que venimos observando, hace tanto tiempo, en la asistencia a las manifestaciones que se dan en nuestro entorno.
38 comentarios:
Estoy contigo. Me merece más crédito una medición con visos de científica, aunque no pueda serlo al 100%, que la de un señor manifiestamente partidista:hay sardinas que se queman a base de arrimar demasiado el ascua.
Antonio tienes mucha razón en señalar que el baile de cifras que se dan entre los convocantes a una manifestación y los que están en contra de ella, secundados ambos por los respectivos medios afines, es como bien señalas una tomadura de pelo al ciudadano. Y es cierto que nos deben un respeto y que la manifestación, a favor o en contra de nuestra propia ideología, no deja de ser un instrumento democrático de primer orden.
El problema es su manipulación sin duda.
Un beso
Antonio, has tardado pero al final el baile de cifras te ha animado a hablar sobre ello.
Veras, yo ese dia llegue a contar hasta 16 datos distintos, y al final opte por creerme las cifras de LINCE y las del manifestometro, las del primero, por que siempre he confiado en la ciencia para dscubrir a los mentirosos, las del segundo, por que no se mojan con ninguna ideologia, y dan los datos mas precisos que el resto.
Respecto a la manifa del sabado, la cosa esta clara, se han manifestado contra el gobierno, no contra el aborto, pues despues de 24 años con el aborto legalizado y mas de 500.000 abortos practicado durante la era Aznar,¿a que viene este interes desmedido por gritar "aborto no, vida si",precisamente por las personas afines a ese ex-presidente?.
Te dejo la direccion de el manifestometro, pues te puede interesar las formulas que utilizan, los videos y las fotos:
http://manifestometro.blogspot.com/
Un abrazo.
Salud y felicidad
De toda la vida democrática siempre ha existido,por parte de los convocantes de una maifestación,amplificar y aumentar el número que ha acudido a su llamada.
Aunque me repugna el ex-secretario de Estado con Aznar(B.Blanco,no por ello se le debe fustigar cuando aumenta el numero de participantes.Ello lo hacen todas organizaciónes que se manifiestan.
El llamado baile de cifras es connatural con la propia manifestación.
Los convocantes se lo cuentan a su parroquia y su falsedad entra en el guión.
Lo que no entra en el guión son las cifras manipuladas de Telemadrid o periódicos afines a los manifestantes.
La policía da una cifra calculada en metros cuadrados(como toda la vida)Ahora llega LYNCE y nos dice que por medios "ciéntificos" son capaces de cuantificar los asistentes a una manifestación.
¿Nos podemos fiar de LYNCE cuando dicen que no fallan y que lo hacen con cámaras y otras zaranzajas modernas?
Pues, no sé si su fiabilidad es completa o es simple marketing empresarial
Un abrazo
Interesantisimo lo que has elevado y la forma de expresarlo, la que comparto.
Por acá hemos estado varios meses martirizados por propaganda política, ya que el pxmo. domingo se elegen autoridades.
Pero lo más chocante fue lo de las encuensta o mejor dicho empresas encuestadoras, RELAMENTE VERGONZOSO.
Es una nueva camada de garrapatas y muy perjudiciales en algunos casos.
Espero los resultados del domingo y luego sabrán de mis molestias aquellas que hallan manipulado agresivamente el tema.
Ellos se reirán pero igual mi derecho de expresion sin ofensas pienso usalo.
Cariños
Antonio, ya sabes que nunca nos cuentan verdades.
Es el sistema de la engañifa y la mentalización, liberemos nuestra mente para que no la pueda condicionar nadie.
Escribes buenas reflexiones que son muy necesarias.
Un beso
Antonio Te contesto a lo que me pones en mi blog con respecto al pensamiento de Kipling.
Ojala yo tuviera todo resuelto y los valores tan estoicos, pero... sigo aprendiendo...asique no me envidies ni me felicites.¡Soy humana como todos y tengo mis defectos
Buen fin de semana
Los políticos nos convierten en números para sus beneficios electorales..
Las manifestaciones son acto de expresión en libertad,pero la mayoria de las veces nos manipulan unos y otros..!!
Deberíamos ser más conscientes de ello y exigir a nuestros gobernantes una labor de servicio al pueblo y no a sus intereses personales y de partido.
Mi felicitación y mi abrazo,ANTONIO
M.Jesús
Maria Jesús, a mí lo que me da pena es que los medios de comunicación defensores de la libertad de prensa a capa y espada para defender la verdad, según ellos, sean unos instrumentos de sus amos, los que los pagan, los dueños del medio, los Berlusconis de turno. Así nos malinforman, manipulan y engañan. Entiendo que el poder lo tienen los que tienen el dinero. Estamos perdidos si no sabemos leer entre líneas y sacar las propias conclusiones.
Un saludo
Querida Carmen, coincidimos y me reafirmo en lo referido a María Jesús.
Un beso
Amigo Navegante, debían haber algunos, aunque fueran pocos, de buena voluntad que entendían que iban a manifestarse contra el aborto, pero se montaron al carro del rechazo al gobierno que le pusieron a sus pies los convocantes y los que movían los hilos detrás. Es decir, que al final no se percataron o no quisieron percatarse de ello y les hicieron el juego a la oposición que, cínicamente, andaba por allí con un discurso diferente. Un claro ejemplo de manipulación y contradicción entre el contenido manifiesto y el contenido latente, como dirían los freudianos.
Un saludo
Ciertamente, amigo Felipe, siempre se actuó así, hinchando o desinflando las cifras según el caso y el interés de las partes. Pero los medios no deben ser parte nunca, por lo que Telemadrid quedó en entredicho y se le puede aplicar lo que refería a María Jesús sobre los medios de comunicación.
Yo reivindico un sistema consensuado, veraz y universal para que no nos engañen.
Un abrazo
Hola Abu. Por lo que parece en todas partes cuecen habas, como dicen en mi tierra. Ya no sabe uno de quien fiarse. Si pudiéramos tener un medio fiable… De todas formas nosotros seguimos usando el criterio del discernimiento personal para no caer en sus garras.
Cariños
Amiga Marian, en el mundo te encuentras engañifas cada dos pasos. Tal vez la forma sea liberar nuestra mente y hacerla funcionar sin condicionantes, libremente, para que no nos manipulen, como tú dices.
Un beso
Hola roxana. Yo estoy convencido de que ni tú, ni yo, ni nadie que conozca, tiene todo resuelto y es portador de esos valores. En todo caso la intencionalidad de llegar a ellos es lo que nos orienta en el camino. Andamos en líneas asintóticas buscando la utopía.
Buen fin de semana
No puedo estar más de acuerdo contigo, M.Jesús. No sé si algún día podremos revertir el sistema y hacer del ser humano el centro del mismo y no al dinero y al poder de unos sobre otros.
Un abrazo, amiga.
buenos días antonio... cuando te puedo leer despacio es una gozada, siempre dejas la simiente para que nosotros hagamos con ella lo que queramos.
mis hijos a veces son muy sabios y suelen cuando les interesa algo contrastar una noticia, despues sacan sus conclusiones.
Estoy hasta las narices que me tomen por idiota, lo que más me fastidia es que luego vamos y les volvemos a votar a quienes nos quieren engalñar y tomar por lelos
Hola Mª Ángeles. Gracias por tus palabras. Enhorabuena por tus hijos. Si hacen eso serán libres, tendrán su propio criterio y su opinión personal para desenmascarar a los embaucadores e hipócritas y andar con los que de verdad vale la pena. Yo creo que el conocimiento de la gente y su capacidad para discernir es lo que realmente les hace libres. Los salvadores mesiánicos, los iluminados, cobran con la sumisión de sus seguidores y les interesa que seamos lelos para no cuestionarlos y otorgarles el poder.
Un abrazo
Hola, Antonio, yo hace tiempo me di cuenta de la manipulación de las cifras. En todas partes.
Hacías una reunión en el A.P.A del colegio y acudíamos tres padres, luego en la nota enviada a la prensa decía que la sala estaba a tope.
Convocamos una manifestación en El Puerto contra el desguaze de barcos pesqueros y fuimos ocho metalúrgicos y ni uno solo de los más de mil pescadores que supuestamente se quedaban sin trabajo; pero el sindicato se encargó de que la prensa sacara otra versión presentando la foto de la pancarta delante de las dos únicas filas.
No es creíble que la ciudadanía pueda tragarse tanto desfase, unos dicen dos millones, otros cibcuenta mil. ¿Cómo es posible que publiquen eso?
Todos los métodos se prestan al fraude.Aun con su tanto por ciento de errores, creo más en los datos de la policía que en otros. Es tan fácil como medir el espacio que ocupan en una calle multiplicando el largo por el ancho, entendiendo que cada metro cuadrado lo ocupan dos personas.¿Pero y si en vez de dos personas dicen lo ocupaban cuatro, cinco o más personas? (Si hacen una torre humana catalana imagínate cuántos caben). El resultado se multiplicaría al gusto de los interesados.Lo mejor creo que es manifestar la opinión en esos actos sin preocuparse de cuántos los siguen.Y para los que no vamos, observar la participación mirando las imágenes y calcular nostros mismos.
Una entrada muy interesante, como siempre. Abrazos.
Pienso que siempre nos han engañado como a chinos con la cantidad de gente quen acude a las manifas, parece sr que ahora hay instrumentos más fidedignos para contar cabezas, de momento opto por ellos, ya sabemos que la ciencia avanza que es una barbaridad, les doy un voto de confianza.Petonets Antonio.
Muy de acuerdo con tu visión del asunto Antonio, la verdad es que nos manipulan de manera antojadiza los unos y los otros. Una vez leí esta frase "El verdadero gozo del liderazgo debe estar en el hacer, no en el tener, en el influenciar para el bien común, no en manipular para mi propia conveniencia", pero lamentablemente ésto se queda sólo ahí en palabras. Cada uno mira sólo para su conveniencia y no realmente para el interés común. Un placer como siempre pasar por aqui. Feliz domingo!!!!!
...Amigo, siempre existiran dudas de quien deseas aumentar números o de quién desea reducirlos, simplemente es más creible cuando lo que se presenta en unidad de presencia en cualquier acto altamente colectivo y masivo, sea confiable cuando todo un pueblo se une sin importar,razas, sexo, religión, ideal político, posición social, en fin simplemente siempre serán manipulables las cifras!!
Peter
Querido Antonio, este tema me sorprende, como la cultura española, para bien o para mal, se dedica en hacer análisis al número de participantes que asisten a cada manifestación. Y desde mi idiosincracia caribeña, me parece estupendo, aunque sean datos manipulados, aunque cada quien lo enfoque según su conveniencia, porque al espectador le abre un espectro de opciones para armar su criterio. Aqui, lamentablemente, las manifestaciones son orientadas descaradamente, y un lado y de otro, donde sólo todos sabemos que los que asisten son llevados y quizás un pequeño porcentaje lo hace realmente porque esa causa lo mueve. Así que dificilmente podrá desatarse un debate sobre el número de asistentes, ni siquiera las empresas encuestadoras son fiables porque sus resultados serán orientados según quien los haya contratado. Creo que la peor consecuencia para todos, aqui y allá, es perder la credibilidad del movimiento de las masas por cuestiones de ardides politicos. Buenisimo el tema que has expuesto y como siempre de una manera genial. Besossss trasatlánticos
Es impresionante, como se pueden manipular las cifras, y con qué diferencia de números, unos dicen que han asistido millones, y otros muy pocas personas, entonces... ¿quién tiene razón?
No importa, en realidad, quiénes hayan ido, o sea, la cifra, sino el resultado ¿se ha conseguido algo con la manifestación?
Creo que todo está manipulado, no sólo las cifras de la manifestación, sino todas las noticias que escuchamos o leemos.
Interesante este post, Antonio, como todos los que sueles postear.
Un beso.
Amigo Juan, lamentablemente todos manipulan las cifras y pretenden arrimar el ascua a su sardina. Luego sacamos nuestras deducciones. Lo malo es que se adjudiquen más representatividad de la que ha tenido y den a tabarra…
Un abrazo
Estamos de acuerdo Geni. Lo lógico es fiarse de los neutrales, de los que no están implicados en el objetivo de la manifestación y cada cual que saque sus conclusiones.
Petonets
Querida Belkis, me quedo con esa frase que refieres: "El verdadero gozo del liderazgo debe estar en el hacer, no en el tener, en el influenciar para el bien común, no en manipular para mi propia conveniencia”. Seguro que habrá alguno que piense así… ojala fueran todos…
Un abrazo
Peter, para mí lo importante es lo que se dice, no cuantos lo dicen. Si 100 millones dicen una imbecilidad, no deja de serlo por eso. Lo que pasa en democracia es que el número pesa, pero al final son las urnas las que hablan y deciden y no las manifestaciones.
Un saludo
Querida Circe, por lo que dices me afirmo en la idea de que en cada país existe una cultura de las manifestaciones. En unos, tradicionalmente demócratas, se respeta la voluntad del asistente y no se compran presencias, se cuenta más ajustadamente, aunque siempre haya desvíos interesados; en otros las manifestaciones tienen otros tintes más viscerales y manipulados por los convocantes. El respeto a la democracia implica el respeto a la verdad y por ende a las cifras.
Besos también trasatlánticos
Gracias por tus palabras, María. Yo creo que lo importante es si lo que se pide en esa manifestación es justo y como afecta al interés de la ciudadanía en general. Las cifras sirven para entablar guerras de representatividad.
Un beso
Es más fácil decir 'multitud' que dar una cifra justa.
Pero le interés de la gente es proporcional a la cantidad de ceros con que se cuente el hecho.
Saludos
Me gusta mucho leerte porque eres multifacético, y en cado uno de los temas que tocas, lo haces con profundidad y un extraordinario análisis. Siempre estaré por aquí, buscando qué más aprender de tí.
¿Te invité a mi blog de música y letras? No lo recuerdo. Es sobre ópera y libros. Quizá te guste, quizá no, pero de todas formas, lo pongo a tus órdenes:
www.musicaylibros-shanty.blogspot.com
Muchos abrazos.
Lo que yo me pregunto cada vez que hay una manifestación o acudo a alguna, es ¿sirve de algo?. Yo creo que no, es triste pero si sólo sirven para crear entre partidos riñas numericas, no es si propósito y por tanto no sirven de mucho.
Un saludo
Si uno ya no se puede ni creer la veracidad de las manifestaciones (recordemos que para la de la semana pasada se fletaban autocares en los que, además de comida, se ofrecía la posibilidad de quedarse para ver el partido de fútbol del Madrid), ni los argumentos de la mayor parte de los asistentes, cómo vamos a creernos a los que nos cuentan lo que quieren contarnos! Bien denunciado! Contar con una información veraz, amplia y completa debería ser obligatorio en todas las democracias...
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo, Dragón. En todo caso estamos aprendiendo a no fiarnos de ninguna cifra, de momento. Para mí lo importante es la idea que se defiende, no la cantidad que lo hace.
Un saludo
Hola Shanty. Muchas gracias por tus palabras… Pienso, deduzco, expongo y comparto con todos vosotros. Luego recibo el feed.back o retroalimentación y perfecciono mi pensamiento. Así es la vida.
He visitado tu nuevo blog de música y me ha encantado. Tienes el don de la expresión artística y una sensibilidad envidiable.
Abrazos para ti desde el sur de España
Hola Marian. Un placer contar con tu comentario.
Yo creo que para lo único que sirven es para dejar constancia de que un grupo de personas tiene una opinión o idea sobre algo. Si esa opinión influye en los ciudadanos de cara al voto es lo que importa.
De todas formas, en función de la cantidad de asistentes, se puede hostigar más o menos al destinatario de la queja, de ahí que se manipulen las cifras.
Un saludo afectuoso
Susana, de acuerdo. Por eso reivindico ese sistema de contar que no nos lleve a engaño y podamos volver a creer en las manifestaciones. Ahora, con esta actitud de manipulación de cifras, las manifestaciones han perdido parte de su objeto.
Un abrazo
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