Yo nací, como todos nacen,
con llanto
en mis ojos, llorando,
al ver, sin
saberlo,
aquel mundo
de dolor y espanto,
en un
gélido invierno
de una
noche cubierta de un oscuro manto.
La guerra
dejaba sus huellas
y el llanto
del pueblo que fue derrotado
gritaba su
furia sobre los tejados.
Del cielo brotaban
lágrimas de agua
que bañan
las calles de miedo,
de recelo y
pasmo.
El helor
del frío
clavaba su
espada en mi frágil piel
helándome
el alma en aquella España
de heridas
sangrantes de claveles rojos
de espinas
de guerra
que cantó
Machado.
Ese llanto
y frío, ese miedo y pasmo
solo lo
calmaron el calor de madre
en sus
dulces brazos
junto a
aquellos pechos
que me
amamantaron de amor y esperanza
en un
futuro incierto que evade el pasado.
© Antonio Porras Cabrera
Málaga, 4
de febrero de 2025
2 comentarios:
Hermoso poema de reflexión y vida. Dificiles años aquellos en los que la supervivencia era un reto y la mortalidad infantil un récord a superar. Felicidades por tus 74 añitos. 😘
Gracias, amiga. Difíciles años nos tocó vivir.
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