Qué interesante es
esto de la genética. Mediante un simple análisis de ADN se puede determinar de
quien son los restos óseos o cualquier otra muestra que contenga esa substancia
determinante de nuestra vida. El ADN (Ácido Desoxirribonucleico) es
un ácido nucleico que contiene
instrucciones genéticas usadas en el desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos conocidos y algunos virus, y es responsable de su transmisión hereditaria. Dicho esto, a modo de introducción, quiero mostrarte mi
sorpresa por los últimos hallazgos al estudiar mediante esta técnica, los
huesos que, presumiblemente, eran de Cervantes.
La
cosa es para troncharse de risa. Por
cuestiones que no vienen al cuento, se inició hace poco una búsqueda
importantísima en el convento de San Ildefonso de las Trinitarias Descalzas de
Madrid. Lo curioso es que andaban descalzas para no molestar el sueño eterno de D. Miguel y ahora se están cuestionando calzarse, incluso, con tacones. En todo caso, se trataba de identificar unos restos encontrados y adjudicados a D.
Miguel de Cervantes, el famoso autor de la obra insigne de nuestra lengua, D.
Quijote de la Mancha. Pero la cosa no
fue muy bien y la mancha se convirtió en un velo negro que lo tapaba todo.
Ante
tal confusión se acordó mirar en otro lugar (de cuyo nombre no quiero
acordarme) y buscar elementos
comparativos para determinar a quien le podrían corresponder esos huesos. Una
vez encontrados era interesante adjudicarlos a alguien para no quedar en
ridículo, por lo que los investigadores pensaron que lo mejor era ir a la base
del asunto y se desplazaron a la Biblioteca Nacional para analizar el ejemplar de
D. Qujote manuscrito por el propio Cervantes. Y mire usted por dónde, se
encontró un ADN singular, bueno, mejor dicho dos ADNs distintos, pues uno
estaba en el propio título, adherido a la Q de Quijote y otro apareció
repasando la obra, al llegar a la Ínsula Barataria. Al final se concluyó que se
había encontrado el ADN de D. Quijote y de Sancho Panza. Y ¡Oh! Sorpresa (sor-presa
no tiene nada que ver con una monja en la cárcel, no vayamos a pollillas, aunque podría ser una monja de clausura) los
huesos encontrados en el túmulo del convento se corresponden con los hallados
en el manuscrito cervantino. Conclusión
concluyente: Se ha descubierto la tumba del propio D. Quijote y su escudero. ¡Toma
ya! Para que se enteren los que decían que D. Quijote era una historia ficticia.
Don Quijote, pues, existió realmente, como lo muestra el hallazgo de sus
restos.
Esta
noticia ha revolucionado la historia de la literatura, pues ahora resulta dudoso
que existiera el propio Cervantes, ya que hay quien dice que fue D. Quijote, en
su locura, el que escribió la descabellada historia de la vida de Cervantes. No
es muy creíble que un manco, producto de la batalla de Lepanto, escribiera con
una sola mano tal obra; pero es que hay más, ¿se puede entender que después de
todo, siendo manco, se embarcara en aventuras guerreras de la mano (mano sana,
claro) de Ponce de León? Y luego, eso de andar en manos de Berbería (Argel) como
preso para pedir rescate es otra cosa que no cuadra muy bien… un manco, ¡por
Dios! ¿Quien va a dar nada por él? Pero
es que hay más, el señor es nombrado recaudador de impuestos, se queda con la
pasta y lo encarcelan en Sevilla… ¡¡¡Vamos, hombre!!! ¿Dónde se ha visto un
recaudador de impuestos corrupto? Eso no existe en España. Aquí todo es
transparencia y bolsillos de cristal desde tiempo inmemorial (yo me lo creo cuando
lo dice el PP). Vale, aceptemos pulpo como animal de compañía, pero de ahí a
tener ganas, estando preso, de escribir una obra tan inmensa como la vida de D.
Quijote y Sancho… eso no me lo trago. Manco, corrupto y en la cárcel…eso es de
película de ficción, que solo se le puede ocurrir a un loco como D. Quijote.
Por
tanto, ante la evidencia del hallazgo de coincidencias del ADN de la letra Q de
Quijote con el de los huesos en estudio, hemos de concluir que son de D. Quijote
de la Mancha (Taca en catalán), que este existió y que lo más probable es que
la vida de Cervantes fuera escrita por el loco caballero cargado de idealismo
justiciero. Cervantes, pues, es una ficción y sus obras fueron escritas por D.
Quijote que, para disimular su autoría, las firmo con el seudónimo de Cervantes,
al que le dio vida creando una biografía descabellada.
La gente
de Alcalá de Henarez y, sobre todo su obispo, que ya sabemos como se las gasta,
están cabreadísimos, su alcalde y el propio obispo han protestado ante la injerencia
de los científicos que siempre se dedican a desmontar mitos, para lo que han
aludido al rollo que se montó Galileo con el asunto de que la tierra giraba
alrededor del sol, cuando vemos a diario que es el sol el que gira a nuestro
alrededor, de no ser así ¿cómo narices se paró el sol para prolongar el día y
Josue consiguiera tomar al asalto la ciudad de Jericó?
Bueno,
pues como dice el alcalde de Alcalá y su obispo, estos científicos deberían
hacer experimentos en su casa y con gaseosa, vaya a que nos desmonten toda la
verdadera historia del imperio español y el argumentario místico-religioso de
la iglesia.
En
fin, yo no me acabo de creer todo esto, porque parece como si alguien se lo hubiera
inventado en un día de reflexión, como hoy en Andalucía, donde, para entretenerse, es uno capaz de cualquier
barbaridad, ya que no dejan hablar de política. Así es que dejo esto aquí y ME
VOY A VOTAR que ya es hora…
2 comentarios:
Je,je,je..., que bien tienes desarrollado , Antonio, el sentido del humor. Me ha gustado , siempre hay realidades paralelas y ocultas. Un abrazo , amigo.
Modesto, es que hay que ponerlo todo en duda. Ya sabes que hay gente que dice que no se ha llegado a la luna, jejeje
¿Pues por qué me voy yo a tragar esto sin darle un toque humorístico?
UN abrazo
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