viernes, 5 de febrero de 2010

La semilla…

Ayer cumplí 59 años. No he podido evitar mirar atrás y ver la película que nos muestra la miseria y la necesidad de los años cincuenta, donde se empezó a sembrar esa semilla que dio sus frutos en la transición, que produjo la generación que soportó el cambio, que luchó por él y por la instauración de la democracia. Es un testimonio extensible a todos los nacidos en las décadas de los 40 y 50. Esa etapa oscura de nuestra historia que muchos quieren detraer de la memoria. Esa gente que pasó necesidades en su infancia y que empleó su juventud en luchar por mejorar España y a sí mismos. Esa gente, jubilados o en espera de hacerlo, que ha trabajado desde muy temprana edad o siguen en ello, y quieren que sigan hasta los 67, como si ya no hubieran contribuido bastante a enriquecer el país, a elevarlo al rango de la libertad. Hoy, en mi cumpleaños, lanzo mi mirada al pasado y los veo a todos movidos por el coraje y la esperanza en el mañana, aunque al final se encuentren con este mañana del hoy … Es la vida!!!

Previamente os presento un slide con fotos antiguas, de aquellos tiempos. Las recopilé para una exposición que hice hace un par de años y otras las saqué de Internet. Las que fueron a la exposición están tratadas con photoshop. Espero que os gusten y os ubiquen en el ambiente que se vivía en aquellos años...


Corría 1959 en una España marcada por un régimen salido de una guerra, donde los perdedores habían sido demonizados, denostados, marginados y excluidos de todo derecho, incluso del derecho a la vida si habían luchado en el bando del gobierno de la república. Los ganadores se afianzaron en el poder y lo demostraban de forma sistemática. Eran los dueños del país, de sus tierras y comercios, de sus cambalaches y del estraperlo, actuando con desvergüenza y despotismo. Una alianza, marcada por la historia más arcaica, se había reavivado entre la iglesia y el poder fáctico del ejército y los terratenientes, los facciosos y monárquicos, la derecha más reaccionaria y los tradicionalistas. La religión velaba por la moral y las creencias que garantizaban el sostén de la ideología política. El poder se ejercía desde el entramado sociopolítico de los grupos dominantes arropados por un ejército “triunfante”, sumiso y leal al régimen. Se habían impuesto gracias al apoyo y a la fuerza destructora del Tercer Reich, gobernado por el nacionalsocialismo (nazismo) hitleriano y la Italia fascista de Musolini, que habían usado la guerra civil como campo de ensayo para la segunda guerra mundial.

La arrogancia de los vencedores se potenciaba ante la humillación de los vencidos. En el sur, los campos de Andalucía, volvían a tiempos pretéritos dónde el caciquismo decimonónico se reinstalaba. El campesino esperaba, paciente y resignado, a que el capataz de turno le eligiera, en la plaza del pueblo, para poder trabajar los campos del señorito bajo el signo de la explotación y un ridículo salario que, muchas veces, no cubría ni las mínimas necesidades familiares. Ser adicto al régimen garantizaba cierto estatus que facilitaba la contratación y el trabajo. Ser contrario conllevaba, en muchos casos, el castigo del desprecio y la marginación laboral y solo ante la humillación se le otorgaba el don del trabajo.

En este marco, apoyado en el quicio de la puerta, un niño de ocho años observaba las calles de la aldea esperando la vuelta de sus padres del trabajo del campo. Denotaba cierta preocupación, su mirada extraviada y expectante a la vez, mostraba la angustia de la espera. El sol, con su misión cotidiana cumplida, se inclinaba suavemente sobre el horizonte buscando el descanso nocturno merecido. El día había hecho estragos en su aspecto y, la pulcritud matinal, dejada por el amor de la madre antes de su marcha a los campos, había dado paso a su aspecto desaliñado y churretoso. Cabeza rapada para ahuyentar piojos, sandalias de goma, pantalón corto marcado de manchas con parches y a la par zurcidos primorosos, camisa de corte casero repleta de lamparones producto de las travesuras, de sudor y tierra, de llantos y risas, de golpes y abrazos, de juegos de niños semiabandonados.

Al frente se yergue la nueva construcción de una caseta que ampara el transformador que ha modificado la aldea. Hasta ahora, junto a las chimeneas, solo las lámparas de carburo, quinqueles y candiles cargados de historia, había alumbrado las lúgubres noches de invierno. Aquella mágica luz que guardaba la caseta y fluía por los cables le maravillaba. Su padre le había explicado el extraño mecanismo del invento y empezaba a comprender, a su edad temprana, que aquello cambiaría la aldea, que las cosas ya no serían como antes. En su casa, la primera radio que había visto en su vida, le fascinaba.

Su padre sintonizaba emisoras, escuchaba el parte, se distraía con el cante flamenco y las voces de Antonio Molina, Juanito Valderramas, Antonio Mairena, La Paquera, La niña de los peines… Un sin fin de coplas y cantares que le alegraban el crepúsculo. Era un gran aficionado al cante; incluso cantaba en los encuentros con los amigos en el bar y durante las faenas del campo. Sus coplas estaban cargadas de pena, de amores frustrados, de amores de madre y de hijos. Otras veces eran de alegrías y cantos de vida, de holganza y requiebros, de enamoramientos.

Pero anoche fue distinto. Anoche observó a su padre buscando en la radio, con un sonido chirrión de honda corta, otra emisora. El volumen bajo, casi imperceptible si no estabas cerca. Al final una voz de mujer con tono chillón hablaba de Radio España Independiente, de la Pirenaica. Escuchaba proclamas extrañas, hablaban de Franco, ese hombre tan bueno según la maestra, que salvó a España de tantos males, de los malvados comunistas, de los que atentaban contra la religión y querían destruir España. Pero esta mujer no decía eso. Lo ponía de asesino, sanguinario, traidor y fascista, dictador amigo de Hitler y de Musolini. Pronto caería su régimen y volvería la república para liberar a los trabajadores del yugo del capital, pregonaba.

Entonces tuvo miedo. Miró a su padre con preocupación esperando respuestas, pero él seguía con la oreja pegada a la radio, como ausente embebido en el tono y el verbo de aquella señora que iba revelando cosas que no comprendía. Su madre no dejaba de repetirle que un día tendrían un disgusto, que alguien podía oírlo y decírselo a los civiles que le llevarían detenido al cuartelillo. Él ya sabía como se las gastaban los civiles, los otros niños mayores comentaban como actuaban; las palizas y amenazas, el desprecio y la soberbia que les caracterizaba para con los vencidos y el servilismo que practicaban con los vencedores.

Entonces el mundo cambió para él. Todas las noches, sin que su padre se diera cuenta, se acercaba a la radio para oír lo que decía aquella mujer y otros que hablaban. Disimulaba para que sus padres no notaran su interés, para que los civiles no pudieran descubrir que lo oía todo. Por la noche daba vueltas a las cosas intentando descubrir que había detrás de todo aquello. Perdió la fe en lo que decía la maestra, empezó a descubrir la injusticia y el abuso del señorito, a respetar al campesino explotado que rendía su gorra al paso del soberbio señor en su caballo. Le habían puesto en cuestión el sistema y el orden que lo mantenía. Aquello no tenía por qué ser así. Por primera vez vio al señorito en simetría con los demás y empezó a no comprender las diferencias; si su padre trabajaba la tierra más que el dueño, si los frutos que daban eran producto de su trabajo, por qué el señorito solo se limitaba a recoger los beneficios. Algo no cuadraba...

La verdad es que se acababa de sembrar una semilla. Esa semilla daría su fruto dentro de unos años. Esa semilla era la semilla de la duda, del cuestionamiento de todo, del pensamiento libre y de la búsqueda de la razón y el sentido de la vida. Había pasado del conformismo y de la entrega sumisa, al campo del librepensador, de la duda y la pregunta eterna. Había iniciado su huída de la mediocridad. En ese momento empezó a asimilar que su lugar no estaba en el campo al servicio del señorito, que debía estudiar para ser maestro, médico o cualquiera otra profesión que le sacara de allí, que le pusiera en otro lugar para comprender al mundo que se le había venido abajo. Tal vez la semilla del humanismo empezó a arraigar en su interior, ese humanismo sobre el que pivotaría el cambio de la España de los 70... ¡Cuántos niños fueron inseminados en esas circunstancias!...habría que dejar crecer ese árbol para recoger el fruto....

40 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Caramba Antonio, has estado "sembrado"...

Abuela Ciber dijo...

Una reseña magnifica la que has entregado.
Mirado desde mis ojos de uruguaya, en esas èpocas nuevamente inmigrantes españoles llegaban a nuestro puerto y los brazos de mi país los recibieron.
Se de esa época no sólo por los libros o letras escritas, leidas y escuchadas en aquellas radios en forma de iglesia.
Sino por compañeras de escuela, una de ellas amiga hasta el día de hoy, y mas tarde por vecinos cuando yo ya era una mami.
Recuerdo a Angel y Mercedes contarme tantas cosas de sus tierras, habian emigrado jovenes, primero él y se trajo a la "gallega" como decia con cariño.
Su pasaje por la milicia y la comida que su madre le lleveba con tanto sacrificio.

Progresaron por acá y con los años vinieron a visitarlos los parientes, recuerdo a la abuela toda de negro.

Recibe querido Antonio un fuerte abrazo en este aniversario, que por lo que me comentaste en el blog lo has vivido magnificamente bien en familia.

Entre nos, pues mira que eres jovencito 59 recien!!!!!!!!!

Muchos cariños para ti y familia.

Peter Pantoja Santiago dijo...

...Pues que sean muchos mas, y remontarse en fotos de antes nos hace ver la diversidad del tiempo al pasar!!

Peter

Belkis dijo...

Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan. (Nietzsche)
Gracias por dejarnos esa reseña tan maravillosa de lo que fue tu infancia. Gracias a esa avidez de conocimiento que tuviste desde niño, pudiste desarrollar tu pensamiento y ser capaz de discernir entre lo verdadero y lo falso para luego actuar en consecuencia. Es un gran logro. Las fotos son maravillosas.
Felicidades por tu cumpleaños y espero que lo hayas celebrado estupendamente. Muchos abrazos Antonio

Antonio dijo...

Gracias María Jesús, Me ha salido del corazón. Son recuerdos de una infancia mía, y de los demás, que difícilmente se olvida.

Antonio dijo...

Abu, los españoles de bien no olvidamos lo que hicieron los hermanos de américa por los refugiados de nuestra guerra civil. Los rebeldes los expulsaron por las armas y les desalojaron del poder obtenido democráticamente. Lo mejor marchó al exilio con sus ideas y su capacidad creativa.
Un abrazo

Antonio dijo...

Gracias Peter.
Un abrazo

Antonio dijo...

Belkis, yo creo. Creo en la voluntad de la gente cuando están bien orientados, creo en su bondad y en que lo que se siembra hoy se recogerá mañana. Pero sobretodo creo en que los pueblos evolucionarán en función del conocimiento y desarrollo de cada uno de sus miembros. La revolución se ha de hacer desde el conocimiento de todos y cada uno de los seres humanos y no desde la alienación y el sometimiento.
Un abrazo

Mar dijo...

Muchísimas felicidades!!! Tu entrada genial como todas, disfruto leyendo cada letra.

Y muy feliz fin de semana!

Besitosssssss

Jose Antonio Cabrera Ramirez dijo...

Eres 10 años más pequeño que mi padre que tambien cumplio ayer años.
Gracias por compartir recuerdos.
Un abrazo

Antonio dijo...

Gracias Mar. Muchos besos y espero que todo te vaya bien.

Antonio dijo...

Fíjate, ya tenemos algo más en común. Mi segundo apellido es Cabrera y nos separan diez años. Tiempos difíciles aquellos.
Un saludo

Maripaz dijo...

Antonio, muchas felicidades!!!

Te deseo que cumplas muchos años más.

Me ha encantado la riqueza con la que describes toda una epóca...me has emocionado.

Las fotografias, un autentico tesoro!!

Un abrazo

Antonio dijo...

Gracias Maripaz. El próximo año le coloco el 6. El tiempo pasa volando.
Un abrazo

Circe La Hechicera dijo...

Mi querido y recordado Antonio, antes que nada, feliz cumpleaños!!!!, me ha encantado tu relato, lleno de historia, vivencias y sentimiento. La semilla ha germinado y de que manera... dejando ricos frutos que todos los que te conocemos disfrutamos con mucho cariño. Enhorabuena, mi entrañable amigo, sigue sembrando y cosechando afectos. Besosss Grandisimoss!!!

Antonio dijo...

Gracias, querida amiga Circe. Los afectos son frutos que se intercambian para nutrir nuestras almas.
Espero que las cosas vayan a mejor por tu país también.
Mil besos

m.eugènia creus-piqué dijo...

Felicidades Antonio, eres un bebito todavía y tienes mucho por vivir, sín duda que tu aniversario con el pequeñajo lo ha hecho más feliz.Las fotos de aquellos tiempos son las que son,miseria y más misera.Saludos.

Antonio dijo...

Gracias Geni. 59 no son muchos aún, espero muchos más. Eso sí, no se si soy un bebito, pero me lo "bebí to" empezando por una buena botella de Rioja Beronia... jajaja...
Un beso

Myriam dijo...

Muy Feliz cumpleaños, ANTONIO, yo también soy acuariana y los estoy cumplendo el miercoles 10.
Espero que hayas disfrutado mucho tu dia, en companía de los tuyos y que se te cumplan tus deseos.

Las fotos preciosas, gracias por este regalo. Y sobre la Historia de España: en efecto, que triste época
ensangrentada y amordazada. Cuánto dolor y cuántas cuentas hay aún por saldar, principalmente por aquellos que aún no han podido enterrar a sus muertos.

Sin embargo y a pesar de, o tal vez por.... hoy, miremos desde este presente en democracia hacia un futuro más benigno.

Un fuerte abrazo

Antonio dijo...

Gracias Myr. No sé por qué pero me daba la sensación de que eras acuariana. Ese canto a la libertad, al entendimiento entre los pueblos, a la amistad, al amor y las relaciones humanas son propias de acuario, aunque no crea mucho en estas cosas.

El día 10 estaré contigo para celebrarlo, aunque sea en espíritu

Los hijos de esa etapa estamos curtidos en mil hechos cargados de injusticia. Eso nos marcó y puede que ese sea nuestro mejor acicate para seguir luchando por la equidad.

Besos y mi felicitación por adelantado. Yo ya te cogí, bueno te tomé, la delantera y por mucho que corras no me alcanzarás, siempre seré mayor y cumpliré antes, jajaja…

Besos

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Felicidades por tu cumple, Antonio. Un texto magistral, que me ha emocionado al verme también representado por ese niño que esperaba lleno de churretones al padre, que llegaba derrotado ya de noche.
Gracias, amigo. Un abrazo.

Antonio dijo...

Querido amigo Juan, como le decía a Myr, los hijos de esa generación estamos curtidos en mil hechos cargados de injusticia.
Gracias por la felicitación. Los importantes ahora son los que quedan por llegar.
Un abrazo

Ciberculturalia dijo...

Querido Antonio, en primer lugar felicidades, (veo que como yo eres acuario)así es que en cuanto salga a cenar me tomaré una copa del mejor vino a tu salud.
Has hecho un buen recuerdo-homenaje a aquellos díficiles y complicados años
Un beso

Antonio dijo...

Carmen, me encantan los acuarios... me refiero a los signos zodiacales, aunque los otros también.
Te incluyo en la lista de acuarios, junto a Myr.
Yo no creo en estas cosas, pero sí en la profecía autocumplidora, que tiene algo que ver con el modelado.
Un beso

Juan Antonio ( Amaneceres mios) dijo...

Felicidades lo primero.Gracias por describir de una forma tan sublime el paisaje de mi "Juan Andaluz".

Eres enorme.

Annick dijo...

Como no teníamos de nada , todo lo hacíamos con anhelo y gana .
En Francia , la post-guerra tambien fue dificil .

Saludos desde Málaga.

Antonio dijo...

Gracias Juan Antonio, por tu felicitación y tu comentario. Tú conoces tan bien como yo los avatares de esta Andalucía nuestra.
Un abrazo
PD. Veo que has cambiado la foto de tu blog

Antonio dijo...

Es posible Annick, que en Francia la posguerra fuera dura, pero al menos no reinaba el odio y la venganza entre hermanos. Una guerra civil es la más incivil de las guerras.
Un saludo

Txema dijo...

Felicidades Antonio. Espero poder leerte muchos más años, algo que resulta ya un placer.

Y tu siembra didáctica dará su fruto.

un abrazo especialmente fuerte.

MRB dijo...

Me uno a tu generación, soy del 50, pero cada región tiene su propia historia.
Un abrazo.

Antonio dijo...

Gracias Txema. 59 son pocos aún. Seguro que seguiremos en la brecha unos cuantos más.
Un saludo

Antonio dijo...

Ciertamente Shanty, cada lugar tiene su historia y los avatares de sus generaciones son propios, aunque en estos últimos años se están produciendo interconexiones que hacen todo más universal; esto es una prueba de ello.
Un abrazo y vivan los 50.

LUNA LLENA dijo...

Feliz cumpleaños!
Magnífica la reseña de tu infancia, las fotos buenisimas, me ha llamado la atención que en estas fotos la gente pese al trabajo duro y los tiempos difíciles, sonrien.

Yo soy del 54, recuerdo lo de la radio y a mi madre cantando mientras hacia la comida, vivia en Barcelona... recuerdo el carro de la basura tirado por un caballo y al basurero tocando la tronpeta, mi abuela sentada en la puerta de casa junto con otras vecinas cosiendo y contadonos romances antiguos a toda la chiquilleria del barrio, eramos pobres, jugabamos en la calle, volvia a casa muy sucia y mi madre me lavaba en un barreño que tenia en la cocina.

Careciamos de muchas cosas materiales, pero yo era muy feliz.

de nuevo FELICIDADES!

Antonio dijo...

Ciertamente, Luna Llena, éramos felices con cualquier cosilla. Se sentía la libertad de la calle, el juego con los amigos, los revolcones y peleas de barrio. Una forma muy especial de socializarse. Pero en el fondo lo que primaba era la edad, la inocencia de la infancia y la despreocupación.
Gracias por tu felicitación y vivan los cincuenta.

Sergio dijo...

Cuando ese niño despertaba y recibía esa semilla, este otro nacía. Y unos años mas tarde pasó por un proceso similar, pero no ha conseguido todavía ser capaz de plasmar por escrito esas vivencias, ni de articular el pensamiento con esa claridad con la que tu lo haces. Por eso no me queda otra que felicitarte y sentirme reflejado en tus palabras. Como tan habitualmente sucede.
Un abrazo.

emejota dijo...

Lo primero: muchas felicidades y larga vida para seguir metiendo el dedo en la llaga.
Los que vivimos aquellos días sabemos agradecer la excelente y sentida narración que has hecho. Y el clero en su sitio, prometiendo mandando callar y aguantarse a los pobres. Un saludo.

stella dijo...

La fotografía que dejas del ayer tambien desde la radiografía de tu síntesis me ha ido emocionando , indiscutiblemente fueron tiempos tiempos duros y dificiles los de ayer, que aun a su pesar concibió hombres libres, auténticos, justos y solidarios, aunque por desgracia no todos evolucionaron mente y corazón haciendolos grandes
leerte ha sido hermoso Antonio, volveré a menudo a visitarte
Un abrazo
Stella

Antonio dijo...

Amigo Sergio, sabes tan bien como yo, que somos hijos de una etapa difícil, de un periodo dónde el esfuerzo personal de muchos pudo con las limitaciones que el sistema imponía y trabajamos, estudiamos y luchamos por salir de esa situación. Gracias a ello las cosas cambiaron.
Un fuerte abrazo

Antonio dijo...

Hola mjt. Gracias por tu visita y comentario. Bienvenida a esta casa virtual donde siempre serás bien recibida.
Veo que viviste esa época al igual que yo. Lo que dices del clero es una gran verdad. Eso parece que lo han olvidado. Eran un instrumento del régimen al que llevaban bajo palio, controlando las mentes de los ciudadanos, pobres, trabajadores y asalariados para facilitar el sometimiento.
Un saludo

Antonio dijo...

Amiga stella, la cuestión, bajo mi punto de vista, es que las generaciones se pueden reprimir y someter, pero a la siguiente generación, por mucho que se quiera controlar, los jóvenes se rebelan y crean su propia realidad. Es un interesante asunto para reflexionar sobre él.
Un abrazo

El derecho a opinar

  Por: Antonio Porras Cabrera Publicado en: https://xornaldegalicia.es/opinion/el-derecho-a-opinar-por-antonio-porras-cabrera https:...