Empiezo a colgar, con esta etiqueta, algunas ocurrencias o pensamientos de mayor o menor ingenio, que afloran de forma inesperada como respuesta a un estímulo casual, dónde la reflexión singular pretende plasmar una idea de cierta originalidad y de especial trascendencia en el proceso de razonamiento o asimilación de las vivencias personales.
Esta no es mía (creo que es de Unamuno), pero siempre me ayudó a comprender mejor las circunstancias que se dan en una interacción con otra persona, por lo que creo tiene derecho al privilegio de ser la primera en publicarse:
“Entre tú y yo no somos dos personas, sino seis: Tú tal como eres, tú tal como te ves y tú tal como yo te veo; yo tal como soy, yo tal como me veo y yo tal como tú me ves”.
Esta no es mía (creo que es de Unamuno), pero siempre me ayudó a comprender mejor las circunstancias que se dan en una interacción con otra persona, por lo que creo tiene derecho al privilegio de ser la primera en publicarse:
“Entre tú y yo no somos dos personas, sino seis: Tú tal como eres, tú tal como te ves y tú tal como yo te veo; yo tal como soy, yo tal como me veo y yo tal como tú me ves”.
3 comentarios:
Tienes toda la razón, Antonio. O bueno, la tiene Don Miguel, por mucho que uno se esfuerce los demás siempre te ven con sus ojos, nunca con los tuyos...Esa es la cosa.
Un abrazo,
Inma
A ver si escribes más y a ver si me lees más.
Querida Inma, todos los días entro en tu blog y leo tus escritos y los comentarios, aunque estés sin escribis desde el 19 de febrero al 3 de marzo. Todo ello tiene un fundamento, que es mi admiración personal por ti y por la gente con la que te codeas. No obstante procuraré dejar mis comentarios en tu blog más habitualmente.
Un abrazo para ti y Federico
¡Oye, que no es egocentrismo! Es que he visto que es la única manera de contactar, leerte a ti me motiva a escribir y por tanto pienso que al revés sucede lo mismo.
Un abrazo y recuerdos a Loli.
Inma
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