Últimamente voy de poesía. La
poesía, al igual que cualquier otro tipo de manifestación, puede servir para
expresar sentimientos, ideas, emociones, etc. En el fondo sirve para compartir
una visión de algo, de la vida, con los demás. Hoy quiero gritar contra el banquero. Esa especie de codicioso y
mal gestor, de saprofito de las finanzas y la vida, que gana sueldos blindados
millonarios, inmensamente superiores a cualquier otro, pero juega con el dinero
del impositor. O sea, que sus ganancias vienen de dar menos a quien le deja a
recaudo su dinero, de cobrar mucho a quienes se lo presta, de no dar los
mejores beneficios a sus accionistas y de jugar con el salario de quien trabaja
para ellos, o de hundirse en la banca rota para que sea el Estado quien le
saque, tras haber mal gestionado los recursos y dejar préstamos a bajo coste, o
fondo perdido, a sus amigos, entorno y al entramado político. Como están las
cosas, esto, al menos, es terriblemente cabreante. No son solo los gestores
políticos los culpables, sobre los que he cargado ya muchas veces, sino que
estos, sus aliados, los están utilizando para enriquecerse...
Ya conocéis lo que es un soneto, pero os lo recuerdo: Está compuesto por dos cuartetos que riman (11a,11b,11b,11a) y dos tercetos encadenados... En este caso le coloco un estrambote, que son unos versos a modo de sentencia, donde me permito no someterme a la métrica.
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Banquero
Es usted un ladrón y un embustero
va cobrando su sueldo inmensurable
evitando que el pueblo de ello hable
y haciendo al ciudadano pordiosero.
No tengo calificativo más certero
aunque a usted le parezca imperdonable
que llamarle de forma despreciable
ladrón, embaucador y mal agüero.
Si el banquero de esa forma se enriquece
es que roba al currante, al accionista
no dando a impositor lo que merece
o subiendo el interés de prestamista
y a la vista está y eso parece
que nos deja con cara pesimista.
Estrambote:
La teta del Estado no está para ese lado
es para el pueblo de trabajo honrado
y no para botines desalmados.
Antonio Porras (5/6/13)
5 comentarios:
Cierto, banqueros, pero que gustaría aclarar que no te refieres a los empleados de bancos que trabajan como cualquier hijo de vecino. Ellos no tienen nada que ver...
Besos, poeta.
No me refiero a los trabajadores, sino a los empresarios de la banca. De los trabajadores hablo cuando digo: "de jugar con el salario de quien trabaja para ellos..." Es decir, de no pagarles el dinero que producen, puesto que se lo llevan sus grandes sueldos y sus primas y jubilaciones impresionantes.
Besos, Myriam
A los trabajadores también los engañan. Hace dos meses, Mº José, la jefa de la sucursal de Cajasol de mi barrio me anunció que a partir del día 15 de mayo la oficina cerraría y que nosotros deberíamos acudir a sucursal de La Caixa, donde ella nos atendería mejor porque era más grande y habría más empleados.
En efecto, han cerrado Cajasol y ahora acudo a la Caixa para ingresar o sacar dinero, pero no he vuelto a ver a Mª José ni a su compañero. Me da que los han despedido. Muy acertado tu poema. Abrazos
Pues parece que por sus sueldazos, primas y jubilaciones han arreglado el país. Cuando lo que pasa es que su mala gestión tiene que arreglarla papá Estado.
Se merecen eso y más, cierto que el Estado no está para eso o no debería de estar, pero la realidad es otra, y estará mientras los dejemos, estupenda la chirigota
Feliz domingo
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