viernes, 3 de febrero de 2012

Andalucía (IV)


Cuevas de San Marcos (Málaga).
Mi pueblo desde la Sierrezuela

Cataluña, mi otra tierra…

Bien, pues en este pueblo andaluz he pasado 50 de los 60 años de mi vida y los 10 restantes en Cataluña, por eso digo que tengo 5/6 de andaluz y 1/6 de catalán.  Por tanto, tras dejar de manifiesto la singularidad andaluza y la cultura de su viejo pueblo, que se ancla en la noche de la historia, también quisiera hacer algunas observaciones sobre mi otra tierra, mi segunda patria chica, que se verán condicionadas por mi limitado conocimiento de su historia, si bien hay elementos precisos de la misma que dan una idea concreta de por donde van los tiros de la realidad actual.

Mientras que Andalucía, como ya he dicho, se incluyó en el Estado español desde la guerra y la rendición, desde la desestructuración de su sistema previo y la instauración del que portaban los vencedores, Cataluña realizó una integración diferente. Cuando se unen las coronas de Castilla y Aragón lo hacen desde la simetría, desde la igualdad y por acuerdos específicos que consideraban y respetaban los fueros de cada reino. Era como la unión de dos patrimonios matrimoniales, que si bien no pasaron a ser gananciales, se vinculaban bajo la misma corona sucesoria formando una unidad de Estado. Por tanto, Cataluña mantuvo su singularidad y especificidad, sus fueros y estructura social, su sistema económico y productivo, su lengua, a la par se le abrieron fronteras, en mayor o menor medida, para desarrollar su comercio.

Monumento: Castellet en Tarragona
No quiero entrar en la legitimidad de Fernando el Católico para ser rey de Aragón y sus maniqueos movimientos para conseguirlo, tras la sospechosa muerte de su medio hermano Carlos, Príncipe de Viana, que se consideraba el verdadero heredero de la corona de Aragón, y que llevaron la guerra civil a estos reinos; ni tampoco en los hilos que movió su católica esposa para lograr el de Castilla en la disputa a su sobrina Juana, llamada “la Beltraneja” por no considerarla hija legítima del rey Enrique IV, apodado el Impotente y medio hermano de Isabel, y adjudicada su paternidad a Beltrán de la Cueva. Los nobles castellanos, descontentos con Enrique, habían entronizado a su medio hermano Alfonso, dos años menor que Isabel, como rey de Castilla en la llamada Farsa de Ávila, pero hete aquí que su prematura muerte, de la que se sospecha envenenamiento, abrió la puerta del trono a Isabel. Podemos concluir que la subida al trono en ambos casos, no estuvo exenta de irregularidades, cuando no de recelos y suspicacias. Saco todo esto a colación para poder observar dónde se ubican los inicios de este Estado español que nos ha tocado vivir, al menos en la conformación actual. 

Monasterio de Montserrat
Por tanto, Cataluña se integra con un respeto a sus fueros y sus peculiaridades. Siendo ambos reinos de profesión cristiana, preservan sus leyes hereditarias, sus hábitos y costumbres, su estructura social y sus clases intactas, incluyendo su mundo artesanal, y su idioma, o sea, sus fueros. Hasta que aparece otro hecho relevante que rompe esa dinámica, como es la guerra de sucesión, su alianza con el Archiduque Carlos de Austria y la victoria de las fuerzas de Felipe de Anjou en 1714, tras dejar los ingleses colgados a los catalanes. De aquí que su diada del 11 de septiembre se celebre en “El fossar de les moreres”, donde fueron enterrados muchos de los caídos en esa guerra, que a la postre, tras la promulgación del Decreto de Nueva Planta invocando el derecho de conquista, les llevó a perder sus privilegios y a integrarse en el nuevo reino a la par que el resto de regiones, aboliendo sus libertades y constituciones.

El fossar de les moreres
Felipe V, mediante el citado Decreto de Nueva Planta, intentó dar una estructura centralista al Estado, por lo que se abolieron las cortes de los diferentes reinos, así como sus leyes particulares y el uso de la lengua propia en su caso… Sólo existían las Cortes de España, las cuales por otro lado eran consultivas. Quiso fraguar un proyecto al estilo de su abuelo Luis XIV en Francia donde el rey era la encarnación del Estado, y por lo tanto dueño absoluto de todo, del territorio, de la jurisdicción (de las personas), la máxima autoridad de la que dependían todas las instituciones y con poder prácticamente ilimitado. Era fuente de ley, autoridad máxima de gobierno y cabeza de justicia.
Barcelona desde el Parque Güell
Eso mantuvo un persistente conflicto interno que sigue sin resolverse en la actualidad. De hecho Barcelona era una ciudad sitiada permanentemente. Desde dos fortalezas militares, como eran la Ciudadela y el castillo de Montjuic, era bombardeada ante cualquier atisbo de rebelión. Así pues, podríamos decir que el gran problema de España continua siendo su vertebración. Ello ha estado en la base de todas las contiendas civiles que hemos sufrido y en la falta de encuentro que persiste.

(Continuará)

13 comentarios:

Eastriver dijo...

Bueno, tú sabes amigo Antonio que yo siempre digo que el problema de España, a parte de su vertebración, que obviamente es cierto, sigue siendo la suspicacia y los sentimientos poco puros, de un lado y de otro (lo cual se deriva de lo primero, claro). Pues bien, si todo el mundo hiciese un acercamiento a mi tierra desde un respeto semejante al que te gastas tú yo creo que medio problema estaría solucionado. Porque criticas decisiones catalanas cuando lo consideras, pero esa crítica nunca suena a desconfianza, lo cual es extraño por lo poco usual. Yo estoy seguro que si Catalunya se sintiese mejor tratada, más comprendida, seríamos muchos menos quienes nos planteásemos la construcción de un nuevo estado independiente.

Respecto a tu recorrido histórico, nada que objetar. Decir sólo que ya Catalunya se había unido a Aragón por las bodas reales de la época, pero manteniendo sus particularidades. Claro, tanta unión y tantas particularidades nunca acabó de cuajar: unidos a Aragón manteniendo una cierta independencia, y luego Aragón unida a Castilla manteniendo una cierta independencia Aragón y dentro de ésta, a su vez, Catalunya... Demasiado complicado, a veces duda uno que esto pueda funcionar alguna vez.

Lo curioso, lo sorprendente, es cómo las naciones se mantienen a través de los siglos, y cómo ciertos sentimientos no se aguan ni queriendo. Porque este sentimiento catalanista no desaparece, siempre vuelven, cambian las generaciones y sigue estando ahí. Supongo que el sentimiento de pertenencia debe ser muy humano, sino se hace difícil de entender que estas cosas regresen siempre, que nunca dejen de estar.

Un abrazo admirado y agradecido.

Antonio dijo...

Gracias Ramón por tus palabras. Ya sabes lo que digo sobre mi sexta parte catalana. Creo que hay demasiados prejuicios, demasiados pensamientos enquistados, demasiada gente que opina desde la visceralidad y desde lo emocional y poca que lo hace desde la racionalidad y desde la concepción universal del ser humano, a la par que desde la experiencia real de convivencia con la gente de uno u otro lugar
Los nacionalismos se sostienen desde la imposición de un poder sobre otro, o sea, desde la intolerancia y el desprecio a la diversidad.
El nacionalismo español es una tendencia clara de la derecha heredera del estado absolutista que representó el sistema monárquico. Los otros nacionalismos son reactivos ante su represión, al menos para mí, pero hay intereses de grupo que siembra el desencuentro en uno y otro bando hasta crear conflictos y tensiones que siguen sosteniendo el desencuentro a través del tiempo...
A mí me revienta que la gente opine sin argumentos y conocimiento, pero con la mente cerrada y llevada por prejuicios.
Ciertamente, los reinos de Aragón tenían sus propios fueros y Cataluña su peso específico en su gobernabilidad. Era una alianza desde el respeto a cada lugar, pero eso fue anterior a cuando inicio mi relato, como bien sabes.
Un abrazo afectuoso

Higorca Gómez Carrasco dijo...

¡¡No sabia yo de tu vena catalana!! Ha sido un placer leer toda tu historia, también los comentarios tan oportunos y bien hechos. Como bien sabemos hay muchos blogs, la mayoría de ellos están escritos con cosas "triviales" en cambio este es fascinante, es de esos que se leen, se releen y vuelves a lo mismo. Aprender es algo maravilloso y nunca terminamos de hacerlo. Estoy de acuerdo con Eastriver, si se acercaran con ese respeto necesario entenderían y nos entenderían un poco más. La verdad es una pena lo que esta pasando últimamente en esa mi querida tierra. Yo no quiero la independencia, me siento muy española, pero también muy catalana, añoro ese trozo de la península.
Perdón, no puedo seguir hablando de ella, pero sí seguiré tus entradas excelentes de ese lugar llamado Catalunya.

emejota dijo...

Bueno, bueno, pues tras leer todo con gran placer solo puedo admitir una realidad: debo tener una tendencia natural a disfrutar con la diversidad, sin embargo a lo largo de mi vida he podido comprobar que tengo una inclinación particular por levante y por el norte de nuestra piel de toro, sin embargo si la vida me hubiera permitido otras circunstancias me consta que me habría enraízado en Andalucía con la misma naturalidad que lo he hecho en las otras zonas. Las mujeres andaluzas tienen un ángel y un salero del que adolecen las del resto de las regiones. De los varones, no lo tengo tan claro, pero simpáticos y educados siempre me han demostrado serlo. Bs.

Antonio dijo...

Gracias Higorca. Mi vena catalana es del año 1967 y hasta 1977. Fueron 10 años de mi juventud en que trabajé allí intensamente y estudié a la vez. De esos que te marcan en el proceso deformación y maduración.
El gran problema que tiene este país, es esa soltura al emitir juicios sin conocer el elemento sobre el que se opina. Yo he conocido bastante gente que da una opinión ex cátedra sobre catalanes, vasco, andaluces, etc. sin ni siquiera haber estado en esa comunidad, sin conocer su historia real y la cultura de ese pueblo. Son el producto de una generación que fue educada en el franquismo en una España única, si aceptar las diferencias, sino intentado someterlas a la idea absolutista, cuestión que tocaré en mi próxima entrada de las dos españas.
Si nos preocupáramos de conocer a la gente, de acercarnos sin dejarnos llevar por los prejuicios que nos meten grupos interesados, todo sería diferente y habría convergencia en la universalidad del hombre… de eso estoy seguro.
Gracias por tus palabras de halago que son motivantes.
Un abrazo

Antonio dijo...

Hola emejota. Tú tienes un componente universal que escapa a los localismos, al menos eso pienso. Unir el mediterráneo con el norte es conjugar las esencias de este país. Hay mucha gente que no se siente afín y no entiende y comprende a los demás por ser unos intolerantes llevados por ideas enquistadas, sin procurar comprender esa diversidad como enriquecedora, sino como confrontante y conflictiva. Allá ellos, aunque nos afecta todos…
Deduzco que Loli te resultó salerosa y yo no tanto, jejeje…

Un beso cariñoso cargado de salero si es posible…

Josep dijo...

Perdón, el comentario lo he borrado yo por equivocación.

Antonio, Si quieres que te diga la verdad me gustó mucho más lo que me mandaste hace una semana del cómico que hacia referencia a la España a través de las monarquías. No es porque tú lo hayas hecho mal, no, al contrario. Es que esta mañana he vuelto a casa después de estar en el hospital por un principio de neumonía, que como tú sabes muy bien los que tenemos algún tipo de cáncer en la sangre, una neumonía es fatal. Si que me ha gustado tu escrito Antonio, lástima que esto solo lo haga quien es una persona agradecida al lugar donde ha vivido (y tanto da donde haya sido) Tu Antonio no solo eres agradecido sino además has tratado y conseguido aprender quien era aquella gente que se revelaba continuamente ante una España que nos han dicho siempre que era de todos. Y de todos no Antonio. Será de Castilla. De una Castilla que a base de imponer (que palabra más horrible) consiguió ir ganando regiones como así nos llaman a todos. A Andalucía también. Vergüenza de reinado y su iglesia cuando expulsa a unos señores con una cultura mejor que la suya. Y entonces impone: todo para el ganador, Con toda la gran riqueza de tu tierra, y buena parte de la lengua incluida. Y los señoritos para allá, y que trabajen los tontos. Cuanta razón “Los santos inocentes”. Cuantas veces la le leído y cuantas veces he escuchado a Paco Ibáñez. Bueno, ¿de Catalunya, que le interesaba? pues le interesaba Catalunya, no Soria o Valladolid (por ejemplo). Y Catalunya con toda seguridad, ya lo dijo el que fue Padre de la Constitución. O Portugal o Catalunya!, y fue independiente Portugal, porque no pudo con las dos. Catalunya se jodió, porque Inglaterra nos dejó tirados, y la pérdida fue muy dura, es muy dura. Más de 300 años. Y creo que a partir de ahora todo va a ir peor.
(Perdona que diga una cosa: Esto de los Padres de la Constitución ya me está tocando las narices: entre Fraga y este…)
Que nos quedará?. Pues nada, solo el recuerdo de lo que pudo ser y no fue (se dice así, verdad?) Se habla de Independencia. Que independencia?, quien la va a traer?, hay algún político de verdad. Y si lo hubiere, alguien nos va a dejar? El PP que ya ha conseguido que ni en Valencia ni casi ni en Mallorca se hable su lengua (otra imposición) No tenemos Bancos, no tenemos dinero ni lo tendremos, pagamos más que nadie, si. Otras Comunidades se aprovechan de nosotros, no
Antonio, y por último. Me gustaría que te contestase alguien que no quiera a Catalunya, Que están a miles! alguien que te diga que somos unos fenicios, y unos insolidarios, y unas mentes cerradas, como me dijo una valenciana no hace mucho, no como insulto, sino como pensaba. Yo solo le diría que diga lo que quiera, pero cuando esta persona ya le está bien hay boicots, Manifiestos, firmas y demás. Que firme solo cuando le pregunte el Gobierno de turno, que si no les gustamos hacemos un referéndum y ya está.
Antonio, tu y yo no nos vamos a enfadar, como me voy a enfadar si eres una persona com déu mana, y súmale a ello que tengo más andaluces, asturianos vascos y gallegos en la familia que la hostia. Bueno los gallegos los descuento porque son muy catalanistas, pero joder con los asturianos y su don Pelayo.
Soy un poco más quisquilloso que Ramon, verdad?
Un abrazo.

luna llena dijo...

Hola Antonio, este blog es una maravilla, tanto lo que escribes como los comentarios, cada cual expresa libremente su opinion y se pueden compartir,o no, las opiniones pero lo importante es que se nota que son sinceras y libres.
Mis abuelos vinieron a Barcelona allá por los años 20, llegaron de Granada y Almeria y es curioso, sus apellidos eran catalanes, Oller, Barnes, Bervell.
Creo como tú que hay intereses ocultos, a los cuales interesa que los pueblos se enfrenten, gracias por recordar esos 10 años que pasaste aquí, con tanto cariño. Es lamentable que por cuatro gatos, fanaticos de uno y otro lado, paguemos el pato muchos catalanes.
En catalunya la mayoría solo queremos: trabajo, paz, justicia y que se nos respete nuestra lengua y nuestra cultura, ni mas ni menos que lo que quieren el resto de los pueblos de España.
He viajado por toda la península con mi marido y mis hijos y siempre encontrabamos a alguien que había trabajado en Catalunya y guardaban un buen recuerdo y es que no somos tan tacaños ni tan antipaticos como algunos dicen.
Tengo un yerno y una nieta asturiana y una nuera polaca que es un tesoro, siempre pienso que los dos solteros me podrian traer una nuera china y otra de cualquier parte.
El Mundo se ha hecho muy pequeño, esta cambiando y los nacionalismos no tienen razon de ser, solo sirven a manipuladores que normalmente solo les interesa dominar en beneficio propio.
Un abrazo, desde esta tú otra tierra.

Antonio dijo...

Josep, gracias por tu amplio comentario, que es más una aportación interesante. Creo que todos estamos mediatizados por la propia existencia, por las vivencias, creencias y actitudes que se fraguan a lo largo de nuestra vida. Por tanto es evidente que no todos podemos tener la misma visión de las cosa, pues cada cual tiene un prisma diferente, otea la historia desde lugares distintos, desde donde no escapa el aspecto emocional y cultural.

El gran problema que se nos plantea, bajo mi criterio, es que no somos capaces de entender que cada cual tiene esa visión diferente y que el resultado puede y debe ser el sumatorio analítico y aséptico de esas ideas. En cierto sentido, cuando yo fui a Cataluña me percaté de que España no era lo que me habían dicho en la escuela del caudillo, sino un conglomerado de gente diferente a la que había que escuchar y comprender para beber en distintas fuentes y enriquecer el espíritu crítico. A los 4 años de estar allí comencé a hablar catalán, eso sí el de la calle y el trabajo, pues en aquellos tiempos no estaba permitida su difusión, como bien sabes.

Por otro lado, un Castellano, si lo piensa fríamente, seguro que tiene argumentos muy convincentes para quejarse de este Estado y su historia, sobre todo desde que Carlos V (I para España) se cargó a los comuneros, un movimiento bastante interesante, y fue cargando sobre los hombres de los castellanos el mayor peso de sus luchas europeas, pues los fueros de los otros reinos les daban cierta dispensa a la hora de aportar tributos, ya que requería la aprobación de sus cortes o parlamentos (llámese como se quiera), eso sí, en contrapartida fue Castilla y sus territorios conquistados los que tuvieron el privilegio del comercio con las Américas.. En el fondo el decreto de Nueva Planta del absolutista y trastornado Felipe V, basado en la idea de su abuelo Luis XIV, buscaba el dominar a todos los pueblos del reino, de la mano de otros absolutistas como era la religión católica. Ahora bien, desde el que le había apoyado en la guerra, que era Castilla y su zona de influencia histórica. La batalla de Almansa la da alas y ya le va retirando los fueros a Valencia en cuanto la rinde. Por otro lado, nótese que como Navarra y el País Vasco no se le opusieron, no derogó sus fueros, por lo que tengo entendido y salvo que yo esté mal informado.

Yo sigo pensando, mi buen amigo, que el problema de España, y si me apuras el del mundo, no es, esencialmente, el conflicto diferencial transversal, es decir, de las peculiaridades no respetadas de los territorios, sino de las dos españas que tocaré en la próxima entrada. Esas que nos llevaron a las guerras del poder económico, de los defensores del absolutismo y del dictado, de la iglesia; contra la otra España, la de los currantes, la del pueblo llano que busca la justicia social y distributiva sin ser manipulado en falacias y conflictos territoriales y explotado por los poderosos de uno u otro territorio. Pienso que la hipersensibilidad con el tema es evidente y, tal vez, nos impida ver con la suficiente luz el bosque si nos centramos en los árboles.

Creo que mientras no sea la voluntad de los pueblos la que una y haga de argamasa en la estructura social, sin ser manipulada por unos y por otros, sino buscando la justicia social desde una concepción humanista universal, no dejarán de haber conflictos donde el gran perdedor es el de siempre. Eso sí, gilipollas de a pie los hay a montón, y se descubren nadas más oírles hablar de algo que desconocen, usando, más que las ideas, las consignas y los tópicos. Pobre pueblo si no sabe desprenderse de ese corsé que le enquista las ideas y se las comprime.

La historia nos marca, pero no debe amargarnos el futuro, sino ayudarnos para construir otro mejor para todos y no para unos cuantos con ostentan el poder social y económico.

Un abrazo

PD. Perdona mi extensión pero es que puesto a escribir no paro, soy un pelma, lo reconozco... jejeje..

Antonio dijo...

Luna Llena, no sabes lo que te agradezco ese comentario inicial. Ese es mi objetivo, que cada cual, desde la búsqueda del encuentro, exponga lo que piensa si hacerlo ex cátedra. Fíjate si hay intereses ocultos en jalear el conflicto, que la derecha tiene un filón de votos en el resto de España por haber sabido manipular la historia, por haber inoculado ideas de confrontación entre los grupos de españoles (para el que no le guste la palabra, de habitantes del Estado español) enfrentándolos mediante los tópicos y las lecturas interesadas de los hechos

Existe un estigma ancestral en el conflicto entre una España Grande, como decían los seguidores de D. Paco, y la oposición de los separatistas que quieren desmembrarla, como decían ellos. Se impone la idea de unidad territorial a la de unidad de voluntad. En el primer caso solo se puede hacer por la violencia y la sumisión al Estado poderoso, en el segundo por la voluntad soberana de la ciudadanía responsable y aséptica, de sus pueblos bien formados e informados y libres de ingerencias y artefactos mentales que condicionen su decisión. Con esto me refiero al radicalismo que enajena voluntades y mentes al criterio sano del discernimiento personal. Y este radicalismo se da tanto en el nacionalismo españolista como en cualquier otro.

Un abrazo y gracias por tu aportación.

Myriam dijo...

¡Interesante combinación la tuya Andaluzo-catalana! e interesante también lo que expones de la vertebración de España.

Un beso

Antonio dijo...

Gracias, Myriam. Fíjate que yo pienso que Cataluña y Andalucía son complementarias desde el punto de vista cultural, pero se empeñan en buscarle el desencuentro.
Besos

Camino a Gaia dijo...

Creo Antonio, que el problema de España como el de todos los nacionalismos es que las dificultades de mantener sometida a una población, digamos los conflictos de los de arriba con los de abajo, siempre han acabado reconvertidos en conflictos entre un lado u otro, o lo que es lo mismo, los de abajo contra los de abajo.
Eso no quita que el post me parezca excelente.

Me embarga el estupor ante los hechos

  Opinión | TRIBUNA Antonio Porras Cabrera Profesor jubilado de la UMA Publicado en La Opinión de Málaga el 10 FEB 2024 7:00  ======...