domingo, 12 de septiembre de 2010

Mi Memoria Histórica


Como ya comenté en mi anterior entrada sobre mis vacaciones, ha llegado el momento de volver a plantear las reflexiones y pensamientos que nos vienen caracterizando. Hoy empiezo con este, que deberá tener continuación en un homenaje a realizar el próximo día 15 en este mismo blog.

El controvertido asunto de la memoria histórica sigue demandando claridad. Durante muchos años se airearon las barbaridades de los republicanos, que no fueron pocas, se ensalzaron y exaltaron los mártires de la religión y del franquismo y demonizaron y denigraron a los otros, a los que siguieron leales al gobierno republicano establecido en un proceso democrático, a los que no eran traidores a su patria a su gente y a su pueblo. Extraños intereses de falsos patriotas que entendieron siempre que España era suya, porque eran dueños y propietarios de sus tierras, de sus bienes y controlaban la economía. El ciudadano no era soberano, sino súbdito de esa España sumisa, sometida al poder establecido durante siglos.

Pero se silenciaron, en una complicidad perversa e inmoral, los crímenes cometidos por los vencedores de la contienda armada. Como si el ganar una guerra diera la racional razón al vencedor y permitiera justificar todo mal por ser al servicio del bien. En todo caso, lo que demostraron es que la historia la tergiversa el vencedor y sus cronistas colaboradores. Cuando fueron destrozados por las armas los regímenes que apoyaron, con su maquinaria bélica, al franquismo, tuvieron la habilidad de sacar tajada del conflicto de la guerra fría y corrieron un “estúpido velo” sobre la historia reciente para poder ser admitidos o, al menos, tolerados en el nuevo orden mundial.¡Bravo! Fueron listos…

Y entonces dan el famoso salto a la democracia, cuando muere su caudillo, cuando se produce la conversión masiva del fascismo arraigado en los cuarenta años, a los principios democráticos… ¡Qué ironía, sin un solo tiro se pasan al bando contrario, al que vencieron, y enarbolan la llama y la bandera de la democracia! ¡Ay! si los judíos hubieran hecho lo mismo en tiempos de sus majestades los Reyes Católicos, que les querían llevar a la luz, no hubieran sido expulsados de su propia patria.

Pero claro eso no es posible. Una democracia de este tipo ha de estar contaminada por fuerza. No puede ser que sujetos ideológicamente defensores del fascismo se puedan convertir por arte de magia, por iluminación del Espíritu Santo, o por birlibirloque, de la noche a la mañana, en demócratas convencidos y maestros en el tema… ¿Quién me va a dar a mí lecciones de democracia? Decía alguno de ellos, como si viniera y se hubiera formado en la mejor escuela de esta ideología…

Visto esto, se han de tapar las miserias pasadas, los crímenes y aberraciones judiciales, los fusilamientos sumarísimos y todo el sistema de represión montado en la posguerra inmediata, que perduró durante muchos años para escarnio y escarmiento de los rojos… No es posible, cognitivamente, soportar, desde la visión del nuevo demócrata converso, la confrontación entre lo hecho y apoyado en el pasado y los principios que lo condenan y repudian desde la nueva “convicción política”. Por tanto, corramos, otra vez, el “estúpido velo”… ¿o era tupido velo? Al parecer, y según los santos cánones de la iglesia, no hay perdón sin confesión, para ello, según me explicaron a mí “in illo tempore”, era imprescindible: Examen de conciencia, dolor de los pecados, propósito de la enmienda, decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia. Esto quiere decir que había que hacer un reconocimiento manifiesto del pecado, de la culpa, entendiendo que era reprobable y condenable el hecho del pecado, en este caso crimen, cerrando el caso con un propósito de enmienda y cumpliendo el castigo o penitencia. Pero si ideológicamente te sientes cerca del criminal... o renuncias a esa proximidad, o justificas sus actos.

Entonces recurren a mil artimañas. La confrontación de nuevo. Dejad tranquilos los muertos… en las cunetas, claro. Los otros hicieron más, como si eso no se hubiera publicado hasta la saciedad en el antiguo régimen. La culpa es de los rojos que quisieron vender a España. El oro de Moscú… etc. No hablan de las bombas alemanas e italianas, de los miles muertos que dejaron en
Málaga esparcidos por las fosas comunes, de la iniquidad del bombardeo de los refugiados –hombres, mujeres, niños, ancianos - que huían hacia Almería por la carretera, sembrando el terror y la muerte. Del sublime Queipo de Llano y su amigo "carnicerito", Arias Navarro y su aterrador paso por Málaga. No, de eso no hablan. Es más, yo tampoco quiero hablar más de lo que requiere la crónica real de lo acontecido, con imparcialidad, sin ira ni espíritu de revancha, sino con el solo deseo de que no se sustraiga a nuestros hijos y a la historia la verdad de los hechos.

Guardar silencio, evitar que se abran investigaciones, enjuiciar a jueces por intentar ejercer como tales para aclarar esa etapa, boicotear la apertura de fosas comunes, minimizar los hechos, etc. en lugar de condenarlos con fuerza, convicción y rabia, es una forma de aceptarlos, asumirlos y justificarlos. La prueba del algodón de todo este inmenso grupo de hijos ideológicos del viejo régimen, pasa por esa condena del franquismo. Es más, el paso siguiente ha de ser reconocer que los españoles, desaparecidos y enterrados en las cunetas y fosas comunes, requieren de una reparación que les lleve a la exhumación y entierro con honra y honor, como corresponde a quien murió por sus ideas. Porque si ahora defienden la democracia deberán reinsertarse en los principios que fraguaron la república desde el sistema democrático, por los cuales dieron su vida la inmensa mayoría de los represaliados del régimen, que ahora serían sus “camaradas”. Claro, ellos lo tienen más difícil, porque los demás, aunque no sean todos, ya demostraron antes, en la transición y después de ella, que eran demócratas. Ellos tienen esa asignatura pendiente. Su aprobación pasa por esa prueba del algodón, que no engaña. Si no se les verá el plumero como quintacolumnistas, del viejo régimen, en el democracia.

Un pueblo democráticamente sano, respetuoso con los conciudadanos, libre de prejuicios y anclado en la justicia, solo puede existir si no se le engaña. Si sabe comprende y entender que en la diversidad está la riqueza y en su conjunción la convivencia pacífica y el progreso, será un pueblo maduro. Las heridas cerradas en falso hay que abrirlas, drenarle el pus y curarlas, para que cierren definitivamente y no quede debajo de la piel ningún absceso purulento que vaya contaminando el cuerpo. Creo que es nuestra obligación hacer esa tarea, sin hurgan demasiado en la herida para no dañar más tejidos, pero con la entereza y fuerza necesaria para sacar ese pus y volver a cerrarla definitivamente. Empecemos por las fosas, por reponer la dignidad al juez Garzón, por rendir homenaje a los muertos del bando perdedor, que son los de todos nosotros y por enterrar en la historia las atrocidades cometidas en la “guerra incivil”. Después nos damos la mano como amigos y conciudadanos libres y luchamos todos por la verdadera democracia, con salud y dignidad política y social.

29 comentarios:

emejota dijo...

La propuesta me parece inmejorable, que la hiciera Garzón le ennoblece, pero, mira tu que este personaje, no se, como que no le veo muy claro y no le conozco a fondo, pero solo por el libro que escribió cuando no conseguía lo que pretendía, no se.... que quieres....demasiado protagonismo..... Algo raro debe haber por ahí. Es una apreciación absolutamente subjetiva. Un abrazo.

Myriam dijo...

Estoy absolutamente de acuerdo contigo en que las heridas hay que limpiarlas y drenarles la pus. Para poder contruir un presente digno y un futuro armonioso en su esencia, se debe limpiar primero el pasado y no barrer las responsabilidades y los hechos debajo de la alfombra.

Con respecto al Juez Garzón, ya sabes que opino que él es demasiado Juez para España, más allá de cualquier tecnisismo que haya podido saltearse, como persona humana que es.

Un abrazo

Ana dijo...

¿qué puedo decirte sobre esto? que me jode este tema, que no son democrátas convencidos, que lo son por narices, seguramente ellos no votaron por la democracia, pero como el voto es libre y secreto.....ahoran van alardeando de lo que no son, y nos piden que olvidemos,pero...¿a que no estamos dispuestos a olvidar? estoy contigo en este tema y en muchos otros. Buenísima entrada-

Un abrazo.

Antonio dijo...

Querida Emejota, indudablemente mi reflexión va mucho más allá de la actuación de Garzón a lo largo de su vida en la judicatura. Ciertamente, es un sujeto que se ha creado muchos enemigos, pues dio a diestro y siniestro... No sé bien si por ese ansia de protagonismo personal o por el deseo altruista de ejercen bien la labor a que se dedicó. Pero en este caso ha sufrido un atropello y le han echado los perros encima, han empezado la caza con él. Lo cierto es que, en este país, nadie está libre de culpa y no sabe uno quien podría tirar, con garantía, la primera piedra. Mirando debajo de cualquiera se encontrará mierda por un tubo, seguro, pero…
En fin, amiga, me quedo con la reflexión, aunque con lo de Garzón, como podrás ver a lo largo de los comentarios, hay diversidad de opiniones.

Un abrazo

Antonio dijo...

Myriam, yo creo que eso es elemental. Una herida no se cura en falso nunca, siempre se ha de hacer limpiamente, para que la unión sea perfecta. Aquí quieren hacerlo en falso los grupos que provocaron la herida, haciendo la vista gorda. La porquería debajo de la alfombra solo se esconde pero no se elimina y, en una vida sana, no puede haber porquería.

Un abrazo

Antonio dijo...

Gracias Ana. Solo pretendo buscar la razón sin dejarme llevar por apasionamiento. Quiero saber la verdad y honrar a los deshonrados injustamente. Desenmascarar a los enmascarados o hacerles ver como están…

Un abrazo

JUAN PAN GARCÍA dijo...

No he leído ese libro suyo, pero sí leí el que escribió Pilar Urbano, "Garzón, el hombre que veía amanecer",
En él se ponía la juez en lo más alto, casi más que Dios, el mejor y más honesto juez que ha parido España.Claro que entonces Garzón investigaba el Caso Gal y eso era diferente a investigar los asesinatos cometidos por los padres de la derecha. Pienso que Garzón ha demostrado su honradez y su imparcialidad a la hora de investigar, y si antes Pilar Urbano, una reconocida periodista de la derecha, lo llamaba "El mejor juez" no pueden ahora eliminarlo de la Judicatura porque esten en peligro los intereses del partido heredero del Regimen.

"Y conocerán la verdad, y la verdad os hará libres". Más les vale que escuchen el mensaje evangélico que tanto defienden y dejen de poner trabas a la Justicia.
Muy buen tema has sacado, Antonio, un placer leerlo.
Un abrazo

RGAlmazán dijo...

No es la única carencia de nuestra democracia, pero sí es de las más importantes. Un pueblo tiene la obligación de tener memoria histórica y de reivindicarla por mor de su dignidad. Ocultarla es querer mentir a la historia.
La memoria siempre ha de estar viva y debe ser dignificada.

Salud y República

Antonio dijo...

Gracias, Juan, por la aclaración que planteas. Es cierto que los alabados y denostados se fraguan según el interés que tengamos y como encajan en él.

Para la derecha ayer era un santo y hoy un delincuente. El cinismo en la política es un ejercicio de primera magnitud.

Un abrazo

Antonio dijo...

Para mí, Rafa, la reconversión de los fascistas en demócratas es una gran falacia, una incongruencia total... Eso se está viendo con el intento sistemático de tapar los atropellos de sus papás políticos.
Un saludo

MarianGardi dijo...

La memoria histórica me parece muy digna.
Cada cosa en su sitio y no fuera de lugar.
Que se diga y comprueben la verdad de lo que sucedió en aquellas fechas tan crueles.
Un abrazo Antonio

Eastriver dijo...

He pasado unos días fuera y me falta la última entrega de tus vacaciones, creo, ya me pondré al día por la tarde. Pero no quería dejar pasar la oportunidad de decirte que naturalmente lo veo exactamente igual que tú. Lo de "hijos ideológicos del viejo régimen", ay, me parece casi ya un insulto, que es lo que creí que ibas a poner... queda mejor este rodeo, pero en el fondo es lo que me ha venido a la mente. Es justo eso: este país no está limpio porque arrincona la basura debajo de la alfombra. Málaga fue masacrada totalmetne, totalmente. Con una rabia que resulta difícil comprender en unos hombres que se llamaban católicos. He leído bastante sobre el tema y me sentí horrorizado: la gente escapando a pie, algunos volviendo hacia atrás para ayudar a otros que no podían seguir, siendo sorprendidos por la aviación, muriendo en las cunetas donde por cierto permanecen. Que no, hombre, que ya está bien. Y respecto a Garzón, soy un defensor convencido. ¿Sabes por qué? Porque quiero que todos los españoles sean iguales. Que a nadie se le pueda expulsar por tocar lo que no se puede, que es lo que ha ocurrido con él. ¿Significa esto que quiero que Garzón sea intocable? Naturalmente no. Soy defensor de Garzón porque defiende algo fundamental: la posibilidad de que un pueblo limpie a tantos "hijos ideológicos del viejo régimen" y al menos pueda decirse bien alto lo que ocurrió. Y precisamente porque defiendo a Garzón, si él hizo algo inapropiado pienso que deberá pagarlo como cualquier otro. Pero que me den pruebas. De momento lo único que veo es una caza de brujas contra alguien que se atrevió a ponerles entre la espada y la pared. Lo único que veo es la caverna española enseñando los dientes y sacando la espada.

Estoy enfadado, Antonio. Como para no estarlo. Vivimos en una gran mentira, la gran mentira española, y a nadie le importa. ¿Qué hacer? ¿Mirar hacia otro lado? ¿Conseguir que no me importe? ¿O acaso convertirme en heredero ideológico y, de paso, sacar lo que pueda? Bueno, no... existen otras posibilidades, claro, que son las que prefiero. Un abrazo grande.

Antonio dijo...

Pienso como tú. Cada cosa en su sitio. Esa es la obligación de la gente con criterio propio, sin influencias externas que le condicionen.

Un abrazo. Por cierto, acudirás al final a casa de María Jesús, el próximo día 17, a su tertulia literaria?

Antonio dijo...

Ramón, tu comentario es un alegato importante. Sabes que compartimos muchas ideas y posicionamiento. Hay dos españas, la vieja y anacrónica, la falaz y embaucadora, impositora y patriotera, la sumisa y borreguil, la nacional-católica de la vieja idea de Dios, Patria y Rey, la excluyente de todo lo que no sea su idea, la que rinde pleitesía al territorio pero desprecia a los ciudadanos que lo habitan… y otra evolucionada, de hombres y mentes más libres, que quiere convivir pacíficamente desde sus diferencias, que entiende al ser humano libre y soberano, a los pueblos como resultado de una alianza libre de sus miembros, a los que la cohesión social se justifica desde la justicia distributiva, la igualdad y responsabilidad, para los que el estado es un servidor y no un servido aunque ello nos implique en su mantenimiento…

Yo formo parte de esa otra España, que puede ser Europa, Andalucía, Cataluña… o como quieras llamarle, porque, como tú, me considero universal. No lucharé por nada excluyente, sino integrador. Eso lo tengo claro...

Un afectuoso abrazo

Anónimo dijo...

Lo malo de la memoria histórica es que puede ser manipulada descaradamente desde el poder como sudece en este último tiempo en Argentina que, utilizando la ultima dictadura como pretexto, se pasa por encima de los derechos civiles de gran parte de la población. Y el resto del pueblo espectantes en sus casas como si de un partido de futbol se tratara.

Saludos

J.

Antonio dijo...

José, a estas personas interesadas en manipular la verdad y llevarnos al olvido, les podremos llamar Alzheimerianos o instauradores del alzheimer histórico.
Saludos.

Belkis dijo...

Muy de acuerdo con tu reflexión Antonio. Limpiar las heridas, quitar las infecciones, es fundamental para sobre una cicatriz sana cimentar una sociedad sana.
Siempre es un placer pasar por aquí.
Un abrazo

ARO dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ARO dijo...

stoy de acuerdo con tus reflexiones y planteamientos. Añadiría que todo esa recuperación de la memoria debe hacerse desde la perspectiva de la dignificación de los que fueron víctimas, no desde la crispación y la revancha.

He vivido de cerca, por ejemplo, la exhumación de una fosa común. Los familiares de las víctimas presenciaban cotidianamente los avances de los trabajos. Su interés consistía en dar una sepultura digna a sus familiares y en que públicamente se supiera que fueron asesinados por sus ideas, no por haber cometido ninguna fechoría. Un señor, que tenía allí sepultada a su madre, dijo uno de aquellos días: "quiero que todo el mundo sepa que a mi madre la mataron por ser buena

alma dijo...

El día que el juez Garzón salió con lágrimas en los ojos de la Audiencia Nacional suspendido de sus funciones por supuesta prevaricación en la investigación de los crímenes de la dictadura a mi se me rompió también algo por dentro. Publiqué una entrada en la cueva titulada "Bajo el sino de Arístides" y me quedé con la sensación de que el viejo régimen sigue mandando lo suyo cuando un hombre como Garzón que lo ha investigado todo, GAL, terrorismo, Narcotráfico, Pinochet, Videla...es apartado de su función por intentar hacer lo que sólo puede considerarse justicia elemental.

Me ha gustado mucho la entrada, Antonio. Intentaré ponerme al día con lo demás, acabo de volver, ahora si para quedarme. Un beso grande.

maria rosa-prem prabha dijo...

Estoy totalmente de acuerdo en que para tener un presente que nos dignifique y un futuro libre de obstaculos grises, hay que limpiar.
No hay herida sin dolor.
Las heridas aunque duelan hay que lavarlas y quitar las capas que se hayan ido acumulando, muchas veces debajo de una costra seca con aspecto de estar bien cicatrizado hay todo un mundo de infección.


un placer Antonio, un gran abrazo,

Antonio dijo...

Gracias, Belkis, por tu visita y comentario que muestra la afinidad de ideas en este caso… aunque, hasta ahora, no somos divergentes, sino convergentes… ¿Cierto?
Un abrazo

Antonio dijo...

Efectivamente, Arabos, la dignificación de las víctimas es la parte principal de la limpieza de esa herida que sigue supurando… Las familias y los afines ideológicos, no queremos venganza, sino justicia, y eso pasa por una sepultura decente y por borrar de su “expediente” las falacias que le adjudicaron.
Saludos

Antonio dijo...

Gracias, Almalaire. Negro y turbios asuntos planean sobre la causa de expedientar a Garzón y procesarlo. La justicia acaba de dar un golpe mortal a su credibilidad… No es lo mismo tener fe en la justicia que miedo a ella, a su arbitrariedad…
Un beso afectuoso

Antonio dijo...

Gracias, María Rosa. Yo pienso que ha sido tanto el dolor que se ha producido a las victimas y por tanto tiempo, que no se necesita aplicar anestesia para hacer la limpieza o fiedrich, aunque, es posible, que los herederos ideológicos de los asesinos sientan dolor por la evidencia de sus actos y pretendan ocultarlo. En todo caso, eso demuestra lo que decía, no son demócratas sino herederos del franquismo quien no apoya esta iniciativa.
Un abrazo

Camino a Gaia dijo...

Creo que realizas un excelente análisis y no dejas crítica sin un final constructivo: el que resulta de plantear propuestas alternativas razonadas y razonables.
En el caso del juez Garzón me parece que el efecto de la presión mediática ha surtido sus efectos, se cuestiona su imparcialidad pero no la de quienes lo han juzgado, que en buena parte aún mantienen su juramento de lealtad al régimen franquista.
Resulta grotesco que la campaña de descrédito, se realice con la acusación de búsqueda de un protagonismo que no ha sido otro, que ser blanco de esa campaña de descrédito. Una acusación que por otro lado se podría hacer contra cualquiera que ose enfrentarse a los mas poderosos. Es en definitiva la misma estrategia usada contra las víctimas, que al parecer quedan inculpadas por el "tú te lo has buscado".
Si hay algo en lo que se ejercitó el franquismo fue en la mentira. No debemos olvidar que convirtieron en delito la libertad de expresión y la libertad de prensa. Vivimos cuarenta años en un régimen donde la verdad era un delito. No es extraño que desde el poder judicial sus herederos, aquellos que juraron lealtad a ese régimen apliquen los mismos métodos.

Antonio dijo...

Camino a Gaia, firmo lo que dices en su totalidad y añado que papá Joseph Goebbels ya mostró el camino diciendo que “Una mentira mil veces repetida....se transforma en verdad”. Eso hicieron y eso siguen haciendo sus descendientes…
Las verdades que no interesan se han de tapar con mentiras...

Peter Pantoja Santiago dijo...

...Mientras van pasando el tiempo y me remonto a muchas de esas realidades de la Espana anterior, me reafirmo a que mucho mas me resta por conocer, excelente tu entrada y con respecto a el Juez Garzon, miles de ellos hacen falta en nuestra Sociedad actual (y al decir nuestra Sociedad es el mundo en general).

Francesc Cornadó dijo...

Dulce et decorum est pro patria mori

1)
Tribunos, prelados, ponentes, potentados, jueces o magistrados más o menos populares, todos ellos, autóctonos y naturales dicen que aman la patria y exigen que nosotros también la amemos. Proclaman que ellos son la patria y, que son, así mismo, herederos de la patria.

-Si ellos son los autóctonos, tu y yo, urraca querida, seremos los metecos. Seremos peños, enechados, gurriatos, caganidos y darderos que hemos renunciado a los frutos de la tierra baldía. Decididamente somos extranjeros.

2)
Cualquier tribuno más o menos popular, cualquier potentado o magistrado, cualquier noble o plebeyo, puede hacer de la patria su ideal y, por este ideal, puede incluso dejarse degollar como un carnero, pero no debe disponer que un otro muera con la yugular seccionada.

-Lo peor de esto, urraca querida, es que todo tribuno más o menos popular, cualquier inocente infeliz, noble o plebeyo que se deja matar por un ideal, también está dispuesto a empuñar una daga para asesinar decorosamente, aunque salpique la aurora.

En razón de sus leyes, podrán los tribunos exigir patriotismo clamando desde los escaños más altos y barrocos, pero ningún párvulo inocente, ningún joven fuerte como un roble, ninguna madre sufriente o padre responsable, ninguna nodriza de infladas tetas, ningún viejo sabio, ni nadie debe perder la vida por el ideal dulce o decoroso de otro.

Cuando un tribuno exige sacrificios sufre una metamorfosis y se convierte en prelado y el escaño se transforma en púlpito. Inquisidores de hoy veneran a sus mártires de ayer. Entonces la política se convierte lamentablemente en religión.

- Chac, chac, chac, chac, chac.

-Se meten en todo. Son unos pendencieros. Los que mandan, desprecian y luego dicen que ninguna querella humana les es ajena.

Salud

Francesc Cornadó

El derecho a opinar

  Por: Antonio Porras Cabrera Publicado en: https://xornaldegalicia.es/opinion/el-derecho-a-opinar-por-antonio-porras-cabrera https:...