Últimamente ando preocupado en exceso por el asunto político. He decidido no ver mucho la tele y cuando lo hago usar un sentido bastante más crítico, dejar los periódicos de lado y solo prestar atención a las expresiones asépticas de algunos escasos artículos de opinión una vez ojeados vía internet. Me da la sensación que andamos con los papeles democráticos perdidos, desorientados y cayendo en la tremenda y terrible trampa de los poderosos (cuidado que no hablo solo de los poderosos políticos, sino de sus jefes , de los poderes económicos, de los que dominan la prensa, la radio, la tele, la banca y la economía). Esos poderosos que nos han llevado mediante la engañifa, la ingeniería financiera y la manipulación a la mayor crisis de los últimos tiempos. Es curioso como han desviado la atención hacia la clase política lavándose las manos ellos.
¿Por qué han hecho de la clase política su prisionera? El político es un sujeto vulnerable. Vive del voto, del apoyo popular, de la confianza que pueda generar como hombre público, de su imagen de honradez o de alianza con los intereses del pueblo que le vota. Se le pide, como es lógico, un nivel de honorabilidad que garantice su capacidad de gestionar honradamente nuestros intereses. Pero su imagen depende de la proyección que hagan los medios de comunicación, de lo que quieran decir estos. Los medios, que son especialistas en maximinimizar, es decir, en maximizar los aspectos o valores que les interesan resaltar y minimizar los que no les interesa. Como todos tenemos luces y sombras, solo cabe dar preferencia a la luz o a la sombra y comunicar sobre ese aspecto en lugar de sobre otro. Aquí está la trampa. El mejor y más honrado político del mundo puede pasar por un verdadero sinvergüenza si detectamos y potenciamos algún defecto o acto que pueda dañarlo y…. ¿quien no los tiene? Cuando un medio decide ir a por alguien, a denostarlo y vilipendiarlo, que Dios le coja confesado… ese está perdido.
Hace años hubo un caso de alianza de periodistas al que denominaron el “Sindicato del Crimen” que demostraron su capacidad de maniobra y su influencia, en la opinión popular, mediante la orientación de sus medios de comunicación hacia el deterioro de la imagen y desalojo de un grupo político del poder, y lo lograron con tenacidad y persistencia, contando con sacar a la luz pública las cloacas del estado que siempre son fétidas, soportables por las clases dominantes siempre y cuando consigan un beneficio… y de aquí no excluyo a la iglesia y los poderes fácticos. La prensa demostró al mundo político su utilidad como aliados y su demoledora eficacia como enemiga. Es curioso, los reinos y estados de todo el mundo, apoyados por las religiones imperantes, han usado la violencia, la tortura y el asesinato para consolidarse ante cualquier agresión y, lo que es más, han sabido trasladar al pueblo la necesidad de actuar de esa forma por su propio bien, haciendo que el ciudadano aplaudiera sus actos viles como necesarios y adecuados. Es esa filosofía que siempre supo utilizar la religión y que subyace bajo la idea de “el mal al servicio del bien”; es decir, yo puedo justificar hacer un mal en base a que aportará un bien… el problema es a quien y para quien cada cosa…
Pues bien, el político lo sabe y, salvo que se rodee de otros elementos de similar poder de persuasión, deberá someterse a los designios de lo directores o ideólogos de los medio de comunicación, o al menos pactar con ellos para obtener un beneficio mutuo. Aquí, bajo mi punto de vista, es cuando se pierde la esencia de la democracia. No se informa al ciudadano para que elija entre lo mejor, sino que se le manipula y orienta en el sentido que interesa al comunicador. Lo que es más, no se hacen campañas donde se expliquen lo que va a hacer cada uno, sino que se habla de lo mal que lo hace o lo va a hacer el otro… entonces, solo te queda elegir entre lo menos malo y no entre lo mejor. Por otro lado, son expertos en la persuasión en lugar de la información. Han vendido la política como competición a ultranza y han conseguido hacer del votante un hincha incondicional que defiende a su partido, aunque esté lleno de corruptos e impresentables. Sale a la calle a defender unas consignas aunque vayan en contra de la libertad de los demás, pero son consignas emanadas de la cúpula de sus “ideólogos” políticos y de su religión impositiva. Pero la técnica de la persuasión tiene su mayor eficacia cuando se ejerce sobre sujetos con un nivel crítico mínimo y de pensamiento vago y comodón. Sí les interesa poder influir, persuadir y dirigir la opinión o voto del ciudadano hacia un sentido u otro, según les convenga a los poderes, es aconsejable que se consiga revestir de autoridad a los mensajeros, a los ministros de la fe y de las ideas, que decidan los grandes pensadores, los grandes críticos, los personajes estudiados y con capacidad de discernimiento reconocida… los demás, mientras tanto, es mejor que nos dediquemos a obedecer y confiar en nuestros pastores y dirigentes… Esto me suena a decimonónico y anterior, pero de vigencia continua en la sociedad actual.
Hoy, creo que estando en crisis, se la juega uno más que nunca y que la salida de la misma puede ser positiva, cambiando amejor, o perpetuadora de la situación asimétrica e injusta que nos ha llevado al conflicto. Ando confuso y creo que deberé seguir escribiendo sobre estos temas para aclararme, lo necesito para ver si estoy haciendo el “canelo” con mi forma de entender, actuar y posicionarme. Hay campos que debo analizar y escudriñar para comprender mejor qué persiguen y qué pinto yo en todo esto, como son: la política, lo medios de comunicación, las finanzas, la iglesia, las multinacionales, etc. Un sinfín de elementos que tienen una influencia demoledora en el devenir de la generaciones posteriores… seguiré pensado, seguiré escribiendo para aclararme y seguiré compartiendo lo que pienso…
¿Por qué han hecho de la clase política su prisionera? El político es un sujeto vulnerable. Vive del voto, del apoyo popular, de la confianza que pueda generar como hombre público, de su imagen de honradez o de alianza con los intereses del pueblo que le vota. Se le pide, como es lógico, un nivel de honorabilidad que garantice su capacidad de gestionar honradamente nuestros intereses. Pero su imagen depende de la proyección que hagan los medios de comunicación, de lo que quieran decir estos. Los medios, que son especialistas en maximinimizar, es decir, en maximizar los aspectos o valores que les interesan resaltar y minimizar los que no les interesa. Como todos tenemos luces y sombras, solo cabe dar preferencia a la luz o a la sombra y comunicar sobre ese aspecto en lugar de sobre otro. Aquí está la trampa. El mejor y más honrado político del mundo puede pasar por un verdadero sinvergüenza si detectamos y potenciamos algún defecto o acto que pueda dañarlo y…. ¿quien no los tiene? Cuando un medio decide ir a por alguien, a denostarlo y vilipendiarlo, que Dios le coja confesado… ese está perdido.
Hace años hubo un caso de alianza de periodistas al que denominaron el “Sindicato del Crimen” que demostraron su capacidad de maniobra y su influencia, en la opinión popular, mediante la orientación de sus medios de comunicación hacia el deterioro de la imagen y desalojo de un grupo político del poder, y lo lograron con tenacidad y persistencia, contando con sacar a la luz pública las cloacas del estado que siempre son fétidas, soportables por las clases dominantes siempre y cuando consigan un beneficio… y de aquí no excluyo a la iglesia y los poderes fácticos. La prensa demostró al mundo político su utilidad como aliados y su demoledora eficacia como enemiga. Es curioso, los reinos y estados de todo el mundo, apoyados por las religiones imperantes, han usado la violencia, la tortura y el asesinato para consolidarse ante cualquier agresión y, lo que es más, han sabido trasladar al pueblo la necesidad de actuar de esa forma por su propio bien, haciendo que el ciudadano aplaudiera sus actos viles como necesarios y adecuados. Es esa filosofía que siempre supo utilizar la religión y que subyace bajo la idea de “el mal al servicio del bien”; es decir, yo puedo justificar hacer un mal en base a que aportará un bien… el problema es a quien y para quien cada cosa…
Pues bien, el político lo sabe y, salvo que se rodee de otros elementos de similar poder de persuasión, deberá someterse a los designios de lo directores o ideólogos de los medio de comunicación, o al menos pactar con ellos para obtener un beneficio mutuo. Aquí, bajo mi punto de vista, es cuando se pierde la esencia de la democracia. No se informa al ciudadano para que elija entre lo mejor, sino que se le manipula y orienta en el sentido que interesa al comunicador. Lo que es más, no se hacen campañas donde se expliquen lo que va a hacer cada uno, sino que se habla de lo mal que lo hace o lo va a hacer el otro… entonces, solo te queda elegir entre lo menos malo y no entre lo mejor. Por otro lado, son expertos en la persuasión en lugar de la información. Han vendido la política como competición a ultranza y han conseguido hacer del votante un hincha incondicional que defiende a su partido, aunque esté lleno de corruptos e impresentables. Sale a la calle a defender unas consignas aunque vayan en contra de la libertad de los demás, pero son consignas emanadas de la cúpula de sus “ideólogos” políticos y de su religión impositiva. Pero la técnica de la persuasión tiene su mayor eficacia cuando se ejerce sobre sujetos con un nivel crítico mínimo y de pensamiento vago y comodón. Sí les interesa poder influir, persuadir y dirigir la opinión o voto del ciudadano hacia un sentido u otro, según les convenga a los poderes, es aconsejable que se consiga revestir de autoridad a los mensajeros, a los ministros de la fe y de las ideas, que decidan los grandes pensadores, los grandes críticos, los personajes estudiados y con capacidad de discernimiento reconocida… los demás, mientras tanto, es mejor que nos dediquemos a obedecer y confiar en nuestros pastores y dirigentes… Esto me suena a decimonónico y anterior, pero de vigencia continua en la sociedad actual.
Hoy, creo que estando en crisis, se la juega uno más que nunca y que la salida de la misma puede ser positiva, cambiando amejor, o perpetuadora de la situación asimétrica e injusta que nos ha llevado al conflicto. Ando confuso y creo que deberé seguir escribiendo sobre estos temas para aclararme, lo necesito para ver si estoy haciendo el “canelo” con mi forma de entender, actuar y posicionarme. Hay campos que debo analizar y escudriñar para comprender mejor qué persiguen y qué pinto yo en todo esto, como son: la política, lo medios de comunicación, las finanzas, la iglesia, las multinacionales, etc. Un sinfín de elementos que tienen una influencia demoledora en el devenir de la generaciones posteriores… seguiré pensado, seguiré escribiendo para aclararme y seguiré compartiendo lo que pienso…
13 comentarios:
Es cierto que los medios de comunicacion ejercen una influencia y manipulacion en la sociedad, desacreditando, criticando, elogiando, pero ¿de verdad somos tan borregos?. Yo creo que cada uno debemos tener un sentido critico y unas ideas claras, y no creemos todo lo que dice la tele. Si hemos estudiado historia, por ejemplo, en varios libros, podemos sacar conclusiones acerca de muchos temas politicos. La clave esta en cultivarse uno a si mismo y no dejarse engañar por palabreria facil y comoda de telebasura. El problema es que muchas personas, y mas concretamente un gran numero de personas de cierta ideologia, carecen de esa motivacion que le lleva a uno a indagar por su cuenta. No basta con levantarse por la mañana y decir yo soy de "tal", porque si. Hay que tener una coherencia moral firme, sobre bases consolidadas en nuestros conocimientos criticos acerca de la verdad.
POdria poner mas cosas, pero ya me he explayad bastante, y ademas no suelo hablar de estos temas.
Un saludo Antonio
Hola Antonio.
Yo soy uno de los cada vez más ciudadanos que se abstienen de votar en las elecciones.
Me considero engañado por aquéllos en quienes puse todas mis ilusiones y a quienes doné todos mis esfuerzos.
No voy a hablar de los partidos de la Derecha, esos no me han engañado: siguen con sus planes de capitalismo salvaje de siempre, son consecuentes con sus ideas, y se ven venir desde lejos.
Nos han engañado cuando en el programa electoral nos convencieron de que la energía Nuclear era nefasta para la humanidad, que en caso de accidente la contaminación tardaría más de treinta mil años en desaparecer y que no podíamos hipotecar el futuro de las miles de nuevas generaciones egoístamente por disfrutar de energía sin límites a cualquier precio. Y consideraban que era necesario cerrarla a medida que expirasen sus licencias. Incluso si para ello debíamos pagar una idemnización a las compañías eléctricas por las inversiones realizadas y no rentabilizadas ( es por eso que pagamos un canon del 0´35% en la factura de la luz). Nos engañaron diciendo que era malo estar en la OTAN y clamaban ¡OTAN NO! ¡NUCLEARES NO, GRACIAS!
Esas promesas arrastraron el voto de diez millones de personas ilusionadas.
Ahora el mismo que decía eso aboga por la necesidad de las centrales nucleares . ¿Sabes que Felipe Gonzalez fue galardonado por una entidad formada por compañías eléctricas y Repsol? Qué intereses defiende el expresidente, ¿los nuestros o los de las eléctricas? ¿Por qué ya no es perjudicial para la humanidad la energía nuclear y antes sí? ¿Hemos pagado sin necesidad cientos de miles de millones en canon para las compañías eléctricas? Podíamos haber sido pioneros y ricos en producción y venta de energía eléctrica y no nos hemos aprovechado y sufrimos cortes y apagones por culpa de aquella actitud, ¿quién asume y paga por sus responsabilidades?
¡Y el mismo que dejó la caja de la Seguridad Social en números rojos y a España con cuatro millones de pardaso, ahora dice que tiene la solución a la crisis!
El Felipismo se convirtió en el icono de la corrupción, y de la opacidad política.
No es de recibo que una misma persona esté veinte años en el poder, eso hace que pueda controlar todos los medios audiovisuales e informativos y de organización en empresas y cajas de ahorro, dominando así la economía.
Los Poderosos, como tú llamas a los bancos y al sistema finaciero y de la prensa están controlados por el Gobierno, que los alimenta concediéndoles la publicidad institucional y exigiéndoles subvenciones para las capañas electorales, que luego los bancos deben condonar y declararlas a fondo perdido por su incapacidad para cobrarlas sin poner en evidencia sus afinidades políticas y el trasiego de las concesiones recibidas a acmbio.
A cuántas personas han desauciado los bancos por retrasarse en el pago de la hipoteca? ¿Por qué no desaucian a los partidos que no han pagado los miles de millones que han pedido parra sus campañas electorales? ¿No somos todos iguales ante la Ley?
Yo no voto, no. No quiero ser partícipe o cómplice del engaño. Qué me puede pasar peor de lo que ya he conocido, ¿que se levante alguien en el Ejército y los eche a la calle a todos? Yo no pierdo nada, seguiría siendo un pensionista que vive modestamente, que paga sus impuestos y no puede hacer nada para cambiar el mundo. Podría decir lo que me diese la gana siempre que no faltase al Jefe del Estado ni a los gobernantes, lo mismo que ahora. Los obreros seguirían trabajando o en el desempleo, nada cambiaría. Eso es lo que he hecho yo durante toda mi vida, y puedo decir que he vivido en la dictadura de Franco, la República francesa, ElApartheid sudafricano, la Monarquía belga, y esta pseudodemocracia descafeinada en la que el Jefe del Estado mira hacia otro lado porque él tiene las necesidades cubiertas y las de su familia. Si nadie votase, la vida sólo cambiaría para los políticos.
Pues como te dije al comienzo, tu artículo da para reflexionar mucho.
Un placer leerte. Un abrazo.
A Juan:
Con todos mis respetos hacia tu decision de no votar, y con toda mi buena intencion te planteo, lo siguiente:
Si no votas parece y das a entender que te da igual que salga uno u otro partido, cosa que leyendote no me da esa impresion. Para tu reflexion:
Si vas a comprarte unos zapatos y no encuentras ninguno que te guste ¿vas descalzo por la calle?,pues esto viene a ser lo mismo, se trata de escoger y hacer un balance entre lo que necesitas y lo que hay en el mercado, y elegir lo que mas te facilite el caminar; de lo contrario te arriesgas a que yendo descalzo se te claven mas cristales de los que puedas soportar; asi que tu eliges...es tu camino, por supuesto.
Un saludo
Hola marian: el comentario mío lo tuve que cortar mucho para poder enviarlo, pues me lo rechazaba el sistema porque era muy largo (más de 4, 020caráteres, decía) por ello no salen en el texto mis motivos.
Pero yo te planteo otra pregunta: ¿De qué me sirve votar por el que elijo si una vez en el sillón yo dejo de existir para él?
¿Me han preguntado acaso qué pienso yo de las penas que han legislado para aplicar la Justicia? ¿Me han preguntado qué pienso de que una joven con 17 años asesine y corte en pedazos a una compañera de colegio y que la dejen libre a los tres años porque "era menor cuando cometió el crimen"? ¿Han contado con los votantes para legislar que una persona que no tiene edad para votar sí la tenga para decidir qué hacer con su embarazo sin contar con sus padres? ¿Que no podamos corregir a un niño cuando hace una fechoría porque pueden quitarnos la custodia y enviarnos a la cárcel?
A mí mis padres me han pegado hasta con la correa, y con el tiempo se lo agradecí, pues si no lo hubieran hecho, yo habría acabado en la cárcel.
No pasa nada por caminar descalzo, millones de negros lo hacen , yo los he visto porque he vivido con ellos.
Votar por votar, sin que nadie te haga caso luego.... no sé, yo no veo la utilidad.
Pero respeto otras visiones.
Saludos.
12 de junio de 2009 9:33:00 WEST
Suprimir
Gracias Marian por tu comentario, con el que me identifico en gran medida, sobre todo en la necesidad de ser crítico y no dejarse llevar por la manipulación obscena del poderoso. Lo que pasa es que en nuestra sociedad, secularmente, se ha potenciado la sumisión al poder y a la autoridad, con el interés de tomar las decisiones ellos en su propio beneficio.
En cuanto a tu segundo comentario, estoy más en tu línea que en la de Juan, pues nunca deje de votar, pero lo entiendo desde el desencanto. Al fin y al cabo eso están sembrando muchas actitudes políticas en su propio beneficio. Si la gente no cree en la política acabará pidiendo salvadores, dictadores, que los dirijan... y esos puede que no nos dejen ni criticarlos...
Un saludo afectuoso
Me parece que esos negros de los que hablas no son el mejor ejemplo de progreso, ni tienen derechos dignos, ni algo tan basico como comida diaria o agua, y esos negros que dices, estan sometidos a tiranias economicas por interes, y no me consuela que vayan descalzos, y SI pasa algo, que se empobrecen, que no evolucionan, que no tienen una vida digna.
Se podria hablar mucho, y coo dije antes no suelo hablar de esto.
Solo decirte que estoy deacuerdo contigo en temas tan aberrantes como que na niña pueda abortar, o que queden libres asesinos por ser menores.
Desde luego hay opcines politicas que no contemplan como posible el aborto, por ejemplo.
Los padres tenemos una gran responsabilidad con los hijos, y la educacion es clave en crear una sociedad donde poder vivir en paz.
Sigo pensando que es importante el voto; pero cada cual que piense lo quiera.
Yo voto y no lo hago por votar, es mi derecho...y tambien mi deber.
Un saludo
Antonio:
Si eliminamos nosotros mismos nuestros derechos, que se ejercen mediante el voto, nos guste o no, ¿que nos quedara?; una distadura tipo cuba?.
Quiza tendria que haber mas referendum donde votar temas importantes, quiza ese sea el proximo paso que deba dar la politica.
EStos temas son dificiles, lo se, pero el derrotismo no nos lleva a ningun lugar.O si, a uno que no quiero ni imaginar.
¿no te das cuenta de que esta manipuilacion pasa por quitarnos las ilusiones de mejorar nuestro pais? de hacer con nosotros sers que se dejen llevar?
Juan, gracias por explayarte tan ampliamente sobre el tema. Esa reflexión que, al parecer, tú ya tienes bastante elaborada a lo largo de tu vida, es la que yo me planteo en este escrito con la pretensión de continuarla. Es una reflexión que pretende abarcar varios campos o, mejor dicho, todos los campos que inciden en la convivencia ciudadana y en la gestión de ella. Posiblemente, o casi seguro, no llegue a las mismas conclusiones que tú, puesto que mi vida y mis experiencias no me han llevado por el mismo camino que a ti. Hoy por hoy sí que asumo el compromiso del voto. De lo que me quejo es que no me presenten programas y proyectos concretos para poder pedir cuentas y en las próximas cambiar el voto si no cumplen, de que me pongan en la tesitura de votar lo menos malo, en lugar de lo mejor. Pero, en todo caso, no quiero perder la posibilidad de dar mi opinión sobre cualquier programa y pedir algo más de diversidad en la oferta política. Las dictaduras no dan oferta ni siquiera permiten opinar, son como son y si no al GULAG. En todo caso cabría discernir sobre que es un Estado, la soberanía y la gestión del bien público, del sistema de relaciones económicas y sociales que lo sustenta, etc… pero todo ello con el espíritu de crear un mundo más justo y mejor que el que tenemos. Para ello es conveniente participar aunque sea sembrando opinión en estos medios.
Un abrazo
En todo caso, es mi derecho no votar. Antes obligaban a hacerlo y había que presentar un certificado de voto en la empresa.
No soy el único que piensa así, ni soy por ello un ser inferior o depravado, ni se deduce en mi comentario que acepte las malas condiciones de vida de los negros; sólo digo que lo conozco porque he vivido con ellos.Y si no se tiene para unos zapatos nuevosse puede seguir con los viejos.
Las estadísticas indican una gran abstención, cada vez mayor en las elecciones.
¿Que pasaría si nadie votase? El Premio Nobel, José Saramago ya trato este tema en su libro "Ensayo sobre la lucidez"
Esta es la sinopsis publicada de la obra:
Durante las elecciones municipales de una ciudad sin nombre, la mayoría de sus habitantes decide individualmente ejercer su derecho al voto de una manera inesperada. El gobierno teme que ese gesto revolucionario, capaz de socavar los ciemientos de una democracia degenerada, sea producto de una conjura anarquista internacional o de grupos extremistas desconocidos. Las cloaclas del poder se ponen en marcha: los culpables tienen que ser eliminados. Y si no se hallan, se inventa.
Los protagonistas de esta nueva novela de Saramago, un comisario de policía y la mujer que conservó la vista en la epidemia de luz blanca de Ensayo sobre la ceguera, dan muestras de la altura moral que los ciudadanos anónimos pueden alcanzar cuando deciden ejercer la libertad.
Fábula, sátira y tragedia pero, sobre todo, una novela profundamente política. Nunca nadie había contado esta historia, y nunca nadie lo podrá hacer después. La novela de la que más se va a hablar este año, en la que Saramago lanza una llamada de alerta: «Puede suceder que un día
tengamos que preguntarnos Quién ha firmado esto por mí». Ese día puede ser hoy.
Bueno, Antonio, creo que me explayé en este tema. Gracias por permitirme expresarme. Un abrazo.
Marian, de acuerdo en que todas las dictaduras son perniciosas, ya estamos hartos de verlo, lo hemos sufrido en nuestro país durante 40 años y en otros lo hemos visto. Los países comunistas, sobre todo la Rusia de Stalin y sus satélites, Corea del Norte que persiste, y los Gobiernos nazis y fascistas derrotados en la segunda guerra mundial, son un claro ejemplo de comedura de coco sistemática para llevarte a su terreno y seguir ejerciendo el poder de forma unívoca y autoritaria, imponiendo sus ideas por la fuerza y la coacción. Siguen una técnica donde su pensamiento está avalado por el ejercicio del poder y la autoridad, incluso por la propia religión en muchos casos. Eso que hemos sufrido también en nuestro país con la imposición o el aval de la religión a la política, se está observando ahora en los países árabes integristas. Yo pienso que debemos preservar el derecho a decidir u opinar mediante el voto, aunque el sistema hace aguas por muchos lados y esos escapes hay que taparlos de la mejor manera posible sin llegar al enfrentamiento irracional, sino mediante el diálogo, el respeto y la alianza. Sabemos que hay y habrá divergencias respecto a muchos puntos, pero respetar la opinión mayoritaria de los demás es la base del ejercicio de la democracia.
Saludos
Juan mi casa es tu casa. Tus opiniones tienen un gran valor para mí y tu derecho a no votar es incuestionable. Esa es la grandeza del asunto. Como tú bien dices en una dictadura te obligarían a votar lo que ellos quisieran. Ahora tu reflexión siembra opinión y esa perspectiva tuya abre otra ventana para ver la realidad de las cosas desde tu argumentación, se comparta o no, pero lo bonito y bueno es que nos comuniquemos e intercambiemos opiniones desde el respeto.
Un abrazo y este espacio está a tu disposición
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