Bodeguilla "El Cosario". (La Bonhomía)
De nuevo con vosotros. La actividad de los últimos meses me ha apartado de mi tendencia a escribir reflexiones a debate. Antes de iniciar de nuevo mi proyecto de exposición fotográfica para este año, en la feria de mi pueblo, quiero haceros llegar el resultado del trabajo de estos meses, que me ha apartado del ordenador.
Me dediqué a hacer mi bodeguilla. Una vieja aspiración proyectada en mi casa del pueblo para solaz y disfrute con mis amigos. Aproveché una cocina con chimenea ubicada al fondo de mi patio andaluz, para convertirla en un lugar más acogedor, un lugar de encuentro donde compartir un buen rato de charla, acompañado de una copa, con música de fondo… un espacio de libertad donde se conjuga la poesía, la fotografía y el recuerdo genealógico con la conversación y el debate que permite el desarrollo de la amistad y el entendimiento.
La nominé Bodeguilla “El Cosario” en honor a mi abuelo que ejercía como tal. La subtitulé “La Bonhomía”, por pensar que la palabra implica la encantadora sencillez de la buena gente. Trabajé el diseño y la inventiva, la madera, la pintura, la fotografía, electricidad… y culminé con dos modestas poesías donde intento plasmar la esencia de esa bonhomía y algunas consideraciones para el buen uso de las instalaciones y compartir las viandas y demás elementos del yantar y beber. Todo es obra de mi esfuerzo personal, a veces imposible y entrecortado por mi déficit funcional, pero que se ha visto coronado por el éxito. Éxito que no tiene más valor que el que pueda darle yo en la búsqueda de mi autosatisfacción, que es, al fin y al cabo, la base de la felicidad personal. Por tanto, os pide clemencia para con los fallos.
Supongo que sabréis a que se dedicaban los “cosarios”. Eran personas que llevaban y traían “cosas” por encargo desde un lugar o pueblo a otro, entre los que realizaban su ruta habitualmente. Tenían, pues, el noble honor de satisfacer necesidades básicas de sus clientes en lo referente a recados, enseres, prendas y demás que pudieran encargarle. Eran servidores y/o canalizadores para resolver y satisfacer necesidades. Ahora, que estamos en un mundo de abundancia y comercialización consumista, que encuentras de todo en un sentido material, tenemos un déficit importante de bastantes “cosas” que no se cubre, el déficit relacional. Nos faltan lugares de encuentro, de conversación, de aislamiento del mundanal ruido para hacer aflorar el diálogo y el acercamiento, el entendimiento, el intercambio enriquecedor, el compartir y disfrutar de cosas de otro nivel de necesidades, escalando la pirámide que definía Maslow. Un refugio para huir del estrés del trabajo y de la presión social. Un cosario moderno, más intelectual, ha de facilitar las cosas del espíritu, de la psique, que nos eviten apartarnos del contacto humano y postrarnos ante la TV. Yo, en homenaje a mi abuelo, he querido crear ese lugar para estar con mis amigos y amigas. He querido hacer de cosario, para facilitar esas cosas tan necesarias que pivotan en torno a necesidades de orden mayor, más espiritual, psicológico o social.
Cuando me jubilé me propuse, superando poco a poco mis limitaciones, hacer frente a aquellos retos que no pude afrontar cuando el trabajo requería toda mi atención. Por tanto, he pretendido varios objetivos, además del placer de llevar a término las ideas de un proyecto de bricolage, que era un reto personal, como son:
Ocuparme en algo provechoso.
Crear un lugar de encuentro acogedor.
Tener un pequeño refugio donde buscar momentos de paz y reflexión.
Facilitar la relación social y el encuentro entre mis amigos.
Y sobre todo compartir.
Yo, desde aquí, quiero hacer llegar a mis amigos la oportunidad de compartirla conmigo, de hacer uso de esa bodeguilla en un momento dado. Solo es cuestión de ponerse de acuerdo en la fecha de la reunión. Para mí será un placer poder participar de flujo bidireccional de la interacción y el contacto e intercambio personal enriquecedor, potenciado por el buen beber y comer. Nutrientes al fin y al cabo en sus distintas dimensiones.
Colgaré unas fotos en mi página picasa:
http://picasaweb.google.com/aporrascabrera/Bodeguilla aunque arriba podéis ver como queda el invento.
2 comentarios:
Primero, felicitarte! te ha quedado preciosa! Qué lindo es, realizar proyectos. Yo también ando con mi lista y poniendo "V".
Segundo, te tomo la palabra, no bien se me de la oportunidad, me gustaría visitar Málaga y darme de paso, una vuelta por tu bodeguilla.
Me gusta la idea de ser hoy corsarios de bienestar emocional, dialogo, bebate, intercambio fructífero de ideas y opiniones.
También de sueños, ¿por qué no?
Un fuerte abrazo
Gracias, Myr, por tu visita virtual a mi bodeguilla y el comentario sobre la misma. Esa es la casa de mis amigos y amigas, donde encontrarse y charlar un rato. Cuando quieras estás invitada a ella, previo acuerdo de fechas, claro.
Un abrazo
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