Hace 5 años, al cumplirse los 12 días del encierro
por la COVID19, escribí este poema que hoy comparto con vosotros, lo monté sobre
un amanecer captado desde mi terraza. Está escrito en verso alejandrino, o sea
de 14 sílabas, con dos hemistiquios de siete sílabas y cesura o pausa medial.
La rima es libre o blanca. Expresa mi sentir en el encierro al contemplar la
vida de la calle desde mi ventana. Le llamé fotopoema porque conjuga el verso y
la imagen.
Desde mis ventanales hoy vi la libertad.
Los pájaros volaban jugando entre los cielos
con un fondo de rojo, de rojo terciopelo,
en una amanecida cargada de silencio.
Los pájaros son libres y yo sigo aquí preso
burlando al enemigo, sufriendo este destierro,
encerrado en la casa viviendo prisionero
del miedo y de la angustia que siento en mis
adentros,
pero escapó mi mente buscando el firmamento
para volar con ellos en plena libertad
rompiendo así mi encierro para buscar consuelo.
Los pájaros no entienden de ciencia ni de cuentos
de virus que nos matan, de miedo y desespero,
los pájaros son libres cuando dejan el suelo
y surcan por los mares, las montañas y cielos,
como surca la brisa con caricias y versos,
danzando las bandadas en caprichosos vuelos.
Yo quisiera ser libre para volar con ellos
para bañar mi cuerpo de rojo terciopelo.
¡Quién fuera pajarillo para habitar el cielo!
© Antonio Porras Cabrera
Málaga, 25 de marzo de 2020
(12º día de encierro)
2 comentarios:
La verdad es que el poema me ha retrotraído a aquellos días. Encima, yo no tenía esas magníficas vistas que plasmas en la foto. Han pasado cinco años y tengo la sensación de que he perdido uno de ellos. Y no salimos mejores, como era de esperar.
Tengo la senación de que, incluso, hemos salido peor, a la vista de lo que está pasando en estos últimos años con Ucrania y Gaza. Un abrazo
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