miércoles, 15 de julio de 2015

¿Por qué Tsipras llevó al sur a perder el norte?


Es curioso, pero cuando los políticos hablan lo hacen siempre en defensa propia. Acometiendo al rival sin considerar su responsabilidad pasada. La culpa de lo que pasa en Grecia es de Tsipras, de Syriza. Si ellos no hubieran irrumpido en el poder no habría pasado nada. Como si ya no estuviera Grecia al borde del precipicio donde la condujeron las políticas de sus gobernantes anteriores… esos amigos del PP y del PSOE y servidores del norte. Ante tanto desaguisado, deuda pública, pérdida del PIB, recortes, política de austeridad y sometimiento  a planes de viabilidad inviables, el pueblo griego, al amparo de esa impresión de hundimiento, busca el salvador en Syriza que, con su mensaje, cree que puede  cambiar las cosas antes que dejarlas en manos de esos corruptos, oligárquicos del gobierno que han sido los causantes de la situación.

Un viejo aforismo anarquista dice: “Si votar sirviera de algo, no nos dejarían votar”. Luego llega Charles Bukowski y dice: “La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes.”

Parece que Tsipras no ha caído en ese pequeño detalle. Es ahí donde se fragua la pérdida del norte por parte del pueblo griego. Hay que saber quién manda, quién dicta y para qué sirve el voto. En la U.E. manda el norte con sus dineros, o sea Alemania, y su intención de meter por vereda las costumbres y hábitos de los países del Mediterráneo, los llamados PIGS, que incluye, como ya he dicho en otras ocasiones, a Portugal, Italia, Grecia y Spain. Se refieren a esas conductas anarquistas, de pillería, de viva la Pepa y continua verbena, de copa de vino y tapa, de siesta y picardía, de fandango y de folclore, de poco trabajar y mucho medrar buscando los subsidios y subvenciones. Se ve que ya leyeron el Lazarillo de Tormes y temen que le hagan un agujero en la copa para escaquearles el vino, o ya vieron que el agujero estaba hecho. Por tanto había que dar un escarmiento al lazarillo y ponerlo en su lugar, usar la vara y sacudirle fuertemente para someterlo o mostrarle la puerta de la miseria. No pensaron que lo que había que hacer era alimentarlo decentemente, permitirle vivir una vida más digna. ¿Visto esto a qué lazarillo había que darle? Pues al más débil, a Grecia que era una muestra de lo que no hay que hacer. Ya se le dio sin tener que darle, ya se le montó en el tren, sin billete de pasaje, por recomendación. Grecia es Europa, Grecia está en la OTAN, Grecia está muy bien ubicada geoestratégicamente, Grecia es…  Había que falsear las cuentas, incluso, para hacerla converger, sin pensar en las consecuencias venideras.

Bien, vayamos al caso. Cuando Tsipras llega al gobierno con la mayoría de los votos, comienza a cometer errores de apreciación propios de un idealista que cree en el poder de los pueblos y no cae en que ellos están ligados a otros pueblos allende los Balcanes:
1.     Craso error 1, piensa que tiene el poder. Ve el caos en que andan, la deuda y una economía moribunda, sometida a control por la U.E. y su Troika, que está condenada a no crecer y, consecuentemente, a no poder salir del oscuro pozo donde se encuentran. Recortes, sueldos miserables, bajada de pensiones, sanidad y educación en peligro, el PIB por los suelos, deuda creciendo en espiral, dos rescates previos inoperantes, pobreza y miseria en la calle. Oscuridad en el túnel del futuro… Se plantea acabar con los recortes, dinamizar la economía y hacerla competitiva para crecer, incrementar el PIB y poder hacer frente a las deudas, pero sin que el pueblo griego siguiera sufriendo tantos recortes.
2.     Craso error 2, entonces, al amparo de sus votos, decide jugar una carta fuerte y confronta con la Troika  de tú a tú… la Troika tiene sus formas, más o menos contigenciales, pero sus fondos son incuestionables. Está dispuesta a negociar pero no a cualquier precio y menos con un deudor que tiene el agua al cuello.
3.     Craso error 3, monta su órdago y se va a Rusia, error imperdonable para la Merkel, que anda a la gresca con Putin por la cuestión de Ucrania. Los EE. UU. levantan la cabeza y ven que el asunto, que parecía doméstico, puede trascender a otra dimensión de geoestrategia mundial y se ponen serios, llaman a la Merkel y le dicen que ande con cuidado que se puede montar la Dios es Cristo por quítame allá esas pajas, o esos euros. Esa llamada al orden no le sienta bien a la jefa alemana y la pone enrabietada. Para ella, es traición lo que ha hecho el niño pequeño y ha de ser castigado. En consecuencia aflora la pérdida de confianza, no por el dinero sino por la deslealtad política al bloque europeo. El sarcástico Putin se puede reír en la próxima entrevista cara a cara.


4.     Craso error 4, mientras se negocia duro, en los despachos, donde se ha de hacer según los gobernantes, con un Varoufakis y sus análisis políticos y económicos, que sientan como el veneno a la Troika, este llama criminales al FMI lo que es considerado como una licencia imperdonable por la señora Lagarde... es otro error y ya van cuatro. No se puede tolerar negociar de tú a tú con un país insignificante para el PIB de la UE, y menos sus bravatas y órdagos desmedidos, para esa clase dominante que lo decide todo y juega al metrópolis con los pueblos de Europa.
5.     Craso error 5, sin negociarlo con los interlocutores o pedir su conformidad, Tsipras se monta un referéndum, pensando que el ejercicio de la democracia impresionará a los de la Troika y respetarán las decisiones del pueblo. Si el pueblo rechaza la propuesta de la UE, entiende que esta debería hacer otra en mejores condiciones (candidez política en un mundo de lobos). Pero para la UE no hay democracia que valga. Bastante tienen ya con cuidar para que no salgan, en los países que la integran, gobiernos de oposición. Es un mal precedente, pues el ejemplo puede cundir por otros países y la cosa complicarse. Hablamos de dinero, y lo relacionado con el dinero no está sometido a democracia sino a las decisiones de sus gurús que pueblan el poder, caiga quien caiga. Así pues, retiran la propuesta inicial y queda Tsipras haciendo equilibrios en el alambre. Salga lo que salga está condenado, ese alambre ya no lleva a ningún lado. Acaba de perder la confianza definitivamente de la Merkel y aflora su férrea voluntad germánica: “A este me lo cargo, cueste lo que cueste” (Todesurteil).
6.     Craso error 6, buscar el apoyo financiero de Rusia o de China es una amenaza intolerable, máxime cuando, solapadamente, se vislumbra la amenaza de cambio de bando, ya que eso quiere decir que puede acabar en su zona de influencia, y la Otan no puede permitirse esas ambigüedades, en Grecia tiene sus bases. Grecia no es negociable geoestratégicamente y. si un gobierno hace el intento de subvertir el orden, se resolverá con un Golpe de Estado si fuera necesario. Bajo mi opinión, los militares griegos, que ya estuvieron en el poder con el golpe de los coroneles desde 1967 a 1974 de la mano de Papadopoulos, cuando largaron al rey Constantino, papá de nuestra reina madre, pueden volver al poder antes que dejar que caiga el melón del lado enemigo. Al fin y al cabo, Grecia está donde está por ser de la OTAN, ¿si no cómo le iban a consentir el maquillado de sus cuentas para entrar? Toque a Tsipras, pues, para que se genuflexe ante la UE con su matriarca al frente, de lo contrario acabará la democracia en Grecia para resolver, de forma patriótica, el caos actual. Peligro, determinados partidos políticos pueden quedar fuera de la ley y, tal vez, algún que otro político enjuiciado y en chirona.  Ya se sabe, orden, justicia, obediencia y a trabajar como fuere para levantar al país... o sea, dictadura militar. El poder sigue estando fuera, en manos de los de siempre, de los que tienen y manejan las finanzas.
7.     Craso error  y ya van 7, su trascendencia internacional. El movimiento político que se ha iniciado en Grecia y que tiene proyección en otros países, debe ser eliminado o sometido. Debe fracasar estrepitosamente para que no se reproduzca en otros lugares. Eso implicaría el cuestionamiento de la propia política de la UE, orientada a los mercados, para pasar a la orientación hacia las personas. Tenían que demostrar que no “Podemos”. Solo aceptarán cambios que no cambien las cosas en su esencia. Dicen los sistémicos que en todo sistema hay una plataforma homeostática que define lo permitido y qué cosas sobrepasan los límites. Por tanto, o se somete Syriza o se elimina de una u otra forma, aunque quede algún verso suelto, del tipo de Varoufakis.



El desenlace estaba cantado. La fuerza está del lado de la pasta y de quien la tiene, puesto que el juego está establecido así. Tsipras ha de claudicar ejemplarmente para que sirva de escarmiento a otros pises como España sobre todo, Portugal e Italia. Ha de ser humillado haciéndole firmar un acuerdo aún más draconiano que el anterior. Objetivo eliminarlo políticamente y esperar que vuelvan los otros, los suyos, de nuevo al poder para aflojar la cuerda.

Ahora nos quedan muchas dudas sobre Europa:

1.     ¿Es esta la Europa que queremos los ciudadanos?
2.     ¿Seguirá Alemania con su política de recortes para potenciar su economía mientras ve como se hunde la de sus vecinos y coaligados, mientras la miseria y las necesidades afloran en la periferia?
3.     ¿Es la política alemana la que interesa para el buen desarrollo de la Europa de la gente?
4.     ¿Todo esto no es una advertencia a los países que, como España, andan ahogados por sus deudas?
5.     ¿Tenemos opción alguna para, desde el ejercicio de la democracia, poder cambiar o dirigir las cosas en esta Europa que se nos ha impuesto desde los mercaderes?
6.     En España hay otras muchas dudas, pero sobre todo me pregunto a qué y con quién juega Rajoy, ya que nuestra deuda pública está en torno al billón de euros, pues ha subido un 39% durante su gobierno, mientras la privada y la familiar han bajado considerablemente. Por eso, sospecho que España, en estos momentos, es el perrito faldero de la Merkel.
7.     Y la gran duda, qué nos espera amigos, porque el futuro es inescrutable. Hemos perdido nuestra soberanía económica, nuestra democracia real y, por ende, la capacidad de gestionar nuestros intereses… si el dinero manda, el imperio alemán está llegando al Mediterráneo con la obligada pasividad de Francia… Inglaterra sigue encerrada en su isla, los EE. UU. desde el inalcanzable cielo, nos observan por si hubiera que intervenir. Tal vez se esté fraguando el IV Reich y nosotros, los despreciables PIGS, sin saberlo. Si puedes asfixiar a un pueblo con el dinero, no necesitas tanques para que se rinda… ¿Volverá Rajoy a Hendaya para entrevistarse con la Merkel?

No haremos caso al aforismo anarquista y seguiremos votando, no le tienen miedo al voto, pues para lo que sirve… En todo caso siempre tendrán sus medios de comunicación para crear opinión en la línea que les interesa. La inmensa mayoría es “sometible” desde el sentimiento y las emociones… los racionales y lúcidos son pocos… es bueno dejarlos como un testimonio de un ser humano que no se debe extinguir, como una rara avis que, a veces, nos recuerda que somos seres pensantes y tenemos la capacidad de discernir.

Mientras tanto, creo que el Tsipras genuflexo ante la dama deja bien claro quien manda, ahora queda saber si estamos  en disposición de subvertir las cosas… es decir si Sabemos, Queremos y Podemos hacer otra Europa más humana.




2 comentarios:

fany sinrimas dijo...

Creo que la mejor imagen de la Europa dominada por la Troika, es la pintura de Goya: "SATURNO DEVORANDO A SU HIJO" y, a todos nos llegará el turno si no se hace frente a esa voracidad totalitaria liderada por Alemania.

¡Solidaridad con el pueblo griego!

Antonio dijo...

Fanny el dinero lo compra todo. Tienen los medios de comunicación en su plantilla, dominan las televisiones y cuentan con todo lo necesario para crear y manipular opinión. Han destrozado la economía griega, de la mano de unos políticos que, como aquí, han estado al servicio de la banca y sus intereses. Ahora el pueblo griego sufre las consecuencias. Necesita de nuestra solidaridad y comprensión, pero estos malnacidos están negándole el pan y la sal a aquellos que no tuvieron la culpa, mientras los otros, los ricachones de las familias pudientes griegas, siguen con sus dineros a salvo en el extranjero, más o menos como aquí, que se le hincha la boca con la palabra España y sus cuentas están en Suiza.
Para mí está en juego la credibilidad del proyecto europeo en su sentido más amplio. Si Alemania impone sus principios, que ya sabemos por donde van, el sentido humano de la unión se va al garete; esto es economía pura, crecer ellos a costa de la pobreza de otros. En este caso podríamos decir que el fiel de la balanza es el que determina hacía donde va la pasta. La banca hipoteca, estruja y ahoga y después se queda con todo, así se ha visto a lo largo de la historia.
Un abrazo

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