Opinión | Tribuna
Publicado en el
diario La Opinión de Málaga el día 17 MAY 2025 7:00
https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/05/17/ceremonia-confusion-117478370.html
Tal vez ni el
WhatsApp del altísimo resistiera un desnudo integral. Me gustaría, en justa
reciprocidad, conocer los de Ayuso, su compañero de piso, la clínica Quirón, el
propio Feijóo
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He de reconocer que me abruman
tantos temas políticos que reclaman la atención. El ejercicio de la política
sigue siendo, en muchos casos, torticero y ruin, de un proceder malévolo y
partidista, donde lo importante es ostentar el poder para mayor beneficio y
gloria del partido y de sus acólitos, dejando de lado lo esencial para el
ciudadano. Lo primordial para muchos políticos es obtener el mayor rédito
posible de la jugada y echar pelotas fuera, como ejemplo pongo la DANA.
El caos y la confusión es el marco
ideal para sacar beneficio, tal vez por eso seguimos con el lamentable
espectáculo de crearlos para cargarse lo existente e imponer otro marco, sin
importar los medios a utilizar. Lo importante es que, una vez definidos los
objetivos, se alcancen, «el que pueda hacer algo que lo haga», como decía y
sigue diciendo el ínclito Aznar.
Por mucho que se diga, el país no
va mal
Noto con amargor como se niega la
mayor, obviando los buenos datos económicos del país y su progreso, mientras
mantienen discursos cuyo objetivo es sembrar la confusión negando la evidencia,
con la cantinela de que todo va mal, que esto es un caos, que España se hunde.
Ante eso, solo hay que salir, darse una vuelta por la calle y ver la realidad.
Lo malo es que existe quien da crédito a ese discurso tan negativo y sigue a lo
suyo, con insidia y tenacidad, en esa tenebrosa disertación de la confusión.
Algo se está fraguando soterradamente, tal vez sea un intento de subvertir el
orden sin importar el precio a pagar respecto a la convivencia entre la
ciudadanía. El ciudadano español sabe convivir si no se le envenena, pero si,
como en el 1936, se cultiva el odio podremos acabar en una confrontación civil,
aunque tengamos en el recuerdo aquella tragedia asesina que tanto hizo sufrir
en la incivil contienda.
Hay demasiados intereses nacionales
e internacionales en juego tras la tendencia que se observa en el mundo con la
irrupción de las políticas trumpistas. Decía Noam Chomsky, el famoso lingüista,
filósofo, politólogo, intelectual y activista estadounidense que: «La población
general no sabe lo que está ocurriendo, y ni siquiera sabe que no lo sabe», lo
cual es tremendamente desalentador, porque pone en tela de juicio el propio
criterio del ciudadano de a pie.
El sentido común
En este contexto, intento
diseccionar el proceso en que estamos y recurro al refranero español, cargado
de sabiduría popular, para procurar, desde ese sentido común que parece haberse
perdido, comprender lo que ocurre. Para ello me vienen a la mente varios
refranes o dichos que comparto con el lector:
«Unos mean en lana y suena y otros
en lata y no suena». Parece que así es, se nos distrae con temas de orden menor
mientras los de orden mayor se evaden, en función de lo que interesa al
ponente. Suena más los casos de un lado que los de otro.
«Difama que algo queda». Queda la
pena de telediario, sobre todo si ese telediario o programa de radio,
televisión o prensa, es partidista; además siembra la duda, la desconfianza y
el desafecto, recurriendo, incluso, al insulto disfrazado de fruta.
«En el país de los ciegos el tuerto
es el rey». Ya se sabe que la elección se hace por comparación entre dos o más
elementos que se ofertan. Pueden competir en calidad, para ofrecer lo mejor, lo
que implica tener un buen programa o, por el contrario, hacerlo a la baja para
elegir el menos malo de los ofertados. En todo caso, si consigo descalificar al
contrario me vendrá el voto automáticamente, como el menos malo, sin que tenga
que comprometerme demasiado.
«Estás conmigo o está contra mí».
Desconfía de quien plantea este dilema, pues solo pretende arrebatarte la
libertad y someterte. La libertad está, precisamente, en la crítica y rechazo a
ese planteamiento, defendiendo tu derecho a opinar libremente.
«De todo hay en la viña del Señor».
Es una frase lapidaria. De todo hay en todas partes y nuestra obligación es
saber distinguir entre lo bueno y lo malo, lo que nos interesa y lo que no… no
dejarnos engañar y saber elegir lo adecuado por mucho que nos atosiguen. Para
eso debemos tener un criterio propio sólido y razonable, resistente a bulos y
mentiras.
No comprar «cualquier relato» sin
someterlo a un análisis o control de calidad de forma sistemática, para
descubrir qué se oculta detrás del mimo, controlando nuestro propio «sesgo de
confirmación», que tiende a dar crédito a todo lo que reafirme nuestras ideas y
rechaza cuanto las cuestionen.
Sería interesante acceder al
WhatsApp de los políticos
A veces, es bueno pararse a pensar
qué pasaría si la cosa fuera al revés, si el hecho denunciado se hubiera dado
en el partido que, precisamente, acusa. Tal vez ni el WhatsApp del altísimo
resistiera un desnudo integral. De hecho, dado que ya estamos conociendo los de
Pedro Sánchez y lo suculentos que puedan ser, me gustaría, en justa
reciprocidad, para poder elegir o discernir entre unos u otros, conocer los de
la señora Ayuso, su compañero de piso, la clínica Quirón, el propio Feijóo, y
todo el elenco de los políticos que se ofertan en el mercado del voto, desde la
extrema izquierda a la extrema derecha del arco político. Seguro que serían
mucho más sustanciosos los mantenidos entre los socialistas que desbancaron a
Sánchez de la Secretaría General del PSOE allá por 2016 con Susana a la cabeza,
o los que se circularon entre los miembros del PP cuando defenestraron a
Casado, pasando en tiempo récord de alabarlo y aplaudirlo a rabiar a echarlo
del Congreso de forma impresentable. Recuerdo su imagen abandonando su escaño,
solo, como quien huye apestado, y salir tras él solamente tres de sus leales
adeptos: Ana Beltrán, Pablo Montesinos y Antonio González Terol. El resto se
agarraron fuertemente al sillón, diciendo digo donde días antes decían Diego.
Todos sabemos lo que se dice en una
conversación privada en contraposición a una pública. Sería interesante que
todos se desvistieran y nos mostraran sus interioridades para poder elegir. Si
es solo uno el que queda desnudo no me sirve porque no hay simetría con los
demás y siempre queda la duda de lo que dirán los otros. No nos darán sus
móviles porque en la política, como en todo en la vida, hay demasiados rincones
oscuros y la privacidad ha de ser un derecho respetable.
Y en esto fallece Pepe Mujica
Estando en esta disquisición, me
llega la noticia de la muerte de Pepe Mujica, esa figura política y social de
reconocimiento universal que nos abandona. No quiero dejar pasar este momento
para decir algo sobre el entrañable Pepe Mujica, pues su biografía es un libro
de historia de América latina, de los últimos tres cuarto de siglo. La lástima
es que mucha gente desconoce el pasado, la historia que se dio tras la segunda
contienda mundial y cómo se desarrolló la lucha por el poder en una guerra fría
mantenida en el tiempo, donde el poderío norteamericano y su ideología
capitalista se enfrentó al soviético y su ideología comunista.
En América Latina, las guerrillas
populares y las dictaduras militares se enfrentaron en una lucha sin cuartel.
El comandante Facundo, encarnado por Mujica, fue actor y víctima de tal
situación. Superada aquella fase, Pepe Mujica, con su filosofía de vida
sencilla, tras dolorosos avatares, nos mostró el rostro de la bonhomía y nos
invitó a aceptar una concepción humanista de la existencia y de la política, en
contraposición al consumismo exacerbado del enloquecido mundo del manipulador
libre mercado. En todo caso, para reflexionar sobre aquel pasado, recomiendo la
lectura del libro de otro gran uruguayo, Eduardo Galeano, titulado: Las venas
abiertas de América Latina, publicado en 1971.
Por otro lado, Pepe Mujica se
merece un texto mucho más amplio que este para hablar de su vida y obra, pero
ya se habla y hablará más de él en estas fechas. Alguien le ha calificado de
‘papa laico’, lo malo es que no habrá conclave para elegir sustituto. El otro
papa, el religioso, ya está elegido. En todo caso, el discurso de la bonhomía,
como base de un credo humanitario, se debe imponer a la hipocresía interesada
de los poderosos. La actitud y discurso de Mujica es una aportación a tener en
cuenta.
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