Opinión
| Tribuna
Publicado
en el diario La Opinión de Málaga el 09 SEPT 2025 7:00
https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/09/09/lamentable-alusion-tellado-fosas-121368150.html
Las fosas
de la posguerra son más crueles, si cabe, que las de la guerra, pues se han
cavado desde la frialdad del odio
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| El mirador de la memoria |
La palabra fosas, en nuestro país, tiene unas connotaciones muy especiales. Con ella se despierta la memoria y nuestra imaginación vuela a las cunetas, las tapias de los cementerios y a los campos y olivares, para, inmediatamente, traer a colación los fusilamientos y represalias del franquismo, no solo en tiempos de guerra, donde lo ejercieron ambos bandos al calor de la contienda, sino en la posguerra, cuando ya la sangre debería haber perdido el calor del combate dando paso a la serenidad propia de la ausencia de confrontación bélica. Por ello, entiendo que las ejecuciones posteriores se hicieron a más sangre fría.
Las fosas de la posguerra son más
crueles, si cabe, que las de la guerra, pues se han cavado desde la frialdad
del odio, desde la venganza contra el vecino, desde el deseo de exterminio del
disidente o desde la humillación aplicada al vencido. La guerra no siempre
acaba en la paz, sino en la humillación y el forzado sometimiento del derrotado desde el ejercicio de la violencia y el miedo. En nuestro caso, la humillación
llegó hasta nuestro tiempo, pues siguen en las fosas los restos de muchos de
los represaliados y fusilados por el franquismo. Todo ello, a pesar de estar
viviendo en una democracia, al menos teóricamente, donde se debería haber restablecido
el honor de las víctimas del franquismo que, por activa o por pasiva, lucharon
por la República como un sistema democrático ideal.
Por tanto, hablar de fosas es un
atentado a la historia, un amenazante recuerdo de un pasado sanguinario y
violento. Las fosas siguen siendo una amenaza solapada, un sutil recurso para
traer al presente lo ocurrido ayer, una advertencia a aquellos que piensan
diferente, donde el concepto adversario político se convierte en enemigo.
Mal va el iluminado Secretario
General del PP, señor Tellado, con su amenaza. El ciudadano queda advertido y,
desde el recuerdo del significado de las fosas, debe tomar buena nota para no
dejar en manos de quien amenaza con ellas, aunque sea metafóricamente, la
posibilidad de ejercer la gobernanza bajo esa perspectiva de conflicto
convivencial.
A estas altura de la civilización,
cuando el pueblo español goza de un elevado nivel cultural y de conocimiento,
cuando estamos en una situación de desarrollo económico y social sin
precedentes, cuando los objetivos se han de centrar en generalizar ese
bienestar a aquellos que aún quedan descolgados del mismo, es tremendamente
torpe sacar a relucir las fosas para “enterrar a un gobierno que nunca debió de
existir” según el ladino Tellado. Seguramente, para que no vuelva a existir,
también pensará en enterrar a los votantes que lo hicieron posible.
Indudablemente, un planteamiento así, aludiendo a las fosas, es un atentado a
la democracia y quien lo hace no debe ser tenido por demócrata, sino por liberticida
y dictador autoritario.
Creo que lo que se ha de hacer de
una vez por todas, es abrir las viejas fosas, sacar los restos que las ocupan y
cerrarlas, con objeto de que nunca más se abran para acoger el odio entre
hermanos. Nuestra generación no tuvo arte ni parte en aquella desgraciada y
criminal guerra, no tenemos por qué sentirnos culpables de nada de lo ocurrido,
en todo caso somos responsables de zanjar el pasado y evitar que vuelva a
suceder. Tal vez, una forma de conjurar ese pasado sea: abrir, limpiar y cerrar
las fosas definitivamente, dando honrosa sepultura a los restos que las ocupan.
Creo que es de justicia hacerlo ya que no se hizo en la transición para no
despertar los demonios de los asesinos que aún pervivían.

2 comentarios:
Totalmente de acuerdo, Antonio. Esta situación me da pena y a la vez, rabia, mucha rabia. Un abrazo
Pena, rabia, impotencia, amargura y rechazo a este tipo de política canalla que va más allá de la lógica para entrar en la confrontación cainita. Un abrazo amiga Arantza
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